Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

14 sept 2017

'Lifting' con hilos: cuáles funcionan, cuánto duran y qué efectos tienen

 

Vuelven unos viejos conocidos de la medicina estética, reformulados, menos invasivos y más eficaces.

 

'Lifting' con hilos: cuáles funcionan, cuánto duran y qué efectos tienen
Llegaron a finales de los 60, se llamaban hilos de oro y estiraban la piel. Se vendieron como alternativa al lifting, pero ni lo eran ni daban buen resultado. 
Hoy, los hijos de aquellos son los hilos reabsorbibles, que siguen sin sustituir el estiramiento quirúrgico, pero no conllevan riesgo y tratan la laxitud moderada.

"Lo que más preocupa a las personas con el paso de los años, en lo relativo a lo facial, es la flacidez. 
De hecho, los tratamientos médico-estéticos más demandados tienen como objetivo retensar la piel y rellenar depresiones", afirma Petra Vega, presidenta de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME).
 Una de las técnicas que responde a esa necesidad es la colocación, a nivel subcutáneo, de hilos reabsorbibles. 
Estos buscan un estiramiento temporal de la piel.
¿Y cuándo son más demandados? Según datos de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SECPRE), las visitas a consultas por motivos estéticos repuntan cada año en España un 40%, entre el final del verano y la Navidad.
 Justo ahora estamos en temporada alta, después la cosa se calma.
 Los hilos reabsorbibles o lifting biológico, como lo llaman en el sector médico-estético, no es una técnica pionera en el mundo de la medicina estética, aunque ahora nos lo pueda parecer. 
"Se usan desde hace décadas, pero los primeros no daban buenos resultados.
 La colocación era compleja y al no estar hechos de material reabsorbible ocasionaban problemas.
 Eran los llamados hilos de oro, que se vendían como alternativa al lifting", explica el cirujano plástico y estético Javier de Benito.
 Lo novedoso es la evolución de los materiales y, sobre todo, la forma en que se colocan.
 Lo primero que quieren dejar claro desde SEME es que no es una alternativa menos invasiva al clásico 'lifting' (operación quirúrgica que consiste en la disección de colgajos cutáneos de la cara para ganar tersura).
 El especialista en medicina estética Alberto Morano, vocal de la sociedad, lo explica así: 
"El efecto tensor de los hilos no tiene nada que ver, ni en cuanto a efectos ni en cuanto a duración. 
Se trata de un tratamiento moderado con interesantes resultados, pero que no consigue una tensión completa de la piel".
 Javier de Benito añade: "Es un método más preventivo, para descolgamientos incipientes como la pérdida de redefinición de la mandíbula.
 No es para pacientes candidatos a un lifting".

Duración: 12 meses

Si usted acude a una consulta de medicina estética para interesarse por este tratamiento se puede encontrar con dos alternativas: hilos PDO (de polidioxanona) o hilos Silhouette Soft (de ácido poliláctico). 
Ambos están elaborados con material reabsorbible y tienen resultados temporales.
 Los primeros son del mismo material que los hilos de sutura para cirugía cardíaca, y los hay de dos tipos: lisos o espiculados (presentan pequeñas púas microscópicas que los envuelven).
 Los lisos están indicados para casos de flacidez muy, muy leve. Su efecto tensor se consigue por bioestimulación, pero no ejercen tracción mecánica.
 Producen una fibrosis (inflamación del tejido subcutáneo) que hace que se revitalice la piel temporalmente, y se introducen con una aguja guía.
 Los espiculados son más resistentes y sirven para tratar flacidez moderada; estos se introducen con una fina cánula y quedan sujetos gracias a las espículas", explica el doctor Miguel Aragón, director de la clínica Maux (Madrid) y María Auxiliadora (Sevilla y Écija). En ambos casos, la fibrosis que genera el hilo es la que crea el efecto. 
 "Y ambos funcionan creando una malla bajo la piel que estimula la producción de colágeno.
 Se coloca una cantidad elevada por sesión, de 30 a 50 hilos, para crearla", especifica Morano.

