3 nov 2017
Dime qué palabras usas y te diré a qué generación perteneces
Aunque no te lo creas, los jóvenes de ahora hablan como sus abuelos.
Héctor Llanos Martínez
De los pololos a las hombreras.
Solemos creer que es la moda la que define cada generación.
En realidad, "son nuestras palabras las que nos visten", explica a Verne Mar Abad, autora del libro De estraperlo a #postureo (VOX).
Ha recopilado los términos más representativos de las últimas cuatro generaciones en España y, con ellos, también analiza los avances y retrocesos de nuestra sociedad.
En la generación silenciosa (aquellos nacidos en los años 20 y 30 del siglo pasado) se podían ganar unas "perras chicas" siendo "paragüero" o "afilador".
Y las muchachas "peripuestas" vestían "pololos".
Los baby boomers, nacidos en las décadas de 1940 y 1950, iban en Vespa a los "guateques" luciendo sus mejores "niquis".
La generación X (1960 y 1970) se llenó de "yuppies" sintiéndose "guay" porque hacían "footing".
A otros les parecía "dabuten" darlo todo bailando a ritmo de "bakalao".
Los millennials (nacidos en los 80 y 90) se hacen "selfis" para olvidar que, con suerte, llegarán a ser "mileuristas".
Hay cosas que no cambian.
De las revistas que enseñaban a las mujeres a estar siempre guapas -"peripuestas"-, hemos pasado a los tutoriales de belleza en YouTube.
El qué dirán al que se enfrentaban nuestros abuelos se puede cuantificar ahora con las estadísticas que recogen nuestras redes sociales, comenta en un pasaje del libro Abad, cofundadora en 2009 de un proyecto pionero en el periodismo digital como es Yorokobu.
Viajar a través de las palabras nos permite confirmar que la sociedad también avanza de forma cíclica.
El vocabulario de la generación silenciosa quedaba marcado por el hambre ("estraperlo", "puchero") y por la moral de la época ("pecaminoso", "descocarse").
Ahora se habla de "precariado" y "ninis" y las nuevas reglas morales también conquistan el lenguaje ("poliamor", "sexting"). Los términos que inventan sirven para referirse a los mismos temas. Mientras tanto, dos generaciones intermedias como los baby boomers y los X se han centrado en términos más relacionados con el consumo, el hedonismo y la apertura de las comunicaciones: "molar", "guay", "buga" y "emoticonos".
Así lo explica la teoría de The Fourth Turning, de los científicos sociales Neil Howe y Nigel Strauss.
Comparan en ella la evolución humana con las estaciones de la naturaleza: primavera, verano, otoño, invierno y vuelta a empezar. Abad se basa en esta idea para explicar que, cada varias generaciones, caemos en lo mismo.
El "estamos condenados a repetir la historia" es un hecho. "España funciona como un fuelle. Por ejemplo, somos un país de emigrantes que no aprendemos a retener nuestro talento", explica a través del teléfono.
De la censura franquista a lo políticamente correcto
Nuestro presente tiene un buen puñado de cosas en común con los jóvenes de los 40 y los 50.
"Ellos se enfrentaban a la mordaza franquista y en la actualidad se impone la mordaza de lo políticamente correcto, que nos llega del extranjero.
Cada vez que publicamos un tuit nos lo pensamos 50 veces por miedo a ofender a alguien", comenta Abad.
La periodista recuerda que, antes, la palabra "viejo" no era un insulto y defiende que censurar canciones de los años 80 porque sus letras nos parezcan machistas no es la clave para solucionar ese problema social:
"Si no controlamos esa tendencia de lo correcto, la libertad de expresión volverá a caer en picado, como ocurrió en el pasado. Esta hipersensibilidad alimenta a una sociedad inmadura".
Al hacer un glosario para cada una de estas generaciones, la periodista se ha dado cuenta de que, curiosamente, son los jóvenes los que siempre definen el nuevo vocabulario. "[La adolescencia y primera juventud] es el momento en la vida en que buscamos independizarnos de nuestros padres.
