Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

24 nov 2017

Ferrocarril de la muerte al fin del mundo Publicado por Octavio Domosti Tren de suministros para prisioneros deportados a Siberia. Fotografía: Getty Images.

Ferrocarril de la muerte al fin del mundo

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Tren de suministros para prisioneros deportados a Siberia. Fotografía: Getty Images.

Si hoy en día escuchamos a alguien hablar del «Ferrocarril de la Muerte», en principio pensaríamos en nazis o en una novedosa instalación de un parque de atracciones, aunque si también nos facilitaran el nombre oficial del tramo (Salejard-Igarka) afinaríamos más la localización y, seguramente, hasta aventuraríamos con gran seguridad el momento histórico.
 En efecto, se trataba de un tramo ferroviario de la URSS en tiempos de Iósif Stalin

Con el objetivo de unir por tren Moscú con las zonas más alejadas de Siberia y así cohesionar el territorio, construir bases nucleares apocalípticas, extraer materias primas y reducir el número de reclusos, Stalin envió a unos cien mil prisioneros a construir ese tramo en unas condiciones dantescas y aquello se saldó como todos imaginamos. 
El dictador de formidable mostacho, ya sea porque era un megalómano mesiánico o un psicópata (en general, lo primero implica lo segundo), o porque tenía todos sus ahorros invertidos en funerarias, entre 1949 y 1953 se apuntó otras decenas de miles de muertes a su abultada cuenta particular en la construcción de casi 700 km de los 1300 km del trazado total. 
En cuanto murió Stalin y se enfrió lo suficiente el cadáver como para no temer que pudiera mandar a nadie más a Siberia, los dirigentes soviéticos pararon en seco la construcción, no solo por motivos humanitarios, sino porque aquello estaba siendo un sinsentido. 

En la época veraniega, el armamento de vía se hundía bajo su propio peso en un fangal, sin siquiera pasar material móvil, y la habitual precisión milimétrica que exige el ferrocarril en aquel trazado se tornaba en métrica por los movimientos del suelo tanto en planta como en alzado: la vía quedaba como una cuerda en un bolsillo.
 Hoy en día aún se puede fotografiar lo que queda de algunos tramos que están desapareciendo lentamente en el terreno como si aquello fuera la digestión de un sarlacc.
 La causa de este desastre se debía al permafrost que, como su propio nombre indica, es una capa del suelo que está permanentemente congelada. 
Sobre esta franja se encuentra el suelo propiamente dicho que en el periodo invernal también está congelado al estar en contacto con hielo y nieve y que, cuando llega el tiempo cálido, el deshielo mezcla y forma un barro bastante espeso.
 Contrariamente a lo que nos indica el sentido común, las cargas que el ferrocarril transmite al terreno no son tan altas como podríamos sospechar: si cada rueda soporta 10 toneladas de carga, el balasto transmite a la plataforma en torno a 1 kilo por centímetro cuadrado (un terreno normal para cimentar se suele considerar que soporta 2 kilos por centímetro cuadrado).
 Pero es que cuando el suelo prácticamente fluye como el chocolate a la taza, cualquier peso es excesivo: los carriles y traviesas sobre aquel terreno se comportaban como un cuchillo sobre gelatina.
 En vista de este desastre, tuvieron que pasar unos cuantos años antes de que alguien volviera a plantearse un ferrocarril faraónico sobre el permafrost.

