El dueño de LVMH encarga a su hijo, de 40 años, nuevas tareas y afianza su posición de liderazgo.
El multimillonario francés Bernard Arnault, propietario del grupo francés LVMH, ha relanzado esta semana el debate sucesorio al frente del conglomerado del lujo
al designar a su hijo Antoine, de 40 años, como nuevo responsable de
imagen y comunicación de la empresa.
Arnault, el hombre más rico de
Francia —y quinto en todo el mundo, según la revista Forbes—,
dirigió un comunicado a los trabajadores del grupo para anunciar este
nombramiento al frente de un departamento clave para la expansión de LVMH,
convertida en la empresa francesa más valiosa desde que superó, hace un
año, a la petrolera Total.
El grupo concentra 70 marcas; entre ellas
Louis Vuitton, Dior, Givenchy, Céline, Fendi, Kenzo, Moët Chandon o la
española Loewe.
“Nuestro éxito atrae una atención creciente por parte de medios,
observadores, autoridades públicas y por el público general”, revelaba
Arnault en la nota, difundida por la agencia Bloomberg. “Para
responder al aumento de nuestra exposición y mejorar todavía más la
evaluación de los logros del grupo, he decidido fortalecer la
organización de nuestra comunicación”.
Hasta ahora, Antoine Arnault
ocupaba el cargo de director general de Berluti, la firma italiana de marroquinería fundada en 1895, a la que dotó de una línea de prêt-à-porter
masculino.
El hijo de Arnault fichó al modisto Alessandro Sartori, se
implantó en mercados estratégicos como Estados Unidos u Oriente Próximo,
impulsó una recapitalización de 100 millones de euros y logró triplicar
los resultados en solo tres años.
El nuevo director de comunicación sustituirá de forma inminente al
dirigente que ostentaba el puesto hasta ahora,
Nicolas Bazire, fiel entre los fieles del presidente de LVMH.
El subtexto de su decisión es el habitual en el grupo: la familia es, casi siempre, lo primero.
Desde 2011, Antoine Arnault está casado con la top model y filántropa rusa Natalia Vodianova, con la que ha tenido dos niños, Maxim y Roman.
Hijo del patriarca del lujo y de su primera esposa, Anne Dewavrin, empezó a trabajar en LVMH en 2005, tras haber creado, con solo 23 años, una empresa de protección de nombres de dominio.
Se inició en el departamento de publicidad de Louis Vuitton.
Solo dos años después, era ascendido a director de comunicación de la marca, buque insignia del grupo.
Allí creó la exitosa campaña de publicidad que protagonizaron personalidades como Mijaíl Gorbachov, Muhammad Ali, Sean Connery, Keith Richards o Zinedine Zidane, fotografiados por Annie Leibovitz.
Su padre escucha sus consejos.
Desde entonces, el grupo ha convertido esta cuestión en uno de los ejes prioritarios de su estrategia de comunicación
. En 2014 creó su Instituto de Oficios de la Excelencia, escuela de formación profesional que imparte cursos de costura, marroquinería, joyería u orfebrería.
Además, LVMH abrirá un museo dedicado a las artes aplicadas en 2020, su segundo centro en París tras la Fundación Vuitton, que expone la fastuosa colección de arte contemporáneo de Arnault.
Como casi todas las decisiones del empresario, el nombramiento ha sido interpretado en clave sucesoria.
Nicolas Bazire, fiel entre los fieles del presidente de LVMH.
El subtexto de su decisión es el habitual en el grupo: la familia es, casi siempre, lo primero.
Desde 2011, Antoine Arnault está casado con la top model y filántropa rusa Natalia Vodianova, con la que ha tenido dos niños, Maxim y Roman.
Hijo del patriarca del lujo y de su primera esposa, Anne Dewavrin, empezó a trabajar en LVMH en 2005, tras haber creado, con solo 23 años, una empresa de protección de nombres de dominio.
Se inició en el departamento de publicidad de Louis Vuitton.
Solo dos años después, era ascendido a director de comunicación de la marca, buque insignia del grupo.
Allí creó la exitosa campaña de publicidad que protagonizaron personalidades como Mijaíl Gorbachov, Muhammad Ali, Sean Connery, Keith Richards o Zinedine Zidane, fotografiados por Annie Leibovitz.
Desde entonces, el grupo ha convertido esta cuestión en uno de los ejes prioritarios de su estrategia de comunicación
. En 2014 creó su Instituto de Oficios de la Excelencia, escuela de formación profesional que imparte cursos de costura, marroquinería, joyería u orfebrería.
Además, LVMH abrirá un museo dedicado a las artes aplicadas en 2020, su segundo centro en París tras la Fundación Vuitton, que expone la fastuosa colección de arte contemporáneo de Arnault.
Como casi todas las decisiones del empresario, el nombramiento ha sido interpretado en clave sucesoria.
