Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

11 oct 2017

Rose McGowan, la actriz que puede acabar con el hombre más poderoso de Hollywood


La actriz lidera la cruzada contra el depredador sexual y tira con bala contra Matt Damon, Quentin Tarantino y todos los que considera sus cómplices.

Rose McGowan
Rose en la época en la ocurrieron los hechos. Foto: Getty
“¿Habéis visto alguna vez una película en la que una persona destruye todo un sistema poderoso y corrupto sin ninguna ayuda? No es una película, es Rose McGowan”. 
Eso tuiteó hace unos días el actor y productor Scott Weinberg y la aludida procedió a retuitear.
 Desde que el explosivo artículo de The New York Times de Jodi Kantor y Megan Twohey reveló el comportamiento de depredador sexual del megaproductor Harvey Weinstein, la actriz de Death Proof se ha convertido en la avanzadilla de la lucha contra el acoso y en el dedo acusatorio de Hollywood.
El reportaje desveló que McGowan está entre las actrices que aceptaron un pago compensatorio a cambio de retirar una denuncia contra Weinstein, al igual que Ashley Judd. 
La actriz, que ha felicitado a las periodistas por su trabajo pero no participó como fuente on the record, habría recibido 100.000 dólares en 1997, después de que el productor tuviera “un episodio” con ella durante el festival de Sundance de 1997, cuando ella tenía 23 años. 
El certamen de cine indie era uno de los muchos escenarios que al parecer tenía Weinstein para sus actividades, todo un glamouroso mapamundi que incluía el hotel Peninsula en Los Ángeles, el Savoy en Londres y el Hotel Eden du Cap Roc durante el festival de Cannes.
Hace un año, McGowan ya dijo que el jefe de un estudio de Hollywood la había violado y que su novio había vendido la película que ella protagonizaba al mismo tipo.
 En un hilo de tuits englobado con el hashtag #WhyWomenDontReport (por qué las mujeres no denuncian), explicó que no había acudido a las autoridades porque todo el mundo le dijo que jamás podría ganar.
 “Una mujer fiscal me soltó que porque yo había rodado escenas sexuales en una película, nunca podría derrotar al jefe de un estudio”.
 Rose McGowan también señaló que el comportamiento de su violador era un secreto a voces en Hollywood.

Rose McGowan
Robert Rodriguez y Rose McGowan cuando eran pareja. Foto: Getty

A la luz de las recientes acusaciones contra Weinstein, revistas como Vanity Fair han atado cabos: a finales de los dosmiles, McGowan era pareja de Robert Rodriguez, que la dirigió en Grindhouse, la mitad del programa doble con Quentin Tarantino . Y el productor distribuyó aquel combo a través de Dimension Films, una subsidiaria de The Weinstein Company.

 Desde que todo salió a la luz, la actriz no está dudando en señalar con nombre y apellidos a todos aquellos que considera cómplices por su silencio. 
“Eh, @caseyaffleck @benaffleck, ¿cómo va vuestra mañana?”, tuiteó el lunes.
 Affleck, de hecho, habló 48 horas más tarde y dijo sentirse “triste y enfadado” y que las acusaciones le ponían “enfermo”. 
 Con su amigo, McGowan fue aún más lejos:: “Eh, @mattdamon, ¿cómo te sientes siendo un aprovechado sin escrúpulos que permanece en silencio?”. 
McGowan tira con bala. A Damon y a Russell Crowe se les acusa de haber frenado un artículo que iba a publicar The New York Times ya en 2004 sobre el delegado italiano de Miramax, la empresa de Weinstein, que al parecer actuaba como conseguidor de mujeres para el gran jefe y tenía entre sus funciones organizarle fiestas con prostitutas rusas.
 La periodista Sharon Waxman, fundadora de la web The Wrap, que iba a firmar aquel artículo, ha contado que Damon y Russell le llamaron personalmente para frenar sus investigaciones y amenazarla.
 Finalmente, se publicó pero completamente rebajado, sin ninguna mención al escándalo sexual, y simplemente como una nota para sobre un empleado despedido de Miramax.
Rose McGowan
Harvey Weinstein, Marley Shelton, Robert Rodriguez, Rose McGowan, Quentin Tarantino y Rosario Dawson en el estreno de ‘Grindhouse’. Foto: Getty

Pérez-Reverte arrasa en Twitter con sus mensajes tras el sí pero no de Puigdemont

"He visto nacer algunas independencias de la inteligencia, la lucha y el sacrificio, pero nunca vi nacer ninguna de la chapuza y la caspa", escribe el autor cartagenero. 

