Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

28 oct 2017

Un micro abierto le juega una muy mala pasada a Pedro Piqueras en pleno directo

"¡Qué pu****!". 

 

La actualidad política catalana está copando horas y horas de programas especiales —que se lo pregunten a los compañeros de Al Rojo Vivo en laSexta— en los que se vive la actualidad al minuto.
Hay veces que la tensión del momento hace que los vídeos y las noticias no entren como el presentador quiere.
 Esto es lo que le ha ocurrido a Pedro Piqueras, director de informativos Telecinco, durante el programa del viernes noche.
Piqueras informaba de las sospechas que existen de que el Gobierno de Vladimir Putin quiera desestabilizar Europa a través del conflicto catalán, pero cuando dio paso al vídeo sólo se vieron imágenes de Rusia.

"Intentaremos recuperar este vídeo", dice el presentador, mientras contacta con una reportera que se encuentra en Sabadell para hablar de que algunos ayuntamientos están retirando la enseña española de la fachada.
Mientras habla la reportera se puede escuchar de forma clara que Piqueras dice: "Qué putada, qué putada. Qué ha pasado joder, qué ha pasado...".
"Quizá me hayan escuchado decir algo inconveniente cuando se caía un vídeo sin sonido hace unos instantes, pero vamos a recuperarlo", decía Pedro Piqueras a la vuelta de la conexión desde Sabadell.
 

El cambio de hora de otoño: una vuelta atrás necesaria

En la madrugada de este domingo se cambia la hora. 
En la madrugada de este domingo se cambia la hora. Getty Images
Este mes de octubre, Jeffrey C. Hall, Michael Rosbash y Michael W. Young fueron galardonados con el premio Nobel de Fisiología o Medicina por sus descubrimientos de los mecanismos moleculares de los ritmos circadianos: el reloj biológico ligado al ciclo diario de la luz solar.
Pero no solo percibimos el ciclo diario: una fracción significativa de la población vive suficientemente lejos de los trópicos como para experimentar importantes variaciones en la luz solar debido al ciclo de las estaciones, que acorta y alarga los días, adelanta y retrasa amaneceres y anocheceres.
 Modulamos estas variaciones con el cambio estacional de la hora, que ayuda a que el inicio de la actividad sociolaboral se ajuste con la cambiante hora del amenecer de nuestras latitudes.
  Si el viernes vamos al trabajo a las 9CEST (hora de verano de Europa central), el lunes lo haremos una hora más tarde, a las 9CET (hora de Europa central), aunque parezca que sea la misma hora. 
Alterando las manecillas del reloj parecerá que amanece y anochece una hora antes pero, en realidad, la rotación de la Tierra y el movimiento aparente del Sol seguirán su cadencia natural de quince grados de avance por cada hora transcurrida.
 Es nuestra actividad sociolaboral lo que cambia.
El retraso otoñal anula el adelanto primaveral y es más llevadero que este. Hace justo un año los parlamentos balear y valenciano pidieron que el cambio otoñal no se realizara y, por tanto, viviéramos el invierno con la hora de verano. 
Merece la pena glosar qué habría ocurrido porque extender la hora de verano hasta el invierno siguiente es la mayor prueba de esfuerzo a la que se someten los horarios de una sociedad: desajusta la actividad del día más exigente del año; el día con el amanecer más tardío, el anochecer más temprano y la luz diurna más breve y débil; el día invernal.
En España estamos acostumbrados a que amanezca como muy tarde entre las 08:10 y las 09:10.
 Por eso, y no por otra razón, nuestra actividad laboral se inicia aproximadamente a esa hora y no a otra.
 En estos últimos días de horario de verano amanece casi a la misma hora a la que amanecerá en invierno, si no más tarde, y notamos las mañanas muy oscuras. 
Precisamente esa es la señal que advierte de que toca retrasar la hora (véase gráfico y cuadro adjunto). 
Si no lo hiciéramos ahora el amanecer seguiría retrasándose hasta que por Navidad ocurriría entre las 09:10 y las 10:10. No es ningún problema en sí mismo, salvo si nuestra actividad sociolaboral siguiera empezando entre las ocho y las nueve. 
Conforme pasaran los días cada vez más personas percibirían que amanece “muy tarde” porque cada vez más personas estarían madrugando demasiado; aunque se pusieran en marcha a las ocho de la mañana.


