Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

23 ago 2017

Celtiberia show después del estupor................... Juan Cruz

Después de la tragedia siempre hay justicieros que miran de reojo a ver dónde hay una mota.

El conseller Joaquin Form y el mayor de los Mossos, Jospe Lluís Trapero.
El conseller Joaquin Form y el mayor de los Mossos, Jospe Lluís Trapero. EFE
No estamos preparados para el estupor. Lo sentimos, lo compartimos, nos abrazamos.
 Y, al cabo, discutimos en medio del estupor; alcanzamos los decibelios de lo ridículo creyendo que estamos en el campo magnético de lo solemne. 
Y cuando ya se dispersan las lágrimas empezamos a mirar de reojo al prójimo, que en seguida vuelve a ser el diferente, el otro, el enemigo
. El que permitió hacerlo, el que lo hizo.

En esa mezcla dramática y cómica a la vez entran políticos, curas y ultratertulianos, una fauna humana, tan española, como la que retrata Paul Preston en el prefacio del escalofriante recuento de la guerra, El holocausto español.
En ese terreno de juego en el que se alterna la apelación a la nobleza con el descenso a los infiernos de lo simple,un cura, por ejemplo, subido al bolardo de su inteligencia, llama comunistas como antes a las alcaldesas que no les ponen, dice él, dificultades a los terroristas. 
Y ese cura, estolado de verde esperanza, no clama al cielo para que haga justicia, o no tan solo, sino que le da volantes a sus feligreses para que vayan a comisaria a denunciar a aquellas sátrapas, dos mujeres además, tan descuidadas.
Celtiberia en su mejor momento: después de la tragedia siempre hay justicieros que miran de reojo a ver dónde hay una mota.
 La CUP rompe el tablero institucional, echa al Rey la culpa de no se sabe cuántas satrapías y se desvía de la marcha de dolor como si esa fuera también una gran parada política. 
Para dejar las cosas en tablas, la alcadesa Colau organiza la marcha de dolor de modo que no se mezclen churras con merinas.
 Las noticias dicen que ahora el president reflexiona sobre los males que trae lo que ocurre a su andanza política, pero se consuela diciendo que también lo tiene mal el otro. 
 El otro no es Rimbaud, es Rajoy.
Mezquindad, divino tesoro político.
 Más acá, en el otro lado de la Celtiberia, una destacada política con mando en esta plaza duda de si irá o no a esa marcha popular porque no ha recibido una invitación, se supone que en sobre lacrado como corresponde a los ilustrísimos convocados.
 Como si fuera un acto en el Liceo o una visita de cortesía al Nou Camp.
 La Televisión Española, cuando tenía que abrir plano, se quedó con los tres representantes más cercanos del Estado, y obvió a los catalanes cuando se retransmitió el minuto de silencio.
 Divino descuido terrenal.
Más acá aún: un alcalde de la periferia celtibérica madrileña vuelve a sacar, como el cura, el asunto de los bolardos.
 La culpa es de, la culpa es de…, hay gente que lleva en su bolso un montón de culpas ajenas.
 Mientras se sucede ese dime y direte, los terroristas que quedan vivos acuden esposados al juez de la Audiencia Nacional
Y dejan en la mesa del juez más dudas sobre el alcance que pudo tener esa matanza.
Mientras tanto, España es una gran tertulia a la que se suman la Policía, la Guardia Civil y los Mossos.
 Las fuerzas del orden, tan preciadas, empiezan a lanzarse cristales rotos mientras del extranjero se suceden reproches policiales a los que aquí, al celtibérico modo, responden con dos frases que, aun en catalán, suenan tan españolas: “yo no fui, fuiste tú”.
 Por fortuna, esta vez no hubo soldados negros de las tertulias echándole la culpa a la ETA. Ya tuvimos bastante.

En este ámbito al que le hubiera faltado un compilador del genio de Luis Carandell se alzó con el trending topic mundial el ya muy famoso mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, que despachó con una frase empachada de ingenio, “Bueno, pues molt bé, pues adiós”, una discusión sobre idiomas que, por otra parte, tan estúpida y dañina ha sido tanto para la difícil convivencia de las lenguas celtibéricas.
Qué estupor, qué nuevo estupor. Bueno, pues molt bé, pues adiós.

 

22 ago 2017

Los detenidos por los atentados culpan al imán de Ripoll y dicen que quería inmolarse


La fiscalía pide el ingreso en prisión provisional sin fianza de los cuatro detenidos.

