Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

11 sept 2017

Así es la nueva sede de Apple, el sueño de Steve Jobs..............................

La compañía abrirá mañana las puertas del campus creado por Norman Foster.

Vista aérea del nuevo Apple Park.
Faltan apenas 24 horas para la presentación del nuevo iPhone. Algunos fotógrafos y cámaras todavía no saben si podrán entrar al evento porque Apple cuida con gran celo todos los detalles de esta presentación, que abrirá al público por primera vez las puertas de un edificio esencial para su futuro, cuya construcción se ha espiado con drones mes a mes y cuyo acabado todavía está en curso.
En abril comenzó la mudanza de los primeros empleados de la compañía a Apple Park, su nueva sede, en Cupertino (California). Los primeros empleados fueron tomando posesión de su escritorio en un peculiar edificio circular al que popularmente se conoce como el platillo volante.

Tim Cook estrenará el teatro que lleva el nombre de su antecesor, Steve Jobs. 
En Apple, la sombra del fundador sigue presente. 
Este martes desvelará un nuevo iPhone, la invención más célebre de un personaje lleno de aristas, deificado y venerado por gran parte de la comunidad de Silicon Valley.
 La última aparición pública de Jobs fue en el Ayuntamiento de Cupertino, visiblemente deteriorado, pero lleno de ímpetu.
Jobs confío a Norman Foster la creación de su espacio soñado, una gran nave circular de 2,8 millones de pies cuadrados dedicados a oficinas para más de 12.000 empleados.
 Cuando Jobs tuvo los primeros encuentros con Foster y sus creativos, dejó clara su forma de actuar y la impronta que pensaba dejar: 
“No piensen en mi como un cliente, sino como parte de vuestro equipo”. 
La inspiración viene, en parte, del Stanford, la universidad con entidad de ciudad en las afueras de Palo Alto, el gran faro intelectual y mecha de nuevas startups en la zona.

El propio Jony Ive, el único empleado de Apple que Jobs trataba de tú a tú por el respeto que profesaba por su concepción del diseño, galardonado como Sir por la corona británica, ha supervisado los interiores.
Se calcula que el coste de este edificio singular supera los 5.000 millones de dólares.
El auditorio donde tendrá lugar la presentación tiene aforo para mil asistentes.
 Servirá para este tipo de lanzamientos, pero también para formación interna y conciertos con los que Apple agasaja a sus trabajadores.
 No es extraño si se tiene en cuenta el poder que ejerce sobre las discográficas y artistas desde el lanzamiento del iPod e iTunes. Apple es, de facto, una discográfica. 
Pronto será también una productora de series.
 Por ahora ha creado un concurso de creadores de aplicaciones con la mecánica propia de Masterchef y un show de karaoke en coche con famosos.

El auditorio cuenta con dos ascensores giratorios y una sala a la que se accede por el interior para la prueba de productos.
 Una manera discreta de poner las manos por primera vez en sus novedades.
La localización coincide con uno de los primeros grandes campus de Silicon Valley, la sede del grupo de productos avanzados de Hewlett Packard. Apple lo tiró abajo por completo en 2013.
 En 2014 no quedaba más que un descampado. 
Las obras comenzaron a tomar forma durante 2015.
 En abril de 2017 los primeros empleados se sorprendieron con el cristal.
 Apple terminó por comprar al proveedor de vidrio curvado escogido.
 También hizo las puertas y paredes de vidrio de la tienda de Union Square en San Francisco, icónica e integrada en uno de los espacios más concurridos de la ciudad. 
En total son más de 6 kilómetros de vidrio los usados. 
El interior tiene mínimos pilares.
 Al igual que en la gran nave de Facebook, también de Foster, se ha intentado minimizar la separación entre espacios.
Las mesas llevan el sello de Arco, la firma holandesa de muebles. Han optado por modelos de 18 pies de largo y cuatro de algo hechas en madera de roble.
 El precio es acorde al de los productos de Apple, el modelo comercial, la mitad de largo, cuesta 2.500 dólares.

