Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

8 dic 2017

Orgullo vallecano..................................... Patricia R. Blanco ..

Vallecas ya no es un escenario de película quinqui, pero los estereotipos sobreviven al tiempo.

 

Manifestación contra la droga de vecinos del Pozo del Tío Raimundo, en 1990.
Manifestación contra la droga de vecinos del Pozo del Tío Raimundo, en 1990.
No temo por mi vida cada vez que salgo de casa. 
Y eso que soy de Vallecas. Del Puente.
La prensa lleva días publicando que la droga vuelve a tomar el barrio
Es verdad que han vuelto las caceroladas de vecinos que protestan con razón por la existencia de narcopisos —ya han sido desmantelados nueve— y por la inseguridad que generan. 
Pero decir que “vuelve la droga” no es quizá la expresión más adecuada, suena un poco peliculera, tipo La estanquera de Vallecas, reloaded.
Yo era una niña en los ochenta y recuerdo cómo en el camino al colegio mi madre me agarraba con fuerza la mano cuando pasábamos por los soportales donde los toxicómanos se inyectaban heroína a plena luz del día.
 Eso sí qué era tener la droga en la calle. 


Fotocartón de 'Colegas' (1982), la película en que la vivía de pequeña.
Fotocartón de 'Colegas' (1982), la película en que la vivía de pequeña.
Vallecas no es ya un escenario de película quinqui, pero los estereotipos sobreviven al tiempo. Son cómodos. Hace poco me pidieron consejo sobre si aceptar o no una oferta de trabajo en un centro médico de Entrevías porque el interesado, que no conducía, debería desplazarse en tren hasta la estación de El Pozo. ¡Qué temeridad! Es, por cierto, la misma estación junto a la que viven los cientos de vecinos que el 11 de marzo de 2004 ofrecieron sus coches particulares para trasladar a los hospitales a heridos del atentado terrorista.
Los clichés pueden llegar a resultar indestructibles. He leído crónicas sobre el Rayo Vallecano que antes de hablar de fútbol arrancaban su relato aludiendo a las ropas tendidas en los balcones que rodean el campo, para subrayar que aquí somos pobres, pero limpios.
No enumeraré las veces en las que alguien me ha contado que “una vez” estuvo en Vallecas como si de una hazaña se tratase; como quien te dice que no es racista porque tiene un amigo negro.
 Son incontables las miradas de compasión mal disimulada que me han dedicado cuando he mencionado el barrio en el que vivo. 
“Pero será en la zona noble, ¿no?”, me han llegado a interpelar. Incluso yo misma me he justificado diciendo que “Vallecas ya no es lo que era”. 

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Un hombre contempla la vista desde del Cerro del Tío Pío, en Vallecas.
Un hombre contempla la vista desde del Cerro del Tío Pío, en Vallecas.
Ha cambiado mucho
. Cuando era pequeña, un chaval apodado El Bizco se hizo famoso en el barrio por  haber sido figurante en una película del cine quinqui que rodaron cerca de mi bloque.
  Era la época en la que los pisos nuevos de protección oficial convivían aún con casas abandonadas medio en ruinas y calles sin aceras. 
En invierno, jugábamos en los charcos de barro y caminábamos por tablas los días de colegio para llegar con los zapatos impolutos. Pobres pero limpios, claro.
 Entonces sí que había droga en la calle, tanta, que en la peor época nuestras madres no querían que jugáramos en la arena del parque por si nos pinchábamos con una jeringuilla usada.
 En muchos otros barrios de España ocurría lo mismo, sin embargo, en el imaginario colectivo el estigma quinqui solo se aferra a algunos.

Hace años que esa Vallecas quedó atrás. 
Y ahora, a 15 minutos en metro del centro de Madrid, empieza convertirse en refugio de ciudadanos expulsados por los precios de los barrios castizos y la invasión del AirBnb. 
La escena que confirmó mi sospecha de que quizás nos estamos gentrificando un poco ocurrió hace un par de semanas cuando dos vecinas jóvenes, en un español con acento británico, me preguntaron por el supermercado. ¡Los ingleses han llegado al barrio!

