Un Blues

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24 oct 2018

Las joyas de María Antonieta, que custodió la familia Borbón-Parma, salen a subasta

Las más de 100 piezas pertenecientes a la reina francesa y sus familiares han estado ocultas durante más de 200 años. Sotheby’s no desvela quién ha sido su último propietario.

Presentación de la subasta de unas joyas que pertenecieron a María Antonieta, en Nueva York.
Presentación de la subasta de unas joyas que pertenecieron a María Antonieta, en Nueva York. EFE

Las joyas de la reina francesa María Antonieta (1755-1793), que han permanecido ocultas durante más de 200 años, ven la luz por primera vez ante el público y lo hacen para ser subastadas.

 Se trata de una de las colecciones reales más importantes en salir a la venta y cuenta con el indudable atractivo de haber pertenecido a una de las monarcas más famosas de la historia europea, la reina destronada, ejecutada en 1793 en la guillotina al grito de “¡Viva la República!” ante un pueblo, azotado por el hambre, que no soportaba su despilfarro y opulencia.

La casa de subastas Sotheby’s ha anunciado que presentará más de 100 piezas históricas el próximo 14 de noviembre en Ginebra, en una jornada que anuncia batir todos los récords. Diez de ellas han pertenecido a María Antonieta y las demás son de sus familiares.

 Sotheby’s subraya que las piezas “trazan la saga de una dinastía que conectó a las familias dominantes más poderosas de Europa”, incluyendo las de Francia, España, Italia y el Imperio austro-húngaro, todas ellas conectadas con María Antonieta. 

La historia que arrastran supera cualquier ficción.

 Fueron precisamente las perlas, rubíes y diamantes de la reina uno de los desencadenantes de la revolución y la caída de la opulenta monarquía. 

Un retrato de Maria Antonieta realizado por Marie Louise Élisabeth Vigée Lebrun. 
Un retrato de Maria Antonieta realizado por Marie Louise Élisabeth Vigée Lebrun.
Hasta ahora han estado en manos de la familia Borbón-Parma y, aunque no han desvelado la identidad de los propietarios actuales, al menos parte de la colección podría haber permanecido en España las últimas décadas, en manos de Alicia de Borbón-Parma y Habsburgo-Lorena, tía del rey emérito Juan Carlos, fallecida el año pasado, y sus hijos. 
El misterio siempre ha rodeado esta colección.
 La firma apunta que fueron guardadas en una “noche frenética” de 1791 en el Palacio de las Tullerías de París, mientras el rey Luis XVI y su mujer María Antonieta se preparaban para escapar. Envueltas en algodones y embaladas dentro de una caja de madera, fueron enviadas secretamente a Bruselas y después a Viena.
 Con el tiempo llegaron a María Teresa de Francia, conocida como Madame Royale, la hija de María Antonieta, que las donó a su hija adoptiva Luisa de Francia.
 Siempre escondidas, terminaron en manos de su hijo Roberto I, último duque de Parma, fallecido en 1907. Ahí se les perdió la pista.

Todas ellas son símbolo del poder, del esplendor y de la autoridad de las monarquías europeas de los siglos pasados y tienen un significado, porque están relacionadas con nacimientos, matrimonios y cumpleaños. 
Para Daniela Mascetti, vicepresidenta de Sotheby’s, la colección representa “una historia conmovedora”. “Nunca ha sido mostrado al público, este extraordinario grupo de joyas ofrece una mirada cautivadora en las vidas de sus dueños, yendo atrás cientos de años”. Mascetti también destaca la belleza de las gemas, una “artesanía excepcional” y el estilo del conjunto, que combina el diseño francés del siglo XVIII y del XIX con la belle époque. En concreto, afirma que un broche de diamantes con forma de lazo y un collar con tres filas de perlas “podrían haber sido un modelo para el célebre estilo de las guirnaldas de Cartier”.
Colgante de María Antonieta expuesto en la Casa de Subastas Sotheby's en Londres el pasado 19 de octubre. 
Colgante de María Antonieta expuesto en la Casa de Subastas Sotheby's en Londres el pasado 19 de octubre. EFE
 
Antes de la subasta oficial en Ginebra, Sotheby’s ha realizado una exposición por Hong Kong, Dubái, Nueva York y Londres, con más de una veintena de joyas que incluyen broches, pendientes, tiaras, anillos y collares, adornados con diamantes, perlas naturales, zafiros y rubíes. La verdadera joya de la corona es un colgante con una perla natural de un tamaño “excepcional”, con un valor de entre 875.000 y 1,7 millones de euros. 
También de perlas, la verdadera pasión de María Antonieta. Hay un collar con 119 perlas repartidas en tres hileras y un cierre de sus adorados diamantes, que podría venderse por más de 262.000 euros.
 Una tiara del siglo XVIII que recibió la archiduquesa María Ana de Austria (1882-1940) en su boda, tasada por entre 70.000 y más de 105.000 euros, y otra perteneciente al rey Carlos X (1757-1836), último monarca de Francia, supera los 300.000 euros.
Dos joyas lo dicen todo de su dueña original. 
Son un anillo de diamantes con las iniciales MA (de María Antonieta) que contiene un mechón de su pelo, y otro de diamantes, con un retrato de la monarca. “Una joya de la reina María Antonieta tiene, sin duda, la mayor procedencia que puede existir en el mundo de la joyería. Quedan muy pocas joyas de su colección personal”, asegura la casa de subastas al describir las alhajas. Quienes ya han podido verlas y tocarlas describen una asombrosa ilusión. La experta en joyas Vivienne Becker ha comentado, a través de un comunicado difundido por la firma, que sintió “estar tocando la historia” al probarse el anillo con el monograma de diamantes de la famosa reina guillotinada.
con más de una veintena de joyas
 

La Asociación Bebés Robados pide a la Fiscalía citar a Carmen Lomana

La 'socialité' ha contado cómo, a principios de los años noventa, le ofrecieron un niño de una clínica sevillana.

