El sumario del triple asesinato, al que ha tenido acceso EL PAÍS, plantea más dudas que certezas.
Dibujo del forense Frontela sobre al caso AlcàsserCarles Francesc
La mano muerta, descarnada, emerge de la tierra como pidiendo
auxilio. Un apicultor pasa por allí el 27 de enero de 1993 y da parte a
la Guardia Civil. El juez de Alzira (Valencia), José Miguel Bort, ordena
el levantamiento del cadáver. Antes de remover la tierra, va dictando a
su secretario todo lo que ve, y éste, con una caligrafía muy uniforme,
escribe: "...en la superficie aparece una mano saliente, deshuesada
prácticamente en su totalidad, con dos huesos salientes y un reloj
blanco".
Unos segundos después, unos renglones más abajo, el mismo juez dicta y
el mismo secretario escribe: "Retirando la tierra aparece en primer
lugar un cuerpo, se aprecia que tiene las manos atadas ..." ¿Una mano suelta o dos manos atadas tratándose del mismo cadáver? Ésta es sólo una de las muchas dudas que se plantean al revisar los
4.000 folios que componen el sumario -recién concluido pero aún secreto-
del triple asesinato de Alcàsser (Valencia) y al que ha tenido acceso
EL PAÍS.
El mismo juez de entonces, hoy ascendido y trasladado a Palma,
declaró el viernes: "No me acuerdo de por qué se redactó así. Pero estoy
seguro de que no obedece a nada raro. Lo que sí me extrañó fue la
cantidad de objetos desperdigados alrededor de los cuerpos".
Por ejemplo, aquella prueba determinante: un trozo de volante de la
Seguridad Social con el nombre de Anglés. ¿Cómo estaba allí, casi tres
meses después, si el viento siempre castiga esa zona? Algunos siguen
usando aquel lugar apartado. Pero el jueves no se veía ni rastro de
ellos. Tres niñas -Mirian García, Antonia Gómez y Desirée Hernández-
desaparecieron el día 13 de noviembre de 1992. Fueron encontradas dos
meses y medio más tarde, violadas, torturadas, rematadas por un disparo
del calibre 9, enterradas en una fosa de la partida de La Romana, a 420
metros sobre el nivel del mar, en un terreno pedregoso donde el jueves
pasado olía a tomillo y romero.
De tanto horror sólo se sabe lo que los forenses pudieron deducir y
lo que Miguel Ricart Tàrrega, el único detenido, ha querido confesar. Mintiendo a veces, contradiciéndose otras; hilvanando al final una
declaración sorprendentemente coherente y macabra. Ricart descarga, toda
la responsabilidad en Antonio Anglés. Pero nadie sabe dónde está
Anglés, si vivo o si muerto, ni cuántas personas más contribuyeron al
horrible crimen. Uno de los forenses declaró el viernes a este periódico: -Tengo la certeza moral de que fueron dos las personas que torturaron
y mataron a las niñas, pero si usted me pregunta si fueron tres, le
diré: es posible. Si me pregunta, ¿fueron cuatro?, le contestaré lo
mismo. ¿Pudo ser un regimiento?: también. Pero yo creo que fueron dos. Otro de los forenses, el controvertido Luis Frontela, autor de la
segunda autopsia, ha contabilizado pelos de cuatro personas distintas en
la ropa interior de las niñas. Uno de ellos -"el del sujeto G", según
Frontela- es "una cana de la cabeza, hallada en la ropa de Desirée".
Lejos de despejar algunas dudas, el sumario que el pasado lunes cerró
por cuarta vez Alicia Valverde, juez de instrucción de Alzira, añade
más misterios y contradicciones al suceso. En el folio 458 consta que la
311ª Comandancia de la Guardia Civil -Valencia- remite a su laboratorio
de balística los proyectiles extraídos de los cadáveres, para
determinar si fueron disparados por la misma arma. La primera muestra,
según el texto del informe, "contiene proyectil alojado en el cráneo"
del cadáver número uno, el de Antonia Gómez Rodríguez. Unos folios más
adelante, el 813, el sumario ofrece otra sorpresa. Según el Instituto
Nacional de Toxicología, "el cráneo del cadáver número uno, el mismo, el
de Antonia, presenta un orificio de entrada en fosa temporal izquierda
(sien izquierda) y un orifico de salida en el techo de la órbita
derecha. ¿Cómo puede quedarse alojado en un cráneo un proyectil que
entra y sale?
