Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

7 jun 2018

De ministras y ministros.................................Iñigo Domínguez

El nuevo Gobierno de Pedro Sánchez estrena al prometer el cargo una nueva fórmula para evidenciar la mayoría femenina.

La ministra Meritxell Batet promete su cargo ante el Rey en la Zarzuela este jueves.

El ciervo es uno de los animales más discretos y elegantes, por eso los dejan sueltos por el bosque de la Zarzuela, y también uno de los más estáticos cuando se queda mirando, no mueve un músculo. Esta mañana parecían aún más inmóviles entre las encinas, pero de asombro, por algo que no habían visto antes: una caravana de coches oficiales con 11 ministras.
 En generaciones de gamos en El Pardo no se había visto nada igual.
Tampoco los ministros y las ministras se habían visto hasta ahora en una igual, y por eso la segunda en prometer el cargo, Carmen Calvo, vicepresidenta y además ministra de Igualdad, terminó diciendo ante el Rey: “… así como mantener el secreto de las deliberaciones del consejo de ministras y ministros”. 
Lo dijo remarcando mucho la "a" de "ministras", para que se notara, y levantando en ese momento la cabeza para mirar de frente a la cámara de televisión. 
Se dio la vuelta, regresó a su puesto y lo dejó dicho para la historia. Un total de 13 de los 17 repitió la fórmula ante la Constitución, de nuevo sin Biblia ni crucifijo, como Pedro Sánchez.

La verdad, según se supo más tarde, es que no estaba preparado.
 Lo contó luego la propia Carmen Calvo a los periodistas.
 Resulta que en el papel solo ponía “consejo de ministros”, y por eso lo leyó así Dolores Delgado, ministra de Justicia, la primera en prometer el cargo.
 Es lo que marca el protocolo: lo hace ante el director general de Registros y Notariado, para luego, ya como ministra y por tanto notaria mayor del reino, ocupar su puesto.
 Pero la vicepresidenta, al escucharlo y sabiendo que le tocaba a ella a continuación, pensó que eso no podía ser y le iba a dar un ligero retoque.
 Cuando improvisó sobre la marcha lo de “ministras y ministros”, por tanto, fue una sorpresa para todos, incluido Pedro Sánchez.
 Los demás luego se fueron sumando espontáneamente a la idea.

En todo caso, en el papel ponía esa fórmula porque es la que marca la ley, aunque esto no quiere decir que haber improvisado ponga en duda los nombramientos.
 Es famoso el episodio de la Casa Blanca en 2009, cuando Barack Obama tuvo que regresar tras la ceremonia, "por precaución", a repetir el juramento en privado porque no lo había dicho exactamente igual. 
Según fuentes de la Casa Real el texto que se ha leído esta mañana no tendría literalidad jurídica, lo importante es el sentido, y simplemente es un recordatorio para los presentes, que en esta ocasión han aplicado cierta innovación de vocabulario.
Lo cierto es que a partir de ese momento todo fue fijarse en los finales de la frase, más que en los altos principios que se enunciaban.
 Además de Delgado, tampoco usaron la nueva fórmula dos hombres, Josep Borrell, que fue justo detrás de Calvo y cabe la posibilidad de que no reparara en el añadido de última hora, y José Luis Ábalos.
 Tampoco otra mujer, Nadia Calviño, ministra de Economía, que quizá se puso nerviosa con la única palabra escrita en el folio que se podía prestar a hacerse un lío, “deliberaciones”. 
Se trastabilló, acabó de carrerilla deseando salir de allí, y dijo “consejo de ministros” a todo correr.
 El ministro de Agricultura y Pesca, Luis Planas, fue el primer hombre en utilizar esta inédita expresión.
 Algunos, como Margarita Robles, la enunciaron al revés, nombrando primero los ministros.
 En cuanto a pronunciaciones, Màxim Huerta sonrió para sus adentros con complacencia cuando escuchó que al decir su nombre en voz alta se lo pronunciaban bien, con el acento en su sitio.
Pedro Sánchez siguió impertérrito el acto, viendo desfilar a su Gobierno, con esa sonrisa nueva que le ha salido ahora y antes se juraría que no tenía, seria, de medio lado.
 Con las manos, de venas marcadas, cayendo a plomo en cada costado. 
Todos los demás tenían problemas con las manos, el mayor reto de un actor en escena, pues nunca se sabe qué hacer con ellas.
 Los nuevos miembros del Ejecutivo habían llegado con mucha antelación a Zarzuela, por los nervios de no saber bien el camino o qué había que hacer.
 En la sala, se mantenían rígidos y muy serios, sobre todo Borrell, y únicamente dejaban traslucir lo contentísimas que estaban, con sonrisa contenida, Carmen Montón, de Sanidad, Magdalena Valerio, de Trabajo, y Meritxell Batet, de Política Territorial. Imponían el protocolo y el silencio penetrante, sobre una alfombra palaciega color vainilla de esas tan mullidas en las que cae un tenedor y no se oye, y además luego no lo encuentras.

