Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

1 abr 2018

Candela Peña: “Se ríen de mí si pido portada”................. Luz Sánchez-Mellado

La actriz disfruta de un año de cosecha con una película y una obra de teatro.

Candela Peña, en el Teatro Valle Inclán.
En bata y mallas, con la tez arrobada y el pelo húmedo de recién duchada. 
Así se presenta la primera actriz en el estrado donde en un rato se dejará el pellejo en la función Consentimiento.
 Sin más trampa que una raya negra subrayándole los ojos. Quitándose importancia y dándosela al mismo tiempo con esa voz y esos ovarios con los que pidió al mundo trabajo para criar a su hijo mientras recogía el último de sus tres premios Goya.
 Sin pelos en la lengua.

¿Le pierde esa boca?
No podría hacer la carrera diplomática, cierto, y a veces la gente me pilla con la matrícula cambiada.
 Lamento molestar, pero no soy más que una entretenedora de gente.
 Mi único deseo es ser la actriz que un día soñé ser.
¿Y a qué distancia está de eso?
Muy lejos, soy muy exigente conmigo.
 Si no, te acomodas pensando que has llegado, y no.
Con tres goyas, lo suyo no estará pagado, pero sí agradecido.
Eso sí.
 Noto que trabajo poco y me cunde mucho, como el Fairy, pero tampoco puedo decir que trabajo poco, porque me riñe hasta mi madre.
 No me quejo: el 90% de mi profesión está en paro, y estoy orgullosa de estar trabajando, pero pasé una época muy cabrona.
¿Es mejor guardar el misterio?
La gente guarda mucho la ropa y yo no: yo la lavo y la tiendo, y se me ve el plumero, para bien y para mal.
 Pero últimamente intento no hablar demasiado porque mi opinión no es importante.
¿La Peña autocensurándose?
No, pero sí más calladita.
 Ni tengo una formación espectacular, ni he leído tanto, ni tengo tanta opinión, ni soy tan interesante.
¿Y entonces, por qué nos la creemos en todos sus papeles?
Gracias.
 Eso es lo único que me importa, que se crean mi trabajo y hacer las cosas de verdad.
¿Por qué insiste tanto en la normalidad como justificándose?
Porque soy una niña de pueblo que se crió leyendo Fotogramas y Vogue y creía que esas mujeres eran de otro planeta.
 Quiero que si alguien lee esto se identifique con una mujer normal. La prensa no nos da mucho sitio a las mujeres normales.
 Cuando me reprochan que no doy entrevistas, digo: “Dame la portada”, y se me ríen en la cara.
 Soy la primera a quien le tiemblan las canillas ante la belleza.
 Pero al talento, las ganas y el esfuerzo habría que darle espacio, sobre todo para los jóvenes.
 No es que quiera educar a nadie, pero me aterra que Instagram sea el referente para muchos.
Hablando de ordinariez, es usted la actriz que mejor dice tacos.
Crecí en el bar de un pueblo de extrarradio de Barcelona y he visto y oído de todo.
 Mi abuela sevillana me decía: “Hija de la gran puta, qué guapa estás”, como un piropo.
 Un taco lo puede decir todo.
El talento sí que es extraordinario. ¿No se cree el suyo?
No, porque, además, si fuera así, tampoco sirve para mucho reivindicarlo.
 O eso de tener que explicar que soy catalana y, como no creo en la independencia, me llamen facha y me encasillen.
 Me agota. 
 Prefiero estar en mi barrio normal de personas normales.

Creo que le dice a su hijo que le cuenta cuentos a los mayores.
Sí, eso es lo que hago, y quiero que lo viva como algo común.

