Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

17 nov 2017

Pastora Soler confiesa que al perder la voz pensó en quitarse la vida

La cantante desvela el calvario que la llevó a retirarse de los escenarios. Ahora tras dos años de reposo y tratamiento regresa llena de fuerza.

La cantante Pastora Soler el pasado 10 de septiembre.
La cantante Pastora Soler el pasado 10 de septiembre.

 Tras dos años alejada de los escenarios Pastora Soler regresa a las actuaciones. 

 Se marchó después de que su cuerpo le dijera basta. Primero sufrió un desmayo en Sevilla y semanas más tarde se quedó sin voz en Málaga. 

 Sufrió miedo escénico. 

En el programa Mi casa es la tuya de Bertín Osborne, la cantante explicó con detalle todo el proceso que padeció y cómo ha conseguido con ayuda de profesionales recuperarse. 

"Tengo una imagen de meterme debajo de una mesa entre bambalinas y si hubiera habido algo allí debajo me hubiera quitado la vida", contó.

"Quería desaparecer y lo único que pensaba era que por qué no había algo que me quitara del medio. 

Había demasiado dolor. Cerré los ojos, me vistieron, me metí en el coche y no abrí los ojos hasta que llegué al hotel. 

Esa noche no dormí y ya lo había pensado, que ya, que se acabó, que ya no podía más", relató entre lágrimas sobre lo sucedido en Málaga.

 Contó que todo ello cree que se debió a exceso de responsabilidad_  “Después de Eurovisión yo solita me empecé a poner el listón muy alto. 

Tenía un repertorio muy exigente y vivía obsesionada. Empecé a dejar de lado a mi verdadera persona” 



Tras el primer aviso en Sevilla en el que se desmayó siguió actuando.
 “Hice como ocho conciertos en los que veía que no disfrutaba como antes.
 Pero el concierto de Sevilla lo tenía marcado en el calendario porqué es mi tierra, había 4.000 entradas vendidas… El día del concierto me levanté griposa y, en vez de contarlo y cancelar, me callé la boquita” contó sobre uno de los momentos más duros de su carrera. 
 “Estaba por la mitad avanzada del concierto. Veía que no podía, que los nervios no se me pasaban y en una canción empecé a hiperventilar.
 Venía un cambio de ropa y antes de salir del escenario me desmayé. No me acuerdo de nada… Estaba entre bambalinas allí tirada”, recordó emocionada explicando que le dolía más por sus familiares que por ella misma.


La cantante Pastora Soler y su marido Francisco Viñolo durante el bautizo de su hija en Sevilla en enero de 2016.
La cantante Pastora Soler y su marido Francisco Viñolo durante el bautizo de su hija en Sevilla en enero de 2016.
Semanas más tarde en diciembre de 2014 se quedó sin voz cuando actuaba en Málaga.
 Fue entonces cuando Pastora Soler anunció que aparcaba su carrera musical durante un tiempo indefinido "por miedo escénico". Preparar los conciertos se convirtió para ella en "un auténtico suplicio".
 La propia Pastora Soler anunciaba a través de su cuenta de Facebook a sus fans su retirada de los escenarios y les pedía perdón. 
"Os hablo desde un corazón roto de dolor, de impotencia y con esta angustia que he sentido y siento y que tardaré mucho en olvidar... Como os dije anoche el respeto por mi público es lo más grande que he aprendido en estos 20 años...
 He puesto todo de mi parte por superar un miedo escénico que apareció en mi vida el 8 de marzo de este año, lo creí superado pero anoche de nuevo en Málaga, ante un público al que le debo tanto y una tierra que siento mía, me fallaron las fuerzas de nuevo afectando esta vez incluso a mi garganta..
No puedo más que agradecer vuestro cariño y comprensión y deciros que ya no me quedan fuerzas para seguir. Debí tomar la decisión de poner un punto y aparte en mi carrera hace algunos meses pero mis ganas de luchar me impulsaron a seguir. Hoy os anuncio la decisión de dejar mi actividad". Luego, su marido Francis aportó más detalles. "Se vivieron situaciones muy, muy extremas", aseguró. "Sabía que tenía que ayudar, pero ¿cómo lo ayudas? Yo no era nadie para decirle déjalo. La decisión tenía que tomarla ella (...) Cuando la tomó para mí fue una liberación total. 
"En el Cervantes (Málaga) me la encontré debajo de la mesa, hecha un ovillo y llorando...". Ella a su lado lloraba al oír a su esposo. "Es que se remueve todo", se justificó.