Viaje al horror
La lectura del sumario es un viaje al horror. Vicente Quilis, el
abogado de Miguel Ricart, se refugia en el secreto profesional para no
hacer ninguna referencia a los documentos allí contenidos, pero sí habla
sobre el terror que producen: "Lo he pasado muy mal releyendo las
declaraciones de mi cliente; los informes de las autopsias, imaginando
el auténtico calvario por el que tuvieron que atravesar necesariamente
las niñas, fueran quienes fuesen los autores del crimen".
Grapados a las solicitudes rutinarias de intervenciones telefónicas,
entradas y registros en domicilios o informes de balística, aparecen de
pronto las fotografías de las autopsias. Y la descripción -en lenguaje
científico pero no por eso menos impactante- de los daños recibidos por
Antonia, Mirian y Desirée.
Y otra duda, la mayor, la que más obsesiona a Fernando García, el
padre de Mirian. Ricart dice, y la Guardia Civil se lo cree, que fue
aquí donde las niñas fueron torturadas y violadas, y donde Anglés o
quien quiera que fuese les pegó el tiro de gracia. "Yo no me lo creo. Y
sé lo que me digo porque yo soy un colchonero". Se refiere Fernando
García, propietario de un almacén de colchones en la localidad
valenciana de Beniparrell, al estado que todavía hoy presenta el lugar,
una casa medio derruida en medio del campo, donde presuntamente
ocurrieron los hechos. No hay ni un rastro de sangre. Ni en las paredes
de la casa, ni en el poste donde fueron atadas las niñas, ni en los
colchones esparcidos por la habitación y que el jueves continuaban allí. Ricart ha firmado esta declaración: "Las tres jóvenes protestaban y
querían marcharse, ante lo que Antonio, nuevamente iracundo, comenzó a
golpear con una tranca a Mirian y Desirée, que se encontraban atadas al
poste, y les dio varios golpes fuertes, quedando una de las dos,
Desirée, inconsciente, mientras Mirian le pedía a Antonio que no, le
pegase (...). A continuación, Antonio. cogió a Antonia y la tiró a un
colchón que allí había y la desnudó totalmente mientras ésta se oponía y
se defendía, siendo en todo momento reducida por Antonio, una vez
desnuda y estando tumbada cara arriba Antonio se bajó los pantalones y
los calzoncillos y le introdujo el pene por vía vaginal (...), Y unos
diez minutos más tarde, Antonio dio la vuelta a Antonia e introdujo su
miembro por vía anal (...)".
Y siguen otras torturas. ¿Es posible que, en un lugar donde sucede todo eso no quede ni rastro
de sangre? ¿Es lógico que ni en el travesaño, ni en los colchones, ni
en las paredes, ni tampoco en las piedras o matorrales quedaran restos
de tanto dolor? No hay en el sumario nada que aclaré esta duda. Los
entrecomillados anteriores no son desgraciadamente el delirio de un ser
trastornado. La confesión de Miguel Ricart, el relato detallado de las
torturas horribles que él y su amigo infligieron a las tres niñas, está
plenamente corroborado por las autopsias.
Entre las conclusiones del equipo de forenses valencianos -dirigido
por el catedrático Fernando Verdú Pascual- y las de Luis Frontela
-requerido por las familias de las niñas- no se aprecian grandes
diferencias de fondo. Aunque sí en la presentación. Frontela, siempre
polémico, dibuja al final de su informe de 286 folios una serie de
viñetas con las posibles secuencias del suceso. "No creemos", reflexionó el viernes con notable fastidio un forense
de Valencia, "que la forma teatral de Frontela sea la más adecuada para
un caso tan doloroso como el de las niñas de Alcásser". Ya durante las
autopsias -Frontela elaboró la suya inmediatamente después que los
forenses de Valencia- se produjo algún que otro altercado entre colegas. Luis Frontela llegó a enviar una carta de protesta -de contenido
confidencial- a Luis Miguel Romero, decano del Colegio de Abogados de
Valencia y primer abogado de las familias. El profesor Frontela reproduce una discusión con su colega Verdú Pascual, de la que pone por testigo a un guardia civil: - Profesor Frontela, está usted haciendo una autopsia muy minuciosa. - Como siempre la hago, doctor Verdú minuciosa, responsable y científica. - Es que eso no es lo acordado, quedamos en que usted sólo cogería pelos para estudio criminalístico.