El sistema de ventilación es ya objeto de estudio: pretende prescindir de aire acondicionado o calefacción la mayor parte del año gracias a la ingeniería empleada para su autorregulación.
 El techo es solar y parte de su plan de eficiencia energética.
Para Apple el interior es tan importante como el exterior, el 80% del campus es un jardín en el que comienzan a crecer los árboles. Muchos han sido trasplantados para comenzar con cierto paisaje y también sombra.
 Los árboles del interior del anillo serán, por indicación del fundador, frutales.
 Jobs creció muy cerca de campos de albaricoques, aunque su empresa se llamase Apple. 
Antes de que se cultivasen los chips, Silicon Valley era un terreno frutal.
 Apple pretende que sirva para que sus empleados se ejerciten.
A pesar de los alardes de innovación y tecnología, algunos de los empleados han comenzado a quejarse por detalles no pensados a priori.
 En primer lugar, la distancia entre el paáking y el puesto del empleado, de más de un kilómetro y media en algunos casos. También de los atascos que auguran se formarán cuando el grueso de la plantilla se mude.
 El campus renovado está a solo una salida de autopista del anterior, el de 1 Infinite Loop, que seguirá siendo propiedad de Apple.
 Al mismo tiempo, ha sorprendido que carezcan de una guardería para que la conciliación de la vida personal y laboral sea algo más que una frase hecha.



 

 

La extraña muerte de Dominique.......................... Manrique C. Sánchez

La Policía centra en la familia la investigación del fallecimiento de un niño de acogida en Elda.

 

La policía científica inspeccionando las inmediaciones de la vivienda el día del suceso. 
La policía científica inspeccionando las inmediaciones de la vivienda el día del suceso.
Dominique nunca tuvo una vida fácil.
 Nacido en el seno de una familia desestructurada, aquejado de diversas enfermedades desde su nacimiento, la administración autonómica valenciana le declaró en desamparo y asumió su tutela para proporcionarle un futuro. 
Hace cuatro años su suerte pareció cambiar de la mano de unos padres de acogida, una pareja de Elda (Alicante) dispuesta a darle los cuidados y el cariño del hogar que nunca había tenido.

Sin embargo, esa segunda oportunidad se truncó de forma trágica el pasado 30 de agosto, cuando el pequeño, de ocho años, murió en extrañas circunstancias durante el asalto a la vivienda de su padre adoptivo perpetrado por dos desconocidos. 
Diez días después, la investigación, que sigue bajo secreto judicial, está centrada en exclusiva en el entorno familiar del niño, han confirmado a EL PAÍS fuentes de la investigación.
Los agentes del grupo de Homicidios de la policía están tratando de unir los numerosos cabos sueltos de un episodio que ha disparado todo tipo de rumores en esta población industrial enclavada en el curso medio del río Vinalopó.
 Los investigadores intentan reconstruir los instantes previos a la defunción del menor, que la autopsia no ha podido relacionar con agresión alguna. 
Para desentrañar el misterio, trabajan como si estuvieran ante un crimen, aunque esa hipótesis no encuentre por el momento respaldo en ninguna evidencia científica. 
Es más, las fuentes consultadas por este diario admiten que los presuntos asaltantes podrían ser acusados, a lo sumo, de un delito de homicidio cometido por imprudencia.
La secuencia de los hechos transcurre en un piso de la calle Don Quijote, en el centro de Elda, entre las ocho y las nueve de la noche del último miércoles de agosto.
 Es una vecina quien da la voz de alarma.
 Acaba de oír un grito procedente de la vivienda de Daniel Faus, un conocido entrenador de atletismo de la ciudad que a esas horas se encuentra trabajando.
 La vecina se asoma a la puerta entreabierta y descubre a Alejandra, actual novia de Daniel, postrada en una silla, maniatada y con una bolsa en la cabeza.
 A unos metros, en otra estancia, en el suelo, yace sin vida el cuerpo de Dominique.
Los intentos por reanimar al pequeño fueron inútiles.
 La parada cardiorrespiratoria era irreversible.
 La otra víctima fue atendida de diversas contusiones leves y del fuerte choque emocional que sufría en un hospital esa misma noche.
 Alejandra relataría poco después a los agentes que ella y el niño habían sido abordados por dos individuos en el rellano de la vivienda, justo en el momento en que se disponían a salir del inmueble.
 Según su declaración, a ella la ataron a una silla y la amordazaron, al tiempo que le realizaban tocamientos de carácter sexual. Pero pudo gritar y poner en fuga a sus captores, a los que no podría identificar porque llevaban cascos de motorista.
La policía trata ahora de averiguar el móvil de ese allanamiento violento
Una vez descartado el robo, -la familia no tiene dinero y en el piso no faltaban objetos de valor-, y la agresión sexual con una víctima elegida al azar, las pesquisas se están centrando en el círculo más próximo a los padres de acogida y a la familia natural de Dominique.
La autopsia no ha sido concluyente, como reconocía dos días después del suceso el delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Moragues.
 Los forenses han apuntado como causa más probable de la muerte una asfixia, aunque no han encontrado signos de una violencia externa que la generara.
 El Instituto Nacional de Toxicología deberá analizar diversas muestras biológicas del niño para complementar esa prueba.
 Los investigadores no descartan que Dominique sufriera un colapso respiratorio -tenía diagnosticada una discapacidad y padecía ataques epilépticos- como reacción al asalto del que estaba siendo objeto.
 Una acción que podría responder a algún tipo de venganza hacia Alejandra; su anterior pareja estaba relacionada con el tráfico de drogas, o el propio padre de acogida.