Bovanénkovo
Entre 1958 y 1964, un equipo capitaneado por el geólogo Vadim Bovanenko redactó un estudio de los recursos minerales de la península de Yamal, situada algunos cientos de kilómetros al norte de la infausta Salejard-Igarka y por encima del círculo polar ártico, donde se concluía que en el subsuelo se encontraban bolsas colosales de gas. 
Hoy en día se estima que los yacimientos de Yamal llegarán a suministrar del orden de trescientos sesenta mil millones de metros cúbicos de gas al año: es un número tan grande que se pondría mejor en contexto con el emoji de la bailaora flamenca que con campos de fútbol.
En 1971 se confirmaron las predicciones del estudio y se descubrió uno de estos yacimientos, que se nombró Bovanénkovo como homenaje póstumo al geólogo que había descrito su ubicación. 
La explotación de estos gigantescos recursos necesitaba en primer lugar de vías de comunicación para acceder e instalarse y ya, con el tiempo, se iría viendo cómo extraerlo, porque se consideraba demasiado caro con la tecnología disponible en aquel momento. Con este fin comenzaron las obras de la línea férrea a mediados de los años ochenta, con más voluntarismo que certeza puesto que no estaba muy claro cómo iban a resolver con éxito lo que les supuso la ruina en el Salejard-Igarka. 
En ello estaban cuando la historia llamó a la puerta: la URSS se desmoronó y la construcción del ferrocarril, como tantas otras cosas, entró en un periodo convulso hasta que finalmente se paró. Del trayecto Moscú-Bovanénkovo estaban construidos unos 2400 kilómetros, pero faltaban los casi seiscientos kilómetros más complicados, los que estaban más al norte.
La situación cambió con Vladímir Putin en el poder, cuando declaró proyecto estratégico nacional la explotación de los yacimientos de gas en «el fin del mundo», que es lo que significa Yamal en la lengua local.
 A través de Gazprom, el gigante gasístico estatal-privado ruso, se retomó el asunto englobándolo bajo el bilbaíno nombre de «Megaproyecto Yamal», donde, además de gasoductos, puertos, instalaciones para la extracción y demás parafernalia industrial, también se encontraba la finalización de la vía férrea que lo comunicaría con Moscú con la ejecución del tramo Obskaya-Bovanénkovo-Karskaya, de unos 572 kilómetros de longitud. 
Este ferrocarril era vital para llevar provisiones, equipos técnicos, materiales de construcción y personal a los distintos yacimientos de la península, por lo que su construcción se priorizó a todos los niveles, siendo el primero de todos el investigador.
 Que sí, que allí había gas para dar y tomar, pero el terreno natural sobre el que debía circular el ferrocarril seguía siendo uno de los peores posibles, con comportamientos muy variables a lo largo del año, con diferentes acciones del agua tanto sólida como líquida y, aun siempre con un frío atroz, con variaciones de temperatura de en torno a cincuenta grados entre verano e invierno: en definitiva, el sueño de todo ingeniero en una cálida noche sufriendo una digestión muy pesada y con un tipo dándote martillazos en las rodillas. 
La solución que dieron los investigadores rusos consiste en un sistema de aislamiento térmico combinando espuma de poliestireno y geotextiles con capas de arena húmeda que a temperatura ambiente rápidamente se congelan y endurecen. 
Protegiendo además los laterales del terraplén con siembras y geotextil, con incontables drenajes transversales para evitar que las aguas del deshielo queden retenidas por el efecto dique, y con el esfuerzo de unos siete mil quinientos trabajadores en las tremendas condiciones climáticas invernales de Yamal, han conseguido que la plataforma se mantenga en su sitio y con suficiente consistencia durante todo el año.
El puente sobre el Yuribéi
Otro de los grandes hitos ingenieriles de esta línea es el cruce del ferrocarril sobre el río Yuribéi.
 En la época fría, el río ocupa un canal natural de entre doscientos y trescientos metros y permanece helado, pero con el deshielo de junio y julio, y debido a las grandes planicies de Yamal, el cauce pasa a tener de tres o cuatro kilómetros de anchura, ocupando toda la llanura de inundación.
Los ingenieros diseñaron un puente con una vida útil de cien años, una cifra desorbitada o muy optimista para este entorno.
 Dado que hay dos cauces típicos (el invernal y el de deshielo), se dieron dos soluciones distintas: el cauce invernal se salva con dos vanos de unos 110 metros de luz cada uno, materializados con clásicas celosías tipo Warren con montantes verticales, mientras que la llanura de inundación veraniega se cruza con 107 tramos de unos 34 metros de luz cada uno también con estructura metálica, hasta completar un total de 3,9 kilómetros de longitud de puente. La mayor parte de la estructura metálica se construyó en taller y se llevó a obra por carreteras heladas en medio de ventiscas de nieve, operación digna de un especial del programa Transportes imposibles
 En esta tipología de vigas metálicas no hay nada extraordinario, aparte de que si en España ya hay que prever condiciones especiales de ejecución por debajo de 4 grados de temperatura, imagínense materializar esta estructura en un lugar en donde el mercurio solo alcanza esa cifra en los días más calurosos del año. Si llega.