Todos rompían su gravedad al acercarse a la mesa y mirar al Rey con una sonrisa.
 Felipe VI contestaba inmediatamente con otra, para hacerles comprender que por supuesto que se podía hacer, que esto pasaría en un momento y por debajo del protocolo somos todos mucho más simpáticos.
 En la mesa esperaba la Constitución y un folio con la fórmula a pronunciar que una señorita le cambiaba cada vez a cada uno. Llegados a ese punto las ministras y ministros ya no tenían el problema de las manos, porque una se coloca en el libro, sino el de dónde mirar.
Borrell y Batet, más avezados, miraron de frente a la cámara de televisión, a todos los españoles, en suma.
 La nueva ministra catalana fue la única que, al llegar, inclinó su cabeza ante el monarca, y le miró con especial énfasis al prometerle lealtad. 
El resto miraban a los que estaban alrededor, incluida la prensa, y es una sensación curiosa para un periodista que un ministro te prometa algo, pero de verdad.
Sánchez siguió el ir y venir de su equipo como con la satisfacción del deber cumplido, como un entrenador de baloncesto al lado de la pista.
 Solo tuvo un momento suyo, una debilidad, cuando Ábalos se dirigió a la mesa, ya relajado y con una de las sonrisas más anchas que probablemente habrá tenido en su vida. Sánchez le miró y le guiñó el ojo.
 Como dos viejos colegas el día que uno al final se casa.
A las 10.18 terminó el acto.
 El Rey saludó personalmente a cada uno. Carmen Calvo fue la que más le habló, y luego Borrell. 
“Encantado de verte”, le dijo el jefe de Estado. El nuevo titular de Exteriores se encogió de hombros: “¡No me lo esperaba!”. 
Cuando se rompieron filas fue interesante ver los primeros movimientos, a quién buscaban para saludar. 
La presidenta del Congreso, Ana Pastor, conversó con Pedro Duque.
 Carmen Calvo se abrazó con el presidente del Senado, Pío García Escudero, que luego saludó a Grande-Marlaska
La ministra de Justicia fue hacia el presidente del Supremo, Carlos Lesmes.
 Màxim Huerta bromeó con el Rey.
 Pero antes fue el momento de la foto y por fin Felipe VI pudo decir algo informal para que todos estallaran en risas y comentarios.
 Se colocaron ante los fotógrafos y se oyó una voz femenina del fondo:
 “¡Son muy altos!”. En referencia al Rey y el presidente del Gobierno. 
“Sí, los dos. Habrá que subir la tarima”, respondió el monarca.
 De momento el listón ya está muy alto: la primera foto de un Ejecutivo lleno de mujeres, en el que ellas llevaban más los pantalones: ocho pantalones, concretamente, y tres faldas.


 

6 jun 2018

La sobredosis (planeada y efectiva) de ‘Supervivientes’


Telecinco vuelve a triunfar con el reality a base de explotarlo en la pantalla todos los días.

