Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

12 dic 2017

Josep Pla: “El catalán es un fugitivo y, a veces, cobarde”

Publicados los dietarios del escritor ampurdanés que no incluyó en sus ‘Obras Completas’, ni siquiera después de la muerte de Franco.

 

El escritor Josep Pla, de joven.
El escritor Josep Pla, de joven. Editorial Destino
Pla. Josep Pla. José Pla.
 El Julio Camba catalán según Manuel Vázquez Montalbán. Nuestro Michel de Montaigne, en palabras de Salvador Pániker. Pla, a secas, (Palafrugell, 1897– Llufríu, 1981) es sin duda el mejor escritor contemporáneo en lengua catalana (aún hoy, a 36 años de su muerte, es el más leído) y uno de los grandes narradores en castellano, autor de una obra inmensa, publicada en 38 tomos (más de 30.000 páginas). 
Murió viejo y trabajó hasta el final, preparando y corrigiendo sus Obras Completas
Así quiso titularlas. Sin embargo, dejó inédito un material considerable, sin explicar los motivos en un tiempo, los años 80 del siglo pasado, en el que había desaparecido la censura franquista.
Podía haber publicado cuanto quisiera a partir de 1976.
 ¿Por qué no lo hizo? La editorial Destino ofrece ahora, en castellano y catalán Hacerse todas las ilusiones posibles y otras notas dispersas (título original: Fer-se totes les ilusions posibles i altres notes disperses
En estas páginas está la respuesta. Franco no habría tolerado un libro así; los catalanistas de ahora, el expresident Jordi Pujol a la cabeza, habrían maltratado al autor aún más de lo que lo hicieron; la izquierda lo detestaría con razón y, en fin, la Iglesia católica habría puesto el grito en el cielo ante las pullas anticlericales, auténticas puyas, de un autor que creían de su parte, pese a repetir toda su vida que no creía en Dios.
Se dijo muchas veces que Pla era un reaccionario, un franquista, un rico payés biempensante, un cínico irónico.
 Lo fue y no lo fue.
 Escritor hiperactivo, trotamundos, fumador y bebedor empedernido, misógino y, para colmo, catalanista emboscado visto desde Madrid, lo que sí fue Pla es catalán hasta la médula. 
Pero nunca se sintió catalanista. Si lo fue, lo escarmentaron muy pronto.
 Apenas cumplidos los 20 años era ya diputado de la Mancomunidad de Cataluña por la Lliga Regionalista, hasta la disolución de ese organismo por el dictador Primo de Rivera. 
Pla acabó poco más tarde en un muy bien aprovechado exilio en París.
 He aquí, resumidos, cuatro ejemplos de este delicioso libro de 220 páginas que matizan las generalizaciones del pasado.

Los catalanes. "El primer drama del catalán consiste en el miedo a ser él mismo.
 Pero hay otro todavía más grave: el catalán no puede dejar de ser quien es. Ante un problema de dualismo irreductible, todavía no se ha inven
tado nada más cómodo que huir. 
El catalán es un fugitivo. 
A veces huye de sí mismo y otras, cuando sigue dentro de sí, se refugia en otras culturas, se extranjeriza, se destruye; escapa intelectual y moralmente.
 A veces parece un cobarde y otras un ensimismado orgulloso. 
A veces parece sufrir de manía persecutoria y otras de engreimiento.
 Alterna constantemente la avidez con sentimientos de frustración enfermiza
  A veces es derrochador hasta la indecencia y otras tan avaricioso como un demente, a veces es un lacayo y otras un insurrecto, a veces un conformista y otras un rebelde” (…). El catalán es un ser humano que se da —que me doy— pena.
 Unamuno dice que [los catalanes] hasta cuando parecen que atacan están a la defensiva". 

