La propia actriz ha confesado el dolor que le produce haber dicho adiós al que ha sido su domicilio en una entrevista,
Caramba!!! Dejen en Paz ya a Concha Velasco....la van a dejar en la calle??
Concha Velasco en una imagen de archivo. (EFE)2019 empieza con sabor agridulce para una de nuestras actrices más queridas. Concha Velasco ha tenido que desprenderse de un piso en el centro (calle Princesa de Éboli para ser más exactos) para poder saldar sus deudas con la Agencia Tributaria. Una venta que, según apunta ella misma en 'El Mundo', ha sido dolorosa pero necesaria. La actriz durante el pase gráfico de 'El funeral'. (EFE)“Yo
antes pedía plazos y me los concedían. Pero ya no me los daban. No
había otra solución. Yo no quería aparecer en la prensa por esto. Sale
mucha gente diciendo: "Me han engañado". No, no te han engañado. Hay que
pagar. A mí no me ha engañado nadie. Lo que pasa es
que se podía haber hecho mejor (…) He tenido una vez más que vender
todas mis cosas para seguir adelante y no se reacciona igual cuando se
tienen 18, 20 o 40 años que ahora con 79. Ha sido la quinceava vez que
yo me he cambiado de casa. ¿Tú crees que eso es posible? He tenido que
dejar todas mis cosas en un guardamuebles. Me voy a poner a llorar. La actriz es administradora única de Velasco Varona S.L. y esta empresa viene menguando sus cifras desde el ejercicio de 2017 (526.000 euros,
bastantes menos que en 2016). Eso significaría que Concha ha comenzado a
ponerse al día con Hacienda. La propia intérprete ha confesado esas
deudas en una amplia entrevista ofrecida a 'El Mundo'. En ella confiesa
que la principal razón para no retirarse es que tiene que pagar al
erario público. He pagado a Hacienda, ya no debo nada, pero ha sido doloroso”, confiesa.
Acoso laboral
En
las mismas líneas, Concha también admite que ella sufrió acoso, esa
palabra que se ha vuelto mediática desde el caso Weinstein. “¡Claro que
he sufrido acoso! Y de gente muy conocida. También he dado patadas en los huevos a algunos señores y a otros les he cruzado la cara. Con
otros me he llevado la gran sorpresa de negarme y pensar que no me iban
a contratar nunca más y luego me han contratado”, admite. La actriz recibiendo la Medalla de Oro. (EFE)Sin
embargo, ni ese recuerdo ni el tropiezo con Hacienda, que ha amargado
sus últimos meses, han impedido que Concha Velasco siga mostrando esa
amplia sonrisa que se ha convertido en una de sus señas de identidad.
A
mediados de los años 90 mantuvo una relación con el entonces príncipe de
Asturias y ahora se ha reinventado como empresaria cosmética.
Esta semana volvía al primer plano de la actualidad Eva Sannum, exnovia del rey Felipe,
porque había dado un comunicado anunciando que dejaba su actual empresa
para comenzar una nueva andadura profesional que aún estaba por
definir. Se trataba de una de las historias de amor más importantes del
monarca, quien en su juventud, cuando estudiaba en la universidad de
Georgetown, tuvo una breve relación con la modelo Gigi Howard. Más
de 20 años más tarde, Gigi se ha reinventado completamente y está
volcada en su negocio cosmético y sobre todo, en su hijo: "Tenía 42
años, no estaba casada, no tenía novio y quería ser madre, así que
busqué un donante anónimo y tuve un hijo", manifestaba en una insólita
entrevista en Vanity Fair, en febrero de 2017. Sin embargo, la
empresaria volvía a romper su silencio en otro reportaje a finales del
año pasado, que, además, para ella es muy significativo, pues tiene
publicado en el enlace en su biografía del perfil de Instagram, en la
que podemos comprobar que está instalada en Nueva York, aunque tiene un
recuerdo para sus orígenes, Statesboro, localidad stuada en el Estado de Georgia, donde vive su familia.