En este tiempo de retiro, la cantante ha sido madre y ha recuperado las fuerzas.
 Ahora regresa con nuevo disco y gira.
 

Pablo Alborán: “La industria discográfica puede amargarte un poco”



El superventas malagueño presenta su cuarto álbum, ‘Prometo’, que define como su “trabajo más libre”.

El músico Pablo Alborán, hoy viernes en la presentación de su nuevo disco en Madrid.
"Soy todo vuestro…". Quizás porque la mucha prensa congregada no esperaba un comienzo tan a pecho descubierto, el músico y cantante Pablo Alborán (Málaga, 1989) tuvo que volver a interpelar al auditorio ("¿Hola?") al comienzo de la presentación de su cuarto disco de estudio en ocho años de carrera, Prometo (Warner).
 El joven de las grandes cifras (42 discos de platino, 2,5 millones de copias vendidas, 3,66 millones de seguidores en Twitter...) ha regresado al lío tras dos años de descanso:
 "Paré porque me sentía muy cansado y sin nada que contar", ha dicho. La promoción, los conciertos, el saber que nunca vas a pasar desapercibido…
 "La fama es maravillosa, pero yo soy muy niño, me gusta soñar, y sentía que estaba empezando a despertarme de mis sueños, ¿qué poético me ha quedado, no?".
Con chaqueta y pantalón azul tinta y camiseta y zapatillas blancas, Pablo Alborán llegó a un templo para el debate y el pensamiento como la Fundación Giner de los Ríos para hablar de su álbum, grabado en Miami, con la producción del colombiano Julio Reyes y compuesto por 12 canciones.
 En ellas, su reconocible sello de sentimientos íntimos y desgarrados, de amores ardientes, a veces insatisfechos.
 Aunque también hay espacio para hablar del "momento raro que vivimos", como ocurre en Boca de hule. 
 "Un cara a cara con la decepción por la corrupción y la mentira", asegura el malagueño de un tema que incluye una versión en la que colabora Alejandro Sanz: 
"El perfecto compañero de batalla para ese tema". 

En un álbum en el que juega "con nuevos estilos e influencias", desde la música electrónica a la latinoamericana, pasando por el reggae y el flamenco, el músico ha repetido en varias ocasiones que se trata de su trabajo "más libre, honesto y transparente, nacido de la calma".
 ¿Un mensaje para su anterior discográfica, EMI, con la que rompió en 2012 tras su segundo trabajo, Tanto (2012)? Siempre midiendo cada palabra para no dar un titular muy llamativo a la prensa, Alborán ha añadido que la industria del disco "te puede llegar a doler". 
"Es un mercado, una balanza difícil de equilibrar en la que siempre hay alguien que solo quiere que vendas discos, y eso puede llegar a amargarte un poco".
Jugando con el nombre del disco, el autor de himnos para miles de fans como Solamente tú ha prometido que se morirá "haciendo música", aunque, por ahora, será solo en español.
 Cuando decidió tomarse el descanso bienal, aseguró que, entre otras razones, lo hacía para mejorar su inglés. 
Visto el nuevo producto, todo en español, ¿es que no ha alcanzado gran nivel del idioma de Shakespeare?
 Alborán advirtió, en broma, que no va a hacer "ninguna entrevista en inglés". "Es más bien un idioma que uso en el ámbito personal y para hablar con mis productores y músicos".
Preguntado por los nuevos formatos para escuchar música, Pablo Alborán ha alabado plataformas como Spotify ("el caso es escuchar música"), pero ha recordado que a él le gusta "tener el disco en las manos".
 Dicho esto, se sentó al piano para tocar el sencillo que da nombre al disco: 
"Prometo es una canción que nació como si estuviera en trance, como si la escupiera, de las que cuando las sueltas te sientes vacío". Un tema que incluye versos como "saldremos en las noticias de la tarde por haber sabido amarnos".
 Lo que él quiere, de momento, es vender muchos discos y que los compradores "hagan con el CD lo que quieran, menos ponerlo para ahuyentar a las palomas".