En apenas tres días, los agentes han practicado dos reconstrucciones de los hechos en la vivienda de la calle Don Quijote, ambas en presencia de Alejandra, y le han tomado declaración en comisaría junto al propio padre de acogida y numerosos allegados a la pareja.
 Dani Faus disfrutaba de un régimen de visitas con el menor porque la tutela de Dominique la tenía asignada su anterior pareja y madre de acogida. 
Las pesquisas policiales se suceden estos días bajo un gran hermetismo para terminar de atar los cabos sueltos de una muerte que mantiene a Elda entre la conmoción y la especulación.

El huracán Irma golpea la costa de Florida........ Jan Martínez Ahrens Pablo de Llano

La gigantesca tormenta pierde fuerza y se dirige hacia el noroeste. 

Dos millones de personas sin luz. Las inundaciones causan enormes daños. 

Trump concede la declaración de gran desastre.

Florida pasó por el ojo del huracán
 Con vientos de 215 kilómetros por hora, Irma alcanzó este domingo Estados Unidos, dio un mazazo histórico a sus costas y luego empezó a perder fuerzas hasta este lunes que ha quedado rebajado a categoría 1. 
 El domigno lo hizo a la 2. 
Días antes sembró la devastación en el sur del estado, amenazó la costa oeste y arrasó el Caribe. 
Atrás dejó dos millones de personas sin luz y enormes daños sin cuantificar.
 Poco a poco se van conociendo víctimas mortales relacionadas con su paso y según algunos medios locales, hasta cuatro muertes más pueden estar relacionadas.
Todavía bajo la onda expansiva de Irma, Florida empezó a pensar en su reconstrucción. 
“Miren por sus vecinos, por su familia. Ayuden a quien puedan”, dijo el gobernador Rick Scott. 
El presidente Donald Trump aprobó la declaración de “gran desastre” a la zona.

El huracán vino precedido por el terror.
 El ejército de tormentas, marejadas y ráfagas explosivas que le acompañaban había sembrado decenas de muertos y miles de millones en pérdidas en Cuba, Barbados, San Martín y las Islas Vírgenes
Con esta credencial, el domingo le llegó el turno al sureste estadounidense.
La pesadilla irrumpió con fuerza y puntualidad meteorológica.
 Al despuntar el alba, los primeros vientos golpearon los Cayos y empezaron a extenderse por el sur de la península.
 Casas sumergidas, coches arrastrados, carreteras inutilizadas. 
La devastación material, en las primeras horas, fue grande, pero los daños humanos parecían haberse minimizado en comparación con otras catástrofes.
 No fue casual.
En previsión del golpe, el cuarto Estado más poblado de la nación (21 millones de habitantes) había emprendido una gigantesca operación de evacuación y acogida.
 En los días y horas previos, la Guardia Nacional fue movilizada, más de seis millones de personas habían sido conminadas a que abandonasen sus hogares y a decenas de miles se les dio techo en 393 refugios públicos. 
Todo ello ayudó.
 Pero cuando Irma se abalanzó definitivamente sobre Florida, la capacidad de maniobra se volvió escasa, casi nula.
 La suerte estaba echada.
 Era la hora de los elementos.

