La
presentación de una demanda en un juzgado de Pozuelo en Madrid por parte
de los abogados de quien ha sido pareja del cantante 26 años es solo un
capítulo más en el enfrentamiento que mantienen.
Nacho Palau (izquierda) y Miguel Bosé, en Madrid en 2011.GTRES
Miguel Bosé y quien ha sido su pareja durante 26 años, Nacho Palau, mantienen una soterrada guerra. El último capítulo ha sido la presentación de una demanda en un juzgado de Pozuelo de Alarcón (Madrid) por parte del escultor para velar por los derechos de los hijos que han criado en común desde 2011. Fuentes conocedoras del caso
aseguran que Palau ha hecho todo lo posible por alcanzar un acuerdo al
margen de los tribunales y que tras casi un año de intentos se ha visto
forzado a recurrir a la Justicia. El círculo más próximo al cantante se mantiene en silencio, como quiere
el artista. Bosé ha recibido ofertas importantes de dinero de
televisiones americanas para hablar sobre asunto pero ha dado la callada
por respuesta. Palau también ha sido tentado en España sin que, de
momento, haya aceptado dar su versión de los hechos. La pareja de Bosé
se mantiene en silencio, pero no así sus allegados que poco a poco van
desvelando detalles de cómo ha sido la vida del escultor junto al
cantante. Se ha sabido que la pareja estaba rota desde hace casi dos
años pero pese a ello Palau decidió a viajar a Panamá con Bosé para
mantener unida la familia que habían formado. Allí ocuparon dos
apartamentos cercanos. En uno vivía el cantante con los cuatro niños y
en otro, Palau y el personal de servicio. Pero el planteamiento no
funcionó. Durante su relación Palau era económicamente dependiente de Bosé por
quien abandonó todo para seguirle por medio mundo. Tenía 19 años cuando
se conocieron. Sus esculturas nunca han tenido mucho éxito y tanto viaje
hizo imposible que encontrara un trabajo fijo. Fuentes conocedoras del
caso aseguran que Palau disponía de una asignación mensual y de una
tarjeta de crédito. Cuando la relación se tensó también se rompió este
acuerdo. Palau regresó a España para recabar ayuda de su familia
instalada en Chelva, una localidad próxima a Valencia. Allí vive ahora
el escultor con sus dos hijos y con su madre, que le ayuda en la crianza
de los pequeños. Las últimas imágenes de la pareja con los cuatro niños datan del
pasado enero en Baqueira (Lleida) durante una jornada en la nieve. Su
relación estaba acabada, pero hicieron esta escapada juntos por los
pequeños. La decisión de Bosé de instalarse en México dinamitó cualquier
posibilidad de mantener la unidad familiar ya que Palau no disponía de
medios económicos para trasladarse allí.
Mientras se mantiene esta guerra soterrada, Bosé se deja ver en
público en actos solidarios, en muchos de ellos acompañado por el
mexicano Juanpa Zurita, actor, modelo y youtuber de 22 años con
millones de seguidores adolescentes. Hay quien se atreve a asegurar que
es quien más le está ayudando en esta época de turbulencias. Bosé, en
un intento de dar normalidad a su día a día, también ha publicado un
vídeo con uno de sus hijos disfrazado.
El 19 de noviembre se celebra en Barcelona la gala contra el sida
que Bosé lleva años impulsando. Jesús Vázquez será el presentador de la
cita a la que acuden tradicionalmente todos los fieles al cantante y
algunos familiares. Ninguno de los consultados se atreve a vaticinar si
este año estará presente o si por el contrario seguirá en México huyendo
del foco mediático. Quienes más conocen al cantante aseguran que Miguel Bosé cuando
quiere es el que más quiere, pero cuando olvida es capaz de ser
extremadamente duro. El músico está muy molesto con el proceder de quien fue su pareja
durante 26 años, ya que ha roto la norma que rige su vida: la
discreción. Palau ha desvelado lo que era un secreto a voces y eso Bosé
nunca se lo va a perdonar. Algunas fuentes sostienen que el cantante va a
demandar a Palau. Otras, sin embargo, aseguran que todo acabará con la
firma de un acuerdo privado ya que si algo no quiere el artista es que
se siga hablando de su intimidad en los medios de comunicación.
