Los premios no olvidan las reivindicaciones feministas, aunque cambian los trajes oscuros de 2018 por llevar grandes lazos colgados o en los bolsos.
María Porcel
- En 2018, los Globos de Oro
se tiñeron de oscuro para que, paradójicamente, el negro diera luz.
Luz y visibilidad a las mujeres de la industria del cine, que desde meses antes decidieron alzar la voz por los repetidos abusos —sexuales, económicos y de poder— sufridos a lo largo de las décadas.
Las estrellas desfilaban por la alfombra roja con diseños largos, de tul, de terciopelo, de tirantes o mangas asimétricas, creados por Armani, Versace o Dior, pero siempre bajo la misma premisa: el negro.
Los Globos de Oro de 2019 han traído cierto alivio de luto de aquel poderoso y recordado mensaje, pero la presencia de naranjas, azules, amarillos y rojos no trae consigo el olvido de la causa.
Esta vez, aunque no ha habido tantos vestidos negros como hace un año —unos trajes que luego salieron a subasta para recaudar fondos contra el acoso sexual—, ese color ha estado presente mediante lazos que buena parte de las actrices (y también ciertos actores) han llevado en sus muñecas o atados a sus bolsos.
Pequeños trozos de tela donde se leía la frase "Time's up" (literalmente "Se ha acabado el tiempo"), el nombre del movimiento que busca acabar con la discriminación y el acoso en el ámbito laboral surgido tras salir a la luz los abusos por parte del productor Harvey Weinstein.
Esta vez los mensajes eran otros: Lady Gaga optó por un vestido azul bebé de Valentino en homenaje a Judy Garland, Julia Roberts decidió ponerse pantalones —una prenda que sigue llamando la atención— y en la alfombra roja se han visto lentejuelas, esmoquin y estampados de leopardo.
Pero aún así muchas de ellas optaron por llevar detalles a juego.
Con vestidos que dejan poco espacio para colocar objetos y sin apenas complementos —de ahí la importancia del bolso, por pequeño que fuera— muchas se las ingeniaron para colocar pines y cintas allá donde hubiera el mínimo hueco.
Laura Dern, Olivia Colman o Anne Hathaway lo ataron en sus bolsos de noche.
Amber Heard (Aquaman) se lo puso en la muñeca, como el protagonista de El asesinato de Gianni Versace, Edgar Ramírez, mientras que Yvonne Strahovski (El cuento de la criada) y la cantante Sofia Carson lo llevaron directamente en la mano.
"Prometo que todo lo que voy a producir en los próximos dos años va a contar con un 50% de mujeres", afirmaba la actriz Regina King tras alzarse con el premio a la mejor actriz de reparto por El blues de Beale Street.
La que también levantó aplausos con su discurso cargado de reivindicación feminista fue Glenn Close.
"Tenemos que encontrar nuestra aquello que nos hace sentir realizadas.
Tenemos que seguir nuestros sueños y decir: puedo hacer y tengo el derecho de hacerlo".