El archipiélago de los Cayos fue el primero en recibir el ataque. Con un largo historial de huracanes y desastres, el último en 1998, su exposición a los vientos y al aumento del nivel del mar le hicieron una víctima perfecta.
 La subida de las aguas inundó los islotes y dejó la consabida estela de destrucción. Estados Unidos, que durante días ha seguido con una mezcla de terror y pasión el avance del huracán, empezó a removerse en la silla. 
Las imágenes de desbordamientos masivos y paraísos rotos ametrallaron las redes sociales y las televisiones. 
“Se ha tratado de una situación extremadamente peligrosa y potencialmente letal”, indicó el Servicio Meteorológico Nacional.
Tras dejar atrás lentamente los Cayos, el huracán se encaminó hacia la costa oeste.
 Miami, al oriente, se había librado de ser el punto de impacto. Como zona más densamente poblada de Florida, un ataque frontal podría haber significado un Armagedón.
 Eso no ocurrió. 
Pero tampoco vino la paz.
 Una vez fuera del rumbo de colisión, la ciudad también se sumergió en una pesadilla. 
Las ráfagas de viento llegaron a alcanzar los 160 kilómetros por hora y las aguas de su espléndida costa rompieron en innumerables puntos las barreras de contención. 
Hubo apagones, cayeron grúas desde rascacielos y muchas calles se volvieron inmensos canales. 
Nadie podía salir y hasta la policía dejó de prestar servicio ante la fuerza de los vientos.
 Gris y azotada, Miami parecía una ciudad en retirada.

Irma
Trayectoria proyectada del huracán Irma.
“El huracán está siendo malo, muy malo, como esperábamos, pero no terrible.
 Para nosotros, el peligro es que pueda haber algún tornado”, contaba Juan Castillo, ingeniero estadounidense. 
Refugiado en su casa con diez miembros de su familia, dedicó el día a leer y ver la televisión. Aunque sin bajar la guardia: “Hasta que no pase del todo, no se puede dar por acabado”.

Aún más inestable parecía el frente occidental. 
Una franja costera hacia la que se dirigía Irma y donde se alternan largas y opulentas urbanizaciones con zonas ocupadas por inmigrantes dedicados al campo y la construcción. 
En este avance, el huracán tomó tierra en Marco Island y amenazó dos puntos sensibles. 
El primero correspondía a la ciudad de Naples, en cuyo anillo metropolitano residen miles de jubilados.
 Y el segundo era Tampa y su área de influencia: más de cuatro millones de habitantes.
El temor en esta zona era que Irma elevase el nivel del mar hasta cuatro metros y dejase las casas de playa bajo el agua. 
Un escenario terrible que podía traer consigo la tragedia y dejar sin hogar a miles de familias que no han asegurado sus viviendas.
“Mi casa vale más que cualquier indemnización millonaria, muchacho. 
 Yo soy esa casa y no puedo permitirme perderla”, decía Peter Akey, de 64 años, bronceado y con el pelo de color plata. 
También andaban preocupados por los efectos de la tormenta John Flaherty, de 75 años, y su esposa Joanne. 
Esta pareja de jubilados de Boston posee una vivienda en Naples y tiene un pequeño bote en el puerto.
 Ante el huracán salieron de casa a toda velocidad y se fueron a un hotel con lo que ellos consideraban básico.
“Unas chanclas, mi esmoquin negro y suficiente vino para sobrevivir. 
A ver si el de arriba se levanta por la mañana y decide salvar mi botecito del ojo del huracán”, bromeaba John.
 Un tono muy distinto mostró Daniel Castellano.
 Este hondureño de 19 años había ido a Naples en bicicleta en busca de comida enlatada.
 En su casa, no había alimentos suficientes si el temporal se alargaba. 
“Estoy un poco nervioso. Viniendo para acá aguante hambre, desvelos y gangas [bandas criminales], pero no sé, quién sabe si puede que este huracán sea hasta más tremendo que aquello”, decía.
Finalmente, tras una semana explosiva, Irma redujo su potencia. Nacido a finales de agosto frente a Cabo Verde, el huracán alcanzó el miércoles pasado las Antillas. 
Con vientos de 295 kilómetros, sostenidos durante más de 33 horas, superó cualquier registro anterior, incluido el tifón Haiyan en 2013 en Filipinas, y se mostró ante el mundo como un fenómeno mortífero.
 En su irrupción en el Caribe devastó lo que encontró a su paso y, después de machacar Cuba, enfiló hacia Florida.

