Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

7 ago 2018

Sandra Barneda declara su amor a Nagore Robles con una foto al natural

"La furia cercana del amor loco, inquieto, irracional..."

La presentadora Sandra Barneda no suele compartir con sus seguidores fotografías junto a su pareja, la colaboradora y tertuliana Nagore Robles, pero este lunes le ha hecho un hueco en su Instagram para proclamar su amor por ella.
"Me cuentas compañera fiel que no solo El gato es mi compañero de fatigas, enfados, pasiones, alegrías, tropezones, caídas y subidas", comienza Barneda el texto que acompaña la fotografía, un selfie de ambas con la cara lavada. 
"Otro verano más atendiéndonos, señalando la misma dirección; reconociéndonos incluso con los ojos cerrados y la furia cercana del amor loco, inquieto, irracional... imposible de definir y atrapar", continúa la escritora.
Barneda remata su declaración de amor con esta bonita frase: "A veces hay que cantarle al mundo una sonata distinta para que aprenda que en la diferencia reside el amor".


 

6 ago 2018

La familia Franco se revuelve y vende patrimonio

Los herederos de Carmen Franco, la única hija del dictador, lanzan una ofensiva para preservar su fortuna mientras sus problemas no paran de crecer.

De izquierda a derecha, Félix Revuelta, Carmen Martínez Bordiú, una acompañante y Timothy McKeague, en el 71 cumpleaños de Carmen en Estepona, el 14 de julio.
De izquierda a derecha, Félix Revuelta, Carmen Martínez Bordiú, una acompañante y Timothy McKeague, en el 71 cumpleaños de Carmen en Estepona, el 14 de julio. GTRES

 

entrevistas de “tierra trágame” en la televisión española

La visita de Ana Guerra al plató de 'Amigas y conocidas' es el último momento de tensión vivido en nuestras cadenas. Hay más...

Ana Guerra ('OT' 2017), Mercedes Milá, Pablo Motos y Mariló Montero –de izquierda a derecha– han protagonizado algunas de las entrevistas más polémicas de la historia de la televisión española. Ana Guerra ('OT' 2017), Mercedes Milá, Pablo Motos y Mariló Montero –de izquierda a derecha– han protagonizado algunas de las entrevistas más polémicas de la historia de la televisión española. Gett

 
Es lo bueno del directo. Te sientas en el sofá sin ningún tipo de esperanza para ver una entrevista aparentemente inocente y, de repente, tu televisor arde.
 Los dos protagonistas se están intercambiado golpes verbales y ¡tú lo estás viendo en tiempo real con los ojos como platos! 
Luego lo comentarás con regularidad en reuniones familiares y con amigos durante los próximos años.
 Y, ahora, incluso, lo recrearás gracias a internet.

Estos son nueve episodios de la televisión española con un choque de trenes provocado por egos, tintes machistas, insolencias, amarillismos y más egos.


Pablo Motos y las protagonistas de la serie 'Las chicas del cable'

“¿Vosotras sabéis bailar reguetón?”; "la gente dice que las mujeres no pueden ser amigas"; "ahora mismo las chicas se dividen entre las que saben perrear y las que no saben perrear"; “cuántos pendientes te caben en la oreja”... 
Con esta batería de preguntas recibía Pablo Motos, en abril de 2017, a Maggie Civantos, Blanca Suárez, Nadia de Santiago y Ana Fernández, protagonistas de la serie Las chicas del cable. 
No era la primera vez que el conductor de El Hormiguero despertaba suspicacias por su trato a las mujeres (Mónica Carrillo, Alessandra Ambrosio y Elsa Pataky ya habían protagonizado momentos desafortunados), pero sí la que más rechazo causó en los espectadores debido a la acumulación de tópicos con la que el presentador trufó una entrevista en la que apenas se habló de la serie.
 Las redes sociales censuraron la actitud de Motos y hasta Netflix, la plataforma a la que pertenece la serie, lanzó un mensaje que parecía tener un claro destinatario.
"Ahora mismo las chicas se dividen entre las que saben perrear y las que no saben perrear", dijo Pablo Motos durante su entrevista a las actrices de 'Las chicas del cable'. Con afirmaciones como esta, el presentador provocó el rechazo de los espectadores.
 
 

Ana Guerra en 'Amigas y conocidas'

La visita de Ana Guerra al plató de Amigas y conocidas, matinal de TVE conducido por Inés Ballester, ha originado la última polémica televisiva.
 Ha sido en julio de 2018. La quinta finalista de OT 2017 acudió al espacio para hablar de su nuevo tema Ni la hora y se encontró con una serie de preguntas que poco o nada tenían que ver con su propuesta musical.
 Ballester y sus colaboradoras prefirieron interesarse por unas fotografías que la cantante había subido recientemente a su cuenta de Instagram y convertir la entrevista en un debate sobre la incompatibilidad del bikini y el feminismo.
"Yo entiendo que hemos entrado en una moda, que hace unos años era impensable y también es verdad que todas las que salís sois muy monas... pero de ahí a decir que eso es una reivindicación feminista, ¿no, verdad?", preguntó Ballester a una Ana Guerra. 
La cantante respondió con seguridad y sin amilanarse:
 "Lo hago, primero, porque me flipa la foto y veo que en esa imagen hay arte y el trabajo de una persona.
 Y, segundo, porque me da la gana, y al final me siento muy cómoda subiendo estas cosas a redes.
 Estoy cómoda con mi cuerpo y me quiero a mí misma".