 

GTRESONLINE
El escritor Arturo Pérez-Reverte, en una imagen de archivo de 2015.
El escritor Arturo Pérez-Reverte lleva semanas mostrando en Twitter su desolación y su cabreo por el devenir de los acontecimientos en Cataluña, así que los internautas esperaban ansiosos su opinión sobre lo ocurrido en el Parlament ayer por la tarde, cuando el president Carles Puigdemont declaró la independencia, pero unos segundos después la dejó "en suspenso" para "llegar a una solución acordada".
 Un sí pero no. 
Y la espera tuvo su recompensa: el autor cartagenero lanzó anoche un mensaje lleno de amargura, que ha apuntalado esta mañana con otro igualmente negro.
 Los dos se han convertido en un fenómeno viral.
En el primero, echa mano de su memoria como reportero de guerra durante más de 20 años para comparar con otros procesos de independencia, pero concluye que nunca vio que de la "chapuza" y la "caspa" naciera una nación.
En el segundo, reconoce que, por muy loco que parezca todo lo que está ocurriendo, es nuevamente "historia de España", esa en la que -recuerda habitualmente el padre del Capitán Alatriste-, sólo salimos bien retratados en el Duelo a garrotazos de Francisco de Goya.
Sus mensajes, a esta hora, superan los 11.000 retuits y llos 18.000 favoritos. Eso es arrasar.

El imparable negocio de la belleza masculina

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Xevi Muntané
Uno de cada dos hombres en España reconoce usar un producto de tratamiento facial.
 Ellos compran menos cosméticos, pero están dispuestos a pagar más por la calidad y son más fieles a las marcas. 
Todavía se resisten a acudir a las tiendas y prefieren el anonimato de Internet.
 Poco a poco, van dando forma a un sector en expansión. 
 EN UN MINUTO se venden en cualquier rincón del mundo cuatro frascos de Aquapower, la crema más popular de Biotherm, la marca decana de la industria de la cosmética masculina.
 Establecida en España en 1985, esta filial de L’Oréal ha ido expandiendo su oferta hasta sumar más de 80 productos, adaptados a diferentes tipos de piel y problemas cutáneos. 
“Si en 1990 solo un 4% de los hombres españoles reconocía utilizar un producto de belleza facial, en 2001 ya lo hacía el 21%, y en 2015, uno de cada dos”, aseguran fuentes de la compañía.
 Entre enero y junio de 2017, solo el mercado masculino de cosmética selectiva, como se conoce a los productos de marcas de lujo, generó en España más de 10 millones de euros de beneficios. En ese mismo periodo, los hombres gastaron una media de 36,64 euros en productos para el cuidado facial, según cifras de la agencia de estudios de mercado The NPD Group.
Solo desde 2012, el lanzamiento de este tipo de artículos se disparó un 70% —de acuerdo con Biotherm—, aunque el peso de la crisis y las transformaciones sociales mantienen actualmente al sector en una suerte de estancamiento en positivo.
 “Ahora mismo la tendencia es que las marcas están consolidando el mercado sin lanzar demasiadas novedades”, explica Miguel de Santos, editor de la web especializada en belleza masculina El Hedonista.
Traje de Stella McCartney. La hidratante Age Perfecting Fluid, de Giorgio Armani Beauty, alisa las arrugas y la superficie de la piel. Xevi Muntané
 