Los cinco hijos de Arnault están vinculados a la empresa
y aspiran a tomar el relevo algún día.
La principal rival de Antoine es
la primogénita, Delphine, de 43 años, actual vicepresidenta de Louis
Vuitton, que ha ascendido posiciones en los últimos años
El relevo generacional debería notarse en la forma de comunicar. Cabe esperar un reforzamiento del área de marketing digital y una cierta apertura respecto a la tradicional opacidad de las grandes maisons de moda.
“Debemos ser más transparentes.
Ya no podemos hacerlo todo en secreto”, expresó Antoine en una conferencia celebrada en Bruselas el pasado otoño.
Durante su etapa en Louis Vuitton, ya reforzó la comunicación sobre el patrimonio del grupo abriendo sus talleres al público.
Los tres hijos menores del millonario, fruto de sus segundas nupcias con la pianista canadiense Hélène Mercier, también trabajan en el grupo.
Alexandre, de 26 años, codirige la marca de maletas Rimowa, que Arnault adquirió en 2016. Frédéric, de 23 años, se ocupa de las tecnologías en red en la firma de relojes Tag Heuer.
El menor de todos, Jean, todavía estudia, pero ya ha realizado prácticas en el grupo.
“Cuando llegue el momento, sabré elegir al más preparado de todos ellos”, dijo una vez el patriarca, que acaba de cumplir 69 años.
Los tres hijos menores del millonario, fruto de sus segundas nupcias con la pianista canadiense Hélène Mercier, también trabajan en el grupo.
Alexandre, de 26 años, codirige la marca de maletas Rimowa, que Arnault adquirió en 2016.
Frédéric, de 23 años, se ocupa de las tecnologías en red en la firma de relojes Tag Heuer.
El menor de todos, Jean, todavía estudia, pero ya ha realizado prácticas en el grupo.
“Cuando llegue el momento, sabré elegir al más preparado de todos ellos”, dijo una vez el patriarca, que acaba de cumplir 69 años.
La sucesión está en boca de todos, pero la familia nunca la comenta.
“Mi padre todavía es muy joven, así que no hay nada que decir”, esquivaba Delphine en abril del año pasado, durante una entrevista sobre el premio LVMH para modistos ascendentes, que ella misma creó en 2014.
La sucesión está en boca de todos, pero la familia nunca la comenta. “Mi padre todavía es muy joven, así que no hay nada que decir”, esquivaba Delphine en abril del año pasado, durante una entrevista sobre el premio LVMH para modistos ascendentes, que ella misma creó en 2014.
El relevo generacional debería notarse en la forma de comunicar. Cabe esperar un reforzamiento del área de marketing digital y una cierta apertura respecto a la tradicional opacidad de las grandes maisons de moda.
“Debemos ser más transparentes.
Ya no podemos hacerlo todo en secreto”, expresó Antoine en una conferencia celebrada en Bruselas el pasado otoño.
Durante su etapa en Louis Vuitton, ya reforzó la comunicación sobre el patrimonio del grupo abriendo sus talleres al público.
Los tres hijos menores del millonario, fruto de sus segundas nupcias con la pianista canadiense Hélène Mercier, también trabajan en el grupo.
Alexandre, de 26 años, codirige la marca de maletas Rimowa, que Arnault adquirió en 2016. Frédéric, de 23 años, se ocupa de las tecnologías en red en la firma de relojes Tag Heuer.
El menor de todos, Jean, todavía estudia, pero ya ha realizado prácticas en el grupo.
“Cuando llegue el momento, sabré elegir al más preparado de todos ellos”, dijo una vez el patriarca, que acaba de cumplir 69 años.
Los tres hijos menores del millonario, fruto de sus segundas nupcias con la pianista canadiense Hélène Mercier, también trabajan en el grupo.
Alexandre, de 26 años, codirige la marca de maletas Rimowa, que Arnault adquirió en 2016.
Frédéric, de 23 años, se ocupa de las tecnologías en red en la firma de relojes Tag Heuer.
El menor de todos, Jean, todavía estudia, pero ya ha realizado prácticas en el grupo.
“Cuando llegue el momento, sabré elegir al más preparado de todos ellos”, dijo una vez el patriarca, que acaba de cumplir 69 años.
La sucesión está en boca de todos, pero la familia nunca la comenta.
“Mi padre todavía es muy joven, así que no hay nada que decir”, esquivaba Delphine en abril del año pasado, durante una entrevista sobre el premio LVMH para modistos ascendentes, que ella misma creó en 2014.
La sucesión está en boca de todos, pero la familia nunca la comenta. “Mi padre todavía es muy joven, así que no hay nada que decir”, esquivaba Delphine en abril del año pasado, durante una entrevista sobre el premio LVMH para modistos ascendentes, que ella misma creó en 2014.