Expertos en derecho y organizaciones civiles aconsejan a los usuarios de la app de citas acerca de la publicación de datos serológicos.
Madrid
El consejero delegado y fundador de Facebook, Mark Zukergerg, ha reconocido este jueves que la filtración de datos de la red social afectó a 87 millones de usuarios.
La falta de protección de datos preocupa a los usuarios y a las organizaciones civiles y los lleva a preguntarse qué información deberían evitar compartir en redes sociales.
"Yo tengo VIH y lo cuento.
Pero la información serológica es clave y no debe ser desvelada, salvo que tú quieras", afirma Emilio de Benito, periodista y miembro de la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS).
Grindr afirmó en un comunicado publicado en su web que no ha compartido los datos de sus usuarios con anunciantes, sino con dos empresas externas, Apptimize y Localytics.
"Las normas de privacidad de la aplicación tienen una letra muy pequeña", afirma el presidente de la Coordinadora Estatal de VIH y SIDA (CESIDA), Toni Poveda.
Se refiere a que Grindr avisa a sus usuarios de que utilizará sus datos para mejorar su interfaz, pero no queda claro que esos datos se comparten con terceros.
"El principio de minimización del dato especifica que la empresa solo puede recabar datos que sean estrictamente necesarios para cumplir con el fin de la aplicación", dice Natalia Martos, abogada experta en nuevas tecnologías de Llorca-Pérez.
Según la abogada, no está justificado que Grindr solicite el estatus de VIH de sus usuarios, ya que es una red social de citas.
De Benito explica que algunos hombres gays comparten este dato para saber "qué tipo de prácticas pueden tener".
Además, el periodista apunta a una tendencia, la de salir del armario del VIH, por la que gente como él da el paso de hacer público su estado serológico para quitarle el estigma a esta enfermedad.
"Están vulnerando la intimidad de los usuarios", denuncia Poveda. Y dice que en CESIDA temen las consecuencias que una posible filtración de estos datos pueda tener para las personas con VIH. "Hay gobiernos homófobos que pueden tomar represalias", alerta. A lo que De Benito añade:
"El dato de tener VIH puede ser clave a la hora de conseguir una hipoteca o un trabajo".
Si esto hubiera sucedido después del 25 de mayo de 2018, las consecuencias para Grindr habrían sido nefastas.
En esa fecha es cuando entra en vigor el Reglamento Europeo de Protección de Datos, por el que las empresas de todo el mundo deben aplicarlo si sus usuarios son ciudadanos europeos.
"La sanción podría haber sido de 20 millones de euros o el 4% de su facturación anual, la mayor de las cantidades", explica la abogada.
Este mismo jueves, Grindr ha publicado un vídeo en el que su vicepresidente de Impacto Social, Jack Harrison-Quintana, se disculpa en nombre de la empresa por "toda la angustia causada en las últimas 48 horas".
Harrison-Quintana explica por qué decidieron compartir datos con terceros.
"Son empresas de nuestra total confianza que nos ayudan a desarrollar nuevas funciones", afirma.
Y anuncia que, a partir de ahora, el dato del estatus de VIH de sus usuarios se aislará del resto y no se compartirá con sus socios de confianza.
"Hace unos años, compartí fotos de mis sobrinos en Facebook.
Más adelante entendí que no era buena idea y hoy en día no lo hago.
Es lo mismo que pasa con los datos que compartimos en las redes", explica Poveda.
Y De Benito sentencia: "Si hay algo que no quieras que se sepa, simplemente no lo compartas".