26 mar 2019
La Fundación BBVA premia a Claudia Goldin, pionera en el análisis económico de la brecha de género
La catedrática de Harvard obtiene el galardón Fronteras del Conocimiento en la categoría de Economía.
La Fundación BBVA ha premiado con el Fronteras del Conocimiento
de Economía a la catedrática de la Universidad de Harvard Claudia
Goldin, por "sus contribuciones pioneras al análisis histórico del papel
de la mujer en la economía” y el estudio de “los determinantes detrás
de la brecha de género”, según ha destacado el jurado.
Doctorada por Chicago e investigadora de la Oficina
Nacional de Investigación Económica (Nber), Goldin (Nueva York, 1946)
publicó en 1990 Understanding the Gender Gap, un libro que abrió el campo de investigación sobre la brecha de género en el mercado de trabajo.
Con datos de Estados Unidos desde 1820, esta obra analiza
las causas de las diferencias salariales entre hombres y mujeres.
En
opinión de la galardonada, la raíz del problema estriba en que las
mujeres optan con mucha mayor frecuencia que los hombres por trabajos
que tienen horarios flexibles para facilitar el cuidado de la familia.
Las mujeres están desproporcionadamente echando más horas en las tareas
del hogar y menos en el trabajo.
“La brecha salarial es la otra cara de
la moneda en la equidad de la pareja”, ha señalado en la
videoconferencia organizada tras el anuncio del premio.
“También ocurre
en España según los estudios que he visto, en los que se observa que las
mujeres españolas echan más del doble de horas que los hombres en el
trabajo de casa”, ha destacado.
Por eso, ha alabado las manifestaciones de marzo en España para erradicar esos estereotipos sociales.
Según los datos de la propia Goldin, en Estados
Unidos las mujeres ganan justo después de licenciarse 92 céntimos por
cada dólar que ganan los hombres.
Una vez alcanzan los 40 años, solo
obtienen 73 céntimos por cada dólar.
¿Y qué podría hacerse para atajar esta desigualdad?
Ayudan
las políticas que hacen que las mujeres pasen menos horas con los niños
como la escolarización temprana.
Sin embargo, a su juicio, al final
alguien tiene que estar disponible. Y esa persona acaba siendo siempre
la mujer.
“No detectamos grandes diferencias salariales cuando las
mujeres no tienen niños o no asumen las responsabilidades del hogar”, ha
asegurado.
De modo que la solución “debe empezar en casa, con
los hombres haciendo más en el hogar”, ha explicado.
A fin de reducir la
brecha, se debe ofrecer más flexibilidad a todos los trabajadores, no
solo a las mujeres.
“Si los hombres piden más dinero por perderse el
partido de su hijo, entonces las empresas reaccionarán”, ha afirmado.
De
lo contrario, se termina con una reducción de horarios y, en
consecuencia, de sueldo que provoca un incremento aún mayor de la
diferencia salarial.
Goldin propone ideas como que se organice el
trabajo en grupos, de manera que los trabajadores puedan ser
reemplazados sin problemas cuando necesiten dedicar tiempo a su familia.
“Se espera y se asume que las mujeres deben
disfrutar una baja de maternidad, pero no se espera lo mismo de los
hombres.
Es necesario que esta actitud cambie para que deje de pensarse
que el hombre que disfruta de una baja por paternidad no es un buen
trabajador”, ha subrayado Goldin, que fue la primera mujer en conseguir
un puesto fijo en los departamentos de economía de las universidades de
Pensilvania y Harvard.
La catedrática de Harvard concluye en sus
investigaciones que la brecha salarial se amplió cuando se expandió el
trabajo de corte administrativo, cuya organización hace que se valore
más al trabajador que dedica más horas.
Por tanto, el desarrollo de las
políticas de personal y los departamentos crearon las bases
institucionales de la discriminación.
La diferencia era menor cuando a
principios del siglo XX se pagaba en la industria por unidad realizada,
en lugar de con criterios más subjetivos.