 

27 oct 2017

No digas que fue un sueño....................... Rubén Amón

Puigdemont traiciona a su pueblo con la proclamación de una república fantasma, aislada y depauperada.

independencia Cataluña
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont extiene su voto durante la votación en el Parlament sobre la declaración de independencia. REUTERS
Más allá de haber atracado la democracia a cara descubierta, el error de Puigdemont consiste en haber destruido el sueño prometido a su "poble".
 Ha proclamado la independencia en el contubernio parlamentario. Y por esa razón ha desfigurado la ilusión que suponía aspirar a ella. No se ha dado cuenta Puigdemont de que ser independiente representa una degradación respecto al fervor de ser independentista.

independencia Cataluña
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont extiene su voto durante la votación en el Parlament sobre la declaración de independencia. REUTERS


Y no sólo por la frustración que conlleva toda realización y la consecución de cualquier meta, sino porque los catalanes que se han conmovido en los vaivenes de esta farsa de la tierra prometida se percatarán de que han llegado, aleluya, al lugar en el que ya se encontraban.
Les ocurre a los protagonistas de un cuento ejemplar de Sciascia, tripulantes de una embarcación clandestina cuyo patrón les promete llevarlos a América.
 Los extorsiona, secuestra sus emociones.
 Y once noches después de haber salido, de haberle rezado a la Luna, de haberse confiado sus sueños, ocurre que saliendo de Sicilia han llegado a Sicilia, desconcertados por la familiaridad de la lengua, los lugares, las gentes. 
Traicionados por el pirata que los embarcó.
Hubieran agradecido los catalanes, polizones también ellos de la Arcadia de Puigdemont, que el sueño permaneciera vivo. Alcanzarlo con atajos, conspiraciones y delitos, desfigura la propia epopeya, la destruye.
 Puigdemont la ha trivializado. 
Se ha plegado a la coacción de un comando trotskista y al furor de los tuiteros
. Ha demostrado ser la triste y mediocre marioneta de Junqueras.

Cataluña es independiente en el orden retórico, se ha emancipado de España en la política-ficción. 
Y semejante placebo aspira encubrirse ahora con una llamada a la resistencia y con la coreografía de las movilizaciones organizadas. Cataluña es una república fantasma, y una comunidad autonómica real cuyo porvenir, credibilidad, seny, madurez, economía se ha visto expuesta a una implosión que ha maniobrado el cinismo de Junqueras.

Tendrá que responder a su grey del engendro que le ha construido. No ya con la devastación de los espacios democráticos, con la ferocidad del pucherazo y con la vacua superstición de la represión franquista, sino porque ha perseverado en la ruptura sin haber asumido el rechazo de la comunidad internacional, la fuga de la economía y el trauma de un pueblo dividido.

Cataluña no es independiente, pero experimenta al mismo tiempo las peores consecuencias de su anomalía y excepcionalidad "indepe".
 En sentido conceptual, por el estupor del oscurantismo nacionalista. Y en sentido práctico, por cuanto el simulacro de una patria amañada y malparida ha precipitado una situación de aislamiento, de regresión y de empobrecimiento.