El catalán. “El bilingüismo plantea, a mi modo de ver, el problema del subconsciente catalán —origen de todo el drama cultural del país— [cuando Pla dice “país” quiere decir Cataluña], porque el pueblo que no logra manifestar su subconsciente de manera holgada, libre y normal, pierde fatal y certeramente su personalidad.
 El arrinconamiento al que aludo crea en el catalán un sentimiento de inferioridad permanente. 
Esto ha dado lugar a una psicología curiosa: la psicología de un hombre dividido, que tiene miedo de ser él mismo y, al mismo tiempo, no puede dejar de ser quien es, que se niega a aceptarse tal como es y que no puede dejar de ser como es. 
No son elucubraciones mías, son hechos.
 Son las señales típicas del complejo de inferioridad”.

Despreciaba a Jordi Pujol, al que llamaba "el Milhombres", y Pujol le correspondió echándolo de Destino en cuanto compró la revista a través de Banca Catalana. 
Soportó la censura como pudo. Francesc Montero lo documenta en la presentación de este libro. 
En un texto sobre el amor, le tacharon la siguiente frase: "El amor cristiano es puro tedio —aburrimiento cósmico". 
En una ocasión en que Lluís Pericot hace una crítica a la dictadura, Pla lo cuenta y añade: “Pero por lo bajo (porque entonces gobernaba Franco)". El censor tacha esta frase.
 Acerca de los madrileños de mucha raigambre, de los que dice que en la guerra civil, en general, se mantuvieron a la expectativa, Pla escribe: “Al triunfar el franquismo, practicaron el franquismo con delirio”.
 Eliminado. Sobre el puritanismo de aquel régimen escribe: “El alcohol es muy productivo, pero devasta a la gente”. 
El censor deja esta frase, pero suprime esta otra: “Lo sé por experiencia. La Guerra Civil y el franquismo han sido fatales.
 Ha sido un régimen de jesuitas y curas abstemios, inútiles y fanáticos”.
¿Misógino Pla? No da esa impresión en este libro. 
Pero se regodea escribiendo de personajes adinerados que presumen de sus correrías en casas de citas.
 Él mismo se presenta como víctima de aquella España “sobrecargada de catolicismo y de curas y frailes”.
 Su insatisfacción la expresa así: “¡La edad en la que corría todo el día con el pito bajo el brazo! ¡Qué tragedia! Es horrible, literalmente”.

 

Las mujeres mueren más por infarto que los hombres ............ Beatriz Portinari

Las mujeres mueren más por infarto que los hombres y es porque los síntomas son completamente diferentes.

¿Es la medicina machista? Cardiólogos y expertos han hecho un análisis y estas son sus conclusiones.

infarto mujeres
Cuando se habla de infarto al corazón, el imaginario popular enseguida identifica un dolor intenso en el pecho que se extiende hacia el brazo izquierdo. 
Y efectivamente, esos son algunos de los síntomas… en los hombres. 
Las mujeres presentan sintomatología diferente, por lo que no se suele identificar a tiempo y esto provoca una mortalidad más elevada.
El último informe Defunciones según causa de la muerte del Instituto Nacional de Estadística lanza una clara advertencia: en España, la enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte, por delante incluso del cáncer y las enfermedades respiratorias.
 Y no solo eso; existe una brecha de mortalidad cardiovascular entre mujeres (67.736 fallecimientos) y hombres (56.461). Es decir, la mujer muere un 6% más que el hombre por problemas del corazón.

¿A qué se debe esta diferencia de más de 10.000 muertes anuales entre hombres y mujeres? A que durante años se ha interpretado el infarto del corazón como algo típicamente masculino, con síntomas que no coincidían con los de la mujer y por tanto no se acudía a urgencias a tiempo
Esto, unido a los hábitos de vida cada vez menos saludables, el estrés, el tabaquismo y el desconocimiento sobre el peligro de esos síntomas ha hecho que la mujer sea carne de cañón para la angina de pecho. "El infradiagnóstico del infarto femenino es uno de los ejemplos más obvios de las consecuencias del androcentrismo, habitual en la cultura occidental, desde los comienzos de la Historia de la Medicina" , reflexiona Nuria Varela, autora de Feminismo para principiantes.
  Y añade: "Situamos al hombre como centro de todas las cosas, desde Vitruvio.
 Hasta hace poco, las pruebas de todos los medicamentos se testaban siempre en hombres y por tanto no se conocían posibles efectos secundarios en mujeres. 
Con los infartos sucede lo mismo. Conocemos bien cómo son en el hombre, pero no en la mujer.
 De ahí que no lo detecten a tiempo. Esa diferencia en los síntomas y falta de conocimiento para su detección precoz influye en su mortalidad".