La actitud de las contertulias, entre las que se encontraban Sonia Ferrer, Cristina Almeida e Isabel San Sebastián, despertó un fuerte rechazo en la redes sociales, especialmente en Twitter, donde las críticas se concentraron bajo el hashtag #AnaGuerraSíMeRepresenta. Inés Ballester, consciente del revuelo que se había generado pidió disculpas a la cantante.
Inés Ballester y sus colaboradoras únicamente se interesaron por unas fotografías que Ana Guerra había subido a Instagram, convirtiendo así la charla en un debate sobre la incompatibilidad del bikini y el feminismo.
Inés Ballester y sus colaboradoras únicamente se interesaron por unas fotografías que Ana Guerra había subido a Instagram, convirtiendo así la charla en un debate sobre la incompatibilidad del bikini y el feminismo.
 
 

Mercedes Milá y Camilo José Cela

Que Camilo José Cela era uno de los escritores más ilustres del panorama internacional es algo que casi todos los españoles tenían claro a principios de los 80. 
Pero descubrir que su ano era capaz de absorber un litro y medio de agua fue toda una sorpresa.
 Y no hubo que esperar a que ninguna biografía no autorizada lo desvelase: él mismo se lo contó el 20 de octubre de 1983 a Mercedes Milá en el programa Buenas noches.

Mercedes Milá y Francisco Umbral

Si hubiese existido Twitter en 1993 el hashtag #yohevenidoaquíahablardemilibro no habría tenido rival. Durante el programa Queremos saber, de Mercedes Milá, perejil de todas las salsas televisivas, un airado Francisco Umbral pronunció una de esas frases que junto al “si me queréis irse”, de Lola Flores, o el “quién me ha puesto la pierna encima para que no levante cabeza”, de Jorge Berrocal, forman parte de la memoria colectiva televisiva de la sociedad española.
 El escritor, que como dejó claro, “había ido a hablar de su libro” (La década roja, un análisis sobre los diez años de socialismo en España), alzó la mano en un momento del debate para dejar claro que no le interesaban en absoluto los temas que se estaban tratando en el programa y que había sido engañado por Milá.
La tensión en el plató se hizo tan evidente que incluso uno de los espectadores se encaró con Umbral (la participación del público era habitual en el formato), mientras el resto de los invitados, el escritor, Emilio Romero y al rector de la Universidad Autónoma de Madrid Cayetano López, se mantenían en un discreto segundo plano.
Pero Umbral no aflojaba: “Yo cuando voy a una televisión es porque me pagan. Yo no vengo a las televisiones gratuitamente como un paria, si vengo es porque se va a hablar de un libro mío”, puntualizó el escritor, que posteriormente pidió disculpas a Milá fuera del plató.
 Una vez pasado el mal trago lo que ha quedado de aquella trifulca es uno de los grandes momentos televisivos de los noventa, un éxito de ventas para La década roja y una frase que todos hemos utilizado alguna vez.

“¿Qué cosas han contado de usted que usted no haya hecho?", fue la inocente pregunta de Milá, y lo que vino después, historia del ente público. 
Tras negar que se hubiese tirado un pedo delante de un mosén por ser “pedorro domiciliario, pero no pedorro transeúnte”, relató ante una estupefacta presentadora su "habilidad de absorción de un litro y medio de agua de un solo golpe por vía anal. Si quieren traigan una palangana y lo demuestro”. 
Finalmente no hubo palangana en directo, algo que, imaginamos, agradecieron los espectadores para los cuales la imagen mental habrá sido suficiente. 
Lo que sí hubo fue la especificación por parte del autor de La Colmena de que daba igual que el agua estuviese clorada o no porque “mis papilas del gusto no las tengo en ese conducto sino en otro”.

 
 

 

Leopoldo Abadía: “Ser tonto es lo mejor; está tirado. Por eso hay tantos”

El ingeniero y escritor habla de la picaresca española, de Dios y afirma: “Si me enterraran con Franco y con Carrillo me partiría de risa”.

Leopoldo Abadía, retratado en Barcelona.
En el patio de una pequeña empresa familiar en La Bonanova, esa Barcelona de pinos, mansiones y gente como Dios manda. Por cierto, a don Leopoldo Dios le manda mucho. Es afable, divertido y de derechas. Don Leopoldo, queremos decir.