Pese a este debilitamiento, en su camino hacia el norte aún puede causar daño.
 Sus vientos de 175 kilómetros son por hora una amenaza.
 En Florida nadie ha dado por terminada la batalla.
 Y Georgia, Alabama, Carolina del Norte y Carolina del Sur mantenían este domingo el estado de emergencia.
Las dudas todavía son muchas y ni siquiera se conoce cuál ha sido el alcance de los daños ocasionados.
 Las medidas preventivas fueron múltiples y las alertas intensas.
 El objetivo prioritario ha sido que el coste en vidas humanas sea menor que en otras catástrofes similares.
 Con Andrew, en 1992, fallecieron 65 personas, se perdieron 65.000 viviendas y los daños superaron los 26.000 millones de dólares.
 El balance de Irma, que mantiene su actividad este lunes, aún tardará.
 Pero nadie ha dejado de considerarla una amenaza.

 

10 sept 2017

“Hay apegos sanos o insanos”................................... Elvira Lindo

El psiquiatra Diego Figuera cree que lo que somos está marcado por la forma en que nos criaron en la infancia.

Diego Figueras, en Madrid.
Diego Figueras, en Madrid. EL PAÍS
El psiquiatra Diego Figuera sale del Hospital de Día de Ponzano (Madrid) rodeado de pacientes y familias. 
Hay besos, abrazos, se respira camaradería.
 Hoy es la primera sesión interfamiliar después del verano.
 Se trata de unos encuentros que Figuera pergeñó para que sus enfermos pudieran aprender del comportamiento de los otros. 
Y aprenden. Descargan angustia. 
Se sienten menos solos.
 Aun siendo siempre discutida por sectores más ortodoxos de la psiquiatría esta manera comunitaria y afectiva de entender la profesión a Diego Figuera le funciona.
 El año pasado el Ayuntamiento de Madrid le concedió la Medalla de la Ciudad en reconocimiento a una labor en la que vuelca el conocimiento científico que le inculcó su padre (el primer cirujano que realizó un trasplante de corazón en España) y una actitud creativa que aprendió de su madre, pintora.
 Figuera entiende que mucho de lo que somos está marcado por la manera en que fuimos criados, por el apego, ese término usado no siempre de la manera más sensata, pero que él nos explica con la pasión y la claridad de quien disfruta a diario de su profesión.
Apego es un término que definió el psicoanalista y psiquiatra John Bowlby, que analizó las carencias de los niños huérfanos de la II Guerra Mundial. 
Se dio cuenta Bowlby de que necesitamos a unas figuras que nos cuiden, fundamentalmente, para tener seguridad.
 Cuando somos muy pequeños, seguridad física, algo que nos viene de la evolución de las especies, porque apego tienen también los animales.
 Nacemos inválidos, indefensos, ante los depredadores.
 Bowlby afirmó que nuestra necesidad de apego no es secundaria a la alimentación, como hasta el momento defendían los psicoanalistas.
 Si estamos inseguros en la crianza no aprendemos bien porque andamos siempre con las señales de peligro encendidas.
 La relación de cuidados físicos, emocionales y mentales va cambiando en las fases del desarrollo.
 Un apego seguro se suele considerar terminado en el año y medio. Por eso, hoy en día, se considera tan importante un permiso de maternidad y paternidad como mínimo de un año.
-El apego es una necesidad básica determinada por la especie. Necesitamos cariño, sostén y alimentación. 
En función de cómo sean esos cuidados salimos con resistencia a la adversidad o con vulnerabilidad, lo cual es un factor de riesgo muy importante en cuanto a la posibilidad de padecer enfermedades mentales a partir de la adolescencia.
-Hay apegos sanos o insanos.
 El apego seguro es el que nos hace resilientes.
 No significa que estemos todo el día pegados al niño.
 Al contrario, hay que promover su autonomía según las fases; en cada edad el niño necesita un tipo de relación afectiva, cognitiva y conductual distinta. 
Si nos pasamos de listos o de cortos nos vamos a apegos inseguros. Por ejemplo, la sobreprotección da un apego inseguro y con menos resistencia a la adversidad. 
Es el mal de la sociedad moderna.
-Los trastornos de personalidad están íntimamente relacionados con nuestra forma de vida. 
El estilo de crianza influye enormemente.
 Si a un niño se le cría en un apego seguro la probabilidad de tener enfermedades mentales es baja, en general.
 