Tener nuestros propios códigos garantiza esa autonomía", explica.
Lo que es coloquial en una generación termina convirtiéndose más adelante en vocabulario habitual.
"Solo que cada vez ocurre más rápido", dice.
Antes de internet, "esa evolución era muy lenta y dependía del boca a boca y de los medios de comunicación".
Con las redes sociales "se ha acelerado el proceso" y ya no hace falta esperar ni una sola generación.
Ahora el mundo es global y los términos en inglés nos llegan con las nuevas tecnologías.
Pero también los españoles adoptan muchas palabras latinoamericanas que escuchan en los éxitos musicales creados al otro lado del Atlántico
. Son melodías que se infiltran a través de plataformas como YouTube y Spotify.
Son malos tiempos para los puristas del idioma, quienes deberían tener en cuenta que nuestros abuelos también cambiaban el vocabulario a su antojo.
De estraperlo a #postureo recuerda que las palabras complejas, como "hemiplejia" o "peritonitis", se obviaban para decir en su lugar "paralís", "baile de San Vito" o "cólico miserere", mucho más adaptadas a sus necesidades.
"Esta bien que la RAE regule ciertos usos del idioma, pero el lenguaje es una construcción colectiva a la que no debemos poner puertas", apunta Abad.
Ella misma menciona que hasta el lenguaje de la programación informática está llegando a nuestras palabras:
"Si algo como un emoji amplifica y matiza nuestro discurso, no hay razón para no usarlo.
Al igual que no deberíamos tener complejos a la hora de emplear palabras que se consideran antiguas [como botarate]".
No son presos políticos, Pablo Iglesias. Son políticos presos
Junqueras y siete exconsejeros catalanes no han sido enviados a prisión por sus ideas, sino por ser presuntos autores de los delitos de rebelión, sedición y malversación.
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, retomó este jueves el discurso de la existencia de presos políticos en España y condenó la prisión incondicional del exvicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras y otros siete exconsejeros del Govern de Carles Puigdemont.
"Me avergüenza que en mi país se encarcele a opositores
. No queremos la independencia de Cataluña, pero hoy decimos: libertad presos políticos", afirmó en Twitter.
Ay!! Pablito ya perdiste tu tren no es conveniente que sigas.
No ha sido el único en calificar a los ocho detenidos como “presos políticos”.
También el expresident Carles Puigdemont o la secretaria general de ERC, Marta Rovira, han utilizado el mismo término para censurar la entrada en prisión de los ochos políticos catalanes acusados de rebelión, sedición y malversación.
Sin embargo, ¿han sido enviados a la cárcel por sus ideas o por su papel en la celebración del referéndum ilegal del 1-O y la posterior declaración unilateral de independencia?
La juez Carmen Lamela basa el envío a prisión provisional de los exconsejeros, según el auto, en los supuestos que contempla la ley. Puesto que “algunos querellados ya se han desplazado a otros países” para eludir “posibles responsabilidades penales” —Puigdemont y cuatro exconsejeros están en Bélgica— la juez estima que sí existe riesgo de fuga, más aún al considerar las elevadas penas de prisión que conllevan los delitos que supuestamente han cometido: rebelión (hasta 25 años), sedición (15 años) y malversación (de ocho a diez años).
Cree la juez, asimismo, que los ocho exconsejeros podrían destruir pruebas porque “han ostentado hasta hace solo unos días” cargos públicos y que podrían volver a delinquir, tal y como lo han hecho de forma “planificada y consciente” desde las últimas elecciones catalanas, el 27 de septiembre de 2015.
Según el auto, la juez considera que Junqueras y los siete exconsejeros “se valieron de la población” y “alentaron actos de insurrección pública, de desobediencia y de resistencia colectiva a la autoridad legítima del Estado” en una acción coordinada con la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium.
Esta “estrategia de todo el movimiento secesionista” llevaría a “la celebración del referéndum ilegal el día 1 de octubre y a la declaración de independencia aprobada en el Parlamento [catalán] el pasado día 27 de octubre”.