¿Va su hijo a un cole público?
Pues mira, no.
 Eso es lo único en que no he sido fiel a mí misma.
¿Se come mucho sus palabras?
Sí, y se me hacen bola, pero con esta profesión es lo único que le voy a poder dejar: un cole donde haga contactos. 
Su madre no trabajará, pero él conocerá gente.
¿Es de combustión rápida?
Sí, y esto me pasa factura con todo: amistades, parejas.
 Me lo tengo que tratar, y me lo trato.
¿Hay terapia para eso?
Sí. Ahora no voy porque ando mal de pasta y le debo mucho a mi madre, pero volveré.
 El otro día me dijo mi compañero de función que si él es un ovni, yo soy E.T. 
Todos necesitamos ayuda.
Se autoflagela que da gusto.
.
Me han dado muchas hostias. Mi trabajo me ha salvado la vida.
¿Es el clavo al que se agarra?
Sí, y a la niña que he sido, y al cine. 
Soy la hija de los dueños de un bar al lado del cine. 
Cuando lo cerraron, me regalaron las tres butacas donde pasaba las tardes. 
Yo tenía que ser actriz, eso es así.

 

Zara saca una colección de camisetas blancas................... Marieta Taibo

La camiseta blanca es un imprescindible en cualquier vestidor y encontrar el modelo perfecto no es una tarea sencilla por simple que parezca esta prenda.
 Seguro que en más de una ocasión te has vuelto loca buscando la ideal. 
Tito Amancio sabe que esto es un dilema y le ha puesto remedio lanzando una colección en Zara dedicada a ella.
 Ofrece diferentes diseños para que se adapten perfectamente a tus looks.
 Fíchalas porque, como ya sabes, esta pieza con un buen vaquero te arregla el estilismo de cualquier día y si estás algo morenita te hará destacar.
Zara saca una línea de camisetas blancas

Juan Carlos I reaparece en la misa de Pascua................... Lucía Bohórquez.



Juan Carlos I reaparece en la misa de Pascua

La Familia Real despedida al grito de "yo soy español" en la catedral de Palma


Los Reyes, con sus hijas y los Reyes eméritos.

Los reyes Felipe y Letizia, acompañados de sus hijas la princesa Leonor y la infanta Sofía y de los reyes eméritos Juan Carlos y Sofía, han asistido a la misa del Domingo de Pascua y Resurrección que se ha celebrado en la catedral de Mallorca.
 La Familia Real al completo ha cumplido con la tradición. También Juan Carlos I, que se ausentaba de este acto desde que acudiera por última vez en 2014, meses antes de su abdicación. Alrededor de un millar de personas se ha agolpado en los alrededores del templo palmesano para vitorear y fotografiar a los monarcas y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía.
Don Juan Carlos, junto a la infanta Leonor, este domingo en Palma. 
Don Juan Carlos, junto a la infanta Leonor, este domingo en Palma. GTRES
Desde primera hora de la mañana vecinos, turistas y curiosos se concentraban tras las vallas colocadas a las puertas de la catedral. Algunos han entrado en el templo para acudir a la misa, que es de acceso libre. 
Pocos minutos después de las doce del mediodía los miembros de la familia real eran recibidos en el pórtico principal del templo por la delegada del Gobierno en Baleares, Maria Salom, y por el obispo de Mallorca Sebastiá Taltavull, encargado de oficiar la eucaristía.
Los reyes y sus hijas han llegado a bordo de un todoterreno conducido por Felipe VI, mientras que Juan Carlos y Sofía viajaban en otro coche que se ha situado detrás. 
Tras bajar de los vehículos han sido jaleados por la multitud que aguardaba con expectación y curiosidad su entrada en la catedral. Los miembros de la Familia Real han posado brevemente a las puertas del templo para los fotógrafos presentes tras recibir a las autoridades que les esperaban en el pórtico principal y han saludado al público congregado en los alrededores para luego entrar en la catedral.
Hay algo que me da lasensación que las cosas entre nuestros Reyes émeritos o no, no son como parecen, alguno tendrá que dar el paso, Felipe parece harto de una reina caprichosa y mandona........verems, la foto es como un puzle...de verdad solo son las infantas, los otros de muñecos de cera.
Felipe VI, con su padre y sus hijas.
Felipe VI, con su padre y sus hijas. ©GTRESONLINE


El Rey se ha situado en el centro con un traje de chaqueta de color oscuro y una corbata floreada en tonos azules pastel y marino. 
A su derecha se ha puesto la reina Letizia, con una blusa vaporosa de color azul marino de lunares blancos y un pantalón palazzo a juego con abotonadura en los laterales. 
Los reyes eméritos se han situado a la izquierda de don Felipe mientras que la princesa Leonor con vestido corto en tonos pastel y la infanta Sofía con un peto con falda azul turquesa, se han situado en primera fila.

