Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

14 ago 2018

Cristina Fernández de Kirchner acusa a Macri de persecución política en el escándalo de los sobornos

 

La expresidenta está acusada de liderar una asociación ilícita que cobraba retornos de la obra pública

 

La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner llega a los tribunales federales. Atlas

Cristina Fernández de Kirchner volvió a los tribunales.
 Lo hizo sola, sin el baño de masas que la arropó en ocasiones anteriores.
 A las 10 de la mañana de hoy, dejó un escrito ante el juez Claudio Bonadio, al que acusó de ser un “brazo de persecución” política en una nueva “estrategia regional para proscribir dirigentes que permitieron salir de la pobreza a millones de personas”
  Se comparó así con Lula de Silva, preso desde abril en Brasil en la víspera de una elección presidencial que lo tiene como favorito. Fernández de Kirchner se presentó por quinta vez ante Bonadio, esta vez en una causa por presunto cobro de sobornos.
 El juez la acusa de ser la líder de una organización que desde el Estado montó un esquema de recaudación de dinero negro, aportado por las empresas que durante su Gobierno se beneficiaron con millonarios contratos de obra pública.
La expresidenta llegó a media mañana a los tribunales federales de Comodoro Py, en el centro de Buenos Aires, y presentó un escrito ante Bonadio.
Una hora después abandonó el edificio y volvió a su casa. No hubo militancia acompañándola porque ella lo pidió así. En abril de 2016, Kirchner convirtió su primera declaración ante Bonadio, en una de las seis causas que enfrenta, en un gran mitin político. Sus seguidores montaron un escenario y desde allí habló a la multitud. Dijo entonces que era una perseguida política, los mismos argumentos que desgranó hoy por escrito. Pero esta vez puede ser diferente.

Los cuadernos de la corrupción

Esta nueva investigación se inició tras la difusión pública de ocho cuadernos manuscritos en los que un chófer del poder, Oscar Centeno, detalló los supuestos viajes que durante 10 años hizo con bolsos cargados de dólares producto de sobornos.
 Los cuadernos llegaron primero a un periodista del diario La Nación, que tras cuatro meses de investigaciones los derivó al juez Bonadio.
 Hace dos semanas, el juez ordenó una serie de detenciones que activaron una verdadera ola de delaciones cruzadas entre empresarios pagadores y exaltos cargos cobradores.
 Argentina está ahora ante una versión vernácula del Lava Jato brasileño de consecuencias políticas aún imprevisibles.
Los cuadernos de Centeno llevaron a la cárcel a ocho exaltos cargos, entre ellos el número dos del ministerio de Planificación, a cargo de las obras de infraestructura financiadas por el Estado, y siete empresarios de la construcción acusados de pagar las coimas. Otros nueve empresarios están libres porque declararon como arrepentidos ante el juez, incluido Angelo Calcaterra, el primo del presidente Mauricio Macri.
  La ola de arrepentidos generó un terremoto político. 
Los cuadernos, pese a la acumulación de detalles apuntados con obsesión por Centeno, quedaron pequeños al lado de las delaciones premiadas. 