Infradiagnóstico y mortalidad

El perfil de riesgo coincide con mujer mayor de 65 años, con un perímetro de la cintura que mida más de 88 centímetros —es decir, cierto riesgo de obesidad—, con el colesterol por encima de 280 mg/dl y tensión arterial superior a 160 mmHg, fumadora, sedentaria pero con altos niveles de estrés y una dieta irregular, alta en grasas. 
Esas son todas las papeletas para sufrir una enfermedad cardiovascular, aunque también influye una predisposición genética con antecedentes familiares. 
Si se tiene dos o más factores de riesgo conviene acudir al médico para prevenir.
"En Occidente, la enfermedad cardiovascular mata a más mujeres que el tan temido cáncer de mama", José María Gámez, presidente de la Sociedad Balear de Cardiología y coordinador nacional del estudio SIRENA
En España existía amplia bibliografía sobre cardiopatía isquémica [se produce cuando el flujo de sangre al músculo del corazón se reduce en un bloqueo parcial o completo de las arterias del corazón] en pacientes masculinos, pero faltaba documentación que analizase la perspectiva femenina lo que durante años ha abierto la puerta una discriminación machista en el diagnóstico.
El estudio SIRENA de la Agencia de Investigación de la Sociedad Española de Cardiología se planteó como objetivo describir el perfil clínico de las mujeres atendidas en consultas de cardiología, para estimar la prevalencia de sus factores de riesgo y saber en qué se estaba fallando para que sigan produciéndose tantas muertes.

Participaron 41 investigadores cardiólogos de todo el país, con una muestra de 631 mujeres con cardiopatía isquémica estable. Descubrieron que las pacientes que habían sufrido un evento coronario previo no estaban bien controladas, porque seguían con elevados índices de colesterol, diabetes e hipertensión.
 Y esto sí que se podría mejorar.

"La cardiopatía isquémica sigue siendo la principal causa de muerte cardiovascular en ambos sexos, pese a que en la mujer se desarrolla con menor frecuencia y a una edad más tardía que los varones", explica el doctor José María Gámez, presidente de la Sociedad Balear de Cardiología y coordinador nacional del estudio SIRENA.
"Considero que fallamos en el reto diagnóstico, por la atipicidad de los síntomas en muchos casos, y por restar importancia a una patología que se consideró de hombres
Tampoco podemos olvidar que en Occidente, la enfermedad cardiovascular mata a más mujeres que el tan temido cáncer de mama", advierte el investigador.

Tabaquismo y estrés

Cada año, 3,9 millones de personas mueren en Europa por enfermedad cardiovascular, que afecta al 52% de las mujeres
 Una disminución de la sangre que irriga al corazón es responsable de 33.413 de muertes por enfermedades isquémicas, mientras que la falta de riego que llega al cerebro provoca 27.850 muertes por accidente cerebrovascular.
Según el cardiólogo Carlos Macaya, presidente de la Fundación Española del Corazón, una de las razones de por qué las mujeres mueren más y por qué el tratamiento es menos eficaz es porque llegamos tarde:
 "El único condicionamiento físico sería no solo la influencia de las hormonas, sino que las mujeres tienen el tamaño de las arterias algo menor que los hombres.
 Y por tanto es más difícil trabajar con arterias más pequeñas.
 Pero tendríamos que tratarlas antes, abrir la arteria que tenga ocluida… Podríamos salvar muchas vidas, pero sabemos que, en general, tardan 16 minutos más en llamar a urgencias: la paciente y su familia no piensan que pueda estar sufriendo un infarto".
Para el cardiólogo, en los últimos 40 años han aumentado las enfermedades cardiovasculares en la mujer porque ha cambiado sus hábitos: fuman más que antes, se han incorpordo al mundo laboral sin que se disminuyan sus tareas en el hogar, cuidan menos su alimentación a partir de cierta edad y su estrés aumenta.
"Trabajar no es malo, lo malo es la presión a la que están sometidas y la doble carga laboral y doméstica", señala Macaya.
 "Tampoco ayuda que el dolor de un infarto no sea tan identificativo en el pecho y se traslade al cuello o la espalda, porque eso despista. ¿Sería un dolor de localización no frecuente? No: sería atípico en el hombre, pero común en la mujer".
Alguna vez se confunde con un corte de digestión, por eso restan importancia a los síntomas y lo valoran como un problema digestivo.
 Y ese retraso en el diagnóstico y atención médica hace que las células del corazón se estén muriendo
. "Incluso aunque sobrevivan al infarto, su calidad de vida empeora. Ante la más mínima sospecha, si los síntomas pasan de 10 minutos habría que llamar al 112.
 No importa si es una falsa alarma: ojalá lo fuera. 
Los médicos preferimos acudir a una falsa alarma antes que certificar una defunción", concluye el cardiólogo.