-Un apego sano promueve la autonomía personal. 
En cada momento tenemos que estar separados un poco de nuestros hijos para que exploren, para que se relacionen con el mundo.
 El exceso de preocupación se relaciona con el trastorno límite de la personalidad.
 En crianzas muy sobreprotectoras los hijos hacen rupturas muy fuertes con los padres en la adolescencia, los castigan.
-Hoy en día ya no separamos lo biológico de lo psicológico, está interrelacionado de manera compleja. 
Lo biológico parece que a los psiquiatras nos daba tradicionalmente nuestra entidad como médicos, pero hoy en día creemos que el psiquiatra debe ser alguien más polifacético, tener más intereses, de la filosofía, de la psicología, de la etología, de la neurociencia.
-El otro apego que favorece el trastorno mental es el apego inseguro, evitativo, que es todo lo contrario, el de unos padres excesivamente despegados.
 Se ha dado mucho en las educaciones británicas.
 El niño se separa desde muy joven, y lo importante es la rectitud. Es un apego que se relaciona con figuras paternas muy potentes. Tiende más a dar vulnerabilidad a la psicosis, porque te enseñan a fiarte solo de ti mismo, a pensar que vives en un mundo hostil, persecutorio, que mostrar afectos es de blandos, y hay que ser individualista, hay que triunfar. 
Son trastornos más cercanos al narcisismo.
-Y lo más tóxico de todo es la ausencia de las relaciones de apego. Lo que llamamos el apego desorganizado.
 Malos tratos, abusos, violencia física, orfanatos duros. 
Esos chicos muestran patologías desde muy pequeños. Son niños muy psicopáticos, los que torturan al gato, que maltratan a otros niños. Si no hay apego, no hay empatía.
-Un apego sano promueve la autonomía personal.
 En cada momento tenemos que estar separados un poco de nuestros hijos para que exploren, para que se relacionen con el mundo. 
El exceso de preocupación se relaciona con el trastorno límite de la personalidad.
 En crianzas muy sobreprotectoras los hijos hacen rupturas muy fuertes con los padres en la adolescencia, los castigan.

-Nunca recomiendo a un enfermo sólo la medicación.
 La medicación, esto es importante dejarlo claro, está basada en síntomas, no en el diagnóstico de una enfermedad. 
Tenemos medicinas para síntomas, pero no curan. 
Eso provoca una gran confusión. Lo más peligroso para un enfermo es dejar de tomar una medicación de golpe.
-La mayoría de nuestros pacientes vienen con su familia, padres, hermanos, todos en tropel.
 España es muy gregaria. En Estados Unidos, no, allí van solos. Aquí la lucha de los familiares es por afán de participar, porque la psiquiatría española les da muy poco espacio. 
Al principio, los pacientes quieren estar solos en consulta, a partir de ahí vamos negociando y tratamos de cambiar las ideas preconcebidas de lo que es peor o mejor.
 Les convences de que es más eficaz estudiar su problema en relación al entorno familiar.
-Cuando un paciente acepta estar en un grupo de terapia con más familias es porque quiere aprender.
 Tú vas viendo los cambios que experimentan. En la vida se aprende mucho a través del otro. 
Muchos asistentes no hablan, pero sabes que se están transformando. 
Luego te lo dicen: me sirve mucho aunque no me atreva a hablar.
 Y es que el cerebro aprende por imitación.

