Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

3 abr 2019

Mediaset negocia la participación de Isabel Pantoja en ‘Supervivientes’

La cantante, que no consigue remontar su carrera musical tras salir de la cárcel, necesita liquidez.

Isabel Pantoja Supervivientes
Isabel Pantoja, en Sevilla, el pasado marzo.

 El clan Pantoja se ha convertido en un éxito seguro para los realities de Mediaset. 

Por ellos han pasado Kiko Rivera y su esposa Irene Rosales, además de Isa Pantoja y su prima Anabel

El objetivo de la cadena es sumar a la lista a Isabel Pantoja para el próximo estreno de Supervivientes, según anuncia la revista Semana. 

 Las negociaciones están abiertas con un suculento caché semanal de 80.000 euros, pero nada está cerrado y las partes no quieren hablar en público del asunto. "Ni desmentimos, ni confirmamos. Lo único que podemos decir es que a partir de mañana jueves iremos desvelando los nombres", ha dicho un portavoz de Telecinco.

 Pero, en el programa de Ana Rosa se han dado datos de la negociación e incluso se ha llegado a afirmar que si participa la cantante, nunca será con un caché tan elevado.

 

Lo que sí ha cambiado en los últimos meses es la relación de la tonadillera con Mediaset.
 Tras una extensa llamada telefónica al programa Sálvame de más de una hora para hablar de su hija cuando esta participaba en el programa Gran Hermano Vip, la tensión pasada se ha aliviado. Atrás han quedado las demandas.
La siguiente prueba de que los Pantoja buscan y necesitan la reconciliación con Mediaset es la participación actual en Gran Hermano Dúo de Kiko Rivera y de su esposa Irene Rosales, ambos finalistas del programa y con muchas posibilidades de ganar el concurso.
 El sábado pasado, además, Isa Pantoja fue la estrella de Deluxe donde confirmó que su madre planea acudir al plató si su hermano gana Gran Hermano Dúo
Parece que ese podría ser el momento en el que se desvelara si finalmente la tonadillera se embarca en la aventura de Supervivientes.

Isabel Pantoja Supervivientes
De izquierda a derecha, Kiko Rivera, Isabel Pantoja y su hija Isa Pantoja.
Desde que cumplió su pena carcelaria, Isabel Pantoja no ha logrado remontar su carrera musical.
 Publicó un disco con canciones de Juan Gabriel e inició una gira que tuvo que ser interrumpida por no poder viajar a Estados Unidos por sus antecedentes penales. 
Su relación con la compañía de discos Universal está en el aire ya que no vende tanto como antes y sus pretensiones económicas siguen siendo muy altas, como cuando estaba en lo más alto de su carrera musical.
 Pantoja no ha ocultado que tiene problemas de liquidez. Ha vendido alguna de sus propiedades e intenta mantener a toda costa Cantora, la gran finca que heredó de Paquirri.
 Además, el propio Kiko Rivera ha confesado en Gran Hermano Dúo que entró en el concurso para resolver sus problemas económicos.
 En la decisión de Pantoja pesará también su necesidad económica, pero en su caso está midiendo la repercusión que este paso puede tener en su carrera musical y en su vida personal, que ha intentado proteger en los últimos años. 
También será decisivo el estado de salud de la madre de la cantante que es muy delicado desde hace meses.

Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler cuentan la historia desconocida de su romance

La pareja desvela en una entrevista que las primeras fotos de ambos se tomaron en casa de Enrique Iglesias pero nunca se publicaron. Y ella se declara más de "izquierdas" que él.

Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa
Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa en Arequipa. GTRES

 

Han tardado cuatro años pero finalmente, Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler han contado en una entrevista su versión sobre el idilio que sacudió el mundo de la cultura, la política y el corazón hace cuatro años.
 La puesta en escena ha sido cuidadosamente medida: no han escogido un medio español sino peruano, la revista Cosas.
  El autor de la entrevista es Santiago Roncagliolo, escritor peruano, cercano a Vargas Llosa y biógrafo de James Costos, el exembajador estadounidense en España que es amigo de Preysler.
 En la charla, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, la pareja desvela detalles hasta ahora desconocidos de su romance.
Antes de hacerse pública su relación, en la primavera de 2015, el editor de una revista llamó a Isabel Preysler porque tenía fotos de Mario Vargas Llosa y de ella en la casa de Enrique Iglesias en Miami y pensaba publicarlas.
 Era el primer documento que confirmaba la relación de la pareja y por tanto tenían gran valor. 
"Le dije al editor que ya estaba cansada de esto.
 La gente acababa de estar liándome con el presidente del Real Madrid Florentino Pérez y yo no quería empezar de nuevo con otro rumor", recuerda Isabel Presyler sobre aquel momento. "Lamentablemente, no tenía manera de detener la publicación de las fotos. 
Al final, lo que nos salvó fue que la terraza de Enrique está techada.
Puede parecer una tontería, pero ese detalle es una diferencia importante: si un juez llegaba a considerar ese lugar como un interior de la casa, podría acusar a la revista de atentado contra la intimidad y condenarla a pagar una indemnización millonaria. Quizá el editor hizo sus consultas legales y por eso prefirió no arriesgarse a publicar las fotos".
 