 

 

 

 

11 dic 2017

Cuatro situaciones en las que es legítimo plantear una relación abierta

En una pareja es lícito todo lo que se comparta y se cumpla, no es una pareja abierta la que comparta infidelidades ¿O si?
 Un hombre acepta de buena gana que su pareja salga de viaje con otro hombre? NO, no lo creo que sea aceptado y si lo hace él mentiría, la Pareja abierta no existe, son fabulaciones masculinas que procura no decir a la mujer que viva con él.
El ejemplo de Sartre y Simon de Buvoir es una mentira.
 Ella sufria mucho, y se acostaba con las amantes de Sartre para humillarlas y reirse con él luego....no, no es abierta., es sumisión digan lo que digan.

Cómo abordarlo para que no sea el fin de años de relación sino el principio de otra etapa.

 

pareja abierta
Cuando se hacen unos votos matrimoniales se promete amar al otro para siempre (entendamos por siempre, un periodo ambiguo de tiempo); sin embargo, lo que pocas veces se promete ante el altar es no tener sexo con nadie más que esa persona, mientras dure la relación.


La fidelidad es un concepto que, por mucho que hablemos de poliamor y de relaciones abiertas, seguimos dando por hecho en la mayoría de los casos. 
Sin embargo, si algo se aprende en la vida, es que no todo es blanco o negro. 
A veces se dan situaciones por las que una pareja que se ha sido fiel decide abrir el debate sobre si es posible tener sexo con otras personas.
 Una de esas ocasiones puede llegar cuando uno de los dos, por el motivo que sea, ya no quiere tener sexo con el otro, y el otro decide que no quiere renunciar a su pareja, pero tampoco a seguir teniendo una vida sexual.

Diferentes motivos

Recientemente The New York Times publicaba la carta de un hombre que relataba que la enfermedad de su mujer hizo que ella no se interesase más en su vida sexual, por lo que ambos pactaron que él pudiera tener una vida sexual fuera del matrimonio.
 "Hace algunos años, mi esposa tuvo problemas de salud y me dijo que ya no está interesada en el sexo en ninguna de sus manifestaciones.
 Yo sigo adorándola, pero la falta de intimidad sexual me parece tremendamente difícil.
 Le pedí permiso para buscar una relación sexual saludable, pero no competitiva, con alguien más".
La sexóloga Ana Belén Rodríguez del centro SEES explica que a su consulta han llegado casos parecidos.
 “Los casos más frecuentes son parejas que no tienen el mismo deseo, es decir, en uno de los miembros existe una necesidad de mayor número de encuentros sexuales o de mayor frecuencia y abren la posibilidad de relaciones sexuales con otras personas, o bien parejas las cuales teniendo relaciones sexuales satisfactorias, alguno de sus miembros quiere experimentar otras situaciones sexuales que se salgan de la monotonía y rutina, dando paso a que puedan hacerlo fuera de la relación de pareja”.
Muchas veces no se refieren a fetiches extravagantes u oscuros deseos.
 De hecho, un estudio realizado por la web de contactos para casados Victoria Milan desvelaba que uno de los principales motivos que sus clientes alegaban para tener una aventura, era precisamente el morbo por el sexo oral.
 De esta forma se realizó una encuesta a 9.107 miembros de su portal, procedentes de 22 países, para saber qué les llevaba a cometer una infidelidad.
 En el caso de España, fue llamativo que el 80% de los hombres y el 84% de las mujeres respondieron tener una especial predilección por las prácticas de sexo oral.
 La ausencia de las mismas dentro de la pareja, era por tanto un motivo para tener sexo con alguien más.
A este respecto, la también sexóloga María Esclapez aporta que “a veces no es siquiera una cuestión de satisfacción, sino de estímulos, incluso aunque con la pareja se tengan relaciones sexuales maravillosas, se necesita otro tipo de estímulos fuera de esta, y si se pacta y se llega a un acuerdo, no hay problema".