Usted acuñó el concepto de “la cultura del no me da la gana (NMDLG)”. ¿Qué es eso?
A mí siempre me ha gustado hacer las cosas a mi aire. Mi canción favorita es My way (a mi manera). 
Pero hoy no se puede decir casi nada porque todo está mal visto. Un día, en una conferencia, me referí a los negros literarios. Se levantó uno y me dijo: “No ofenda a los de otras razas”. 
 Pensé: "¿Tú eres tonto de nacimiento o de después?”. Y se levantó otro, que era negro, y dijo: “Pues yo no me he sentido ofendido". Cómico.
Los biempensantes y los políticamente correctos están ganando…
Sí, pero yo soy un maniático de la libertad.
 Es lo mejor que nos ha dado Dios. 
Eso sí, en el uso de tu libertad puedes ser un hijo de mala madre.
Esa libertad exige pagar peajes. El qué dirán, las envidias…
A mí el qué dirán me importa tres pitos.
Tiene usted un blog titulado El jardín de los sensatos. Lo llamó así como reducto, claro, porque hay infinidad de insensatos sueltos, ¿no?

Toneladas. De derechas, de izquierdas, de la CUP y de Santa María de Garoña.
¿Entonces esto se hunde?
No. Nunca se hunde nada. Siempre salimos adelante. 
Y además es la hora de los sensatos.
No lo tengo yo tan claro.
¡Que sí! Los sensatos ganaremos la guerra. Lo que pasa es que a veces parece que hay dos españas: la de los sensatos y la de esos señores de la tele que van vestidos de oscuro y ponen cara seria y hablan y saben de todo, y lo dicen para que la gente no les entienda. Son tontos.
Es que es más fácil ser insensato que sensato, ¿no?
¡Clarooooo! Ser tonto es lo mejor. Está tirado. Por eso hay tantos. Pero al final son tontos que han aprendido a ganarse la vida. 
Con lo cual, igual no son tan tontos.
¿Tienen que ver con la picaresca española?
Claro.
 La literatura de la picaresca es maravillosa porque sus autores no inventaban. Salían a la calle y solo tenían que copiar.
Escribió el libro Abuelos al borde de un ataque de nietos. ¿La rebelión de los abuelos? ¿Están ustedes cabreados?
Yo es que tengo 50 nietos. 
Y viene el primer biznieto. Somos una familia de 76.
 El patriarca Jacob se fue a Egipto con toda su familia.
 Eran 75. Y va y sale en la Biblia. ¡Pero si en la Biblia tendría que salir yo! Cuando nació el primer nieto, mi mujer le dijo a nuestro hijo: “Como supongo que vendrán más, quiero que sepáis que ni vuestro padre ni yo nos ocuparemos nunca de los nietos.
 ¿Qué queréis iros a esquiar? Os vais. ¿Qué queréis ir a cenar? Vais. Y buscáis un canguro.
 Con nosotros no contéis nunca. Para casos de emergencia, siempre”.
Es usted del Opus Dei, y si es del Opus es que va a misa todos los días.
 Oiga, ¿qué le dice uno a Dios todos los días sin repetirse?
Pues yo le digo sobre todo “Dios, qué sueño tan horroroso tengo, voy a intentar no dormirme, pero échame una mano”.
¿Por qué Dios permite según qué cosas?
¡Ah! Misterio.
 Nosotros tenemos una hija que a los seis años tuvo una parálisis y se quedó en silla de ruedas. Digerir eso cuesta.
¿Se rebeló contra su Dios en aquel momento?
Yo no, pero no me extraña que la gente se rebele.
 Yo le dije a Dios: “¡Joder, qué encargo me has dado!”. También le podría haber dicho: “¡Coño, ¿por qué?!”.
Guerras, accidentes, tragedias… ¿no le pide cuentas a Dios?
¡Claro! Como Santa Teresa, que una vez fue donde Dios a pedirle cuentas por algo y él le contestó: “¡Así trato a mis amigos!”. 
Y ella le respondió: “¡Por eso tienes tan pocos!”.
Usted es un economista que no es economista. No pasa nada, hay masters que no son masters…
Mira, en septiembre del 63 yo llevaba un año dando clase en el IESE y nos enviaron a cinco profesores a Harvard. 
Sabíamos inglés justo para manejarnos.
 Nos hablaron de una cosa llamada masters. Y lo trajimos. Yo no es que sepa lo que es un master. 
¡Es que fabriqué el master! Y cuando leo las declaraciones del pobre mozo este, que le preguntan si recuerda haber ido a clase y dice “Pues no me acuerdo…”, es que me da la risa.

Dijo usted que estaría encantado de compartir nicho con Franco, José Antonio, Mola y Sanjurjo, pero también con Carrillo y La Pasionaria. Oiga, le pega usted a todos los palos…
Es ridículo que un presidente llegue y diga “me voy a cargar el Valle de los Caídos”. 
Sostener que nuestro problema es Franco es pensar que somos idiotas. 
 Dije aquello porque, una vez muertos, todos somos iguales. Si a mí me enterraran con Franco y con Carrillo, me partiría de risa con los dos.