Lo más destacable del puente sobre el Yuribéi, el autoproclamado más largo del mundo por encima del círculo polar ártico, es su cimentación en nuestro amigo el permafrost.
 Unas pilotadoras tremendamente potentes y resistentes para trabajar a tan baja temperatura perforaron el terreno congelado hasta llegar a 40 metros de profundidad en el mismo.
 Los pilotes de entre 1,2 y 2,4 metros de diámetro quedaban firmemente empotrados y, mediante un procedimiento llamado estabilización térmica, se congelaron conjuntamente con el permafrost formando una estructura monolítica pilotes-terreno natural como si fuera un peine del revés. 
Después, sobre la cabeza de los pilotes se colocaban los cargaderos en los que finalmente se apoyaron las vigas metálicas antes mencionadas. 
 Por si el proceso no era suficientemente complicado, Gazprom consiguió finalizar la construcción del puente en solo 349 días, si lo prefieren más de diez metros de avance de puente al día, una cifra espectacular, insistimos, en un entorno como la península de Yamal.
Viaje con nosotros
El tramo Obskaya-Bovanénkovo-Karskaya es propiedad de Gazprom y en principio solo es usado por sus trabajadores, aunque es posible hacer una ruta turística en tren desde Moscú.
 Es raro que alguien pague los más de tres mil euros que cuesta el viaje en el llamado Yamal Polar Express a un lugar donde lo único que podemos hacer los occidentales es extraer gas o morirnos, pero ya saben, hay gente para todo.
 Lo que no vamos a negar es que el viaje tiene cierto sabor de aventura, sobre todo cuando te enteras de que el tren lleva un vagón de rescate con una enorme grúa de 150 toneladas por si hay un descarrilamiento o un atrapamiento, o de que hay un generador diésel de reserva para que los pasajeros no mueran congelados mientras se solventa alguna posible avería.
El trayecto dura un día (la velocidad está limitada a 40 km/h) y, como se aprecia en el documental Trenes extremos: los trenes de hielo de Siberia, se hace muy largo porque el paisaje es desolador en invierno, sin árboles ni vegetación, todo cubierto de nieve y hielo. 
Y no tienes ni la posibilidad de emborracharte porque Gazprom, en un riguroso control de accesos por seguridad, prohíbe subir al tren con bebidas alcohólicas.
 Lo único que te puede alegrar un poco al mirar por la ventanilla son los renos que pastorean los duros y pacientes nenets, la etnia indígena de Yamal, que solo se han quejado del ferrocarril porque algunos de sus renos se han roto la pata con la vía férrea.
Este artículo es un adelanto de la revista trimestral Jot Down nº 21, especial URSS, disponible en nuestra tienda y nuestra red de librerías.
Ya podrían hablar de ese monumental Campo de Futbol en San Petesburgo, un alarde de la ingenieria rusa dónde la temperatura es de 18º mientras fuera está nevando y por medidas de seguridad está completamente aislado.
Ahora es la moda de reducir toda la Revolución Bolchevique a lo que hizo Stalin. Hubo otros jefes soviéticos y todo cambió con Gorbachov.
 Si lo cuentan cuentélo bien y no reduzcan a un fragmento la Historia de Rusia. ¿Que hicieron los Zares? que hizo Lenin por ejemplo.
Y no pasar de Stalin a Putin....Muy mal señores.



