Walfran Campos no ha podido contener las lágrimas durante su declaración
como testigo en el juicio por el crimen de Pioz. “¡Era como mi hermano
pequeño!”, ha exclamado el brasileño sobre su sobrino Patrick Nogueira,
el asesino confeso que mató y descuartizó en agosto de 2016 a sus tíos
Marcos —hermano de Walfran— y Janaína, y a sus primos, de cuatro y un
año.
Walfran ha contado que él ayudó al acusado a llegar a España y que gestionó que viviese con sus familiares.
“¿Cómo le has hecho esto a Marcos?, que era una buena persona. Haberlo
hecho conmigo”,
ha llegado a espetarle al acusado, visiblemente
emocionado, durante la segunda sesión de la vista oral que se celebra
desde el miércoles en la Audiencia Provincial de Guadalajara.
A
escasos metros del asesino, que no ha levantado la mirada del suelo
durante toda la declaración de su tío, Campos ha detallado su estrecha
relación con joven y con las víctimas; y cómo, en un primer momento,
creyó en la inocencia de Nogueira.
“No me imaginaba que pudiera ser el
asesino. Lo tenía como un sobrino excepcional.
Para mí fue una gran
decepción”, ha insistido, antes de añadir: “Yo llevó dos años sufriendo
como un loco.
Le di mi vida”.
El testigo también ha denunciado que el procesado, de 22 años, miente.
Ha rechazado que tuviese una infancia difícil en el colegio —como el
acusado relató el miércoles— y que haya colaborado con la policía.
También ha destacado que huyó a Brasil tras el crimen y que solo volvió
para evitar que le encerrasen en las cárceles de su país.
“Y su madre
jamás me ha dicho que Patrick tuviese un problema psicológico”,
ha
apostillado, después de que la defensa haya argumentado en el juicio que
el asesino confeso sufre una alteración neuronal que le empujó a
cometer el crimen.
Una relación a peor
La declaración de Campos ha sido la más larga en esta segunda sesión
de la vista oral.
Entre otros, este jueves, en la Audiencia Provincial
se han escuchado los testimonios de varios familiares de las víctimas, compañeros de trabajo y amigos del acusado.
Varios de ellos han señalado que la relación entre Nogueira y su tío
Marcos había empeorado meses antes del 17 de agosto de 2016, cuando
cometió el crimen.
“Patrick hablaba mal de su tío. Estaba obsesionado
con él. Le insultaba y me dijo que sus tíos lo habían abandonado”, ha
detallado la compañera de piso del procesado.
Tras asesinar a sus familiares, el joven brasileño volvió a
su país. Allí, retomó su vida, según concluyeron los investigadores.
“Protegido por su familia”, ha insistido Walfran Campos, que ha añadido
que salía de fiesta y acudía a la playa.
Victor L. era uno de sus amigos
y fue quien encontró las fotos del crimen en el móvil de Marvin
Henriques, el amigo de Nogueira al que este narró en directo los
asesinatos, a través de mensajes e imágenes de WhatsApp.
“En una foto
estaba el cadáver del hombre y Patrick se sacaba las foto como si fuese
un selfie”