Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

7 abr 2018

Karate Kid en Palma..................................... Boris Izaguirre

Desde luego, Letizia no cuenta con todo el apoyo público que ahora tiene doña Sofía, en el fondo gracias a su desplante.

La reina Letizia en su primer acto en Madrid, tras su polémico enfrentamiento con doña Sofía.
Una primavera más comienza en la catedral de Palma de Mallorca. El rifirrafe real se ha convertido en una apasionada discusión transversal, local y también internacional.
 Y, por supuesto, se han creado bandos.
 El que defiende el derecho de una abuela a hacerse una foto para publicar con sus nietas, sin la madre de ellas, es mayoritario.
 Y aprovecha el momento para desahogar sus reproches contra la reina Letizia, responsabilizándola de todo. 
En realidad, las dos reinas han actuado pobremente al final de la misa de Pascua.
 Fue un máster (mejor que el de Cristina Cifuentes), acerca de lo que no se debe hacer en público.
 Una, la abuela, por insistir en buscar una foto que, por cuchi que pudiera ser, iba a provocar un disgusto.
 Doña Leonor convertida en yudoca. 
Y la otra, Letizia, por actuar llevada por su instinto de supervivencia territorial.
¿Supervivencia? La reina Letizia tuvo una relación estupenda con la Reina emérita. 
Al menos así lo creíamos antes del rifirrafe en Mallorca.´
 El día de su compromiso con el príncipe Felipe, Letizia proclamó que seguiría el ejemplo inigualable de doña Sofía, precisamente en unos años en los que doña Sofía era tratada más con compasión que con verdadero amor. 

Lo que agrietó esa relación fue el Instituto Nóos y la posibilidad de que Iñaki Urdangarin, cuñado exfavorito del Rey, pague una condena de cárcel.
 Es probable que eso haya alimentado una, hasta hoy, invisible tensión entre la madre del Rey y la Reina consorte, que como suele suceder, estalló en el instante menos esperado cuando la reina abuela maniobró para retratarse con sus nietas, una de ellas futura heredera con habilidades karatecas.
 Y es que en medio de tanta habladera, podemos recordar que el álbum fotográfico de la Reina emérita incluye algunas instantáneas marcadas por la polémica.
 Como la de aquella visita al rey Juan Carlos, recién operado de la cadera, escoltada por la infanta Cristina e Iñaki. 
Y, más recientemente, de nuevo en compañía de la pareja líder del Instituto Nóos, con motivo del cumpleaños de Urdangarin y esta vez junto con el Rey emérito, de quien también ha recibido desaires visibles, ignorados quizás porque sucedieron antes del movimiento #MeToo.
 Como abuela y esposa, doña Sofía sufre retratos complicados o que complican. 
 No es una abuela común: además de tener una función institucional tiene un sueldo activo que no son los de cualquier otra abuela. 
Debido a esa función y a ese sueldo, recaudado entre los contribuyentes, está en la catedral de Mallorca trabajando.
 Como Letizia. 
A mi modo de ver, también la Reina emérita parece confundir los límites de su rol de reina con el de abuela. 
No se puede tener todo. Igual pasa con Letizia.
 Su trabajo, lamentablemente, no convence. 
Y medio país se lo está diciendo. Desde luego, Letizia no cuenta con todo el apoyo público que ahora tiene doña Sofía, en el fondo gracias a su desplante.
 Quizás la gente quiera más a doña Sofía porque sienten que siempre ha callado o ha sacrificado más cosas que su nuera. Incluyendo esa autoestima que parece sobrarle a doña Letizia.
 Ese duelo de reinas es algo que ha cautivado a sus súbditos, a Internet y finalmente a los medios de comunicación más serios. 
Le pasó a Sissi emperatriz, que dejó clarísimo en sus biografías las tremendas desavenencias con su suegra, la archiduquesa Sofía. ¡Pero, formar parte de la industria del entretenimiento no está tan mal! Todo terminará en una foto de las reinas sonrientes en Marivent.
Aquí en América, el tema fue analizado por la televisión latina y la anglosajona.
 Hasta que se colaron las fotos elaboradísimas de Donald Trump junto a Melania y su hija más díscola, Tiffany, fruto de su matrimonio con la explosiva Marla Maples.
 Aunque la foto fue tomada en Mar-a-Lago, esa propiedad de Trump con aires de aristocracia europea en Florida, se cuelan en ella brisas de Mallorca.
 Melania esta tensísima, casi podría resquebrajarse. 
 Tiffany rígida, luce una barriguita típica de las veinteañeras con problemas de alimentación y Donald tiene ese aire de los varones muy heterosexuales abrumados por los tejemanejes femeninos. 
Un poco como las caras del rey Felipe y el rey emérito Juan Carlos durante el forcejeo en Mallorca. 
Mi impresión es que sigue siendo difícil la relación con la familia política. 
Ya lo comentó Pedro Sánchez el martes en la radio: “En todas las familias cuecen habas”. 
Menos en la mía, aclaró.

