Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

3 ene 2019

Auschwitz contesta a Pérez-Reverte tras una broma sobre los títulos de algunas novelas del Holocausto

"Nos entristecen todos los tuits que convirtieron su crítica en una broma de mal gusto", dice el Memorial en Twitter.


El perfil oficial del Memorial de Auschwitz ha contestado al autor
El perfil oficial del Memorial de Auschwitz ha contestado al autor.

El escritor Arturo Pérez-Reverte publicó el siguiente tuit el 2 de enero.

 En su mensaje, ironiza sobre la cantidad de libros cuyo título consiste en una profesión y el campo de concentración nazi de Auschwitz (Polonia).

 Tiene dos millones de seguidores en esta red social. 

La cuenta oficial de Twitter del Memorial de Auschwitz contestó a este tuit del escritor de forma crítica trece horas después: 

“La historia de Auschwitz es la historia de sufrimiento de 1,3 millones de personas. 

Su tuit parece desencadenar comentarios que tristemente se están convirtiendo en una burla irrespetuosa a la memoria de esas personas”. 

 El Memorial enlaza a una web que cuenta parte de la historia del campo de concentración. 

La cuenta oficial del museo suele tuitear en inglés, pero esta vez lo hizo en castellano.

Pérez-Reverte contestó asegurando que sus tuits “se burlan de lo mucho que, por modas literarias comerciales, se manosea un asunto que debería tratarse con más rigor y respeto”. 

En sus siguientes tuits, el Memorial se queja por los comentarios que generó el tuit de Pérez-Reverte. “Considerando su posición y sensibilidad literaria, simplemente hubiéramos deseado que hubiera alzado su voz en defensa de las víctimas al darse cuenta de todas esas triviales, irrespetuosas y dolorosas palabras”, añade. 

Se desconoce la cifra exacta de personas que fallecieron en Auschwitz.

Durante el Holocausto, el total ascendió a seis millones. 
El campo se ha convertido en un museo desde 1947, dos años después de que fuese liberado por las tropas soviéticas.
“Todas las decisiones sobre la conservación de Auschwitz son morales”, explicaba a El País Semanal Piotr M. A. Cywinski, director del museo, con motivo de la restauración que empezó en 2017. 
El objetivo principal del Memorial es que el genocidio que se produjo allí no caiga en el olvido.
En este artículo, EL PAÍS hace un repaso de algunas de las obras que se han escrito sobre los campos de concentración, tanto soviéticos como nazis.
 El propio Memorial de Auschwitz desaconsejó la lectura de uno de los libros mencionados por Pérez-Reverte en su primer tuit, El tatuador de Auschwitz, por sus errores históricos.

El Louvre bate un récord mundial de visitas gracias a Delacroix y Beyoncé

Exposiciones ‘blockbuster’, la apertura al turismo chino y un videoclip de la cantante estadounidense logran que el museo supere su marca como el más exitoso.

Museo del Louvre
Visitantes del Louvre fotografían 'La Gioconda'. REUTERS

El Museo del Louvre logró superar en 2018 su récord histórico al obtener 10,2 millones de visitas en 2018, un aumento del 25% respecto al año anterior.
 Esa cifra también supone una plusmarca mundial: ningún otro centro de arte había logrado atraer, hasta ahora, a un número tan elevado de personas.
 El museo más visitado del mundo estuvo a punto de alcanzar esa cifra en 2012, cuando pasaron por sus salas 9,7 millones de personas, pero después las visitas cayeron cerca de un 30%.
 En especial, desde los atentados de 2015 en la capital francesa, que provocaron un descenso considerable del turismo en París, perjudicial para un museo que, el año pasado, acogió a un 75% de visitantes extranjeros. 
Los encabezan los estadounidenses y los chinos, seguidos de los europeos, con países como España, Alemania, Italia y Reino Unido como líderes en términos de afluencia.
 La cifra récord, que el Louvre ha comunicado este jueves, es el resultado de distintos factores. 
De entrada, de una clara mejora del sector turístico en Francia, a la que hay que sumar la programación de exposiciones con perfil de blockbuster, como la gran retrospectiva de Delacroix que pudo verse hasta julio en el Louvre, convertida en la muestra más concurrida de su historia, con un total de 540.000 visitas.
 En segundo lugar, cabe mencionar la internacionalización del museo, con la apertura de su sucursal en Abu Dhabi en noviembre de 2017 y la impulsión de iniciativas inéditas como el videoclip de la canción Apeshit, que Beyoncé y Jay-Z rodaron en el Louvre durante la pasada primavera
En el vídeo, convertido en fuente de publicidad gratuita para el museo, la pareja de artistas se pasea por las salas entre obras como La Gioconda, la Venus de Milo o la Victoria de Samotracia y distintos cuadros de Jacques-Louis David o Théodore Géricault. “Es evidente que el año 2018 ha sido remarcable para la reputación internacional del Louvre”, confesó este jueves el presidente del museo, Jean-Luc Martinez, a la emisora France Info
 “El clip de Beyoncé y la apertura del Louvre en Abu Dhabi han hecho que se hable mucho del Louvre en todas partes
. Y una de las consecuencias es esta espectacular mejora de las visitas en 2018”.