No obstante, Goldin argumenta
que la diferencia se ha ido reduciendo sobre todo gracias a los cambios
educativos.
El nuevo premio Fronteras del Conocimiento en la
categoría de Economía ha destacado, además, por otras dos
investigaciones de campo.
En una recopiló datos de ocho orquestas que
contrataron a sus músicos sin verles, solo escuchándoles.
Estas
audiciones ciegas explicaron entre el 30% y el 55% del aumento posterior
de mujeres en las orquestas.
Es decir, halló un claro sesgo de género
en las contrataciones.
En otro estudio, Goldin documentó que la
píldora anticonceptiva contribuyó a que las mujeres retrasasen la edad
de matrimonio y estudiasen carreras de nivel superior.
En cuanto a la flexibilidad que aportan en el trabajo
las nuevas formas de comunicación, Godlin ha declarado que ayudan, pero
que también pueden ser “un arma de doble filo” al ser “más intrusivas” y
hacer que el trabajador esté disponible siempre. También ha indicado
que la mecanización de las tareas rutinarias podría en teoría afectar
algo más a los hombres, en parte porque trabajan más en la industria de
manufacturas.
Asesora de la Seguridad Social estadounidense, de la Oficina
Presupuestaria del Congreso o del Consejo de Investigación Nacional,
Goldin ha retratado la manera en que han cambiado las aspiraciones de
las mujeres.
Cuando las carreras profesionales comienzan a ser algo
gratificante, empiezan en Estados Unidos a querer compaginar familia y
trabajo a partir de la década de los setenta.
Por qué Ylenia es la nueva princesa (feminista) del pueblo
Laura Gómez Navas
Ylenia Padilla entró en nuestras vidas en 2012 con el estreno del reality Gandía Shore
y nunca volvió a salir.
Su personaje mediático ha encandilado a miles de fans, mientras que sus apariciones televisivas generan un revuelo constante en redes.
A lo largo de su carrera nos ha dejado decenas de momentos icónicos, frases lapidarias y un carácter fuerte que las redes y la cultura popular ha sabido canalizar a su favor.
Pero ahora, volviendo la vista atrás a la trayectoria de la octava expulsada de GH Dúo, parece que Ylenia ha evolucionado, a ojos de la sociedad, de diva de barrio a icono pop.
“[De los realities] ha salido gente con mucho talento […] que antes se veían como pozos de ‘frikis’”, asegura Daniel Valero, youtuber y periodista especializado en televisión.
Este tipo de programas aún se perciben como casposos y se sigue asociando su consumo a una clase social baja y una formación académica limitada, pero los espectadores más jóvenes están redefiniendo la forma de consumir contenido y las implicaciones sociales de esas nuevas elecciones:
“En los programas de convivencia pura han empezado a entrar perfiles diferentes a lo habitual, más variados, que han podido darle un pequeño giro a su imagen”.
Valero considera que “ahora mismo, para mí ‘choni’ significa fuerza, honestidad, lucha, realidad.
Un motivo por el que admirar a una persona”.
Si hace un par de años resultaba impensable que un personaje como el de Padilla estuviera legitimado fuera del fenómeno televisivo, ahora es la reina del momento, y se suma a otras muchas mujeres cuyo aspecto, forma de expresarse o de presentarse al mundo hasta ahora habían sido denostadas: La Zowi, Bea Pelea, Tomasa del Real…
“Supongo que de ahí que muchas personas que lo han tenido más fácil en la vida hayan adoptado parte de su estética y de su forma de actuar”, explica Valero.
Y el hecho de que Ylenia se defina abiertamente como feminista y lleve el discurso de la liberación de las mujeres a un plató es, según Mbomio, transformador:
“No pasó lo mismo con Belén Esteban porque era otro tiempo.
Ella consiguió el apoyo de muchas mujeres por ser madre soltera y porque se identificaban con sus formas, pero el suyo es un discurso más conservador.
Ylenia, sin embargo, se ha repensado”.