Agatha Christie sigue dando juego.................... Carlos Boyero....

Es un trabajo digno por parte de Kenneth Branagh, arropado por una nómina de estrellas.

Tengo un recuerdo antiguo y muy grato de las novelas de Agatha Christie.
 Ocurrió hace más de cincuenta años, y las localicé con ansia progresiva en la muy heterodoxa biblioteca de mis abuelos, en una lluviosa y brumosa aldea gallega en la que ambos ejercían de maestros. 
No creo que esos libros me provocaran sensaciones grandiosas, pero sí algo tan agradecible como el entretenimiento, para ir devorando páginas y haciendo casi siempre inútiles cábalas sobre la identidad del asesino en intrigas tan bien construidas como similares.
ASESINATO EN EL ORIENT EXPRESS
Dirección: Kenneth Branagh.
Intérpretes: Kenneth Branagh, Johnny Depp, Michelle Pfeiffer.
Género: thriller.EE UU, 2017.
Duración: 114 minutos.

Ignoro si continua reeditándose la obra de esta señora a la que durante muchas décadas leyó con deleite todo cristo.
 Nunca retorné a esas páginas, aunque me aparece una sonrisa cálida cada vez que la memoria cumple su misión. 
Y esta me asegura que lo pasé muy bien en compañía de Diez negritos, Cinco cerditos, El asesinato de Roger Ackroyd (su mejor novela, y a ver quién era el listo capaz de intuir que el asesino era el narrador), tantos misterios sanguinolentos que debían resolver el atildado y cerebral detective belga Hercules Poirot y la deliciosa viejecita Miss Marple. 
No son esos detectives los que me enamoraron a perpetuidad, como sí lo hicieron los fascinantes Sherlock Holmes y Philip Marlowe, aunque alguna huella me dejaron.
El cine y la televisión han adaptado hasta la extenuación (y sospecho que lo seguirán haciendo, que la moda será eterna) la obra de Agatha Christie. Con resultados irregulares, lógicamente. 
Y recurriendo en bastante casos casos al remake, con la certeza de que la audiencia siempre va a interesarse por las tramas que imaginó escritora tan fértil. Asesinato en el Orient Express, rodada en 1974, llevaba la firma de Sidney Lumet, ancestral autor de un cine personal, complejo y sombrío.
 En ese caso, se limitó a hacer un trabajo muy profesional que imagino agradecería su cuenta corriente, sin introducir sus obsesiones.
 Kenneth Branagh, alguien cuya vocación se centró en algo tan trascendente y peligroso como adaptar Shakespeare al cine, dirige y protagoniza este remake. 
 Y lo hace con voluntad de estilo, de encontrar una narrativa visual que se aparte de las normas básicas del blockbuster. 
 Y su cámara se mueve enérgicamente en medio de ese tren mítico atrapado por un alud de nieve en las montañas de Yugoslavia.
 Allí, el engominado, pulcro y metódico Poirot se propone averiguar entre un exótico grupo de pasajeros quién se ha cargado a un personaje muy turbio, alguien cuya vileza hace creíble que sus antiguas y numerosas víctimas deseen su muerte. 

Aunque los lectores y los espectadores de la primera versión no podamos sorprendernos con la aclaración del enigma, tampoco te asalta la intolerable sensación de haber perdido el tiempo. 
Es un trabajo digno por parte de Kenneth Branagh, arropado por una nómina de estrellas en la que lo único que me resulta estridente es el cada vez más histriónico Johnny Depp, un buen actor que me empieza a agotar, que me pone nervioso y al que se le está poniendo un careto muy crispado, muy raro.
 Y celebro reencontrarme con esa preciosa mujer y actriz hipnótica llamada Michelle Pfeiffer, desterrada desde hace tiempo de un mezquino Hollywood que no perdona a sus antiguas diosas que envejezcan. 
Y, por supuesto, te entran irresistibles ganas de viajar alguna vez en el Orient Express, de hacer la ruta completa.


