"La furia cercana del amor loco, inquieto, irracional..."
GTRES
La periodista Sandra Barneda, durante la presentación del programa 'Supervivientes' el 6 de marzo de 2018.
La presentadora Sandra Barneda no suele compartir con sus seguidores fotografías junto a su pareja, la colaboradora y tertuliana Nagore Robles, pero este lunes le ha hecho un hueco en su Instagram para proclamar su amor por ella. "Me cuentas compañera fiel que no solo El gato es mi compañero de
fatigas, enfados, pasiones, alegrías, tropezones, caídas y subidas",
comienza Barneda el texto que acompaña la fotografía, un selfie de ambas con la cara lavada. "Otro verano más atendiéndonos, señalando la misma dirección;
reconociéndonos incluso con los ojos cerrados y la furia cercana del
amor loco, inquieto, irracional... imposible de definir y atrapar",
continúa la escritora. Barneda remata su declaración de amor con esta bonita frase: "A veces
hay que cantarle al mundo una sonata distinta para que aprenda que en
la diferencia reside el amor".
El último mes de agosto que Carmen Franco pasó en la mansión de verano de toda su vida fue el más aciago. La hija del dictador se instaló con su séquito en el pazo de Meirás
como había hecho durante 80 años, pero esta vez lo hizo solo unos días
después de ser declarada, junto a toda su familia, persona non grata. La matriarca de los Franco se mostró dolida por el reproche oficial
aprobado por mayoría en el Ayuntamiento de Sada, el municipio gallego al
que pertenece la finca. “Tienen como único propósito molestar”, se
quejó la duquesa de Franco. Aquella era una señal más de que los años de
vino y rosas que había disfrutado, incluso en democracia, llegaban a su
fin.
El torbellino de problemas que envuelve a los Franco no ha dejado de crecer desde entonces.
Mientras el Gobierno tramita la exhumación de los restos del dictador del Valle de los Caídos,
en Ferrol han decidido retirarles el nicho donde están enterrados
cuatro miembros de la familia –sus abuelos paternos, una tía y una
hermana– porque nunca se pagó y fue concedido en 1967 como
un “privilegio”.
La nueva duquesa, que ha permanecido más callada de lo que es habitual
en ella desde que murió la matriarca, se ha cansado de lo que entiende
es una campaña contra ella y ha decidido poner tierra de por medio y
marcharse a vivir fuera de España.
Su nuevo destino, al que la acompañará su nueva pareja, el neozelandés de 33 añosTimothy McKeaghe, será Portugal sin concretar el lugar del que sí ha dicho que será un entorno natural alejado de las grandes ciudades.
La muerte le llegó a la única heredera del general Franco solo cuatro meses después de aquel agosto non grato
en Meirás, aunque la matriarca tuvo tiempo para emprender una ofensiva
judicial. Sus hijos mantienen vivos los tres frentes que abrió en sus
últimos momentos para defender su abultado patrimonio,
integrado por inmuebles y piezas de arte que varias Administraciones
reclaman como bienes públicos por haber sido confiscados forzosamente.
Contra los 28 activistas que se colaron en dos de esas propiedades para
colgar pancartas de protesta, el pazo de Meirás y en la Casa Cornide de A
Coruña, la familia interpuso sendas denuncias que acabarán en juicio. Y mientras, sus abogados intentan evitar que un tribunal de Madrid les
quite dos esculturas románicas que pertenecen al Pórtico de la Gloria de
la catedral de Santiago de Compostela y que el Ayuntamiento de la
ciudad reclama como suyas.
Esta última es la batalla más avanzada. El gobierno de la capital de
Galicia ha presentado ante el juzgado de primera instancia número 41 de
Madrid documentos que certifican que la Administración local es la
titular de las estatuas de los profetas Abraham e Isaac. Acusan al dictador y a su esposa de quedarse con ellas y llevárselas a
Meirás en 1954. Los abogados de los Franco califican las conclusiones de
los juristas e historiadores consultados por el Ayuntamiento de
Santiago de “patraña”. Sostienen que los padres de Carmen Franco se las
compraron a un anticuario. En el epicentro de los problemas que se le multiplican a los Franco sigue Meirás,
el gran símbolo de la fortuna familiar, pendiente de que el Gobierno
acepte presentar una demanda civil apadrinada por expertos de distintos
ámbitos y reclamada en Galicia por todos los partidos incluido el PP. Tal y como está planteada, si se interpone y sale adelante, supondría
que la familia sería desalojada de Meirás sin recibir, en principio, ni
un solo euro. “La propiedad del pazo es nuestra y así va a seguir
siendo”, no dejó de contestar Carmen Franco hasta el 29 de diciembre de
2017, día en que falleció de cáncer a los 91 años.