 

 

Una novela maldita, una obra de arte del gran ‘outsider’ de la novela negra

Coordinado por Juan Carlos Galindo

Ignorado por el gran público, Marc Behm creó en 'La mirada del observador' una obra única.

Detalle de la portada de la edición de RBA-
Detalle de la portada de la edición de RBA-
La novela negra es un territorio perfecto para malditismoas y leyendas.
 En una sociedad en la que se mata por un ratito de fama, estas historias no dejan de sorprender.
 Francia tiene que ver con dos de los mejores ejemplos. Jean Claude Izzo, a quien ya rendimos homenaje en este blog, es uno de ellos.
El otro es un actor estadounidense que tras participar en el desembarco de Normandía se enamora de una enfermera francesa, se casa con ella, abandona su carrera interpretativa y tiene siete hijos.
 Guionista de prestigio, vive de colaborar en producciones de la talla de Charada o Help y no publica su primera novela hasta los 52 años.
 Un hombre que cuando era ignorado en Estados Unidos e Inglaterra no paraba de ganar adeptos en Francia gracias a la Série Noire de Gallimard.

 Hablamos de Marc Behm (Trenton, New Jersey, 1925 – Fort-Mahon-Plage, Francia, 2007). 

Creador de un buen puñado de cuentos desasosegantes de los luego hablaremos o de la extraña Of The Wall, Behm es sobre todo conocido por la novela The Eye of the Beholder.

 Publicada por primera vez en España en la colección Etiqueta Negra en 1987, ahora se puede encontrar con el título La mirada del observador en la edición con la que la Serie Negra de RBA tuvo el acierto de rescatarla en 2011 (traducción de Beatriz Pottecher).

Hay que dar las gracias a Charlon Heston, para quién Behm escribió esta historia.

 El actor no la quiso y terminó convertida en esta gran novela. El argumento es sencillo, con aroma clásico.

 Todo lo demás no. 

Publicada en los inicios de la década de los ochenta del siglo XX, La mirada del observador hubiera sido una revolución en el género negro si alguien más allá de Francia la hubiera hecho caso.

 Menos mal que el tiempo se toma su revanchas. 

El Ojo, de quien no conocemos ni el nombre, languidece en una oficina de una gran agencia de detectives cuando le encargan lo que parece un trabajo sencillo: que investigue a la prometida del único hijo de una familia adinerada.

 Así conoce a Luci Brentano, uno de los cientos de alias que usa está asesina pulcra y eficaz, obsesionada con Shakespeare y que vive de casarse con hombres adinerados y vaciar sus cuentas para después matarlos.