 

El legado de Chiquito de la Calzada aún no tiene dueño........... Esperanza Codina

Todavía no se ha abierto el testamento del cómico tras días de especulaciones sobre quién heredará su patrimonio.

Chiquito de la Calzada, en un restaurante de Málaga en 2008.

La muerte el pasado 11 de noviembre de Gregorio Sánchez Fernández, el conocidísimo humorista Chiquito de la Calzada, ha conmovido España. 

Las muestras de cariño con el cómico malagueño, fallecido a los 85 años, han llegado desde todos los ámbitos de la sociedad española, incluida la Casa del Rey, que en su cuenta oficial de Twitter lo tachó de “hombre bueno, entrañable, genial, artista de todos”. 

Sus cenizas han sido depositadas en el columbario de la cofradía del Cautivo de Málaga, en su barrio natal de la Trinidad, donde también reposan los restos de su esposa, Josefa García Gómez, Pepita, que murió en 2012 y dejó a Chiquito muy solo. 

Pero tras su muerte llega la incógnita de quién heredará su patrimonio. 

El matrimonio no tuvo hijos y, apenas dos semanas después de su pérdida, los rumores sobre los posibles beneficiarios del patrimonio del humorista, que alcanzó la fama en 1994 a través del programa de chistes Genio y figura, cuando ya tenía 62 años, se han disparado.

 El testamento de Chiquito no se ha abierto todavía.

 Hay varias señales, sin embargo, que apuntan a que Loli Sánchez, una de la media docena de sobrinos del cómico, sería la máxima favorecida en ese reparto de bienes. 

Varias fuentes del entorno del cómico confirman este extremo. EL PAÍS se ha puesto en contacto con Sánchez, quien ha declinado atender a este periódico.

 Para saber si se convertirá o no en heredera universal, habrá que esperar a conocer la última voluntad de su famoso tío.

Loli es hija del fallecido Francisco, hermano mayor de Chiquito. 

Reside muy cerca de donde se encuentra el domicilio del humorista, en el paseo marítimo de la zona oeste de Málaga capital, y ha sido la persona que ha estado más pendiente de su familiar en los últimos años.

 “Es su sobrina más cercana”, subraya un amigo del cómico. Chiquito tiene otro hermano, Tomás, muy presente en el velatorio y en el funeral del artista, donde estuvo arropado por su esposa y sus dos hijos. 

Los dos hermanos, apuntan las fuentes consultadas, no estaban muy unidos. 

“Chiquito no era muy gastón, su vida era modesta y austera”, explica otro amigo del fallecido humorista.
 La verdadera fortuna de Gregorio Sánchez estaría, según esas fuentes, en su cuenta corriente. 
“Dinero, tenía”, afirman. 
En cuanto a posibles propiedades inmobiliarias, poseía su casa de Málaga y dos plazas de aparcamiento.
Leslie Nielsen y Chiquito de la Calzada en un fotograma de la película 'Spanish Movie'.
Leslie Nielsen y Chiquito de la Calzada en un fotograma de la película 'Spanish Movie'.
 
