Los equipos de emergencia barajan tres alternativas para intentar localizar a Yulen.
Un niño de dos años se encuentra desde la tarde del domingo en un
pozo de más de 100 metros de profundidad en la localidad de Totalán
(Málaga), donde cayó por accidente.
Un centenar de efectivos tratan de rescatar al menor e implementarán tres vías para localizarlo: primero cavarán un pozo paralelo, de cien metros de profundidad y un metro y medio de ancho; luego harán la excavación a cielo abierto de la ladera hasta llegar al lugar donde se cree que está el menor, y finalmente, con maquinaria potente, extraerán la tierra que se ha encontrado en la cavidad a 73 metros de profundidad.
Los bomberos han hallado el primer rastro de Yulen esta mañana: la bolsa de chucherías que llevaba en la mano cuando se precipitó en el agujero mientras paseaba por el campo con sus padres.
La operación es muy compleja porque se trata de un orificio estrechísimo de prospección para buscar agua, de apenas unos 20 centímetros de diámetro.
Se desconoce en qué estado se encuentra el menor.
La pareja formada por José y Victoria, padres del niño que cayó este domingo en un pozo en Totalán, vivieron recientemente otra tragedia.
En primavera de 2017, perdieron a otro hijo, Óliver, de tres años, que falleció cuando paseaba por la playa de El Palo, el barrio en el que residen.
Según cuentan sus vecinos, la familia ha sufrido mucho desde entonces.
En la zona conocida como las cuatro esquinas, muy cerca de donde vive la familia, todos los vecinos han lamentado la desaparición de Yulen y tienen aún esperanza en que pueda ser rescatado con vida. Informa Nacho Sánchez
Un centenar de efectivos tratan de rescatar al menor e implementarán tres vías para localizarlo: primero cavarán un pozo paralelo, de cien metros de profundidad y un metro y medio de ancho; luego harán la excavación a cielo abierto de la ladera hasta llegar al lugar donde se cree que está el menor, y finalmente, con maquinaria potente, extraerán la tierra que se ha encontrado en la cavidad a 73 metros de profundidad.
Los bomberos han hallado el primer rastro de Yulen esta mañana: la bolsa de chucherías que llevaba en la mano cuando se precipitó en el agujero mientras paseaba por el campo con sus padres.
La operación es muy compleja porque se trata de un orificio estrechísimo de prospección para buscar agua, de apenas unos 20 centímetros de diámetro.
Se desconoce en qué estado se encuentra el menor.
La pareja formada por José y Victoria, padres del niño que cayó este domingo en un pozo en Totalán, vivieron recientemente otra tragedia.
En primavera de 2017, perdieron a otro hijo, Óliver, de tres años, que falleció cuando paseaba por la playa de El Palo, el barrio en el que residen.
Según cuentan sus vecinos, la familia ha sufrido mucho desde entonces.
En la zona conocida como las cuatro esquinas, muy cerca de donde vive la familia, todos los vecinos han lamentado la desaparición de Yulen y tienen aún esperanza en que pueda ser rescatado con vida. Informa Nacho Sánchez