¿Van unidos sexo y amor?

Se ha dicho mucho sobre si puede haber sexo sin amor, pero, ¿amor sin sexo?
 Aunque el sexo parece una de las claves para unir a una pareja no es una cuestión imprescindible.

Así, en las conclusiones de un estudio realizado por Meg John Barker y Jacqui Gabb con más de 5.000 personas en relaciones a largo plazo, y que publicaron en su libro Los secretos de un amor duradero, el sexo no era un factor clave a la hora de mantener una relación existosa en el tiempo.
 O al menos no más que compartir valores o intereses, o ser los mejores amigos.
Eso no quiere decir que esas personas no necesitaran el sexo para sentirse realizadas, lo que de nuevo abre el debate sobre si se puede tener una relación romántica con una sola persona y relaciones sexuales con otras.
 A este respecto, María Esclapez reflexiona que “no somos máquinas, no podemos decir esto es solo sexo para siempre y nunca jamás me voy a enamorar de esta persona”, pero “sí que puedes tener sexo con una persona porque te despierta deseo sexual y excitación y amor con otra persona”.

A este respecto, la sexóloga del centro SEES añade que “en terapia se recomienda restablecer sus propias reglas de pareja, tal y como las quieran plantear, filtrando las ideas preestablecidas socialmente y valorando de forma individual y conjunta cuáles son sus prioridades”.

Acuerdos consentidos

Precisamente, una de las cuestiones que remarcaba el lector de The New York Times era que, tras pactar con su mujer abrir un perfil en una web de contactos y dejar clara su situación se encontró con que su perfil producía un gran rechazo ya que muchas usuarias consideraban que "estaba engañando a mi esposa —incluso con su permiso— y debería recibir un castigo".
En este sentido, Esclapez apunta que "a veces da la sensación de que cuando se abre la pareja es porque uno de los dos cede". Esto ocurre porque "socialmente la monogamia está bien vista" y la poligamia no tanto, por eso "se tiende a pensar que siempre hay algún tipo de presión, pero no tiene por qué ser así: hay parejas que tienen ese pensamiento en común", y hay que entenderlo como tal.
Ana Belén Rodríguez lo ha visto en su consulta:
 “Cuando se da una diferencia en el grado de deseo sexual las parejas lo abordan desde el sentimiento de culpabilidad y de frustración de no poder satisfacer a su compañero o compañera; a veces incluso desde la presión que pueden sentir, pues generalmente ha existido una demanda previa constante por parte de su pareja.
El acceder a soluciones como abrir la pareja, a pesar de los miedos que pueda conllevar, suele ser bastante liberador". "Evidentemente que es lícito que uno de los miembros de la pareja se plantee tener sexo con otras personas", insiste el psicólogo Nacho Coller, sobre todo "si el otro decide de forma unilateral, estando en plena conciencia de sus facultades, y por las razones que sea, dejar de tener sexo dentro de la pareja". 
Y recuerda: "La decisión de no tener sexo va a hacer que el modelo tradicional de relación haga aguas de una manera o de otra, ya que las pulsaciones y los deseos sexuales no van a desaparecer en el otro miembro".