Esta aparente idealización de lo obrero “tiene que ver con el agotamiento de la cultura de lo divino, y con la necesidad de gentrificar incluso las periferias, que es donde se sitúan estas personas.
También es producto de que la gente se ha repensado.
Hasta ahora el término ‘choni’ tenía connotaciones negativas y a la definición se le ha asociado cierto tufo clasista.
Cuando eso se repiensa, se empieza a reconcebir”, afirma la periodista Lucía Mbomio, autora del blog Barrionalismos.
Aunque el caso de Ylenia recuerde al de Belén Esteban, la sociedad está en otro punto.
“La generación millennial ha recuperado ese acercamiento inicial a los realities y los está consumiendo sin complejos e incluso de manera crítica.
Clave en ello también es la reconversión de estos productos que, siendo productos de consumo capitalista, han sabido adaptarse a las nuevas sensibilidades sociales, como Operación Triunfo”, explica la socióloga Marta Paz a S Moda.
La relectura del fenómeno fan y su reciente revisión crítica han permitido que podamos encumbrar a personajes mucho más diversos desde otro prisma:
“Lo popular es cultura, y en una sociedad en el que mandan las redes y lo viral es clave para la configuración social, un mensaje sencillo y llamativo como un ‘tiki tiki’ y una persona con la que poder identificarte crea una legión de seguidores”.
Los medios de comunicación de masas y sus mecanismos se acercan cada vez más a los deseos del público que los consume, lo que para Paz “también produce una implicación emocional que puede elevar como ‘estrella’ a alguien que rompe el modelo a seguir pautado por la sociedad y que previamente podía ser considerada una persona ‘estrellada’ en un contexto de exclusión social”.
“Desde el momento en el que apareció en pantalla, cada frase que salió de su boca se convirtió en un hito viral.
La cultura del meme de nuestro país le debe muchísimo. Pero quizá lo que más la ha elevado a la categoría de icono es que es la historia de una evolución absolutamente inspiradora que hemos podido seguir poco a poco desde nuestras casas”, sostiene Valero.
Con Ylenia los estereotipos clasistas parecen no tener cabida en el siglo XXI.
Deja claro que la formación académica no está reñida con la conciencia social, que hablar de salud mental en prime time puede ser más importante y efectivo para la opinión pública que cualquier charla especializada.
Todos tenemos mucho que aportar más allá de lo que se espera de nosotros.
“Toda la casa, Antonio, tío: los súper, los Pokémon, las paredes…“.
Ha pasado de diva de barrio a convertirse en la estrella del momento. ¿Qué tiene esta concursante de reality que no tengan otras?.
Su personaje mediático ha encandilado a miles de fans, mientras que sus apariciones televisivas generan un revuelo constante en redes.
A lo largo de su carrera nos ha dejado decenas de momentos icónicos, frases lapidarias y un carácter fuerte que las redes y la cultura popular ha sabido canalizar a su favor.
Pero ahora, volviendo la vista atrás a la trayectoria de la octava expulsada de GH Dúo, parece que Ylenia ha evolucionado, a ojos de la sociedad, de diva de barrio a icono pop.
“[De los realities] ha salido gente con mucho talento […] que antes se veían como pozos de ‘frikis’”, asegura Daniel Valero, youtuber y periodista especializado en televisión.
Este tipo de programas aún se perciben como casposos y se sigue asociando su consumo a una clase social baja y una formación académica limitada, pero los espectadores más jóvenes están redefiniendo la forma de consumir contenido y las implicaciones sociales de esas nuevas elecciones:
“En los programas de convivencia pura han empezado a entrar perfiles diferentes a lo habitual, más variados, que han podido darle un pequeño giro a su imagen”.
La ‘choni’ revalorizada
Desde famosas imitando en redes su célebre ‘tiki tiki’ hasta desencadenar debates sobre feminismo y clase, las expresiones y la estética de Ylenia han trascendido la pequeña pantalla y se han mimetizado con una nueva forma de entender ‘lo choni’.Valero considera que “ahora mismo, para mí ‘choni’ significa fuerza, honestidad, lucha, realidad.