 

‘Médico de familia’ y la nostalgia....................... Ángel S. Harguindey

El programa de Bertín Osborne en la casa de Lydia Bosch fue modélico para comprender en qué no consiste una entrevista.

Lydia Bosch, Bertín Osborne, Luisa Martín y Francis Lorenzo, en 'Mi casa es la tuya'.
Lydia Bosch, Bertín Osborne, Luisa Martín y Francis Lorenzo, en 'Mi casa es la tuya'.
La primera dificultad que surge a contemplar Mi casa es la tuya (Telecinco) es la de encontrar su categoría en el ámbito digital. ¿Programa del corazón?, ¿documental?, ¿concurso?, ¿talk show?, ¿cocina?... pues un poco de todo, pero poco.
 Inicialmente puede parecer un programa de entrevistas: el conductor del programa, Bertín Osborne, recibe al invitado o acude a su domicilio, y mantiene una relajada entrevista de cerca de una hora.
 Bueno, una entrevista exactamente, no. 
 Para ello el entrevistador necesitaría documentarse algo sobre el entrevistado.
 Saber quién es, qué ha hecho y procurar desvelar en alguna medida su personalidad. 
El programa de este viernes fue modélico para comprender en qué no consiste una entrevista.
. El programa de este viernes fue modélico para comprender en qué no consiste una entrevista. Osborne reconoció no haber visto ningún capítulo de la serie que justificaba la presencia de la actriz e incluso pidió a los asistentes que le hicieran "un resumen rápido". Los presentadores y cortijeros son así.

Asistía el simpático cantante y presentador a la casa de la simpática actriz Lydia Bosch, coprotagonista de una afamada serie de los 90, Médico de familia, 119 capítulos con una media de audiencia de entre cinco y diez millones de espectadores. 
 Tras la primera charla se incorporaron Luisa Martin y Francis Lorenzo, también de la serie y responsables del menú -pulpo a feira y espaguetis marinera- y, por último, aparecerían los, entonces, tres niños hijos del médico ahora ya maduros hechos y derechos. 
Mucho ja, ja, je, je y la certeza de la sabiduría de Joâo Guimâraes Rosa cuando escribió que "cada nostalgia es una especie de vejez".
La audiencia sabía previamente de la larga sombra que sobrevolaba sobre el disuelto matrimonio de la invitada.
 Era, o podía ser, el reclamo morboso del programa, algo tan querido por la cadena de los salvadores supervivientes, mujeres, hombres o viceversa. 
No se habló directamente del asunto pero surgió esporádicamente tres o cuatro veces, las suficientes para saber que había dejado varias cicatrices. 
 Misión cumplida con educación, sin acritud.

 
Medico de Familia
Imagen del reencuentro de los actores de 'Médico de familia'.

 

Guerrero, que ahora tiene 31 años, continuó en la televisión durante un tiempo tras el final de Médico de familia, pasando a la serie Ana y los 7
Su última aparición televisiva fue en el concurso Mira quién salta. Ahora, ha reorientado su vida como empresario y es socio de varios restaurantes de Madrid.

Isabel Aboy (35 años) continuó en la actuación con la serie Periodistas, tras lo que se centró en su carrera de Psicología, estudios que compatibilizó con su trabajo en el teatro y como modelo.
 Aunque ha seguido apareciendo con cuentagotas en televisión y en algunos eventos, Aboy se ha centrado en su carrera como psicóloga.
En cuanto a la más pequeña del clan ficticio, Marieta Bielsa (26 años), dejó la televisión para centrarse en los estudios, y terminó cursando Economía y Negocios Internacionales alejada completamente de la actuación.  
 

6 abr 2018

Un nuevo vídeo muestra otro ángulo del rifirrafe entre Letizia y Sofía

Es el vídeo más comentado en los últimos días: el de la reina Letizia impidiendo que la reina Sofía se saque una foto con sus nietas, las infantas Leonor y Sofía.
Sucedió tras la Misa de Pascua celebrada en la catedral de Palma de Mallorca el pasado Domingo de Resurrección.
Hasta ahora habíamos visto dos imágenes: la que se grabó de espaldas a Letizia y la que se grabó desde un lateral, pero en ningún momento se había observado el rostro de la actual reina.
Una nueva grabación publicada en YouTube muestra la cara de Letizia cuando se pone delante de sus hijas y la reacción posterior del rey emérito, Juan Carlos I, tras observar la escena.
Se imaginan que esto pasara con la Reina de Inglaterra? 
Se habla de Divorcio.........

Massiel: “El festival de Eurovisión ha sido un estigma para mí”

 

La noche del 6 de abril de 1968 el Royal Albert Hall de Londres coronaba a la cantante como icono televisivo.