¿Y ahora qué, Puigdemont? Si Cataluña es independiente y nos deslumbra el fulgor de El Dorado, ¿qué sueño va a proponerle a su feligresía? ¿Qué nueva anestesia o elixir del amor va a recetar a la muchachada? ¿La resistencia al opresor?
 ¿Cuándo van ustedes a bajar a la tierra, ocuparse de gobernar, remediar los trastornos que han creado, responsabilizarse de sus fechorías?
Tendrá que inventarse un nuevo sueño, como hizo Scherezade para evitar que el gran visir la decapitara. 
Es lo que hacía con todas las mujeres que desposaba. 
Y Scherezade descubrió que su vida dependía de dejar el cuento abierto.
 Porque el final era su muerte.

 

Muere la trapecista Pinito del Oro a los 86 años

Yo quise ser Pinito del Oro.
De niña mi abuela nos llevaba al Circo Price cuando venía a Las Palmas.
 Ese mundo me fascinó siempre . Ir al circo era una fiesta, ver a Pinito del Oro sobre una silla en el trapeció era magia pura...Y la vida va pasando y los recuerdos se amontonan y hoy leo que ella que arriesgaba su vida le tocó ya poner Fin.
Creo que nunca ha sido reconocida como se merecía, la teniamos aqui muy cerquita, y no sé que fue de su vida. Ahora nos dicen que murió. 

Acróbata de lustre mundial, ganó, entre otros, el Reina del Festival Mundial en 1960 y el Premio Nacional del Circo 1990.

Pinito del Oro practica un número para su actuación con el circo Harringay de Tom Arnold en 1952.
Pinito del Oro practica un número para su actuación con el circo Harringay de Tom Arnold en 1952.
La trapecista María Cristina del Pino Segura, conocida como Pinito del Oro, ha fallecido este miércoles en Las Palmas de Gran Canaria, según han informado a la agencia Efe fuentes cercanas a la familia. 
Las mismas no han precisado más detalles sobre el deceso. Artista de circo, trapecista, nació en Las Palmas de Gran Canaria el 6 de noviembre de 1931.
 Pertenecía a una familia del espectáculo, y su padre poseía un circo familiar donde trabajaban sus 11 hermanos.
Sin gran habilidad, Cristina tuvo que recurrir a su gran fuerza de voluntad para conseguir entrar en la troupe familiar.
 Comenzó a ensayar en el alambre y su tesón la hizo debutar a los 12 años como alambrista. 
Fue entonces cuando su padre comprendió la gran voluntad de Cristina y comenzó a entrenarla en el trapecio.
En 1950 debutó en Nueva York con el circo americano Ringling Bross, realizando una gira por Estados Unidos que se repitió durante nueve años.
 Al término de su carrera fue galardonada, entre otros premios, con el Reina del Festival Mundial en 1960, que es considerado el Oscar del Circo. También ganó la Medalla de Oro del Circo Scott de Suecia y el Premio Nacional del Circo 1990.

Había comenzado a llamarse la Shirley Temple del trapecio, pero ante las bromas de sus hermanos decidió cambiarse el nombre artístico.
 Dado que existía una famosa trapecista llamada la Rita de Plata, el padre de Cristina decidió llamarla Pinito de Oro y con este nombre conquistó la fama circense.
Tras su presentación en Nueva York, el riesgo de sus ejercicios llamó la atención mundial y Cecil B. de Mille la contrató para su película El mayor espectáculo del mundo.
 En 1961, tras sufrir varios accidentes, se retiró del trapecio, pero en 1968 reapareció en Madrid con el Circo Price, bajo la dirección de Feijoo y Castilla.
Realizó entonces una gira de verano durante la cual sufrió una grave caída en Laredo (Santander). 
Tras su recuperación y alguna esporádica actuación, se retiró definitivamente del trapecio el 17 de abril de 1970, coincidiendo con el último programa presentado por el Circo Price en su ya desaparecida sede madrileña.
 Con numerosos premios internacionales, Pinito del Oro, aunque no tuvo ningún tipo de formación, se sintió atraída por la literatura y publicó varias novelas, entre ellas La víspera, El italiano y Nacida para el circo y quedó finalista en los premios Blasco Ibáñez y Ciudad de Oviedo.