Lamela considera que el Gobierno cesado de la Generalitat ha desobedecido “sucesiva, sistemática y frontalmente todas y cada una de las decisiones del Tribunal Constitucional” en la ejecución de la hoja de ruta recogida en el documento Enfo CATs: Reenfocant el procés d'independència per un resultat exitós, intervenido el pasado 20 de septiembre por la Guardia Civil. Este documento “recogía el papel que deberían jugar cada uno de los actores en el desarrollo del plan. (…) En la práctica, se corresponde perfectamente con todos los pasos ejecutados por el Gobierno de la Generalitat durante los más de dos años transcurridos, incluida la declaración unilateral de independencia”, reza el auto judicial.
¿Son entonces presos políticos Oriol Junqueras, Jordi Turull, Raül Romeva, Josep Rull, Dolors Bassa, Meritxell Borràs, Joaquim Forn y Carles Mundó? No parece que sea el caso.
Según el auto judicial, cometieron supuestamente los delitos de rebelión, sedición y malversación.
Se dan, asimismo según el texto judicial, los supuestos previstos para dictar prisión provisional sin fianza.
No han sido, por tanto, encarcelados por sus ideas: son políticos presos, no presos políticos.
2 nov 2017
Las múltiples heridas que desangran ‘Gran Hermano’
Expertos en televisión apuntan a las malas decisiones como causa del fracaso de esta edición, mientras en la productora hablan de cambios en la audiencia por la crisis catalana.
Hace una semana Gran Hermano (GH) mostró un atisbo de recuperación
. Quince días antes, el reality
por antonomasia había entrado en coma tras la gala menos seguida de su
historia, que vieron menos de un millón y medio de espectadores.
A años
luz de aquel 51% de cuota de pantalla de la primera entrega del
concurso.
El jueves pasado, GH Revolution subió dos décimas empujado por la aparición de tres famosos y, aunque lideró en share, La 1 se impuso en espectadores en esa franja con la serie Estoy vivo.
Más allá de datos que demuestran la crisis del programa, las opiniones
de expertos y seguidores ayudan a comprender por qué se ha desgastado el
formato tanto y tan rápidamente.
Todos coinciden en los motivos y
destacan un hecho por encima del resto: la sucesión de malas decisiones
de la cadena, Mediaset, estas dos últimas ediciones.
Por parte de la
productora en cambio se señala una circunstancia distinta y
sorprendente.
“Las
malas decisiones han sido de la cadena. Desde la productora se ha hecho
un esfuerzo enorme tanto en casting como en darle una vuelta al
concurso, pero que Mediaset eliminase el canal 24 horas ha sido
definitivo”, afirma la periodista especializada en prime time
Paula Hergar.
“La base fiel de seguidores de GH generaba contenidos y
conversación a través de ese canal, provocaban expulsiones… Alimentaban
la trama y aumentaban el interés.
En esta edición ha costado mucho
conocer a los concursantes y empatizar con ellos”, explica la
periodista.
Coincide con ella Jesús Maestro, el responsable del blog Hablamos de Tele, espacio no oficial de referencia sobre Gran Hermano.
“Yo más que de desgaste hablaría de arrastre de decisiones
desacertadas. Los malos resultados de GH17 (penúltima edición y la
primera sin Mercedes Milá) fueron una alarma que nadie escuchó.
Pienso que sin Mercedes Milá no hay posibilidades de GH. Deberían asumir el gran error al decidir que sin ella iba a funcionar Mercedes Milá sabe ademas encandilar al público, desde un libro interesante hasta quien le regala unos pendientes ...
Para colmo, en la presente se nos privó de seguir la convivencia de los concursantes durante tres semanas. El GH Directo
define la esencia de este concurso, que es el ojo que todo lo ve”,
denuncia. Ante las presiones de los seguidores, el canal 24 horas ha
regresado, pero no se ha traducido en una mejoría del share.