Asistencia de Juan Carlos I

Juan Carlos I ha asistido a la cita desde que lo hiciera por última vez hace cuatro años. 
La última ocasión en la que acudió a la misa de Pascua en Palma fue en 2014, año en el que también estuvo presente la infanta Elena. 
La reina Sofía, sin embargo, ha mantenido la tradición en los últimos años y se aloja en el palacio de Marivent desde la semana pasada.
 El Lunes Santo presidió junto a su hermana Irene el concierto a beneficio de la organización de lucha contra la drogadicción Proyecto Hombre, que se celebró también en la catedral. 
La Orquesta Sinfónica de Baleares y la Coral de la Universidad de las Islas interpretaron entre otras piezas el Réquiem de Verdi, junto a varias voces solistas.
 El viernes la reina emérita, acompañada por su hermana también en esta ocasión, acudió a la procesión del Sant Enterrament que discurría por las principales calles de Palma.
 Ambas se situaron detrás de las vallas de seguridad al inicio del recorrido para ver la procesión, que tuvo que ser suspendida después por la lluvia.
Al finalizar la misa los miembros de la Familia Real han abandonado la catedral saludando a algunos de los asistentes al oficio en el interior del templo.
 Una vez en la calle, se han parado a dar la mano a las personas que aguardaba su salida tras la zona acordonada entre gritos de "viva España" y "yo soy español".
 La princesa Leonor y la infanta Sofía se han acercado también al público que esperaba tras las vallas y han dado la mano a algunos asistentes.
 Algunos les han entregado regalos, como una señora que les ha obsequiado con dos puzles cuya imagen principal era un retrato de ambas.
 Los reyes también se han fotografiado con quienes se lo pedían. Entre aplausos y vítores los monarcas y sus hijas han abandonado los alrededores de la catedral en los mismos automóviles en los que han llegado. 
La Casa Real no había incluido la asistencia de los reyes a la misa en la catedral de Mallorca dentro de la agenda institucional al considerarlo un acto privado. 
 Tampoco ha trascendido el tiempo que la Familia Real permanecerá en la isla.


Para aliviar la espera.....................................Juan José Millás

Juan José Millás
 
He aquí un grupo de personas fotografiando móviles, la mayoría de ellas con su propio móvil.
 La escena, que se captó en el último Mobile World Congress celebrado en Barcelona, resultaba algo inquietante, como la de alguien que pretendiera comprobar las características de un espejo observándolo a través del reflejo producido por otro. 
Se aprecia una síntesis del asunto literario del doble.
 Lo que diferencia a los teléfonos fotografiados de los que fotografían es que los primeros son de última generación. Contienen, pues, adelantos muy superiores a los de los segundos. De ahí quizá el hieratismo extraordinario de unos y la veneración casi religiosa de los otros.
 Los fotografían porque los adoran.
El móvil es el amuleto por excelencia de nuestra cultura.
 Vamos con él de la cocina al cuarto de baño y del cuarto de baño al dormitorio.
 Nos lo metemos en el bolsillo hasta cuando bajamos la basura, por si acaso. ¿Por si acaso qué?
 Por si acaso recibimos al fin esa llamada que pondrá las cosas en su sitio.
 Una llamada de Dios, o del diablo, o de Hollywood, una llamada del más allá que dé sentido a nuestra vida. 
El mismo Dios podría estar ahora mismo marcando nuestro número para hacernos la revelación definitiva.
 El móvil es la zarza ardiente, es la luz que descabalgó a san Pablo, el móvil es la última frontera.
 De ahí que no nos desprendamos de él ni en el quirófano. Personalmente, tengo dicho que lo metan en mi ataúd, por si la llamada se retrasa.
 Mientras llega, nos entretenemos con el resto de sus prestaciones, que solo se han inventado para aliviar la espera.