Una imagen de 'Supervivientes' 2018.
Una imagen de 'Supervivientes' 2018.
Tras el fracaso de la última edición de Gran Hermano el pasado otoño, la vuelta de Supervivientes era para Mediaset una prueba más importante de lo que podría parecer. 
 Independientemente de la calidad de su contenido (basado en los entresijos de esos famosos de medio pelo que ocupan la parrilla de Telecinco todo el año), el programa se ha convertido en el buque insignia de las últimas temporadas en la cadena con una estrategia clara ya explotada otras veces tanto en Supervivientes como en Gran Hermano Vip o Sálvame:
 la ocupación de gran parte de la parrilla, la sobredosis absoluta. Imposible no enterarse de lo que ocurre en esas islas de Honduras si se sintoniza la cadena durante los tres meses que dura el programa.

Esa sobredosis machacona funciona.
 En audiencia y como estrategia. Y además, cuando esta edición acabe la semana próxima, Mediaset tiene el Mundial para ya entrar de lleno en verano y no preocuparse en exceso hasta la próxima temporada en septiembre (ahí estaremos atentos a una posible vuelta de algún formato de GH...o no) de cómo ocupar tantas horas de programación.
Hay Supervivientes todos los días.
 Tres galas semanales en prime time (martes, jueves y domingos, aunque desde que empezó en Antena 3 la serie La catedral del mar, también algunos miércoles; hoy 6 de junio no porque la cadena emite Jurassic World ante el inminente estreno el jueves de la secuela, dirigida por J. A. Bayona) y los días que no hay galas hay un resumen de más de media hora tras el informativo y El Tiempo. 
Y de madrugada, resúmenes diarios de más de una hora. 
Eso, el contenido directo.
 Aparte, programas como Sálvame en sus diferentes formatos (prácticamente la tarde entera) o Socialité se nutren de los personajes del reality y sus relaciones.
Guste o no lo que se cuenta, se cuenta bien. 
Supervivientes está bien planteado y tiene un factor imprescindible en un presentador, Jorge Javier Vázquez, que es el alma del programa, para bien y para mal. 
Está bien guionizado, lo que quiere decir también que sabe a lo que va y que en su argumento se cuenta con la improvisación, con saber semana a semana por donde apretar las tuercas a los concursantes, a sus miserias y a forzar a que hablen de ciertos temas y a que hagan ciertas cosas (suponemos que va en el contrato también).
 El espectáculo, sea por ver a un grupo de personas sobrevivir en una isla con pocos recursos (aunque a veces comen pizza o jamón), sea ver la pelea entre la ex del ex del peluquero de aquella cantante que a su vez es una ex del novio de, es lo que prima.
En una temporada televisiva en la que desde septiembre las audiencias han variado bastante respecto a años anteriores, que parecen más repartidas y en las que los programas más vistos tienen cifras llamativamente más bajas, Supervivientes no solo ha mantenido los buenos números de la edición de 2017, sino que incluso los ha mejorado.
 Superar los tres millones de espectadores esta temporada en cualquier programa es ya un éxito, y Supervivientes hasta este miércoles lo ha logrado en ocho de sus 12 galas de los jueves, el día importante con conexiones en directo y expulsiones
.
A falta de los últimos programas (terminará en algún momento de la semana que viene ya que el jueves 14 de junio comienza el Mundial) lleva una media de espectadores de 3.179.000 espectadores (de momento, la quinta edición más seguida en sus 17 temporadas) con un espectacular 28.7% de cuota de pantalla (el mejor share de su historia).
Así como Gran hermano con desconocidos está más que amortizado y ya no interesa a nadie, los realities con famosos (o semifamosos, o al menos famosos dentro del universo y audiencia que sigue Telecinco) le funcionan a la cadena.
 El microcomos propio que crea a lo largo de todo el año con las puestas en escena de Sálvame es extremadamente productivo.
 Y Mediaset sabe aprovecharlo al 200%.
 A base de exceso, de saturación, de sobredosis planeada. Saben hacerlo bien.
Pero hay un problema y gordo que no solo es Raquel Mosquera porque esa la verdad no hace nada ni dice algo interesante, recoge leña y poco más, parece la firme candidata a Ganar o la otra "putita" que pone caro de asco y leva a los machoa a su manada. Si ese es el ejemplo y no gana ese chico que esun buen jugador "Logan" luego gusta ese señor cotilla que va de cuento en cuento y pasea por la orilla , son vacaciones para él. Dicen que es gracioso, vale, pero tampoco hace nada para sobrevivir.
Creo que el público no votará a Logan como Ganador. Ojala me equivoque por que si alguien hace algo es él.y ganara o esa Sofía con cara de asco o la enteradilla y media simplona Gordita y eso que ha adelgazado bastante pero es tonta cum laude.....y si ganan unos de esos tres idiotas ,pues vale, que manera de siendo idiotas ganar 200.000E.