En un gesto de desafío, sus siete hijos han puesto a la venta varias
propiedades que incluyen el edificio de la calle Hermanos Bécquer, en el
madrileño barrio de Salamanca –en una de cuyas plantas se
encontraba la vivienda en la que vivió y falleció su madre– pero también
el pazo de Meirás. Por la mansión de veraneo que antes habitó la
escritora Emilia Pardo Bazán pedían el pasado marzo ocho millones de
euros a través de la inmobiliaria de lujo Mikeli, regentada por un
empresario cántabro que se declara amigo de la familia. A él confiaron
un mes después la venta de otra propiedad
con gran significado para la familia, la finca de La Piniella, en el
municipio asturiano de Llanera, heredada por la esposa de Franco y que
salió al mercado por un precio de cinco millones de euros.
Sobre la cabeza de uno de los miembros de la familia pende otra espada: la condena de Francis Franco,
el pasado mes de febrero, a 30 meses de prisión por embestir en Teruel
con su coche a una patrulla de la Guardia Civil mientras iba armado y
conduciendo de forma temeraria. El nieto del dictador no ha pisado aún
la cárcel porque ha presentado un recurso contra la sentencia, informan
fuentes oficiales del Tribunal Superior de Justicia de Aragón. Su
resolución decidirá si el hijo mayor de Carmen Franco pone la puntilla a
esta nueva etapa en la vida de la familia acabando entre rejas.
La visita de Ana Guerra al plató de 'Amigas y conocidas' es el último momento de tensión vivido en nuestras cadenas. Hay más...
Ana
Guerra ('OT' 2017), Mercedes Milá, Pablo Motos y Mariló Montero –de
izquierda a derecha– han protagonizado algunas de las entrevistas más
polémicas de la historia de la televisión española.Gett
Es lo bueno del directo. Te sientas en el sofá sin ningún tipo de
esperanza para ver una entrevista aparentemente inocente y, de repente,
tu televisor arde. Los dos protagonistas se están intercambiado golpes
verbales y ¡tú lo estás viendo en tiempo real con los ojos como platos! Luego lo comentarás con regularidad en reuniones familiares y con amigos
durante los próximos años. Y, ahora, incluso, lo recrearás gracias a
internet.
Estos son nueve episodios de la televisión española con un choque de
trenes provocado por egos, tintes machistas, insolencias, amarillismos y
más egos.
Pablo Motos y las protagonistas de la serie 'Las chicas del cable'
“¿Vosotras sabéis bailar reguetón?”; "la gente dice que las mujeres no pueden ser amigas"; "ahora mismo las chicas se dividen entre las que saben perrear y las que no saben perrear";
“cuántos pendientes te caben en la oreja”... Con esta batería de
preguntas recibía Pablo Motos, en abril de 2017, a Maggie Civantos,
Blanca Suárez, Nadia de Santiago y Ana Fernández, protagonistas de la
serie Las chicas del cable. No era la primera vez que el conductor de El Hormiguero
despertaba suspicacias por su trato a las mujeres (Mónica Carrillo,
Alessandra Ambrosio y Elsa Pataky ya habían protagonizado momentos
desafortunados), pero sí la que más rechazo causó en los espectadores
debido a la acumulación de tópicos con la que el presentador trufó una
entrevista en la que apenas se habló de la serie. Las redes sociales
censuraron la actitud de Motos y hasta Netflix, la plataforma a la que
pertenece la serie, lanzó un mensaje que parecía tener un claro destinatario.
Ana Guerra en 'Amigas y conocidas'
La visita de Ana Guerra al plató de Amigas y conocidas,
matinal de TVE conducido por Inés Ballester, ha originado la última
polémica televisiva. Ha sido en julio de 2018. La quinta finalista de OT 2017 acudió al espacio para hablar de su nuevo tema Ni la hora
y se encontró con una serie de preguntas que poco o nada tenían que ver
con su propuesta musical. Ballester y sus colaboradoras prefirieron
interesarse por unas fotografías que la cantante había subido recientemente a su cuenta de Instagram y convertir la entrevista en un debate sobre la incompatibilidad del bikini y el feminismo. "Yo entiendo que hemos entrado en una moda, que hace unos años era
impensable y también es verdad que todas las que salís sois muy monas...
pero de ahí a decir que eso es una reivindicación feminista, ¿no,
verdad?", preguntó Ballester a una Ana Guerra. La cantante respondió con
seguridad y sin amilanarse: "Lo hago, primero, porque me flipa la foto y
veo que en esa imagen hay arte y el trabajo de una persona. Y, segundo,
porque me da la gana, y al final me siento muy cómoda subiendo estas
cosas a redes. Estoy cómoda con mi cuerpo y me quiero a mí misma".
La actitud de las contertulias, entre las que se encontraban Sonia
Ferrer, Cristina Almeida e Isabel San Sebastián, despertó un fuerte
rechazo en la redes sociales, especialmente en Twitter, donde las
críticas se concentraron bajo el hashtag #AnaGuerraSíMeRepresenta. Inés
Ballester, consciente del revuelo que se había generado pidió disculpas a
la cantante.
El
ingeniero y escritor habla de la picaresca española, de Dios y afirma:
“Si me enterraran con Franco y con Carrillo me partiría de risa”.
En el patio de una pequeña empresa familiar en La Bonanova, esa
Barcelona de pinos, mansiones y gente como Dios manda. Por cierto, a don
Leopoldo Dios le manda mucho. Es afable, divertido y de derechas. Don
Leopoldo, queremos decir.