-Creemos que los enfermos mentales son potencialmente peligrosos porque son imprevisibles y nos hacen estar alerta. 
Pero estadísticamente sabemos que estos pacientes tienen un índice de delitos mucho menor que la población general. 
Los terroristas no están locos, no.
 De hecho, no se les suele aceptar en grupos sectarios de este tipo porque no se fían de ellos.
 Probablemente son inmaduros, inadaptados, pero no es locura.
-Nosotros luchamos para trabajar en comunidad y poner en segundo lugar la medicación.
 Lo hacemos unidos a los movimientos de desmedicalización de los propios pacientes, que reivindican que no están enfermos sino que tienen síntomas, porque en la vida lo importante es la funcionalidad: si funcionas, no eres un enfermo.
 Pero nos alerta el aumento enorme de la psiquiatría cosmética, promocionada por la industria, por la impaciencia, más por su efecto de droga de la felicidad.
 Queremos evitar insomnios, fobias, miedos, y vamos a lo fácil, pero esas dificultades se tratan mejor con terapia. 
La medicación es un gran mal de nuestro tiempo.
 Aceptamos una sociedad medicalizada para alcanzar el máximo de nuestro rendimiento y acabamos siendo esclavos.
 Necesitamos drogas, siempre se han necesitado, pero ahora tratamos de borrar cualquier contratiempo.
 Lo que pretende nuestro equipo es ser flexible y creativo: hacemos una amalgama de tratamientos, mezclando aspectos del psicoanálisis con terapias puntuales cognitivas;
 estudiamos las necesidades sociales o económicas o buscamos mini residencias cuando la vida en las casas es tóxica.
 Lo básico es la psiquiatría comunitaria, de barrio, en la cual impliquemos a la sociedad lo máximo posible. Queremos salir de los lugares psiquiátricos, preferimos los centros de salud mental primaria al hospital; desearíamos tener accesibilidad a bibliotecas, asociaciones de vecinos... para demostrar que nuestros pacientes están mejor de lo que parece.
 Instamos a familias y pacientes a ser dueños de su tratamiento y nosotros les hacemos sugerencias.
 En España estamos muy atrasados en la participación activa del usuario, porque el modelo de psiquiatra ha sido el de "usted cállese y yo le voy a decir lo que tiene que hacer". 
Ya no, nuestro trabajo es artesano, cada historia nos lleva a adaptarnos a la necesidad del paciente.
 Y no hemos tenido presiones de la administración, ¿por qué? Porque venimos demostrando que somos eficaces.
 Yo tengo la obligación de cumplir unos objetivos de gestión clínica y quien nos supervisa ve que por paciente y año hemos disminuido a un ochenta por ciento los ingresos, disminuido el consumo de fármacos otro ochenta por ciento, las bajas laborales son mínimas, ve que no ha habido agresiones, que no hay recaídas.
 Al final sale más barato y es más eficiente.
 La psicosis siempre se ha mantenido como la enfermedad mental por excelencia, anda siempre entre el 1 al 2 por ciento. 
Pero han ido aumentando los trastornos de la personalidad y hoy en día ocupan un rango entre el 4 y el 5 por ciento.
 Pienso que tiene que ver con que criamos a nuestros hijos de manera insegura, con mucha más permisividad hacia consumos de tóxicos y en situaciones muy caóticas que son poco eficientes para que los chicos sean autónomos.
 Hay un cambio muy brusco de la sobreprotección a pedirle de pronto a un hijo que sea un tío genial, porque "es lo que me debes teniendo en cuenta lo que he hecho por ti".
 Y ahí los jóvenes se rompen.
-Yo suelo dibujar un vaso a mis familias para explicar los factores que influyen en la enfermedad mental: en la base está lo biológico, ese tanto por ciento que nos deja una herencia genética; después, la crianza, hay crianzas seguras que disminuyen la probabilidad de una herencia biológica y son un favor de resistencia a la adversidad; 
luego, la adolescencia, cuando se fragua la personalidad; más arriba, el consumo de tóxicos, que cambia la bioquímica cerebral y la manera en que nos relacionamos con el mundo; por encima, los aspectos sociales, la pobreza, por ejemplo, que es un factor de riesgo para la psicosis, y luego, el trauma.
 La capacidad para superar un trauma está muy relacionada con el apego que hemos tenido.
 Si pierdes a tu padre pero tienes unas relaciones seguras que te permiten disolver el trauma, lo vivirás mejor.
 Por último, está cómo manejamos el estrés cotidiano. 
Un chico o una chica a los que les fallen varios de estos factores, que están interrelacionados, con un fracaso amoroso se vienen abajo.
-Los países pobres tienen menos incidencia de enfermedad mental y la viven de una manera más adaptativa, sin embargo, los pobres o los inmigrantes de un país desarrollado están sometidos a unas exigencias cotidianas muy fuertes que los hacen sin duda más vulnerables.
 En la enfermedad mental todo cuenta.
La conversación se hace corta porque, inevitablemente, escuchando al doctor Figuera uno cree vislumbrar muchas claves de la relación que mantuvimos con nuestros padres o de la que hoy tenemos con nuestros hijos.