Mary Austin (1951) vive en una de las casas más grandes de
uno de los barrios más exclusivos de Londres, rodeada por infranqueables
muros que atraen cada año a admiradores de todo el mundo.
Pero muy poco
se sabe de ella.
Probablemente el estreno de Bohemian Rhapsody, la película sobre la vida de Freddie Mercury y la subida al estrellato de su banda Queen, arroje algo de luz sobre ella.
Porque si vive allí es gracias a que Mercury le dejó casi toda su fortuna al morir en 1992.
De Freddie Mercury sabemos mucho más. Incluso 28 años tras
su muerte, su poder de convocatoria y fascinación no ha disminuido.
Para algunos analistas, ha aumentado.
De todos los discos que ha vendido
Queen en Estados Unidos (más de 32 millones), la mitad de ellos han
sido despachados tras la muerte de Mercury.
Para muchos, con su
desaparición nació la fascinación por la estrella muerta, ese fenómeno
que hace que las ventas de un artista se eleven a la estratosfera cuando
fallece.
A Michael Jackson, George Michael o Whitney Houston les
ocurrió lo mismo.
Si Mary Austin, la mujer que Freddie Mercury
consideró su "esposa", es hoy inmensamente rica es, en parte, gracias
ese poder de fascinación que no cesa y que se traduce en millones de
euros en derechos de autor cada año. ¿Pero cómo empezó esta historia?
Según el documental Freddie Mercury: The Untold Story (titulado en España Freddie Mercury: la historia jamás contada), Freddie y el guitarrista Brian May acudían a menudo durante los setenta a la boutique londinense Biba, centro oficial del movimiento swinging London de los sesenta, para observar a sus dependientas, famosas en la ciudad por su belleza (Anna Wintour, hoy directora de Vogue USA
y la mujer más poderosa del mundo de la moda, fue empleada allí en su
juventud).
Una de ellas era Mary, a la que Freddie iba a ver a menudo a
la tienda antes de que comenzasen a salir juntos.
Vivieron juntos como pareja durante seis años.
Nunca se
casaron. Mercury reveló a Austin que era gay en 1976, aunque Mary
declaró que llevaba notando un comportamiento extraño en él durante dos
años.
“Sabía que no estaba siendo sincero consigo mismo”, declararía
después.
Freddie Mercury y Mary Austin en una fiesta organizada en casa del primero en 1977.Getty Images
Cuando Mercury abandonó el apartamento que compartían en
West Kensington, Londres, ya convertido en un cantante de fama global y
millonario, le compró a Austin una casa cerca y le dio empleo como su
asistente personal.
Él se mudó a una casa en Stafford Terrace, en la que
vivió antes de mudarse al que sería su último hogar, Garden Lodge.
Estaba cerca del apartamento de Mary.
Según algunos, hasta podía ver la
casa de Mary desde allí.
Mercury empezó a tener relaciones con hombres más a
menudo. Algunas con un carácter más ambiguo (como la que mantuvo con el
DJ Kenny Everett) y otras relaciones sentimentales en toda regla (con
Jim Hutton estuvo desde 1985 hasta su muerte).
Pero a Mary se referiría
siempre como “mi esposa".
"Para mí, fue un matrimonio.
Creemos el uno en
el otro.
Todos mis amantes me han preguntado por qué no podrían
reemplazar a Mary.
Es porque es sencillamente imposible”, declaró el
cantante.
Mary Austin en una de sus escasas apariciones públicas en una fiesta en Londres en 2002.Getty Images
Mary también rehizo su vida amorosa: tuvo dos
hijos con un empresario llamado Piers Cameron.
Del primero de ellos,
Richard, Freddie fue el padrino.
Después llegaría otro, Jamie, nacido ya
tras la muerte del cantante. Pero la vida de Mary y sus dos hijos (de
Piers se acabaría separando) cambió radicalmente el 24 de noviembre de
1991.
Ese día falleció Freddie Mercury.
En su testamento, que se haría público
en mayo de 1992, se supo que dejaba a Mary su mansión de Garden Lodge,
valorada en 22,5 millones de euros de la época, y la mitad de su fortuna
(y futuras ganancias por derechos de autor), inicialmente valorada en
más de nueve millones de euros.