“Ha sido tarde. Mucha gente ya no ha conectado con el programa”, explica Hergar.
No es Jorge Javier el presentador adecuado por mucho que él mismo se lo crea.
Es como Teresa Campos y sus hijas hasta en el programa de Bertín.....aburrió. Ella cuenta lo que quiere y Bertín no estuvo a la altura y miren que es alto.
El problema podría radicar en una mala elección de los concursantes.
Diana Aller es periodista, ha trabajado como redactora en Gran Hermano y ha sido colaboradora de El Debate.
“El casting influye. Todos son un estereotipo, iguales que los que salen en La Voz o Mujeres y Hombres y Viceversa.
No va dirigido a los espectadores reales. Esto hace que el público vea
el programa con ironía y condescendencia, nunca con pasión”, asegura.
Puede que la gente se haya cansado de los realities en general, un argumento cuestionable con datos.
“No han bajado. Supervivientes ha triunfado este año. Y Quién quiere casarse con mi hijo dentro de su nivel de audiencia es muy estable.
Operación Triunfo ha arrancado muy bien.
No ha habido ningún fracaso reciente como el de Gran Hermano”, cuenta Hergar.
Solo ponen Películas y claro hay cosas que más tarde se hacen muy pesadas.
Mediaset ha declinado hacer declaraciones,
pero desde la productora Zeppelin cuentan que la causa del mal momento
de GH es que el consumo televisivo se ha alterado por los
acontecimientos en Cataluña, que han llevado al programa de actualidad Al Rojo Vivo
a batir récords y ser líderes de audiencia.
Y recuerdan que GH es líder
de su franja y el programa más comentado en redes sociales.
Hergar lo
descarta. “Yo creo que el público de los realities no es el de Al Rojo Vivo,
de hecho, creo que es al contrario.
No ha existido ese trasvase de
audiencia, y además no coinciden en franja. No tiene sentido”.
Llegados a este punto la cuestión es si GH
ha llegado a su fin o bastaría con renovarlo o darle descanso para
recuperarlo.
“Otras veces ha habido altibajos, pero lo de ahora es un
declive agónico.
Está tocado de muerte.
Yo lo pondría en cuarentena,
como han hecho con OT. Volvería en dos o tres años observando las
tendencias televisivas y con un gran casting”, recomienda Aller.
Jesús
opina lo mismo y apunta que la solución sería “simplemente, hacer Gran Hermano.
Un GH actual que recupere la capacidad de sorprender. Le daría un
descanso pero para poner en marcha un trabajo de actualización e
ilusión.
La solución no está en meter, por ejemplo, a Kiko Rivera en la
casa porque eso es pan para hoy y hambre para mañana.
Tienes que conseguir que la gente tenga ganas de ver Gran Hermano,
de hablar de ello.
Así volverá a la casa de Guadalix toda esa audiencia
que en dos años ha decidido abandonarla. Estoy convencido”, concluye.
La alargada sombra de ‘la Milá’
El cambio de presentador de Gran Hermano fue una de
las mayores revoluciones del programa tras 16 ediciones y uno de los
hechos más polémicos.
Camilo Lasanta, seguidor de GH y bloguero de
televisión, cree que “la ausencia de Mercedes Milá ha propiciado el
agotamiento del formato.
Jorge Javier Vázquez le pone ganas, pero es
mucho más condescendiente con ellos y los juzga mucho más que ella”.
Paula Hergar duda que la audiencia hubiese subido en esta edición con el
regreso de Milá, mientras que Diana Aller considera fundamental su
ausencia.
“Mercedes transmitía esa relación amorosa, casi sexual, que
tenía con el programa.
Para la gente esto es una infidelidad.
Ahora
parece otro programa”, afirma. Lo mismo que Jesús, de Hablamos de Tele,
que cree que “GH necesita de un amante del formato al frente, no un
presentador que narre lo que pasa en la casa y que no tenga la
implicación y el respeto que los concursantes se merecen”.
Que vuelva Mercedes Milá o se acaba GH
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