El Louvre reconoce que ese vídeo viral ha sido crucial para obtener este récord. 
“Lo han visto 150 millones de personas, un 10% de nuestras visitas reales. 
Ha contribuido a que vengan al Louvre personas que no habían previsto venir”, admitía este jueves el museo. 
Martinez fue renovado en el cargo en abril después de un primer mandato en el que dijo haber querido seducir a un público “más internacional, más joven y más conectado, pero también menos familiarizado con los museos”.

Un público diferente

El récord registrado es el resultado de esa voluntad. 
Es la parte más visible de un cambio de paradigma que se gesta desde los mayores museos del planeta, dispuestos a dejar atrás el modelo de pinacoteca imperante hasta el siglo XX para convertirse en marcas globales, identificables por la práctica totalidad de la población como lo sería cualquier multinacional.
La llegada masiva de turistas asiáticos parece dar fe de ello.
 Según el museo, es un público que no existía hace apenas cinco años. En 2017, el Louvre acogió a 640.000 visitantes chinos.
 En 2018 serían cerca de un millón, según datos de Le Monde, lo que significaría un aumento de casi el 40% en solo un año. 
El primer grupo por nacionalidades siguen siendo los franceses, aunque tal vez no por mucho tiempo. 
“Hay que ir con cuidado para que el Louvre no se convierta en un museo de turistas. 
Es un centro nacional y la colección pertenece a cada ciudadano francés”, advierten desde el propio Louvre.
 El museo ultima acciones para preservar un “público de proximidad”.
A partir de este fin de semana, se suspenderá la gratuidad de la entrada del primer domingo de cada mes, que quedará sustituida por un nuevo horario: el sábado entre 18 y 22 horas.
 El museo se ha dado cuenta de que la entrada gratis de los domingos no beneficiaba a quienes tienen menos recursos, sino a los turoperadores que seguían facturando la entrada a sus clientes. A partir de ahora, los grupos turísticos tendrán la entrada prohibida en la nueva sesión de los sábados, según avanza el museo.
A Martinez le gusta tildarlo de “revolución silenciosa”, menos ostentosa que las monumentales obras que dirigieron sus predecesores, pero con efectos más rotundos.
 Desde su nombramiento en 2014, el presidente del Louvre se ha gastado cerca de 60 millones de euros en mejorar los accesos, reducir las colas y acelerar entradas y salidas, además de potenciar la venta en línea.
 A día de hoy, uno de cada tres visitantes compra su entrada al museo por Internet, lo que le garantiza que la espera sea de treinta minutos como máximo, terminando con colas que podían superar las tres horas.
 Para el Louvre, el beneficio es sustancial: gracias al aumento de 2,2 millones de visitantes que se registró en 2018, percibirá más de 15 millones de euros adicionales. 
Una suma importante en tiempos de presupuestos menguantes: solo el 50% del presupuesto del museo procede de las arcas públicas.

 

Polarización............................................... Luz Sánchez-Mellado

Conviene saber por dónde van los tiros antes de que nos den en la cabeza, Y en las urnas.

El móvil es el cofre de nuestras vergüenzas.
El móvil es el cofre de nuestras vergüenzas. REUTERS
Estos días me he salido de un par de grupos de WhatsApp de esos en los que te meten por quedar bien con todos y de los que no te vas por no quedar mal con nadie.
 Durante el curso, de prisa en prisa, no les echas cuenta.
 Sabes de qué pie cojean y te abstienes de comentarios por no tenerla
. Estos días con más tiempo he constatado cómo están según qué patios y he decidido que conmigo no cuenten en según qué aquelarres. 
Ni días de amor ni noches de paz que valgan.
 No aguantaba un minuto más tamaño bombardeo. 
Barbaridades sobre inmigrantes, feministas, homosexuales, mendigos, indepes. 
 Bravatas racistas, machistas, homófobas, clasistas.
 Soflamas supremacistas de toda supremacía hechas por personas a las que conoces, aprecias y a veces, admiras.
 Gente que quizá callaba lo que ahora dice y que ahora lo pregona envalentonada por la euforia de quien sale de la cueva y sabe que tiene quorum.
Bien, he cometido un error.
 Cada vez conozco a más gente que no ve los telediarios, ni lee los periódicos, ni oye las noticias de la radio. 
 Porque se cabrea, porque se deprime, porque se altera, porque se aburre, porque se siente ignorada.
 Prefieren vivir en su burbuja y alimentarse de la papilla personalizada y predeglutida que les endosa su móvil, que les conoce mejor que si les hubiera parido, porque a una madre se le miente, pero el móvil es el cofre de nuestras vergüenzas.
 Mientras, en vez de rebatirles, los enterados les castigamos con el látigo de nuestra indiferencia y nuestro desprecio.
 Porque son unos incultos, unos estrechos, unos fachas.
 Puede.
 Pero son nuestros parientes, nuestros vecinos, nuestros amigos. Nuestros grupos de WhatsApp en persona. 
En cuanto pasen las fiestas, pido el reingreso aduciendo que no me fui queriendo, sino que se me fue el dedo con las copas.
 Conviene saber por dónde van los tiros antes de que nos den en la cabeza. Y en las urnas.