Hijo de electricista y segundo de tres hermanos, sus orígenes fueron muy humildes. 
Comenzó a ganarse la vida como cantaor de flamenco y palmero siendo un crío y se subió por primera vez a un escenario con solo ocho años.
 Sus primeras giras fueron con la compañía Capullitos malagueños. Pasó toda su vida trabajando.
 La fama le sorprendió con 62 años gracias al programa de Antena 3 tras una vida de sacrificios en la que fue de tablao en tablao por todo el país y por fiestas privadas de gente adinera.
 Estuvo dos años en Japón. 
Todo cambió en 1994, cuando sedujo al público con su peculiar forma de contar los chistes y se convirtió en una referencia para sus compañeros de profesión.
Fotograma de la película 'Aquí llega Condemor; El pecador de la pradera', dirigida por Álvaro Sáenz de Heredia y protagonizada por Chiquito de la Calzada y Bigote Arrocet
Fotograma de la película 'Aquí llega Condemor; El pecador de la pradera', dirigida por Álvaro Sáenz de Heredia y protagonizada por Chiquito de la Calzada y Bigote Arrocet
Responsable de la normalización de expresiones como jaarl, fistro o ¿te da cuen…? el público lo adoraba.
 Retirado del foco mediático durante los últimos años, la vida social de Chiquito se desarrollaba en el centro de Málaga, especialmente en el conocido restaurante Chinitas, una segunda casa para él.
 Las peticiones de fotos y selfies cuando paseaba por la calle Larios y sus vías aledañas eran continuas.
 Él, durante todo el tiempo, no dejó de añorar a Pepita.
En noviembre de 2016 fue nombrado por la Diputación de Málaga Hijo Predilecto de la Provincia. 
Su vida comenzó a apagarse el pasado 14 de octubre, cuando sufrió una caída en su domicilio que provocó su ingreso en el hospital durante tres días. 
Apenas dos semanas después, fue hospitalizado de nuevo por una angina de pecho que se complicó con una infección
Murió la madrugada del 11 de noviembre.
 El reconocimiento hacia su arte y su humanidad ha sido masivo y unánime.


23 nov 2017

¿Qué hacía Eugenia Martínez de Irujo vestida de Marilyn Monroe en Las Vegas?

La hija de la duquesa de Alba publica una foto en Instagram con su novio Narcís Rebollo, que desvela donde se hallaba el día del funeral de su madre.

Narcís Rebollo y Eugenia Martínez de Irujo.
Narcís Rebollo y Eugenia Martínez de Irujo. GTRES

 Se ha hablado mucho de que los hijos de Cayetana de Alba están enfrentados.

 Todo ello porque Alfonso, Jacobo y Eugenia no asistieron el pasado lunes al funeral por su madre celebrado en Sevilla en el que se inauguró una escultura a modo de homenaje.

 Un portavoz de la familia desveló que Eugenia se hallaba en Estados Unidos y ella misma ha informado en su cuenta de Instagram lo que estaba haciendo.

 La duquesa de Alba ha publicado una foto de ella y de su novio, Narcís Rebollo, en Las Vegas.

 La pareja se vistió de Marilyn Monroe y Elvis Presley, y hay quien asegura que casaron en una de las peculiares ceremonias que allí se celebran. 

Una boda que puede tener validez en España si los contrayentes luego la oficializan.

Eugenia había estado previamente con Rebollo en la entrega de los Grammy latinos ya que su actual pareja es el productor musical más importante de nuestro país y presidente desde 2015 de Universal Music para España y Portugal, compañía a la que está ligado desde 2010 y que tenía a muchos de sus artistas entre los premiados, entre ellos, Alejandro Sanz.

Rebollo, nacido en Figueras hace 47 años, además de ejecutivo de una de las grandes multinacionales discográficas del mundo, acumula en su currículo una dilatada trayectoria profesional en el mundo de la canción. 

Formó parte del primer jurado de Operación Triunfo y ha tenido mucho que ver con el reciente éxito de El Reencuentro, el programa que celebró los 15 años del hito televisivo que supuso este concurso musical. 

Está considerado el mayor impulsor de la carrera de David Bisbal y un perspicaz empresario que supo intuir el futuro que podía esperar a alguno de los triunfitosporque poco después de finalizar el concurso constituyo una empresa junto a Ricardo Campoy, que como él era socio de Vale Music, para representar y dirigir sus carreras.

 Así ocurrió hasta que Universal compró la compañía en 2006, donde Narcís Rebollo llegó a convertirse en 2010 en director de Nuevos Negocios y en presidente en 2015. 

La hija de la duquesa de Alba, que el día 26 de noviembre cumple 49 años, oficializó su relación con Rebollo en la Feria de Abril de Sevilla aunque ya llevaban juntos un par de meses. Eugenia desde entonces no se esconde y proclama que está feliz. Este verano la pareja incluso pasó unos días de vacaciones con Tana, la hija de Eugenia.