Un motivo por el que admirar a una persona”.
Si hace un par de años resultaba impensable que un personaje como el de Padilla estuviera legitimado fuera del fenómeno televisivo, ahora es la reina del momento, y se suma a otras muchas mujeres cuyo aspecto, forma de expresarse o de presentarse al mundo hasta ahora habían sido denostadas: La Zowi, Bea Pelea, Tomasa del Real…
“Supongo que de ahí que muchas personas que lo han tenido más fácil en la vida hayan adoptado parte de su estética y de su forma de actuar”, explica Valero.
El nuevo fenómeno fan
Tanto en su participación en televisión como en sus redes sociales, Ylenia ha llevado a cabo públicamente una deconstrucción feminista con la que muchas mujeres se han sentido identificadas: abandonar el slut shaming y abrazar la sororidad es un arduo camino cuando el entorno nos invita a odiarnos entre nosotras.Y el hecho de que Ylenia se defina abiertamente como feminista y lleve el discurso de la liberación de las mujeres a un plató es, según Mbomio, transformador:
“No pasó lo mismo con Belén Esteban porque era otro tiempo.
Ella consiguió el apoyo de muchas mujeres por ser madre soltera y porque se identificaban con sus formas, pero el suyo es un discurso más conservador.
Ylenia, sin embargo, se ha repensado”.
Esta aparente idealización de lo obrero “tiene que ver con el agotamiento de la cultura de lo divino, y con la necesidad de gentrificar incluso las periferias, que es donde se sitúan estas personas.
También es producto de que la gente se ha repensado.
Hasta ahora el término ‘choni’ tenía connotaciones negativas y a la definición se le ha asociado cierto tufo clasista.
Cuando eso se repiensa, se empieza a reconcebir”, afirma la periodista Lucía Mbomio, autora del blog Barrionalismos.
Aunque el caso de Ylenia recuerde al de Belén Esteban, la sociedad está en otro punto.
“La generación millennial ha recuperado ese acercamiento inicial a los realities y los está consumiendo sin complejos e incluso de manera crítica.
Clave en ello también es la reconversión de estos productos que, siendo productos de consumo capitalista, han sabido adaptarse a las nuevas sensibilidades sociales, como Operación Triunfo”, explica la socióloga Marta Paz a S Moda.
La relectura del fenómeno fan y su reciente revisión crítica han permitido que podamos encumbrar a personajes mucho más diversos desde otro prisma:
“Lo popular es cultura, y en una sociedad en el que mandan las redes y lo viral es clave para la configuración social, un mensaje sencillo y llamativo como un ‘tiki tiki’ y una persona con la que poder identificarte crea una legión de seguidores”.
Los medios de comunicación de masas y sus mecanismos se acercan cada vez más a los deseos del público que los consume, lo que para Paz “también produce una implicación emocional que puede elevar como ‘estrella’ a alguien que rompe el modelo a seguir pautado por la sociedad y que previamente podía ser considerada una persona ‘estrellada’ en un contexto de exclusión social”.
“Hasta nunqui”
La de Benidorm es, además, carne de meme, y esa es una razón de peso para la admiración en esta cultura digital.“Desde el momento en el que apareció en pantalla, cada frase que salió de su boca se convirtió en un hito viral.
La cultura del meme de nuestro país le debe muchísimo. Pero quizá lo que más la ha elevado a la categoría de icono es que es la historia de una evolución absolutamente inspiradora que hemos podido seguir poco a poco desde nuestras casas”, sostiene Valero.
Con Ylenia los estereotipos clasistas parecen no tener cabida en el siglo XXI.
Deja claro que la formación académica no está reñida con la conciencia social, que hablar de salud mental en prime time puede ser más importante y efectivo para la opinión pública que cualquier charla especializada.
Todos tenemos mucho que aportar más allá de lo que se espera de nosotros.
“Toda la casa, Antonio, tío: los súper, los Pokémon, las paredes…“.
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