Ciencia o magia
El profesor Verdú no quiso el jueves pasado hacer declaraciones, pero
sí confirmo los altercados con Frontela. Y mientras Frontela insinúa
que sus colegas le obstaculizaron el trabajo e incluso llegaron a
destruir pruebas, los forenses de Valencia piensan de forma muy
distinta: "Hay un matiz muy importante entre la actuación de Frontela y
la nuestra. Nosotros hacemos ciencia; él, magia".
Además de la autopsia, Frontela emprendió el estudio de ADN de los
pelos recogidos entre las ropas de las víctimas. Según sus conclusiones,
se aprecian tres cabellos pertenecientes al "sujeto D" en el jersey y
en la ropa de Antonia; cuatro cabellos del "sujeto F" hallados en el
jersey de Antonia y en el sostén de Desirée; tres pelos de pubis de
Miguel Ricart hallados en la ropa de Mirian y en la de Desirée. Un pelo
de cabeza del "sujeto J", hallado en la ropa de Desirée, y una cana de
cabeza del "sujeto G" hallada en la ropa de Desirée. Ninguno de esos pelos, añade el informe de 209 folios redactado por
Frontela, corresponde a ninguno de los sospechos: Y "además, hay otros
tres pelos no catalogables, porque de Roberto Anglés [uno de los
hermanos del principal sospechoso] no se han recibido suficientes pelos e
ignoramos si entre ellos puede haber algunos canosos o albinos". Un destacado forense de Valencia -participante en las autopsias-
comparte las dudas de otras personas conocedoras de la investigación:¿Usted cree que con esas pruebas y la única declaración de Ricart se
puede condenar a alguien? ¿Nos quedaremos tranquilos mandando a la
cárcel a uno sólo de un grupo tan numeroso? Si el abogado de Ricart es
bueno, no habrá quien lo condene.
Y aún se pueden analizar más misterios. Surgen por todos los rincones
del sumario. ¿Cómo pudieron subir hasta la casa derruida cinco personas
-tres de las cuales oponían cierta resistencia- en un Opel Corsa? El
día del hallazgo, sólo los todoterrenos de la Guardia Civil pudieron
acceder al lugar; y el jueves pasado, los redactores de una televisión
autonómica -en un potente turismo- debieron abandonar la aventura a
medio camino. ¿Por qué Miguel Ricart- siendo responsable de un crimen tan brutal-
apareció en la casa de Anglés, ya rodeada de guardias civiles, para
regalarle una bolsa de mandarinas y se dejó coger sin resistencia? ¿Cómo
Ricart y Anglés, a las ocho de la tarde de un día de noviembre,
pudieron pasar con tres niñas secuestradas por delante de un cuartel de
la Guardia Civil, la calle más concurrida del pueblo y una discoteca
llena de estudiantes sin ser advertidos? Son las tres de la tarde, es jueves y hace cuatro años que su hija
desapareció. Fernando García se acerca a la fosa que fue el sudario de
su hija y enciende un pitillo. Le duele aguantar tantas lágrimas. Sube
de vez en cuando y siempre pasa igual. Ve el Mediterráneo allá abajo, el
olor a tomillo. Intenta rezar, pero siempre termina riñéndole a Dios.
La esposa de Felipe VI ha sido fiel a Felipe Varela, su diseñador de cabecera.
De izquierda a derecha: doña Letizia en 2007, 2010 y 2014.cordon press
La reina Letizia ha sido a lo largo de los últimos 13 años fiel a uno de sus diseñadores de cabecera como es Felipe Valera, del que ha vestido en la mayoría de los desfiles de la Fiesta Nacional. Su look,
observado y comentado al detalle, y su comportamiento y atención hacia
sus dos hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, la convierten en
una gran protagonista en esta jornada festiva. En 2004, a los cinco meses de casarse con el entonces Príncipe de
Asturias, doña Letizia eligió un estilismo muy discreto de una falda y
una chaqueta tweed. Un año después y embarazada de más de ocho meses de la princesa Leonor, doña Letizia eligió un vestido plisado de corte imperio y un abrigo a conjunto. En 2006, que acudió embarazada entonces de la infanta Sofía, se decantó por un vestido amplio de color coral y un abrigo rosa empolvado. De izquierda a derecha: La reina Letizia en el desfile militar de 2004, 2005 y 2006. GTRESONLINE / CORDONPRESSDe izquierda a derecha: doña Letizia con sus hijas en 2014 y 2015 y junto al rey Felipe en 2016.CORDONPRESS / GTRESONLINEl año siguiente la reina escogió un vestido azulón de estilo baby doll
y decidió protegerse del sol con unas gafas de estilo aviador con
cristales azules que llamaron mucho la atención. En 2008 se decantó por
un conjunto formal y elegante en tonos beis, pero al año siguiente la
reina apostó por un vestido de tonos violetas combinando el color con la
chaqueta y los zapatos.