Es precisamente en Georgia donde se refugió cuando dio un giro radical a
su vida con el nacimiento de su hijo. La maternidad tan deseada por su
parte, sin embargo, no comenzó con buen pie ya que sufrió una severa
depresión: "No solo tuve una depresión posparto, tuve
una mega-dosis de ella. Desgraciadamente, es una realidad para muchas
madres primerizas. Como madre soltera, decidí que necesitaba estar con
mi familia en Georgia para el nacimiento de mi hijo. El día que volví
del hospital, me metí en la ducha, me senté en el suelo y rompí a
llorar, preguntándome '¿por qué he hecho esto?´. Miraba a mi hijo y me
preguntaba: ´¿Y ahora qué?´", manifestaba en la mencionada entrevista
publicada por Spotlyte.
Es
precisamente en Georgia donde se refugió cuando dio un giro radical a
su vida con el nacimiento de su hijo. La maternidad tan deseada por su
parte, sin embargo, no comenzó con buen pie ya que sufrió una severa
depresión: "No solo tuve una depresión posparto, tuve
una mega-dosis de ella. Desgraciadamente, es una realidad para muchas
madres primerizas. Como madre soltera, decidí que necesitaba estar con
mi familia en Georgia para el nacimiento de mi hijo. El día que volví
del hospital, me metí en la ducha, me senté en el suelo y rompí a
llorar, preguntándome '¿por qué he hecho esto?´. Miraba a mi hijo y me
preguntaba: ´¿Y ahora qué?´", manifestaba en la mencionada entrevista
publicada por Spotlyte.
"Mi instinto era sufrirlo en soledad, pero por suerte tenía una doctora en Nueva York
que era especialista en depresión posparto. Me llamaba cada día
mientras estaba en Georgia y me ayudó a superarlo. Me aseguró que
superaría por completo mi depresión y que querría a mi hijo más que a
nada en el mundo. Mi doctora me prescribió medicación que me ayudó a
estabilizarme y a salir de la depresión. Creo realmente que la
combinación de apoyo y medicinas que tomé me ayudaron mucho. Mi consejo
para las madres primerizas es que intenten encontrar ayuda y que no se
opongan a medicarse. Con el consejo de tu médico tienes millones de
opciones", aseguraba la exmodelo. ME GUSTA MÄS QUE LETICIA.. Gigi Howard no es particularmente activa en Instagram
y no llega a dos mil seguidores, sin embargo el perfil de de SIO
Beauty, su empresa cosmética, tiene casi 70.000. Incluso ejerce de
modelo nuevamente para promocionar sus productos. De hecho, para ella es
vital la buena marcha de su empresa, en todos los sentidos. Cuando en
la mencionada entrevista le preguntan cuándo se siente más bella, la
respuesta no puede ser más elocuente: "Como mujer y empresaria, me
siento más guapa cuando estoy al mando, las ventas suben, mi equipo está
feliz y mis clientes se quedan satisfechos con mis productos. Me hace
muy feliz decir que me siento más guapa por dentro que nunca antes, en
gran parte gracias al éxito de mi marca".
Mira que cada dia me dan ganas de partirle la cara a ese jovenzuelo mas facha que Aznar. Su Gran Maestro, que de ese recuerdo una vez que estaba bebido porque se le notaba, como se le notó cuando hablaba con acento Texano. Pues decía" Quién me va a decir a mi (AZNAR) lo que debo beber, haré lo que me da la gana y ese es el "maestrillo" de Casado"" AGGG tipejo
A Alexander Skarsgard La chica del tambor le pilló rodando en España. Nunca se había leído ese libro, pero El espía que surgió del frío,
también de John le Carré, es una de las primeras novelas de espionaje
que leyó en su vida y su recuerdo es imborrable. Por eso se zambulló en
el guion que le mandaron los hermanos Simon y Stephen Cornwell, los
hijos de Le Carré (nacido David Cornwell) que ahora están recuperando el
trabajo de su padre para una nueva generación y para un nuevo medio, la
televisión. Por eso y porque esta nueva miniserie de seis episodios
centrada en el conflicto Palestino-israelí estaba entre los proyectos
más buscados en Hollywood tras el éxito de la adaptación que hizo el
mismo equipo para televisión con El infiltrado. Lo que
Skarsgard no esperaba era quedarse toda la noche en vela devorando las
páginas hasta el final. “No podía dejar de leerlo. Y con Park Chan-wook
como director. Me fue muy fácil decir que sí”, se sincera el actor sueco
con EL PAÍS. Movistar + acaba de estrenar la serie en España.