En estas tres últimas décadas, el sector mascu­lino ha demostrado un nivel de fidelidad mucho mayor que el femenino y una querencia por los productos que concentran varios beneficios a la vez. Además, aunque el hombre compra menos cantidad, no le importa pagar más. 
“Le cuesta entrar en la cosmética, pero cuando lo hace quiere más calidad”, abunda Miguel de Santos.
 Lo mismo ocurre con los perfumes.
 Según datos de Stanpa, la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética, las mujeres compran un 26% de perfumes selectivos (la categoría más cara del mercado), y los hombres, un 31%. 
En la división de gran consumo (más asequibles), las mujeres adquieren un 71%, y los hombres, un 66%.
Sus aromas fetiche los embotellan firmas como Hugo Boss, Dior o Paco Rabanne, mientras que para el cuidado facial sus preferencias pasan por la mencionada Biotherm o la japonesa Shiseido, cuya crema más popular, la Total Revitalizer Cream —un tratamiento antiedad y antifatiga—, ronda los 50 euros por un tarro de 50 mililitros. 
En lo alto de una lista elaborada por The NPD Group, en el campo de productos de cosmética masculina despuntan también firmas clásicas como ­Clarins, Clinique o Sisley.
El principal nicho del ­grooming (el cuidado de la piel y cabello mascu­linos) lo ocupa el afeitado, aunque las ventas de esta clase de cosméticos han caído un 2,9% en España en el último año.
 Un descenso “seguramente motivado por la actual moda hipster y, con ella, el hábito para dejarse barba”, como aventura Stanpa, que ha recopilado los datos.
 Pero los expertos no tienen duda de que este continuará siendo uno de los pilares del sector.
 Ahí es donde destacan los tratamientos de marcas como Nivea Men, que introdujo el after shave sin alcohol en los años ochenta, y donde hoy han aparecido marcas nicho para el cuidado de la barba.
Eso sí, a la hora de adquirir los productos, los hombres prefieren no dar la cara que tanto se afanan en cuidar: antes que acudir a una tienda y pedir asesoramiento, optan por el anonimato de la consulta y la compra en Internet.
 “Al hombre le sigue dando corte ir a un sitio y pedir una marca de cosméticos”, reconoce De Santos. Son tímidos, pero coquetos, puntualiza. 
“Por ejemplo, antes había tantos hombres que compraban el corrector femenino de Yves Saint Laurent, que la marca decidió sacar una línea específica para ellos”.


 

Las empresas mueven también su sede fiscal por temor a la Hacienda catalana


Compañías y bancos han decidido dar un paso más tras cambiar el domicilio social y blindarse de todas las incertidumbres.

 


Sucursal del banco de Sabadell en Barcelona
Sucursal del banco de Sabadell en Barcelona
La fuga de empresas que trasladan su sede social fuera de Cataluña sigue ante el desafío independentista. 
Sin embargo, muchas compañías han decidido dar un paso más y blindarse de todas las incertidumbres, entre ellas, la posibilidad de que la Agencia Tributaria de Cataluña (ATC) pueda reclamarles impuestos que abonan a la Hacienda estatal. 
Para hacer frente a esa posibilidad, han decidido cambiar su domicilio fiscal.
 CaixaBank y Banco Sabadell ya lo han hecho.

Decenas de compañías catalanas han aprobado ya en sus consejos el traslado de la sede social a otra comunidad autónoma ante el contexto de inestabilidad política que atraviesa Cataluña.
 Sin embargo, algunas han decidido llevarse también el domicilio fiscal ante la posibilidad de que, si finalmente se producía una declaración de independencia —que finalmente quedó en suspenso—, la Hacienda catalana les pudiera reclamar tributos estatales como el de Sociedades. 
Eso les dejaría en una delicada situación: tendrían que abonarlo dos veces o elegir entre una Administración u otra.
Ese cambio de domicilio, no obstante, no es tan sencillo como el del traslado de sede social.
 Fuentes consultadas explican que requiere que en ese domicilio haya al menos “una dirección efectiva del negocio”. 
De momento, tanto CaixaBank como Banco Sabadell ya han trasladado tanto su domicilio social como el fiscal, según confirmaron ayer ambas entidades.
 En el caso de CaixaBank, fuentes del banco que ahora tiene sede en Valencia explicaron que se optó por ese doble cambio para buscar una “protección global” de los clientes, depositantes y accionistas.

Poco impacto económico

Varios despachos de abogados explicaron que otras empresas están siguiendo el camino de los dos grandes bancos
 Sin embargo, ese paso no se reflejará en el Registro Mercantil, puesto que debe comunicarse a la autoridad fiscal autonómica. Ahora, explican estas fuentes, están tratando de ver qué departamentos o directivos desplazan a esas sedes para que el cambio de domicilio fiscal pueda ser efectivo. 
De entrada, es probable que los consejos de administración y las juntas de accionistas se realicen en las nuevas ubicaciones.
Con las reglas de juego actuales, el impacto para las arcas autonómicas es mínimo (siempre que no haya traslado de empleados), puesto que el cambio solo afecta a algunos impuestos autonómicos como el de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados.
 Otra cosa es que el Gobierno de la Generalitat declarara la independencia efectiva y reclamara impuestos estatales como el de Sociedades a empresas con sede en Barcelona. 
Según las últimas balanzas fiscales de la Generalitat, de Cataluña procede el 19,1% de la recaudación de Sociedades del conjunto de España. En total, 4.547 millones de euros.
 El traslado del domicilio fiscal busca, precisamente, blindarse ante este escenario hipotético.