Han tardado cuatro años pero finalmente, Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler han contado en una entrevista su versión sobre el idilio que sacudió el mundo de la cultura, la política y el corazón hace cuatro años
. La puesta en escena ha sido cuidadosamente medida: no han escogido un medio español sino peruano, la revista Cosas. El autor de la entrevista es Santiago Roncagliolo, escritor peruano, cercano a Vargas Llosa y biógrafo de James Costos, el exembajador estadounidense en España que es amigo de Preysler. En la charla, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, la pareja desvela detalles hasta ahora desconocidos de su romance.
Antes de hacerse pública su relación, en la primavera de 2015, el editor de una revista llamó a Isabel Preysler porque tenía fotos de Mario Vargas Llosa y de ella en la casa de Enrique Iglesias en Miami y pensaba publicarlas. Era el primer documento que confirmaba la relación de la pareja y por tanto tenían gran valor. "Le dije al editor que ya estaba cansada de esto.
 La gente acababa de estar liándome con el presidente del Real Madrid Florentino Pérez y yo no quería empezar de nuevo con otro rumor", recuerda Isabel Presyler sobre aquel momento. "Lamentablemente, no tenía manera de detener la publicación de las fotos. Al final, lo que nos salvó fue que la terraza de Enrique está techada. Puede parecer una tontería, pero ese detalle es una diferencia importante: si un juez llegaba a considerar ese lugar como un interior de la casa, podría acusar a la revista de atentado contra la intimidad y condenarla a pagar una indemnización millonaria. Quizá el editor hizo sus consultas legales y por eso prefirió no arriesgarse a publicar las fotos".
Pero saberse descubiertos cambió la actitud de la pareja con los medios de comunicación.
 Una portada de la revista ¡Hola! que mostraba a la pareja una noche por las calles de Madrid oficializó su relación en junio de 2015.
 Horas después Patricia Llosa de Vargas, entonces esposa del premio Nobel de Literatura, pedía respeto para la privacidad y negaba que estuviera separada del escritor. 
 “Mis hijos y yo estamos sorprendidos y muy apenados por las fotos que han aparecido en una revista del corazón.
 Hace apenas una semana estuvimos con toda la familia en Nueva York celebrando nuestros 50 años de casados y la entrega del doctorado de la Universidad de Princeton.
 Les rogamos respetar nuestra privacidad”, decía en un comunicado.
Mario Vargas Llosa
Mario Vargas Llosa, en el Congreso Internacional de la Lengua Española en Argentina. AP
 
Esa noche la pareja tenía planeado salir a cenar a un restaurante. 
Para no echar leña al fuego, Isabel Preysler propuso quedarse en casa y evitar a los periodistas.
 Pero en algún momento iban a tener que admitir lo que ocurría. Y Vargas Llosa había decidido dejar de esconderse por lo que argumentó a su pareja: "Ahora sí que salimos a cenar.
 Con más razón. Porque ese comunicado no dice la verdad. Y no puedes dejar que decida tu vida un grupo de paparazis".
Muchas personas, incluso del entorno del novelista, desaprobaron las formas de la ruptura entre él y su esposa. Y se formó una corriente de opinión muy fuerte contra Preysler.
 Con el fin de contrarrestarla, la entrevista está llena de mensajes: la pareja intenta dejar claro, por ejemplo, que no cobraron por esas fotos, ni por ninguna de su vida privada. Que no se lucraron con esa portada:
 "Hay gente que cree que vendo las fotos yo misma ¡Yo no cobro un céntimo!".
 Preysler precisa que Vargas Llosa ya se había separado de su esposa cuando apareció esa portada, y que aún así, ella intentó que no se publicara ninguna imagen de ellos. 
Pero el acoso de los paparazis es difícil de contener.
L as complicadas relaciones de Vargas Llosa con sus tres hijos después de ese momento también se explican y también el momento en el que se encuentran en la actualidad.
 "Algunos temas aún son tabú entre nosotros", dice el escritor."
 Pero poco a poco, he ido restableciendo una relación amistosa y cordial con buena parte de mi familia. 
No con todo el mundo pero sí con buena parte.
 Eso es muy importante. Sobre todo porque tengo cinco nietas y un nieto. No me los quiero perder".
 