En
el desfile de 2007, doña Letizia con unas gafas aviador con cristales
azules a juego con los tonos de su estilismo. A la derecha, la entonces
princesa de Asturias en el desfile del 12 de octubre de 2008. cordon presscordon press
En
2009, para la recepción en el Palacio Real, doña Letizia, que eligió un
peinado y maquillaje natural y algo más informar, optó por quitarse la
chaqueta que sí lució durante el desfile.GTRESONLINE2010 fue uno de los años que más controversia causó su elección, pues
rompiendo el protocolo acudió al desfile y a la recepción en el Palacio
Real en pantalón, que acompañó con una camisa bordada y un chal sobre
los hombros. Un estilismo que cambió en el desfile de la Fiesta Nacional
en 2011, donde volvió a apostar por un traje de falda y chaqueta. De
nuevo, Felipe Varela fue el modisto escogido para vestir a doña Letizia
en el desfile militar de 2012 y, otra vez, se vistió con un traje de
chaqueta y falda.
La reina Letizia viste pantalones y chal en el desfile de 2010.GTRESONLINE / CORDONPRESS
En 2013, la Reina lució un bonito conjunto de encaje granate
acompañado de una americana rosa firmado todo por Varela. Un año
después, en 2014, Letizia Ortiz volvió a confiar en su diseñador fetiche
para el primer año que acudía al desfile militar cono Reina y
acompañada de sus dos hijas. En
2013, la Reina lució un bonito conjunto de encaje granate acompañado de
una americana rosa firmado todo por Varela. Un año después, en 2014,
Letizia Ortiz volvió a confiar en su diseñador fetiche para el primer
año que acudía al desfile militar cono Reina y acompañada de sus dos
hijas. La esposa de Felipe VI lució un modelo verde de tejido 'tweed'
combinado con unos zapatos de salón con plataforma delantera. en 2015,
lució un vestido en azul oscuro de Felipe Varela al que añadió una
chaqueta a conjunto durante el desfile.
ampliar fotoDe izquierda a derecha: en 2011, 2012 y 2013. GTRESONLINE / CORDONPRESS
El año pasado, en 2016, su diseño en blanco roto con bordados florales de Varela tuvo cierta polémica por su indiscutible parecido a uno diseñado por Oscar de la Renta que presentó en un desfile en Nueva York en 2011.
La reina Letizia vestida de Felipe Varela y, a la derecha, una modelo con el diseño de Oscar de la Renta.GTRESONLINE / L'ESTROP
La parada
militar saca a la calle a casi 4.000 militares acompañados por Guardia
Civil y Policía Nacional bajo el lema 'Orgullosos de ser españoles'.
Ese lema sobra, porque no hay que hacer una declaración cada vez que pase algo en Espña, se le da pie a que pregunten ¿Y a los que no le gusten los toros? ¿A quién no le guste la zarzuela? a quién no le guste el Ebro? a quién no le guste el avión y si va en barco a la Península porque es canario? o los Canarios no son Españoles?
¿A quién no le guste el pañuelo acuadros Aragonés? ¿A quién no le guste la mantilla Española? es o no es español? y a quien no le guste la Sardana? bueno, eso se lo están pensando...
Los Reyes presiden desde las 11.00 en Madrid el desfile del Día de la Fiesta Nacional, al que asisten el Gobierno en pleno —salvo el ministro de Economía, de viaje en Washington—, las más altas autoridades del Estado y la mayoría de líderes políticosen plena crisis por el desafío soberanista de Cataluña.
Por primera vez en muchos años, no ha habido abucheos a la llegada de
las autoridades a la tribuna.
La parada militar está sacando a la calle a
casi 4.000 militares junto a miembros de la Guardia Civil y de la
Policía Nacional bajo el lema Orgullosos de ser españoles.