En la novela vemos como el Ojo deja todo para perseguir a esta asesina que le recuerda a aquella hija a la que perdió hace tiempo. A través de una carrera sin fin, la historia dibuja una turbia relación filial de la que uno no sabe qué pensar.
 Individuo roto, obseso realizador de crucigramas, el Ojo solo está tranquilo cuando se confunde con la masa.
 De lo poco que podemos intuir de su vida antes del cataclismo se deduce que se apañaría bien si se limitara a seguir las normas y llevar su existencia por un camino convencional. 
Pero el Ojo, personaje superlativo, antihéroe sin quererlo, no quiere atrapar a la asesina, no necesita que se haga justicia, solo desea estar cerca de ella.
Ahí encontramos al otro personaje brutal de esta novela.
 Dafne Henry, Chatlotte Vincent o cualquiera de los nombres que usa en sus fechorías.
 Qué más da. Detrás tenemos a una mujer desesperada, una psicópata hábil, una excelente jugadora, una amante bisexual, un personaje tristísimo.
 Es decir, uno de los mejores perfiles femeninos de la historia del género negro.
Las sensaciones al leer este relato que también está lleno de violencia son extrañas.
 Dice Paco Camarasa al respecto en el prólogo de la edición de RBA: “Le acompañamos, seducidos y fascinados, sin ninguna consideración ni juicio moral o ético. 
El Ojo es también nuestra mirada que lee, pero que, mediante la magia de la palabra, nos transmuta en el observador”.
“Escribir no es doloroso, es suficiente creer contar una historia. 
Lo importante es que el lector no se llene de mierda. Es por eso que decidí acabar de una vez por todas con el personaje detective, que era totalmente la basura”, aseguraba el autor en el documental Chasing Marc Behm, del francés Olivier Bourbeillon, una de las pocas ocasiones de escuchar a un hombre que despreciaba el mundo literario y la exposición pública.

Behm escribió también cuentos, breves variaciones de los mismos temas, de las mismas obsesiones.
 Algunos de ellos fueron recogidos en la colección Hermosos y malditos publicada por la Semana Negra de Gijón y en ellos podemos disfrutar de hombres y mujeres con furia asesina, de perseguidores solitarios, de una prosa que ataca sin piedad las debilidades de sus personajes y de una incorrección política que aún hoy sorprende.
Behm murió en un pueblo de Francia en 2007.
 Vivió la vida que quiso, escribió obras por las que se ganó el respeto de los críticos primero y del público mucho después y, sobre todo, se mantuvo fiel a sí mismo.
 Qué pocos pueden decir todo esto.

 

Johnny Hallyday, enfermo de cáncer de pulmón, hospitalizado

El cantante francés, de 74 años, anunció en marzo que sufre esta enfermedad.

El cantante Johnny Hallyday, en París.
El cantante Johnny Hallyday, en París. AFP
El cantante francés Johnny Hallyday, que lucha desde hace meses contra un cáncer de pulmón, está hospitalizado en París por insuficiencia respiratoria, indicó el viernes una fuente a la AFP, confirmando una información de un semanario de la prensa del corazón.
"Su regreso a casa está previsto dentro de poco, la situación se estabilizó", dijo un allegado del cantante, de 74 años, una inmensa estrella en Francia.
El veterano Johnny Hallyday.
El veterano Johnny Hallyday. AFP
Según el semanario Voici, Hallyday "ingresó el 13 de noviembre en la clínica Bizet", un establecimiento privado parisino, donde esta semana debía someterse a una nueva sesión de quimioterapia.
Voici muestra fotografías de allegados de Hallyday visitándolo en la clínica, entre estos su hija Laura Smet y su representante Sebastien Farran.
 Contactado por la AFP, este no comentó sobre su estado de salud, como tampoco lo hizo su discográfica.
Farran dijo hace unos días que el cantante estaba "bien" y que "pronto" aparecería en público para "demostrarlo".

El representante aseguró además que la estrella francesa no tardaría mucho en finalizar su nuevo álbum. Hallyday indicó por su parte hace unos meses que realizaría una nueva gira en 2019.
El cantante anunció en marzo que sufría un cáncer, por el que sigue un tratamiento en París.
 En las últimas semanas su esposa Laeticia publicó en las redes sociales mensajes alentadores sobre su estado.
En 50 años de carrera, la estrella de rock ha entusiasmado a tres generaciones de fans, grabado una cuarentena de álbumes y vendido más de 100 millones de discos en el mundo, todo ello acompañado de una vida privada salpicada de controversias.