La pareja muestra una gran complicidad. Hablan de sus viajes juntos
 Y se dejan ver bromeando a lo largo del reportaje. Ella tiende a reírse de cómo el escritor añade literatura a sus anécdotas y se define como "más de izquierdas" que Vargas Llosa, mientras él cuenta sus dificultades para soportar el acoso de la prensa rosa.

 

2 abr 2019

Naty Abascal continúa como icono de la moda cuando cumple 76 años

La modelo y estilista sigue trabajando como estilista de moda y sigue figurando en los eventos más exclusivos de la ‘jet’ internacional que tienen que ver con este mundo.

 

Naty Abascal, en Madrid, el pasado octubre.
Naty Abascal, en Madrid, el pasado octubre.
Incombustible e imparable, así se muestra la modelo y estilista Naty Abascal a la edad en la que otras personas se dedican a jugar a la petanca o pasear a sus nietos por el parque. 
Ella, que ha tenido que reinventarse varias veces a lo largo de su vida, continúa al pie del cañón en un campo que nunca le ha fallado desde que decidió volcarse en él: la moda.
 Su pasión desde que, cuando tenía 21 años, el modista Elio Berhanyer le propuso presentar su colección en Nueva York durante la Exposición Mundial de 1964.
Utiliza las redes sociales como aliadas para publicitar los trabajos que realiza, los eventos a los que asiste y las producciones de moda que llevan su firma para diferentes publicaciones, entre ellas las revistas Hola! y Telva.
 Redes en las que da cuenta de su intensa actividad que igual le lleva a Marrakech a disfrutar de unos días con amigos en el hotel La Mamounia, uno de los hoteles más lujosos de la ciudad marroquí, que ha postear imágenes de las que se deduce que ha estado presente en todos los desfiles de las colecciones de los diseñadores que tienen algo que decir para la próxima temporada o a etiquetar con emoticonos que reflejan cuánto le gusta un sombrero, un collar o uno de los muchos eventos exclusivos a los que acude.
Naty Abascal cumple este martes 76 años pero como su gran amigo, el diseñador Valentino, parece anclada en un tiempo y un lugar por el que los años pasan de refilón sin dejar lacras trascendentales.
 Para muchos su voz aflautada, que conserva el deje sevillano, y su reconocible planta de maniquí la hacen valedora de la etiqueta de pija de libro.
 Quienes saben de su trayectoria conocen que trabaja porque le gusta seguir dedicándose a la moda y porque necesita hacerlo para mantener su economía. 
Haber estado casada con Rafael Medina y haber llevado el título de duquesa de Feria no le ha garantizado una vida de diván brocado, aunque sí es cierto que de esa y de cada una de sus otras etapas ha sabido llevarse siempre algo que vale tanto como el dinero: magníficas relaciones que la hacen moverse en un mundo exclusivo y de millonarios aunque su cuenta corriente y propiedades sean mucho más modestas. 

Naty Abascal sabe lo que es estar arriba y abajo en la noria de la vida. 
Cuando viajó a Nueva York junto a Elio Berhanyer conoció al prestigioso fotógrafo Richard Avedon y protagonizó un reportaje en la revista Harper’s Bazaar que inicio su despegue en un mundo que esperaba su saber estar frente a la cámara.
 Ha sido musa y amiga de Óscar de la Renta y de Valentino, ha trabajado con Woody Allen para su película Bananas; Salvador Dalí pintó su cuerpo para una anuncio de televisión, posó desnuda para Playboy y para la revista Interwieu fundada por Andy Warhol.
En 1977 contrajo matrimonio con Rafael Medina, duque de Feria, y llegó su etapa como esposa, madre y anfitriona de lo más granado de la sociedad española de la época. También como personaje recurrente de la llamada prensa rosa. 
Pero la relación acabó y poco después de su separación llegó la etapa más negra de la vida de Naty Abascal, aquella en la que su saber estar de siempre tuvo que imponerse por encima de cualquier otra cosa cuando su exmarido fue acusado del rapto de una niña de cinco años y de tráfico de drogas y terminó en prisión en marzo de 1993.
Entonces su vida se centró en proteger a sus hijos adolescentes, Rafael y Luis Medina, y alejarles del conflicto haciendo el sacrificio de separarse de ellos y enviarles a estudiar a Estados Unidos, donde vivieron en casa de Óscar de la Renta.
 Desde entonces si han existido romances, no han sido sonados, y la vida de Naty Abascal ha seguido transcurriendo las ritmo que marcan las colecciones de moda.
 Sabiamente ha visto venir que sus tiempos de modelo eran otros y que había que subirse a la ola de Internet para seguir siendo musa. 
Así ha pasado de maniquí a influencer, de impresionante percha a respetada prescriptora, de vestir un Valentino de alta costura a asistir a una fiesta de alto copete vestida impecablemente de Zara.
 Y todo sin dejar de ser respetada por los diseñadores con los que se codea de tú a tú detrás de los escenarios y por sus compañeras mileuristas que como ella toman notas a su lado para realizar la crónica más certera de un desfile. 
Naty Abascal tiene la capacidad de transformación de un camaleón y los años, de momento, solo los nota cuando vuelve algo más cansada de lo normal después de un tiempo fuera de casa. 