Así, el debate es cómo plantear este nuevo acuerdo en una relación, que hasta ese momento tenía otras reglas.
 Antes de dar ese paso, el psicólogo recomienda "que la pareja investigue qué es lo que ha hecho que la persona adopte la decisión de olvidarse del sexo e intentarla comprender e invitarla a que reflexione sobre ello, con la intención, claro está, de que abandone la idea.
 Las relaciones sexuales no solo se reducen al coito, hay una amplia gama de opciones y estaría bien que se valoraran y que los dos se esforzaran por mejorar su vida sexual”.
 Paralelamente habría que pactar los nuevos límites, por ejemplo "que no repitiera con otra persona, que fuera franco si apareciera cierta confusión, etcétera".
Si bien reconoce que no es fácil "gestionar el estar en casa y saber que el otro está teniendo relaciones, como tampoco es fácil aceptar que tu pareja te diga que no quiere más sexo contigo y resignarse", si se quiere apostar por la supervivencia de la pareja, solo queda "apostar por la confianza y poner el foco en pensar que unos minutos cada equis tiempo, no pueden dilapidar una relación de años".

Si esta opción no es debatible, Coller apela al sentido común y a la sinceridad para una buena comunicación, si bien insiste en que no se trata de una decisión fácil, teniendo en cuenta nuestro modelo de relación social. De esta forma, habría que dejar claras ideas como que "el que se mantiene en casa (abstinente voluntario) ha de tener claro que el otro va a seguir compartiendo el proyecto vital que tienen en común y que no se va a enamorar o se va a asociar con otra persona".

Edurne Pasaban: “He visto la muerte más cerca en la vida real que en la montaña”

La alpinista confesó en el programa 'Chester Dreams' que pensó en quitarse la vida en más de una ocasión debido a una depresión que sufrió en 2006.

Edurne Pasaban durante la entrevista en el programa televisivo 'Chester Dreams'.
Edurne Pasaban durante la entrevista en el programa televisivo 'Chester Dreams'.

La alpinista Edurne Pasaban (Tolosa, Guipúzcoa, 1973) ha confesado este domingo durante el programa Chester Dreams (Canal Cuatro) que pensó en quitarse la vida en varias ocasiones debido a una depresión que sufrió durante 2006. 
"He visto la muerte más cerca en la vida real que en la montaña. Imagínate no tener miedo a subir montañas de 8.000 metros y que luego no sea capaz de meter mi cabeza por un buen camino", comentó la deportista a Risto Mejide, presentador del espacio televisivo.
La montañera, primera mujer en la historia en subir los 14 ochomiles, declaró haber tomado antidepresivos en las últimas expediciones que ha realizado. 
"No pasa nada por que una persona tenga que tomar una pastilla. Tomamos una pastilla para el tiroides o el azúcar, por qué no podemos tomar una para poner esto bien", dijo mientras se señalaba la cabeza con la mano.
Pasaban narró cómo, a comienzos de 2006, pasó cuatro meses en un centro para iniciar un tratamiento con el que poder superar la depresión. 
"El psiquiatra me decía que no entendía cómo una persona que tiene el valor para subirse ahí arriba, no lo tiene para vivir en esta vida".
 La deportista contó a Mejide que a finales de 2005 empezó a perder la motivación y a no tener ganas de escalar.
 "Tenía 32 años, y mis amigas tenían una vida diferente de la mía: se empezaban a casar, tenían novio, su vida iba encaminada a algún sitio", explicó.
La deportista describió su enfermedad como un fuerte dolor interior que le comía por dentro. 
"Pedí ayuda a mis padres, les decía: ayudadme a sacarme esto de aquí", le relató visiblemente emocionada a Mejide.
 Pasaban afirmó que "ese dolor" le llevaba a hacer cosas que no controlaba, pero que, gracias a su familia y amigos, pudo superarlo.
Durante el programa, la invitada recibió la visita de su compañero y alpinista Juanito Oiarzabal (1956, Vitoria), con el que tuvo un desencuentro tras un incidente en 2011, cuando Pasaban tuvo que cambiar su rumbo en una expedición al monte Everest (Nepal) para ayudar Oiarzabal, que en esos momentos se encontraba con dificultad en el Lhostse, montaña cercana de donde se encontraba el equipo de la deportista vasca.
 Ambos compañeros se reconciliaron con un abrazo y prometieron volver a escalar juntos.