 

Dris Oukabir, Mohamed Houli Chemlal, Salah El Karib y Mohamed Aallaa. En vídeo, declaraciones del fiscal general del Estado, José Manuel Maza.
La primera declaración en la Audiencia Nacional ha servido para dejar claras las intenciones de la célula yihadista que atacó Barcelona y Cambrils: el grupo preparaba un atentado mayor con explosivos y el imán, Abdelbaki Es Satty, se iba a inmolar. 
Así lo ha afirmado este martes Mohamed Houli Chemlal, el joven de 22 años que resultó herido grave en la explosión de la casa de Alcanar (Tarragona), donde los terroristas almacenaban decenas de bombonas de butano.
 Según han informado fuentes judiciales, durante cerca de una hora, Houli ha respondido a las preguntas del magistrado Fernando Andreu y ha ratificado el relato que ofreció a los Mossos.
 La Fiscalía ha solicitado, a continuación, su ingreso en prisión sin fianza. Al igual que para los otros tres acusados.
Vestido con el pijama del hospital donde ingresó y donde fue detenido, Houli y los otros tres arrestados —Dris Oukabir, Salah El Karib y Mohamed Aallaa— han llegado a la sede de la Audiencia Nacional sobre las ocho y media de la mañana. 
La Guardia Civil los ha trasladado desde la Comandancia de Tres Cantos, donde pasaron la noche del lunes al martes. 
 Una vez en la sede judicial, los cuatro han aguardado en los calabozos hasta la una menos diez de la tarde.
 En ese momento, han arrancado los interrogatorios de Andreu, que decidirá ahora si los envía a prisión o los pone en libertad.
 A todos se les acusa de cuatro delitos: integración en organización terrorista, asesinato, estragos y tenencia de explosivos. 

El herido en Alcanar fue el primero en sentarse en el banquillo. Houli, que ha señalado al imán como el máximo responsable del grupo, ha detallado que la célula se estaba preparando para cometer atentados en "monumentos" de la capital catalana. 
Según fuentes judiciales presentes en la declaración, este presunto yihadista no ha mencionado expresamente ningún objetivo.
 Los investigadores sospechan que consiguió salvar la vida porque, en el momento de la explosión de la vivienda, se encontraba en el porche de la casa.
A continuación, tras un receso y pasadas ya las cuatro menos diez de la tarde, le ha llegado el turno a Dris Oukabir.
 En un primer momento, cuando los Mossos lo arrestaron, este aseguró que se dirigía hacia la comisaría de Ripoll para denunciar que su hermano, abatido en Cambrils, le había robado la documentación que fue usada después para alquilar, al menos, una de las furgonetas utilizadas por la célula. 
Este martes ha dicho, en cambio, que él mismo la alquiló, pero que creía que se iba a usar para una mudanza.
Según fuentes judiciales, Oukabir ha señalado también al imán como el ideólogo y ha contado al juez que le pidieron ayuda para conseguir el vehículo y así poder trasladar unos muebles hasta un piso donde se iban a mudar tres de los integrantes de la célula. Oukabir, de 28 años, ya estaba fichado por la policía antes de los atentados de Cataluña. 
Según detallaron fuentes de la investigación a Efe, pasó un mes en la cárcel de Figueres en 2012, tras ingresar de forma provisional por su presunta implicación en un delito de abusos sexuales.
Después de Oukabir, ha declarado Mohamed Aallaa, el dueño del Audi A3 interceptado en Cambrils.
 Según la versión que ha ofrecido este martes en la Audiencia Nacional, el coche se encontraba a su nombre "por un tema de seguros".
 Pero, en la práctica, lo usaba uno de sus dos hermanos implicados en los atentados —uno de ellos fue abatido y el otro se encuentra desaparecido, aunque muchos indicios apuntan a que es el segundo fallecido en la casa de Alcanar—. Oukabir ha añadido que él cuenta con otro automóvil, un Seat Ibiza, que es el que usa.

El último en entrar en la sala ha sido Salah El Karib, dueño de un locutorio de Ripoll, que se ha desvinculado de la célula y ha asegurado que solo hacía de intermediario en la compra de billetes de avión para quedarse con una comisión.
 Según fuentes judiciales, ha contado que adquirió dos billetes: uno para el imán de Ripoll, y otro para Driss Oukabir —este último, para viajar a Marruecos—.  
Los cuatro han comparecido ante Andreu con la asistencia de sus abogados de oficio.
 En la sala también se encontraba Ana Noé, la fiscal encargada del caso; Dolores Delgado, fiscal coordinadora para la lucha contra el terrorismo yihadista; y el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Jesús Alonso, y su número dos, Miguel Ángel Carballo. 
El sumario sigue bajo secreto de sumario.
 

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