La cantante y actriz Massiel, con la liga de Juan Marsé en el teatro Español en 2012.
La cantante y actriz Massiel, con la liga de Juan Marsé en el teatro Español en 2012.
“Yo estaba como un alma en pena recorriendo el Royal Albert Hall con mi traje de Courrèges cuando viene muy nervioso Ramón Arcusa del Dúo Dinámico y me dice 'Nena, vamos, que hay que cantar'. '¿Cómo, que hay que cantar?' le respondo, 'si ya he cantado'. 
Y me contesta: 'Sí, es que hemos ganado". 
Estos días Massiel ha tenido que poner en orden y memoria muchos de sus recuerdos de aquella noche del 6 de abril en el Royal Albert Hall de Londres cuando ganó el Festival de Eurovisión cantando La, la, la el tema que el dúo Dinámico había creado y en un principio destinado a Joan Manuel Serrat
La renuncia del cantautor a participar si no se le permite cantar en catalán produce su destitución fulminante por parte de Televisión Española que le acusa de politizar el festival. La decisión de Serrat ha venido precedida por un estado de crispación social que la escritora Maria Aurèlia Campany describe como un “Affaire Dreyfus a la catalana” en alusión al célebre caso del militar francés que puso en vilo la Francia de principios del siglo XX.

“Recuerdo que estaba en México y llegué sin dormir a Madrid”, comenta Massiel sobre su elección para sustituir a Serrat en el Festival.
 La discográfica Zafiro, editora tanto de Serrat como de Massiel, y TVE acuerdan que sea la cantante la representante española de recambio para la próxima cita musical en el Royal Albert Hall.
 La promoción del tema ha estado a cargo de Serrat que ha recorrido las diferentes televisiones europeas a lo largo de las últimas semanas con algunos de los directivos de la televisión.
 “Se supone que la canción estaba cortada un poco a la medida de Serrat, pero a mí no me pegaba nada, solo echando una ojeada rápida a los temas que había cantado hasta entonces, Rosas en el mar, Aleluya, Di que no, pero creo que a Serrat tampoco le pegaba mucho, ¿no?
Seguramente la otra canción que presentó, El titiritero estaba más en su linea”.
 “Recuerdo que escuché los arreglos, muy bonitos, que había hecho el compositor y arreglista Bert Kaempfert, el mismo de Extraños en la noche, la canción de Frank Sinatra, pero enseguida nos dimos cuenta de que yo necesitaba más ritmo, a diferencia del tono más cansino de Serrat cuando la interpretaba”. 
“Es curioso- recuerda Massiel- pero durante los ensayos de la canción, el Dúo Dinámico no me daba muchos ánimos y decían que igual hubiera estado mejor que la representante hubiera sido una cantante más comercial como Karina y no una cantante tipo intelectual como yo”.
El triunfo de Massiel la noche del 6 de abril en el Royal Albert Hall de Londres desata una ola de triunfalismo y revancha por parte la prensa franquista después de la negativa de Serrat y el fantasma separatista. 
Massiel a punto está de suceder a la mismísima Agustina de Aragón en el panteón de las heroínas españolas a juzgar por algunos de los titulares. 
 “Yo acepté participar en el Festival porque en aquel momento era una gran oportunidad para cualquier cantante, como se había visto, con los triunfos de Sandie Shadow, France Gall, y otras cantantes, y era la manera más rápida de alcanzar una proyección internacional”. 
“Después, cuando pasa el primer impacto, después del triunfo, es cuando me salgo, me cabreo porque ponen mi nombre en un telegrama dirigido al Jefe del Estado, cuando me siento manipulada, y trato de salir de todo ese engranaje, realizo unas declaraciones en la revista Triunfo y tiene como consecuencia, un veto televisivo que se prolonga durante un año”. 
“Imagínate que a la pareja Amaia y Alfred después de ganar el festival les prohibieran, pues eso sucedió”.  “Para mí el triunfo en el Festival de Eurovisión ha acabado siendo un estigma, porque parece que solo se me recuerda por esa canción, y se olvidan de una trayectoria profesional cantando a Bertold Brecht, presentando a Astor Piazzola en España, formando parte de aquella nueva canción que a mitad de los años sesenta revolucionó la música española, de los Aute, del mismo Serrat”.
 “Pero también tengo que reconocer, y como no agradecer, que me hizo entrar en el corazón de muchos españoles, y que ahora con todo el fenómeno de las redes sociales, ha conseguido que esté vigente, que lo descubra mucha gente que no lo conocía”.
 Y dice que continúa siguiendo el Festival de Eurovisión. “Es el mayor espectáculo televisivo que se produce en Europa”.
 Y recuerda aquel famoso vestido de Courrèges que se hizo acompañada de la fotógrafa Juana Biarnés en París poco antes de partir hacia a Londres, aquella minifalda que vistió de modernidad la España en blanco y negro de los años sesenta.
 Y un pequeño secreto. “Al finalizar la canción levanté los brazos como se lo había visto a hacer a Josephine Baker, la gran estrella del Music-hall, y creo que me dio suerte, ¿no?”. 
Desde luego que sí.