Pero hay que tener en cuenta que los miembros vivos de
Queen siguen haciendo exitosas giras y hay un musical de enorme éxito
sobre la banda, We Will Rock You
. Solo en 2014, por ejemplo, se calcula que los ingresos por derechos de autor de la banda superaron los 54 millones de euros. Gran parte de estos beneficios anuales van para Mary.
Para su pareja, Jim Hutton, Freddie dejó 560.000 euros.
Lo
mismo para su asistente personal, Peter Freestone, y para su cocinero,
Joe Fanelli.
A su hermana, el 25 por ciento restante de su patrimonio.
A
sus padres, hoy ya fallecidos, el otro 25.
Se trata de una mansión de estilo georgiano de veintiocho
habitaciones con un gran jardín.
Fue la propia Mary la que la eligió
para Freddie.
Pero lo que sería un sueño para cualquier mortal fue para
Mary, según declaró en una entrevista
en el año 2000, la peor etapa de su vida.
“Los meses posteriores a la
muerte de Freddie fueron los más solitarios y difíciles de mi vida. Tuve
muchos problemas para aceptar que se había ido y todo lo que me había
dejado”.
Hacerse repentinamente rica y lidiar con una mansión y todo su
personal no fue su único problema: como era de esperar, otros familiares
y amigos de Freddie no entendieron que ella se llevase tanto.
Su madre, Jer Bulsara, que murió en 2016, concedió en 2012 –con noventa años– una tierna entrevista para el Daily Telegraph
que indicaba que, al menos por su parte, no había ningún tipo de rencor
por la decisión de su hijo. “Mary era adorable y solía venir a comer a
nuestra casa”, contó a la periodista Angela Levin. "Me hubiera encantado
que se casasen y tuviesen una vida normal, con hijos. Pero incluso
cuando rompieron, yo sabía que seguía queriendo a mi chico y fueron
amigos hasta el final. No la he vuelto a ver desde que él murió”,
añadió. La siguiente pregunta del periodista es obvia: "¿Le pareció bien
a la señora Bulsara que le dejase a Mary la mayoría de su herencia
millonaria?".
Mary Austin sigue viviendo en Garden Lodge, la casa donde
residió sus últimos años y falleció Freddie Mercury en Londres, a un
paseo de la estación de metro de Earl Court.
Se trata de un lugar de
peregrinación para miles de admiradores. En los noventa los muros que
rodeaban su casa se convirtieron en el mayor santuario del rock, siempre
lleno de cartas, mensajes y dedicatorias (que, con gran polémica, Mary
Austin retiró el año pasado debido a la presión de los vecinos de este exclusivo barrio).
“¿Por qué no? Ella era como su familia y todavía lo es”, respondió la madre de Freddie.
Mary tiene hoy 68 años y uno de los secretos mejor
guardados del rock: el lugar donde esparció las cenizas del cantante de
Queen.
Las teorías son varias: que están en el jardín japonés de su
mansión de Londres, que las esparció por un lago suizo donde Freddie iba
en ocasiones en busca de paz, que regresaron a su Zanzíbar natal (allí
nació Freddie ya que su padre trabajaba para la británica Secretaría de
las Colonias)...
A este respecto, Mary guarda un silencio tan férreo como
los muros que rodean la mansión que heredó de la gran estrella de rock.
no podía pagar la hipoteca y le rompí el corazón a mi chica no podía pagar la hipoteca y le rompí el corazón a mi chica nunca di problemas a nadie pero no es tarde para empezar no quiero romper ninguna ventana no quiero quemar ningún coche no quiero romper ninguna ventana no quiero quemar tu coche tienes derecho a todas tus riquezas pero has ido demasiado lejos navegas por el poderoso océano en un yate diseñado para ti navegas por el poderoso océano en un yate diseñado para ti pero el océano está lleno de basura y no vas a poder cruzarlo nunca di problemas a nadie soy un hombre de ley y orden nunca di problemas a nadie soy un hombre de ley y orden nunca di problemas a nadie pero de sobra sabes que puedo