Vallecas sigue necesitando inversión, golpeada por la crisis y olvidada por sucesivos gobiernos del PP que pocos votos han podido arañar en una zona que tradicionalmente se ha decantado por la izquierda.
 Pero aquel barrio en el que Eleuterio Sánchez Campo, El Lute, secuestró a una familia para esconderse en su piso mientras huía de la policía es ahora el lugar que alberga la Asamblea de Madrid, en el que se han construido edificios que han ganado premios de arquitectura y donde gente de toda la ciudad acude para pasear por el Cerro del Tío Pío.
 Los vallecanos lo bautizamos con el más sugerente Parque de las Siete Tetas. 
La avenida de la Albufera, una de las arterias principales del Puente de Vallecas, es una de las novedosas "zonas 30" desde hace apenas un mes: no se puede circular a más de 30 por hora para favorecer el uso de las bicicletas.
 Van a abrir un hiper 24 horas y hasta hay alguna cafetería cuqui.

7 dic 2017

Raphael suspende su concierto en Gran Canaria por una indisposición

Iba a actuar este miércoles en el Auditorio Alfredo Kraus - Se valorará trasladar la actuación a otra fecha, y desde el jueves se podrán devolver las localidades.

 

Raphael suspende su concierto en Gran Canaria por una indisposición
El cantante Raphael ha tenido que suspender su concierto de este miércoles, previsto para las 20.30 horas, en el Auditorio Alfredo Kraus, por sufrir una indisposición.
"En función del reconocimiento médico al que está siendo sometido el cantante, la productora valorará la posibilidad de trasladar el concierto a una nueva fecha.
 En este caso, se informará en los próximos días de la nueva cita y no sería necesario el cambio de las entradas, ya que serán válidas para la nueva fecha", expone en un comunicado la Fundación Canaria Auditorio y Teatro de Las Palmas de Gran Canaria.

DiCaprio compra un cuadro de Basquiat por 850.000 dólares

El actor, reconocido coleccionista, realizó la adquisición el miércoles en el Art Basel de Miami.

El actor Leonador DiCaprio.
El actor Leonador DiCaprio. GTRES

 Leonardo DiCaprio adquirió el miércoles en el Art Basel de Miami una obra de Basquiat que salía a la venta por 850.000 dólares. 

La venta se realizó en una sala privada en la que el actor y su asesora de arte, Lisa Schiff, formalizaron con discreción la venta.

 El ganador de un Oscar, que intentó esconder su identidad bajo una gorra de béisbol y una sudadera negra mientras caminaba con un gran séquito, pasó más de una hora en el stand de Van de Weghe durante la vista previa reservada a los clientes VIP de la feria.

 DiCaprio se hizo con un trabajo de 1983 de Jean-Michel Basquiat, titulado Alambre, que mide 76 x 56 cm y está firmado y titulado en el reverso y presenta una figura que mira una mosca.

 Jean-Michel Basquiat, el gran artista callejero del siglo XX, 30 años después de su muerte a los 27 por sobredosis, convertido en icono omnipresente y en peso pesado del mercado del arte, es el objeto estos días de una gran exposición en el centro Barbican de Londres.

 Antes DiCaprio se detuvo en numerosos puestos de galerías, incluyendo Luhring Augustine, Metro Pictures, que exhibía una gran obra de arte de Cindy Sherman, White Cube, Max Hetzler, Hauser & Wirth y Acquavella.

 A los fotógrafos que intentaron tomarle una foto al actor se les dijo que serían expulsados y se les revocarían sus pases de prensa.

 También en el recorrido del Art Basel Miami estuvo Brad Pitt y la modelo Frederique van der Wal.

 

'Jean-Michel Basquiat: Ahora es el momento', en el Museo Guggenheim de Bilbao.
'Jean-Michel Basquiat: Ahora es el momento', en el Museo Guggenheim de Bilbao. ASSOCIATED PRESS
La colección del intérprete incluye obras de Picasso, Salvador Dalí, Takashi Murakami, Sarah Lucas, Ed Ruscha o Elisabeth Payton. Una afición que le ha llevado a ser un rostro habitual en la feria de arte más famosa del mundo, Art Basel, o a copresidir la Art + Film Gala del Museo de Arte de Los Ángeles.