El viernes declaró como arrepentido el expresidente de la Cámara de la Construcción, Carlos Wagner.
 Ante el juez se presentó como el facilitador de lo que llamó “el club de la obra pública”. 
Según su testimonio, Néstor Kirchner lo puso al frente de la Cámara en 2003, apenas asumido el poder, y le ecomendó que organice a empresarios amigos alrededor de un sistema de aportes de dinero negro.
 Las empresas elegidas se reunían en un piso de Buenos Aires y se repartían a dedo los contratos.
 A cambio, debían aportar al Gobierno entre el 10% y el 20% del anticipo del dinero destinado al inicio de obra.
 Para compensar los sobornos, las obras se cotizaban con sobreprecios, según los detalles que dio Wagner.
 Para convencer al juez de su buena voluntad como arrepentido, el constructor dijo que Néstor y Cristina estaban al tanto de toda la maniobra.
 En un texto que publicó en sus redes sociales esta mañana, Cristina consideró “ridículo hacernos creer que haya sido Néstor Kirchner quien organizó el sistema de cartelización de la obra pública a partir del 25 de mayo de 2003, en un país cuyo presidente es Mauricio Macri”.
 La expresidenta recordó que Macri integra una familia que hizo fortuna desde los años 70 gracias a los negocios de sus constructoras con el Estado. 
El primo del Presidente, Calcaterra, exdueño de Iecsa, reconoció ante el juez que pagó sobornos durante el kirchnerismo. Fernández de Kirchner dijo ahora que la “persecución juidicial" que padece es “sólo comparable a aquella que se llevó a cabo en tiempos en que se encontraba suspendida la vigencia de la Constitución Nacional”, en época de dictadura militar.
Cristina Kirchner no puede ir presa porque sus fueros de senadora la protegen.
 Bonadio pidió al Congreso que se le retire esa protección, algo que no sucederá, al menos en el corto plazo.
 El peronismo, con mayoría de votos en la Cámara Alta, defiende la opinión de que los legisladores merecen los fueros hasta que haya una condena firme, algo que está lejos de suceder en el caso de Kirchner. 
El impacto político, sin embargo, es enorme.
El año que viene hay elecciones presidenciales y la expresidenta no descartaba, al menos hasta ahora, ser candidata.
 Por el lado del Gobierno, en tanto, temen que el Lava Jato argentino afecte a la economía. 
En momentos en que la inversión huye de los mercados emergentes, producto de las altas tasas de interés que paga Estados Unidos, el terremoto que afecta a decenas de empresas contratistas del Estado no es una buena noticia.
 

Melanie Griffith, irreconocible en una sesión fotográfica

La actriz, cuyo rostro aparece muy cambiado, habla acerca de su soltería y de que le gustaría vivir un romance, pero no volver a casarse.

La actriz Melanie Griffith en noviembre de 2017 en Los Ángeles, California.
La actriz Melanie Griffith en noviembre de 2017 en Los Ángeles, California. GTRESONLINE
Melanie Griffith lleva una época algo alejada del foco. 
La actriz lleva un tiempo alejada de los platós y solo se deja ver de vacaciones o con alguno de sus hijos en estrenos de cine. 
Además, su separación de Antonio Banderas, que se dio a conocer hace ya cuatro años, ha hecho que tampoco sea tan frecuente verla en España como era desde los noventa.
Sin embargo, ahora Griffith ha vuelto a saltar a la palestra a causa de una sesión de fotos que ha realizado para el número de septiembre de la revista InStyle en su edición estadounidense.
 El reportaje, titulado Boss Lady (que podría traducirse como "La Señora Jefa"), lo ha enseñado en sus redes la propia Griffith, agradeciendo a la directora de la publicación, Laura Brown, que la incluyera en el número de septiembre de la revista, el más importante del año.
 "Además, ha tenido la amabilidad de publicarlo el día de mi cumpleaños", 
contaba en su cuenta, junto a una foto del reportaje.
  Su cumpleaños fue el pasado 9 de agosto, cuando sopló 61 velas.
En la imagen se la ve en un despacho, con un top negro, una falda roja y los pies, en unos zapatos de tacón y charol negro, sobre la mesa.
 La imagen está algo lejos, pero llama la atención el cambio de su rostro tal y como se ha conocido a lo largo de los años. 
Sin embargo, la fotografía que llama más poderosamente la atención es la de una Griffith más de cerca, con un vestido negro de escote corazón, mirando fijamente a la cámara.
 En ella, el rostro de la actriz de Armas de mujer es muy distinto del conocido por el gran público.
En la imagen aparece con los labios más finos, los ojos más redondos y la nariz (que ya había sufrido cambios en los últimos meses) mucho más puntiaguda.
 Los cambios —ya sean a causa del maquillaje, de la luz, del retoque digital o del bisturí— son evidentes. 
También en el propio reportaje aparece en alguna imagen donde es difícil reconocerla como la Melanie Griffith de las pantallas que el gran público ha conocido en los 80 y 90.
En el texto que acompaña a la fotografía, la actriz —que se ha casado cuatro veces, dos de ellas con Don Johnson— asegura que está soltera y que no le importaría conocer a alguien, pero que no busca otro matrimonio.
"Después de tomarse un tiempo apartada para cuidar de sus hijos, la sirena de Hollywood Melanie Griffith está soltera, sexi y lista para el próximo acto. 
Pero ¿se atrevería con una aplicación para ligar?. 
"No, por Dios. Tinder o algo sería sería muy hortera, me parece", cuenta con una sonrisita de autosuficiencia", arranca el pie de foto, para seguir
 "Creo que puedo encontrar a alguien por mí misma.
 Pero si tú conoces a alguien, por favor, dímelo'.
 Quizá busque el amor, pero no el matrimonio de nuevo. 
"Creo que ya no es importante para mí. 
Pero especialmente si tienes 60 años, cuatro hijos y estás viviendo la vida que siempre has querido.
 Entonces, ¿para qué casarse? Sí, me enamoraría, tendría un romance, una relación, pero no lo he tenido.
 Sigo buscando.
 He tenido un par de amantes pero no una relación".