Así fueron los últimos días de Karl Lagerfeld

El diseñador, que llegó a decir que era inmortal, nunca admitió a sus íntimos que estaba enfermo.

Karl Lagerfeld, en una de sus últimas apariciones.
Karl Lagerfeld, en una de sus últimas apariciones. CORDON PRESS
Karl Lagerfeld murió de cáncer de páncreas. 
Así lo reveló una íntima amiga del icónico diseñador, Natasha Fraser-Cavassoni, en una carta en el diario británico Daily Mail. Natasha, que trabajó 18 meses en el estudio de Chanel y forjó una amistad de 30 años con el modisto, desveló la enfermedad que padecía desde hace un tiempo el káiser de la moda y que había mantenido en un absoluto secreto. 
El diseñador falleció el pasado 19 de febrero a los 85 años en París, en el Hospital Americano de Neuilly-sur-Seine, en el que ingresó de urgencia la noche anterior.
 Sin embargo y pese a la gravedad de su estado de salud, el diseñador siempre negó que estuviera enfermo. 
Ni tan quiera una de sus más cercanas amigas Inès de la Fressange estaba al tanto de sus problemas. 
La modelo y ahora diseñadora ha hablado de los últimos días del káiser en France 2 donde explicó que ella no estaba al tanto de lo que le sucedía.

Varios meses antes de su muerte, la salud de Karl Lagerfeld se fue deteriorando. 
Trabajó hasta el día anterior a su muerte y solo se perdió dos desfiles en enero al estar demasiado "cansado" para estar presente.
 Con su carácter, el diseñador nunca aceptó a la enfermedad. "Estaba en total negación de su enfermedad", dijo Inès de la Fressange en el programa, emitido el pasado lunes.
Incluso para sus confidentes más cercanos, Karl Lagerfeld nunca quiso decir nada con claridad que le sucedía.
 "Pude haberlo adivinado", dijo la ex musa de Chanel.
 "Una vez le envié un mensaje de texto pidiéndole que viniera el día de Año Nuevo y él me dijo:
 'Tengo un poco de frío', que en el lenguaje de Karl Lagerfeld significa estoy muy enfermo".
 Luchó unos meses e Inès de la Fressange recordó con emoción la última vez que pudo verlo.
 "Fue en septiembre. Asistía a su último desfile de Chanel. Por primera vez, él me tomó de la mano y no me soltó", recordó en la emisión Inès de la Fressange.

Después del anuncio de la muerte de Karl Lagerfeld, la diseñadora de moda fue la primera de sus amigas más cercanas en reaccionar ante un televisor. 
Invitada en el programa de televisión Quotidien en TMC, confió que el modisto temía "la enfermedad y el hospital".
Las dudas sobre su estado de salud habían aumentado desde mediados de enero, cuando se ausentó del último desfile de alta costura de Chanel.
 “El señor Lagerfeld se sentía cansado esta mañana. 
Le deseamos una pronta recuperación”, leyó entonces la voz en off de su amigo Michel Gaubert, a cargo del diseño musical de todas sus presentaciones. 
Pero esa mejoría nunca llegó.
Lagerfeld formó parte de la generación que impulsó la decisiva transición de la alta costura al prêt-à-porter
 Se formó junto a Balmain y Patou, de la que fue nombrado director artístico en 1958.
 Media década después, fue fichado por Chloé como diseñador, un cargo que compaginó con su colaboración con Fendi, la empresa romana para la que siguió trabajando hasta su muerte.
 Pero fue  Chanel, la histórica firma de la que era director artístico desde 1983, la casa en la que desarrolló su época más dorada.