La duración del tratamiento es similar en los dos casos, según la SEME: alrededor de 12 meses. 
La absorción del material introducido varía según el procedimiento elegido.
 Los de polidioxanona tardan seis meses en desaparecer, aunque no sus efectos. 
Y en cuanto a los de poliláctico, "en 11 meses el 75% del material del cono ya está reabsorbido. En la zona se forma una cápsula fibrosa, una especie de cicatriz interna que sigue proporcionando fijación al tejido", aclara el cirujano.
Cualquiera de estos tipos de hilo se coloca en consulta con anestesia local y, según algunas pacientes, tras la intervención "se nota molestia, pero no dolor"
 El doctor Morano concluye: "Es un tratamiento eficaz, pero conviene conocer sus resultados y no crear falsas expectativas.
 Es una técnica sencilla y con pocos efectos secundarios".
 El precio varía en función del número de hilos, pero a partir de 400 euros ya se puede plantear elevar esas pequeñas derrotas que la cara muestra con el paso de los años, con aguja (y sin dedal).

Pablo Alborán explica los motivos de su retirada

"Mi peor enemigo era yo mismo. 

Necesitaba vivir un poquito y vaciarme", explicó el cantante que regresa con disco y gira.

Pablo Alboran
Pablo Alborán, en la presentación de su disco 'Saturno', en 'El Hormiguero'. Cordon press

Hace dos años en pleno éxito de su carrera musical, Pablo Alborán decidió dejarlo todo y bajarse de los escenarios.
 Una decisión que sorprendió y que él ahora ha explicado a qué se debió.
 “ Fue un día de concierto, en los bises me di media vuelta y cuando salí a beber agua, me acuerdo que abracé a Esperanza, que trabaja conmigo, y le dije: Quiero irme a casa. 
Y entonces me miró y me dijo: '¿Tú quieres ir a casa? Mañana nos vamos para casa'. 
Y, al rato, dije, voy a terminar lo que tengo, voy a cambiar el chip, pero necesito desconectar, necesito realmente volver a la calma.
 Y tenía la cabeza en el próximo disco, en poder componerlo con tiempo, sin prisa, sin fecha... Necesitaba vivir un poquito y vaciarme".
 Pablo Alborán visitó el miércoles El Hormiguero donde explicó a los espectadores que también se fue ya que necesitaba regresar a Málaga, su ciudad, y volver a reunirse con su familia y amigos. 
“He vuelto a estudiar música, a estar en casa, con mis amigos de toda la vida y encontrar la normalidad”. 
Y añadió: “Mi peor enemigo he sido yo mismo, necesitaba hacer un impasse”.
 Para luego contar: "El problema lo tenía yo. Mi peor enemigo creó que he sido yo. A ver, tampoco ha sido un drama. 
Ha habido momentos en los que simplemente decía: Necesito parar un poquito.
 Nada de pánico escénico, ni llegué a odiar la profesión. Simplemente era una cuestión de que tenía que hacer un impás, porque yo soy mi peor enemigo. 
Bueno, lo era, ya no lo soy".
 También contó una conversación con su hermana que le "tocó mucho".
 "Me dijo: 'No te has parado a darte cuenta de que de repente hace siete años explotó todo y desapareciste.
 Nunca se quedó sin hermanito, pero sí que es verdad que yo seguí mi sueño y hay veces en las que no te das cuenta de que hay personas que te están esperando, que están pendientes de ti, que les afecta muchísimo más lo malo o lo bueno, que igual no consiguen gestionar las cosas iguales que lo puedo hacer yo, y yo hay veces que ni lo gestiono... 
Hacía falta pestañear un poquito y estar con los míos".

Pablo Motos y Pablo Alborán, en 'El Hormiguero'. 
Pablo Motos y Pablo Alborán, en 'El Hormiguero'. Cordon Press
 
Ahora tras casi dos años de ausencia, el cantante ha presentado los dos primeros singles de su nuevo disco, Saturno y No vaya a ser y prepara gira.
 

 

El nuevo novio de mi ex se ha instalado en mi casa, ¿puedo desahuciarle?

 

La vivienda había sido adjudicada a la esposa en el momento de la disolución matrimonial, quien como usuaria del piso puede consentir la permanencia de un tercero.