 En la otra imagen del reportaje, que también muestra InStyle algo más cerca, la actriz también habla de feminismo y del movimiento #MeToo
 "Sabía que nunca jamás permitiría que alguien se aprovechara de mí. 
Y yo era estúpida.
 No digo que esas chicas sean estúpidas, pero yo estaba al tanto de que eso era posible", relata. 
"Era una tipa dura. No haría nada que no quisiera hacer".



 

Fenómenos extraños del cuerpo: ¿por qué me palpita el párpado?

Se llaman mioquimias o aleteos palpebrales y están relacionadas con algo que la OMS considera una "epidemia global".


Es probable que le haya pasado más de una vez. 
De repente uno de sus párpados comienza a tener pequeños y molestos espasmos, completamente involuntarios, que suelen durar varios segundos o incluso más. 
Si conoce estos síntomas quiere decir que en algún momento ha tenido mioquimias, o aleteo palpebral, que en la mayoría de los casos son benignas.
"Son contracciones espontáneas involuntarias del músculo orbicular del párpado", explica Julio Ortega Usobiaga, oftalmólogo de la Clínica Baviera, quien puntualiza que aunque pueden afectar a ambos párpados "es más frecuente que se produzcan en la zona inferior del ojo, y que normalmente solo afecta a uno de ellos".
 Estos espasmos o temblores no son suficientemente fuertes para llegar a cerrar de manera involuntaria el párpado —una de las funciones de este músculo—, aunque sí son muy molestos, especialmente si se repiten cada varios segundos. Pero, 
¿qué los provoca?

Aparecen en situaciones de estrés

En la gran mayoría de los casos son un síntoma de algo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera una "epidemia global": el estrés
"Suelen aparecer en situaciones de tensión, ansiedad, cansancio y falta de sueño", asegura Ortega Usobiaga, y Guillermo García Ribas, médico del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Ramón y Cajal, coincide: "Se producen por una mayor fatiga muscular.
 El músculo ocular es muy activo y por ello muy sensible al agotamiento o el estrés".
Hay que tener en cuenta que este músculo se mantiene funcionando prácticamente todo el tiempo que una persona permanece despierta. "Parpadeamos una media de 10 veces por minuto [unas 9.600 veces por día, si dormimos ocho horas] y es muy difícil evitarlo. Si estamos cansados, con falta de sueño lo que incrementa el tiempo que estamos con los ojos abiertos, o sufrimos estrés, una de las manifestaciones que puede observarse son las mioquimias palpebrales intermitentes", afirma García Ribas.

Cuándo acudir al médico

A veces, estas contracciones duran solo unos días, pero en ocasiones pueden prolongarse durante algunas semanas.
 Es en esos casos es cuando conviene plantearse acudir al médico. La pauta la marca García Ribas: 
"Si persisten, sobre todo por la noche cuando estamos dormidos y se supone que el músculo está relajado, o si la mioquimia afecta no solo a la zona del párpado sino que se observa en otros puntos de la cara hay que ir al médico".
El tratamiento que recomiendan casi todos los expertos pasa por descansar adecuadamente, evitar las tensiones y el estrés así como los estimulantes o la cafeína, y favorecer el descanso ocular: alejarse de las pantallas, ya sea de ordenadores, móviles o televisiones, o al menos hacer descansos cada hora; evitar la sequedad ocular, aparcar las lentillas en favor de las gafas y usar luz indirecta.