Carmen Lomana
Carmen Lomana, en un evento el pasado 3 de octubre. GTRESONLINE

La Asociación Sevilla Bebés Robados ha solicitado a la Fiscalía Provincial que cite a declarar a la conocida tertuliana Carmen Lomana por si tiene información relevante que manifestar después de haber dado a conocer en un programa de televisión que le ofrecieron a un bebé recién nacido en una clínica de Sevilla a primeros de los años 90.

En un escrito, con registro de entrada en la Fiscalía de Sevilla de 16 de octubre, la Asociación solicita al Ministerio Público que, en la investigación relacionada con los casos de sustracciones de menores recién nacidos o adopciones irregulares denunciados, llame a declarar a Lomana por si tiene información relevante que manifestar.
Esta solicitud es consecuencia de las declaraciones realizadas por la conocida tertuliana el pasado 4 de septiembre en un programa de una cadena de televisión nacional, en la que, entre otras cuestiones, indicó que a su marido y a ella le "ofrecieron un bebé recién nacido en una clínica de Sevilla asegurándoles que su madre estaba conforme".
Lomana, de 70 años, confesó, según el escrito presentado por el letrado de la Asociación, Juan de Dios Ramírez, a la Fiscalía y al que ha tenido acceso Europa Press, que había sido víctima de "una sospechosa proposición a principios de los años 90 en una clínica de maternidad de Sevilla"
.
El mismo escrito recoge que a Lomana y a su marido "les ofrecieron adoptar a un niño, asegurándoles que su madre no le quería y estaba conforme". 
"No sé si era cierto que su madre biológica estaba a favor o no, pero no quise aceptar la propuesta", admitió Lomana en el programa de televisión.
Esta declaración se produjo mientras de forma paralela se celebraba en la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Madrid el juicio contra el doctor Eduardo Vela por delitos de detención ilegal, suposición del parto y falsedad documental en relación a un caso de bebés robados de 1969, de los que finalmente fue absuelto.
En la sentencia, los magistrados le consideran responsable de los citados delitos, pero le absuelven al entender que están prescritos. Consideran como fecha de prescripción el momento en el que la denunciante alcanzó la mayoría de edad.

 Vela fue director de la clínica San Ramón de Madrid, considerada el epicentro del entramado del presunto tráfico de niños. 
En la vista oral, el acusado negó los delitos que se le imputan y su defensa alegó prescripción, algo de lo que ya se pronunció en sentido contrario la Audiencia madrileña.

 

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23 oct 2018

Carlota Casiraghi da a luz a su segundo hijo

El bebé es el primero en común de la princesa con el cineasta Dimitri Rassam y el séptimo nieto de Carolina de Mónaco.

Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam, en marzo en Mónaco.
Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam, en marzo en Mónaco. GTRESONLINE

 

Carlota Casiraghi, hija de la princesa Carolina de Mónaco, ha dado a luz a su segundo hijo, otro niño.
 Es el primero junto a su actual pareja, el cineasta Dimitri Rassam, que ya tiene otra hija. 
Así lo han dado a conocer medios franceses, como Voici y Closer, ya que el palacio de Mónaco no suele anunciar los nacimientos.
 El bebé ha nacido en el hospital Princesa Grace del principado, como era deseo de Carlota, que quería tener allí a su pequeño.
El embarazo de Casiraghi, de 32 años, se conoció a mediados de abril gracias a unas imágenes de la revista italiana Gente
 La sobrina del príncipe Alberto II de Mónaco y Rassam llevan juntos aproximadamente un año y medio y quieren casarse, aunque el proceso se ha alargado porque el cineasta no consigue el divorcio de su anterior pareja, la modelo Masha Novoselova, a causa de la lucha por la custodia de su hija Darya, de seis años.

La pareja ha llevado con discreción este noviazgo, aunque se ha dejado ver junta en acontecimientos importantes como el concurso internacional de saltos de obstáculos de Montecarlo, donde él estuvo observando a su novia durante su participación. 
También estuvieron juntos en marzo de 2018 en el célebre Baile de la Rosa de Mónaco.
Casiraghi, apasionada de los caballos, la filosofía y ahora diseñadora de joyas para Montblanc, ya tiene un hijo, Raphael, fruto de su relación con el actor Gad Elmaleh.

Este es el séptimo nieto para Carolina de Mónaco —Andrea Casiraghi tiene tres y Pierre dos—.
 La otra abuela del niño es la actriz Carole Bouquet, íntima amiga de la princesa monegasca desde hace décadas.
 Además de amistad, pasión por la moda y sonrisa ante los focos, las dos compartieron la tragedia en la juventud, ya que tuvieron que criar a sus hijos solas.
 El empresario italiano Stefano Casiraghi, marido de Carolina, murió en 1990 en un accidente acuático, cuando sus hijos tenían seis, cuatro y tres años. 
El productor libanés Jean-Pierre Rassam, esposo de Bouquet, falleció en 1985, cuando Dimitri apenas tenía tres años.