 

Edificios de viviendas en Madrid
Edificios de viviendas en Madrid
La Audiencia Provincial de Madrid ha resuelto un caso en el que el exmarido pretendía desahuciar al compañero sentimental de su exmujer, que convivía con ella en la vivienda que le fue adjudicada en el divorcio para que residieran ella y sus hijos menores.
 La pareja sentimental de su ex se instaló en el piso y no abonaba ninguna renta.
 A lo que hay que añadir que la casa era de titularidad exclusiva del esposo.

Casos como éstos son numerosos en la vida real, y es que es lógico que las parejas, tras la ruptura, rehagan su vida sentimental. 
No obstante, hay situaciones que podemos ver, desde un punto de vista humano, como ilógicas o quizás injustas, todo depende de la perspectiva.

Lo que dijo el Juzgado

Ya el Juzgado de Primera Instancia desestimó la demanda interpuesta por el exmarido. 
Éste intentó que se echara al "ocupante" del piso mediante un desahucio "por precario" esto es, por utilizar el inmueble, sin pagar renta a cambio, y sin ser titular de ningún derecho (ni ser propietario ni ser arrendador). 
La nueva pareja vivía en el piso, evidentemente, con el consentimiento y autorización de su exmujer.
El exmarido consideraba además que había sufrido un empobrecimiento por culpa de dicha situación, y exigió que se le indemnizara con 11.000 euros, calculada a razón de 640 euros mensuales, que sería el importe de un alquiler de similares características.
 Se daba la circunstancia de que el hijo del demandado convivía también junto con los hijos comunes de ambos cónyuges.
La sentencia rechazó la demanda al entender que el derecho del demandado, actual pareja de su ex, provenía del consentimiento por convivencia, derivado de su relación de afectividad con la persona que tenía el uso del inmueble; y tampoco cabía hablar de enriquecimiento injusto del demandado o empobrecimiento correlativo del exmarido.

Otros casos similares resueltos por la justicia

Por su parte, la Audiencia echa mano de otros casos similares resueltos por la justicia para fundamentar su fallo.
 Así, en otra sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Madrid de 5 de mayo de 2011, se dijo que sí existía legitimidad en la ocupación del inmueble por el tercero aunque no exista consentimiento del propietario, dada la atribución judicial del derecho al uso de la vivienda. 
Asimismo, se rechazaba que existiera un daño patrimonial para el titular de la finca.
 Añade que aunque la queja sea humanamente comprensible, es jurídicamente inatendible.
 Se trata de un sentimiento de injusticia por la utilización de la vivienda por una tercera persona que no paga nada por ello.
Frente a este criterio, otras sentencias, como la dictada por la Audiencia Provincial de Almería de 19 de marzo de 2007, entienden que se ha producido una modificación esencial de las circunstancias que en su momento se tuvieron en cuenta para establecer el uso y disfrute
Se indicaba que si el cónyuge al que se le atribuye el uso del inmueble quiere fundar una familia con una tercera persona, lo oportuno sería liquidar la sociedad de gananciales, formando un nuevo hogar y renunciar al privilegio del que venía disfrutando dada su anterior situación.

El derecho al uso de la vivienda

La sentencia señala además que el derecho al uso y disfrute de la vivienda atribuido al progenitor que tiene la custodia de los hijos menores no solamente es para el cuidado o guarda de los mismos, sino también para que establezcan en él su domicilio familiar. 
Se trata por tanto, de un reducto de intimidad, donde el progenitor al que se le atribuye el uso, pueda establecer relaciones estables de pareja con quien estime conveniente o relaciones familiares con otros miembros de su familia.
En definitiva, la facultad del titular del derecho a usar la vivienda ampara no solo el impedir la entrada o permanencia a quien estime conveniente, sino también permitir la entrada y permanencia en su domicilio a cualquier persona siempre que no perjudique los derechos e intereses de los hijos (lo que sería objeto de revisión vía modificación de medidas).
Además, el Código Civil no contempla la convivencia marital como causa de extinción del derecho de uso sobre la vivienda, incluso cuando no haya hijos comunes.

¿Y qué hay de una posible indemnización?