Este año, se ha hecho más vistosa y ha cambiado de escenario buscando el calor popular.Hombre es la muestra o amenaza de quien saldría a la calle, los Mossos, total, son como la Guardia Urbana, menos la mala leche de Trapero que desobedece porque le da la gana....o quizás sea el recuerdo de su hermano a quién mató ETA.
El expresidente Felipe Gonzalez asiste por primera vez vez últimos años
al desfile y se le ha visto charlando con los socialistas Susana Díaz,
Javier Fernández y Francisco Javier Lambán momentos antes del inicio del
desfile, informa desde allí Miguel González.
El acto
ha comenzado con la llegada de los Reyes a la plaza de Lima, donde han
sido recibidos con aplausos y gritos de "viva España" y "viva la
Corona".
Los cientos de personas presentes en el recorrido han aplaudido
el paso del Rolls Royce que trasladaba a los Reyes a la tribuna
principal y se han escuchados vivas al Rey, a la Monarquía y a España,
así como "Puigdemont a prisión".
Felipe VI, con el uniforme de capitán general del Ejército del Aire, y acompañado por la Reina, con vestido de chaqueta y falda en tonos grises, la princesa Leonor y la infanta Sofía, hace así su primera aparición pública tras el discurso televisadoque protagonizó el pasado día 3, cuando denunció la "deslealtad inadmisible" de las autoridades catalanas e instó a "restaurar el orden constitucional".
Itinerario del desfile.DEFENSA
Hoy, además de discursos, hay muchos corrillos, sobre todo en la
tradicional recepción de la Fiesta Nacional que Don Felipe y Doña
Letizia ofrecerán a partir de las 13.15. En ella, según fuentes de
Zarzuela, se espera la mayor afluencia en una recepción en Palacio Real
desde la proclamación de Felipe VI, con presencia de los poderes del
Estado, ex presidentes del Gobierno y representantes del mundo
económico, universitario y de organizaciones sociales.
En el desfile del 12 de octubre están todos los
presidentes de comunidades autónomas menos los de Euskadi, Iñigo
Urkullu; de Navarra, Uxue Barkos; y de Cataluña, Carles Puigdemont. También representantes de los partidos políticos. En la tribuna
de autoridades políticas se ha visto charlar al socialista Pedro
Sánchez y con el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera. En el
caso de Podemos no está su líder, Pablo Iglesias, que tampoco acudió a
los actos en 2016 ni 2015. La representación del partido morado corre a
cargo de su portavoz adjunta en el Congreso, Ione Belarra, y Gloria
Elizo, miembro de la Mesa. Eso sí, fuentes de la formación morada han
puntualizado que Belarra y Elizo acuden al desfile, pero no a la
recepción posterior.
Después de siete años, la parada militar ha regresado al Paseo
de la Castellana, mucho más amplio que su anterior emplazamiento en el
eje Prado-Recoletos para darle más vistosidad y permitir mayor
asistencia de público. Además, se han instalado dos grandes pantallas en
la Puerta del Sol y la Plaza de Colón para seguirlo en directo. El desfile consiste en un homenaje a los caídos y un desfile
terrestre y aéreo por el paseo de la Castellana, en el que participarán
unos 3.900 efectivos, entre militares de los tres Ejércitos, guardias
civiles, policías y Guardia Real, 84 vehículos y 78 aeronaves. Tras izarse la bandera bajada por un paracaidista y de que el Rey
haya pasado revista a las tropas, ha comenzado el homenaje a los caídos,
que en esta ocasión está dedicado al recuerdo de las víctimas de los
atentados yihadistas de Cataluña. Los fallecidos han estado
representados en la ofrenda floral por los embajadores de sus países de
origen: Argentina, Bélgica, Canadá, Estados Unidos, Alemania, Italia,
Portugal, Reino Unido y Australia. A continuación se ha iniciado el desfile aéreo, al que seguirá el
terrestre, que cuenta este año con la novedad de la participación de la
Policía Nacional por primera vez desde hace más de 30 años. Cientos de
personas, con banderas de España, llenaban desde casi dos horas antes de
comenzar el desfile el paseo de la Castellana, entre la plaza de Cuzco y
la calle Raimundo Fernández Villaverde, con una distancia de 1,8
kilómetros. Además del desfile, el Ministerio de Defensa ha organizado
este año la conmemoración de la Fiesta Nacional más de 120 actos por
toda España. A los caidos en ambos bandos, porque caidos eran antes solo los de la zona azul. Y La España roja de sangre no se hacía mención alguna.