Usted acuñó el concepto de “la cultura del no me da la gana (NMDLG)”. ¿Qué es eso? A mí siempre me ha gustado hacer las cosas a mi aire. Mi canción favorita es My way
(a mi manera). Pero hoy no se puede decir casi nada porque todo está
mal visto. Un día, en una conferencia, me referí a los negros
literarios. Se levantó uno y me dijo: “No ofenda a los de otras razas”. Pensé: "¿Tú eres tonto de nacimiento o de después?”. Y se levantó otro,
que era negro, y dijo: “Pues yo no me he sentido ofendido". Cómico. Los biempensantes y los políticamente correctos están ganando… Sí, pero yo soy un maniático de la libertad. Es lo mejor que nos ha
dado Dios. Eso sí, en el uso de tu libertad puedes ser un hijo de mala
madre. Esa libertad exige pagar peajes. El qué dirán, las envidias… A mí el qué dirán me importa tres pitos. Tiene usted un blog titulado El jardín de los sensatos. Lo llamó así como reducto, claro, porque hay infinidad de insensatos sueltos, ¿no?
Toneladas. De derechas, de izquierdas, de la CUP y de Santa María de Garoña. ¿Entonces esto se hunde? No. Nunca se hunde nada. Siempre salimos adelante. Y además es la hora de los sensatos. No lo tengo yo tan claro. ¡Que sí! Los sensatos ganaremos la guerra. Lo que pasa es que a veces parece que hay dos españas:
la de los sensatos y la de esos señores de la tele que van vestidos de
oscuro y ponen cara seria y hablan y saben de todo, y lo dicen para que
la gente no les entienda. Son tontos. Es que es más fácil ser insensato que sensato, ¿no? ¡Clarooooo! Ser tonto es lo mejor. Está tirado. Por eso hay tantos.
Pero al final son tontos que han aprendido a ganarse la vida. Con lo
cual, igual no son tan tontos. ¿Tienen que ver con la picaresca española? Claro. La literatura de la picaresca es maravillosa porque sus
autores no inventaban. Salían a la calle y solo tenían que copiar. Escribió el libro Abuelos al borde de un ataque de nietos. ¿La rebelión de los abuelos? ¿Están ustedes cabreados? Yo es que tengo 50 nietos. Y viene el primer biznieto. Somos una
familia de 76. El patriarca Jacob se fue a Egipto con toda su familia. Eran 75. Y va y sale en la Biblia. ¡Pero si en la Biblia tendría que
salir yo! Cuando nació el primer nieto, mi mujer le dijo a nuestro hijo:
“Como supongo que vendrán más, quiero que sepáis que ni vuestro padre
ni yo nos ocuparemos nunca de los nietos. ¿Qué queréis iros a esquiar?
Os vais. ¿Qué queréis ir a cenar? Vais. Y buscáis un canguro. Con
nosotros no contéis nunca. Para casos de emergencia, siempre”. Es usted del Opus Dei, y si es del Opus es que va a misa todos los días. Oiga, ¿qué le dice uno a Dios todos los días sin repetirse? Pues yo le digo sobre todo “Dios, qué sueño tan horroroso tengo, voy a intentar no dormirme, pero échame una mano”. ¿Por qué Dios permite según qué cosas? ¡Ah! Misterio. Nosotros tenemos una hija que a los seis años tuvo una
parálisis y se quedó en silla de ruedas. Digerir eso cuesta. ¿Se rebeló contra su Dios en aquel momento? Yo no, pero no me extraña que la gente se rebele. Yo le dije a Dios:
“¡Joder, qué encargo me has dado!”. También le podría haber dicho:
“¡Coño, ¿por qué?!”. Guerras, accidentes, tragedias… ¿no le pide cuentas a Dios? ¡Claro! Como Santa Teresa, que una vez fue donde Dios a pedirle
cuentas por algo y él le contestó: “¡Así trato a mis amigos!”. Y ella le
respondió: “¡Por eso tienes tan pocos!”. Usted es un economista que no es economista. No pasa nada, hay masters que no son masters… Mira, en septiembre del 63 yo llevaba un año dando clase en el IESE y
nos enviaron a cinco profesores a Harvard. Sabíamos inglés justo para
manejarnos. Nos hablaron de una cosa llamada masters. Y lo trajimos. Yo
no es que sepa lo que es un master. ¡Es que fabriqué el master! Y cuando
leo las declaraciones del pobre mozo este, que le preguntan si recuerda
haber ido a clase y dice “Pues no me acuerdo…”, es que me da la risa.
Dijo usted que estaría encantado de compartir nicho con
Franco, José Antonio, Mola y Sanjurjo, pero también con Carrillo y La
Pasionaria. Oiga, le pega usted a todos los palos… Es ridículo que un presidente llegue y diga “me voy a cargar el Valle de los Caídos”. Sostener que nuestro problema es Franco es pensar que somos idiotas. Dije aquello porque, una vez muertos, todos somos iguales. Si a mí me
enterraran con Franco y con Carrillo, me partiría de risa con los dos.