Tampoco prosperó el recurso en este punto, pues no se dan a juicio del tribunal los requisitos necesarios.
 El marido no acreditó que su ex hubiera reducido sus gastos ordinarios como agua, luz, gas, etc, al compartirlos con otra persona
 Además, el hecho de que la pareja conviva sin pagar alquiler no supone un empobrecimiento para el exmarido, pues no ha visto empeorar sus expectativas con esta nueva situación. en definitiva, sigue sin poder utilizar la casa para sí o arrendarla a un tercero, porque el uso está atribuido a la exesposa con los hijos durante su minoría de edad.

¿Laguna legal?

La propia sentencia indica que en este punto nada dice el Código Civil, a diferencia del derecho civil autonómico, como la ley valenciana o la ley vasca de relaciones familiares en supuestos de separación o ruptura de los progenitores. 
En ambos casos sí se pueden contemplar situaciones similares con el fin de evitar resultados que pueden ser ajenos a la equidad o justicia.

Posibilidades de resarcimiento

En cuanto a la compensación económica a una situación como la que se plantea en este caso, pasaría por la solicitud de rebaja de la pensión a través del proceso matrimonial de "modificación de medidas".
 Ante una circunstancia sobrevenida como ésta sería posible rebajar la pensión dado que el compartir el uso de la vivienda con su nueva pareja, supone un ahorro o beneficio económico a un tercero.
En relación con este punto, la sentencia cita una reciente resolución del Tribunal Supremo, de 19 de enero de 2017, que redujo la pensión de alimentos por considerar que el progenitor que tiene la custodia de los hijos y el tercero con el que convive, entendidos como nueva familia, se benefician del uso de la vivienda familiar adjudicada a los niños, y por lo tanto, la contribución del padre debe ser menor.
Al menos el marido no fue condenado a las costas del juicio, y es que el asunto es considerado como jurídicamente dudoso por el propio tribunal.


 

Feminista feroz........................................... Luz Sánchez-Mellado

Por cierto, el concurso lúbrico es el del bar Válgame Dios de Madrid.

Juan Imedio cortándole la falda a su compañera de programa en Canal Sur.
Juan Imedio cortándole la falda a su compañera de programa en Canal Sur.
A cuenta de mi incapacidad fonadora —a algunas que vamos de duras nos cuesta más decir “no” que cantar el nomenclátor de Ikea—, el otro día estuve de jurado en un concurso de relato erótico femenino.
 Que me lio un colega y no vi salida, vamos.
 Conste que explico esto no para justificarme, una ya es mayorcita, sino para dejar claro que fui a tontas, a locas y, sobre todo, a ciegas. Porque, de haber sabido quiénes eran los convocados, hubiera matado por asistir a semejante cónclave. 
No me he visto en otra nunca. 
Imaginen a un juez estrella, una actriz de solera, un sociólogo de referencia, un reportero de trinchera, una heredera de un inmortal poeta, un diseñador de culto, un reputado politólogo y a la que firma debatiendo con poros y fluidos sobre —¿cómo decirlo fino?— felaciones, cunnilingus y polvos salvajes. 
 Porque de eso iban los cuentos.
 De las calenturas de señoras muy empoderadas y muy dueñas de su sexo y sus fantasías, aunque estas consistan en que un empotrador les dé lo suyo sin más contemplaciones que su consentimiento previo.
 O sea que, de monjiles, poco.
Pensaba en ello cuando saltó un académico —otro— llamando monjas a las feministas por coartar la libertad de sus congéneres al denunciar el uso de ropa ultrasexy en las competiciones deportivas como reclamo. 
En el del aludido no, estoy segura, pero sospecho que en el magín de muchos de estos adalides del libre albedrío, las feministas son feas, gordas, mal folladas o, peor, no folladas en absoluto que envidian la belleza ajena y, en revancha, suben el escote y bajan la falda de las beldades. 
Y en esto va el buenazo de Juan Imedio, le corta el vestido a su compañera de la tele y le cae la mundial por machista.
 Quizá, estoy segura, su intención solo fuera hacer gracia.
 La novedad es que ya no la hace. Y eso es buena noticia. Por cierto, el concurso lúbrico es el del bar Válgame Dios de Madrid. Pues eso, válganos.