Nadie pareció preguntarse qué sentido tenía hacer un remake de la
película que protagonizó Diane Keaton en 1984, solo un año después de la
publicación de este best-seller. Incluso con el propio Le
Carré entre los guionistas el filme nunca consiguió el éxito esperado. Tampoco se preguntaron por la vigencia de este clásico del espionaje de
los setenta en un mapa geopolítico muy cambiado y en el que el
terrorismo tiene otro rostro. Al revés, como subraya Skarsgard, la
fuerza del material y sobre todo el nombre del realizador coreano borró
cualquier sobra de duda. Se trata del primer trabajo televisivo de Park, autor de festines visuales como Oldboy y La doncella,
y su inesperado interés por una obra que fue traducida en Corea en 2005
solo vino acompañado de dos peticiones: libertad estilística y contar
con la casi desconocida actriz Florence Pugh como protagonista. “Yo
tampoco me lo creía. Sabía del proyecto pero estaba tan fuera de mi
alcance”, asegura la intérprete británica, de 23 años, desconocida para
todos los que no vieron su Lady Macbeth, porque quienes como
Park no han podido olvidarla. Pugh ni había nacido en los años en los
que transcurre la trama, pero la actriz hasta lo agradece. “Me permitió
ser quién no soy”, afirma al diario. Lo mismo le ocurre a la mini serie
que ha preferido conservar la trama en esa tumultuosa década en lugar de
trasladar la tensión a un conflicto más cercano como los hermanos
Cornwell hicieron con El infiltrado. Como ha recordado el
realizador coreano a la prensa, él mejor que nadie sabe lo que es vivir
los últimos coletazos de la Guerra Fría nacido en un país todavía
dividido como es Corea. Pero La chica del tambor es bastante más que una historia de
espionaje. Serie de alto presupuesto, totalmente justificado tras el
éxito de crítica y público de El infiltrado, La chica del tambor
paseó a sus protagonistas por el mundo, rodando en los verdaderos
lugares que Le Carré detalló en su novela. Y eso incluye una noche de
rodaje en la Acrópolis griega. “Nadie había rodado en 60 años o así y
verte allí, solo, bueno con el equipo de producción pero sin la manada
de turistas, de noche y esperando el amanecer fue una experiencia
inolvidable. Hasta que fuimos al templo de Poseidón en Sunia, y fue otra
experiencia increíble con vistas al Mediterráneo”, describe Skarsgard
de un rodaje que completó en Londres. Tanto los actores como la crítica coinciden al señalar que en el formato
de serie limitada la obra de Le Carré ha encontrado su medio. “La
historia es tan densa que necesita seis horas para respirar”, confirma
Pugh enamorada de un libro que desconocía antes. Lo mismo dice la
revista Variety en su crítica donde describe la miniserie como
“fabulosa” y un nuevo ejemplo de la televisión de autor gracias a ese
toque Park.
Dirigir sin palabras
La única duda con el fichaje de Park fue el tema de la comunicación. En lo visual no hubo ningún problema. “Su estilo se nota hasta en el
último detalle”, admira Pugh. Es el idioma el que no domina. A Skarsgard
nunca le preocupó. “Viví otra experiencia con un director español que
puso en escena Bodas de sangre en Gotemburgo (Suecia). El sabía
mucho de Lorca pero poco de sueco”, se ríe ahora sin decir el culpable. Con Park fue diferente. “Tampoco habla inglés pero te tiene en los
detalles. Es tan preciso”, sopesa. Pugh está de acuerdo. “Tiene un
traductor llamado Wonjo que también es productor y que es su voz. Su
conexión es tan cercana que no se pierde nada en la traducción”,
confirma la actriz.