 

El atragantamiento es la tercera causa de muerte no natural en España

En 2017 fallecieron 2.336 personas, más que en accidentes de tráfico.

   

Una persona practica con un maniquí una maniobra de reanimación.
La asfixia por atragantamiento es la tercera causa de muerte no natural en España por delante los accidentes de tráfico.
 En 2017, un total de 2.336 personas perdieron la vida porque un trozo de comida u otro objeto les impidió respirar y nadie logró ayudarles a expulsarlo, según recoge el Instituto Nacional de Estadística (INE)
Solo se sitúan por encima el número suicidios (3.679) y el de muertes por caídas accidentales (3.057).
 “Las personas que hayan sufrido un íctus, padezcan ELA o enfermedades neurodegenerativas como el párkinson tienen muchas probabilidades de desarrollar problemas de deglución y por eso deben seguir una dieta adaptada a sus limitaciones”, comenta por teléfono.
 Sin embargo, los datos del INE indican que del total de muertes por asfixia, solo 212 se debieron a atragantamientos por alimentos. El resto las provocaron otros objetos.
 “Pastillas y fragmentos de dentadura son los más habituales”, asegura Gutiérrez, quien también es el jefe de la Unidad de Otorrinolaringología del Hospital Rey Juan Carlos. 
Y añade: “En el caso de los niños, juguetes y canicas son los elementos más comunes”.
“La edad es fundamental en estos casos, ya que los menores aún no han desarrollado la habilidad de deglutir, y los ancianos la van perdiendo”, comenta Antonio Guzmán, director de promoción Mapfre Salud. 
 La fundación de esta aseguradora puso en marcha en 2015 la campaña SOS Respira y desarrolló una aplicación móvil, disponible en iOS y Android, en la que se explica a través de vídeos cómo actuar para revertir un atragantamiento.
Para desarrollar esta software han contado con la colaboración de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes). 
 Además, han realizado cursos dirigidos a hosteleros para que conozcan la maniobra de Heimlich, que consiste en la compresión abdominal para liberar el conducto respiratorio. 
“Hemos llegado a más de 8.000 establecimientos hosteleros a los que hemos enseñado mediante un chaleco con un esófago y un estómago artificiales, cómo presionar el abdomen”, comenta Guzmán.

“Primeros auxilios en el cole”

La fundación Mapfre insta a las administraciones públicas a que promuevan la enseñanza de las técnicas de reanimación. 
“Los primeros auxilios deben formar parte del currículo escolar. Los esfuerzos de las autoridades educativas y sanitarias deben ir enfocados a que todo el mundo sepa cómo actuar cuando se produce una crisis de este tipo, porque salvar la vida depende de segundos”, sostiene Guzmán.
 También reclaman que los manipuladores de alimentos reciban este tipo de formación para poder poder obtener el certificado.
 
El facultativo advierte de que se producen casos de atragantamientos que, si bien no producen la muerte inmediata de quien lo sufre, devienen en neumonías aspirativas al desplazarse el objeto al pulmón y generar una infección que sí puede terminar con la muerte del paciente. 
“Y estas muertes no figuran en las estadísticas”, zanja.
 El año pasado murieron cuatro menores de 14 años atragantados por objetos y tres por alimentos.
 El último, Tiago, un niño de 3 años que se asfixió el pasado fin de año por culpa de una uva en Gijón (Asturias). 
El menor llegó al Hospital de Jove sin respiración y los intentos de reanimación fueron fallidos.

La mayoría de quienes murieron atragantados tenían más de 65 años (2.112).
 Algo que el secretario general de la Sociedad Española de Otorrinolaringología, Raimundo Gutiérrez, achaca a la disfagia, es decir, a la dificultad para tragar que aparece como síntoma de muchas enfermedades.