Antonio Banderas compra El Pimpi, su restaurante favorito de Málaga

El actor ha adquirido una parte de esta taberna de tapas y vinos creada en 1971, uno de los locales más afamados de la ciudad.

Antonio Banderas 
Antonio Banderas, el pasado abril en Alcalá de Henares.

 El actor malagueño Antonio Banderas ha comprado El Pimpi, su restaurante favorito de su ciudad natal y uno de los restaurantes más afamados de la zona. 

El intérprete, que siempre presume de sus raíces andaluzas, ha adquirido una parte de esta taberna de tapas y vinos creada en 1971, en concreto, la participación que tenía Francisco Campos. Banderas no será accionista mayoritario del establecimiento, que está ubicado enfrente del edificio en el que reside en esta capital de provincia y al que va con frecuencia a tomar un vino o a comer con su familia.

 

En El Pimpi, además, hay una foto de Antonio Banderas con una gorra, con la que suele ir al establecimiento para pasar desapercibido, firmando uno de los barriles de vino.
 Este restaurante está ubicada en un antiguo caserón malagueño del siglo XVIII y, según su propia página web, es una de las "bodegas con más solera de Málaga, donde es posible disfrutar de la gastronomía local y de los vinos de la tierra pero, sobre todo, de la tradición y culturas propias del sur de España".
La empresa prevé en esta etapa abordar nuevas líneas de negocio a corto plazo: catering, una escuela gastronómica y la Fundación El Pimpi, que se dedicará a facetas culturales y sociales, según ha explicado el gerente, Pablo Gonzalo, que ha calificado la entrada de Banderas como "un revulsivo en la línea de crecimiento de El Pimpi en la última década". 
La llegada del actor coincide con la salida de otro socio, su fundador Francisco Campos, que será el presidente de honor de la fundación.
 El hermano del intérprete, Francisco Javier Banderas, entrará a formar parte del consejo de administración de la compañía, en la que se integran también la familia Cobos, encabezada por José Cobos, y el gerente de la empresa.

El actor malagueño Antonio Banderas ha comprado El Pimpi, su restaurante favorito de su ciudad natal y uno de los restaurantes más afamados de la zona. 
El intérprete, que siempre presume de sus raíces andaluzas, ha adquirido una parte de esta taberna de tapas y vinos creada en 1971, en concreto, la participación que tenía Francisco Campos. 
Banderas no será accionista mayoritario del establecimiento, que está ubicado enfrente del edificio en el que reside en esta capital de provincia y al que va con frecuencia a tomar un vino o a comer con su familia.


Por las mesas de El Pimpi —el nombre hace referencia a un personaje popular malagueño que ayudaba a las tripulaciones y pasajeros de los barcos que llegaban al puerto de la ciudad— también han pasado otras personalidades conocidas como la familia del pintor Pablo Picasso, Carmen Thyseen o la Duquesa de Alba, según informa el local en su web.
Antonio Banderas se ha ganado el respeto de Málaga a lo largo de los años.
 Aunque el pasado mayo abandonó una iniciativa cultural en su ciudad natal, la fama y el amor por su tierra le ha proporcionado buenas relaciones con todas las Administraciones y tiene previsto desarrollar un proyecto escénico en el Teatro Alameda, ubicado en el centro de la capital malagueña.
 En 1996, por ejemplo, apoyó en un vídeo a Felipe González, lo que le valió ataques entre los conservadores, que se reprodujeron más tarde, cuando le acusaron de cobrar tres millones de euros por una campaña de promoción del jamón y el aceite de oliva para la Junta de Andalucía.
  En realidad, el intérprete solo cobró una pata y una botella de los productos que promocionó.
 Las discrepancias acabaron al ser reconocido, en 2013, hijo predilecto de Andalucía, comunidad que para él, dijo, "es una necesidad" de la que nunca se separa.