 

 

Pedro Sánchez y los nuevos ministros del Gobierno, últimas noticias en directo

Fernando Grande-Marlaska (Interior), Margarita Robles (Defensa), Pedro Duque (Ciencia), Magdalena Valerio (Trabajo) Isabel Celaá (Educación), y Dolores Delgado (Justicia), nuevos ministros del Ejecutivo socialista.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tiene previsto anunciar este miércoles los nombramientos de los ministros que integrarán su Ejecutivo.

 Pedro Duque (Ciencia), Magdalena Valerio (Trabajo) Isabel Celaá (Educación) y Dolores Delgado (Justicia) son los nombres de los nuevos ministros que se han desvelado este miércoles en apenas una hora.

 Por la tarde se ha sabido que Luis Planas asumirá la cartera de Agricultura,  Reyes Maroto, la de Industria, y el magistrado Fernando Grande-Marlaska, la de Interior. 

Margarita Robles estará al frente del Ministerio de Defensa. Con respecto a la crisis en el PP, el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy ha afirmado este miércoles en la Cope que "el centroderecha no hay que reconstruirlo", en respuesta a las declaraciones de su antecesor, José María Aznar, quien este martes se ofrecía para ayudar para volver a "unir" el centro derecha en España.  

Declaración de Pedro Sánchez en La Moncloa: 

"Todos atesoran una acreditada preparación y vocación de servicio público, y es el reflejo de lo mejor que da España. y es paritario, intergeneracional, abierta al mundo pero anclada en la UE, de una sociedad altamente cualificada"

Los ministros del Ejecutivo socialista

 

LIBROS RECOMENDADOS DE Librotea

Las  mejores novelas negras de la historia.

 

La novela negra gana adeptos. 
Son muchos los que cuando comienza el buen tiempo apuestan por meter un libro de este género en el bolso de playa o piscina, por pasar las horas bajo la sombrilla mordiéndose las uñas.
 Lo cierto es que el género negro dejó de ser considerado como menor hace años.
 Raymond Chandler, uno de sus máximos exponentes, lo definió como “la novela del mundo profesional del crimen”.
 En Librotea nos atrevemos a perpetrar una selección, no jerárquica y abierta a propuestas, de algunos de los mejores títulos del noir.

Hay detectives, comisarios, policías… que han traspasado fronteras y han conseguido la atención de millones de fieles.
 Sirvan aquí como ejemplo el inspector Maigret, de Simenon; el comisario Montalbano, de Camilleri; el detective Bernie Gunther, de Philip Kerr o uno de los más jóvenes en incorporarse a esta nómina, el Kostas Jaritos creado por el griego Petros Márkaris.

Patricia Highsmith, autora de obras como Ese dulce mal, es uno de los grandes nombres del género.
 Podría tutearse con el mismísimo Hammet y su El halcón maltés.  Hay escritores que cuando publicaron algunas de sus obras no lograron el éxito del público porque a la gente, directamente, le aterrorizaba lo que contaban en sus libros.
 Algo así le pasó a Jim Thompson con 1280 almas.

En esta selección se cuela una de sus obras más conocidas, Roseanna.

La reina del crimen sigue siendo Agatha Christie. Y uno que se cuela en el reino del género negro para sorpresa de muchos es William Faulkner. Lo hace gracias a Santuario.



James Ellroy es uno de los grandes nombres del género negro. Muchas de sus obsesiones aparecen reflejadas en títulos como La dalia negra.
 El matrimonio formado por Maj Sjöwall y Per Wahlöö estás considerados como los padres del noir nórdico