Una campaña de tráfico francesa distribuida por la Guardia Civil alerta
del peligro de advertir a otros automovilistas de la presencia de la
policía.
El atentado de Barcelona ha traído de nuevo a la actualidad un vídeo que ya circuló por las redes hace unos meses. “¿Avisas de los controles policiales con luces o #apps?”, preguntó la Guardia Civil en un tuit en su día.
Viendo este anuncio de una campaña de tráfico francesa
a muchos se les quitarán las ganas.
El objetivo del vídeo es evidente:
hacer entender a los automovilistas que, actuando así, pueden ponérselo
fácil a conductores ebrios e incluso a delincuentes.
Tras los ataques de Barcelona y Cambrils, la Guardia Civil ha publicado un tuit similar para que ningún automovilista avise a otros de la presencia de controles policiales, ya que podrían convertirse en cómplices involuntarios de los autores de los atentados.
18 ago 2017
Los famosos muestran su apoyo en las redes tras el atentado en Barcelona
Alejandro Sanz, Ricky Martin, Leo Messi, Penélope Cruz y Ellen DeGeneres muestran sus condolencias a las víctimas del ataque en La Rambla.
Actores, cantantes y celebridades de índole nacional e internacional se han volcado con las víctimas del atentado terrorista ocurrido este jueves por la tarde en Barcelona, cuando una furgoneta ha atropellado a decenas de personas en La Rambla de la capital condal.El ataque, asumido por el ISIS, ha dejado al menos 13 muertos y un centenar de heridos.
Los Mossos d'Esquadra han detenido a dos personas: uno en Alcanar, nacido en Melilla; y otro en Ripoll, de nacionalidad marroquí llamado Driss Oukabir.
Horas después del atropello masivo, cinco presuntos terroristas han sido abatidos esta madrugada en Cambrils (Tarragona) cuando trataban de replicar la matanza de Barcelona.
Tres ciudadanos alemanes, una belga, un italiano y un español están entre las 13 víctimas asesinadas.
La Agencia Española de Protección Civil ha asegurado que hay fallecidos y heridos de 18 nacionalidades.
España ha declarado tres días de luto oficial.
Cantantes como Alejandro Sanz, Miguel Bosé y Enrique Iglesias, actores como Paz Vega, Paco León y Penélope Cruz, deportistas como Rafa Nadal, Leo Messi o Fernando Alonso y periodistas y presentadores de televisión como Jordi Évole, Sara Carbonero o la estadounidense Ellen Degeneres han mostrado sus condolencias a través de sus redes sociales.
Entre los mensajes de dolor y apoyo, los seguidores de Shakira han echado en falta que la colombiana no se haya pronunciado al respecto, ya que suele ser de las primeras que condena en público este tipo de atrocidades –la última interacción de la intérprete de Me enamoré en las redes sociales es de hace dos días–.
Además, la cantante y novia del futbolista Gerard Piqué, quien tampoco ha comentado nada en sus perfiles públicos, siempre se ha declarado una gran amante de la ciudad condal desde que se instaló hace unos siete años.
Atentado en Barcelona y Cambrils, últimas noticias en directo
Tras la matanza en la capital catalana, que ha causado al menos 13 muertos y un centenar de heridos, un segundo ataque deja varios heridos y cinco terroristas muertos en la costa de Tarragona.
Barcelona
Hay al menos 13 muertos y un centenar de heridos. Horas después, en Cambrils, cinco presuntos terroristas han sido abatidos cuando trataban de replicar la matanza. Una mujer ha muerto en esta localidad turística. Hay cuatro supuestos terroristas detenidos: uno en Alcanar, nacido en Melilla; y otros tres en Ripoll, de origen marroquí.
Se busca al supuesto autor material del atropello, Moussa Oukabir.
La solidaridad despiadada................................ Juan Cruz
Solidaridad, qué demonios hemos hecho con tu nombre, puesto en manos de cualquiera que para expresarte añade dolor al ya sufrido.
La imagen de La Rambla era, por ejemplo, Gabriel García Márquez a medianoche, comprando un periódico en un kiosco lleno de flores.
O Juan García Hortelano riendo con sus amigos de Barcelona, Juan Marsé, Carlos Barral, José Agustín Goytisolo, hasta la estatua de Colón, riendo.
Ahora la imagen se mancha de sangre y es el grito, la espantada. El cuadro de Munch pintado de pronto en una de las vías más hermosas del mundo.
En el minuto siguiente, los 140 caracteres se llenaron de estupor, de expresión de miedo; las radios, los periódicos instantáneos, las personas perplejas fueron todas las personas perplejas y aturdidas por la mano del mal, ese sudor implacable de los hombres que quieren más la muerte que la vida de los otros.Y dos minutos después, cuando todavía la policía buscaba rostros vivos en medio de la matanza que ensangrentó esa bella vía de amantes, pájaros y diarios, las redes se llenaron de soledad y de solidaridad, la de veras, la solidaridad de veras, la que ofrecía información y mensajes de socorro, la que se ocupaba de las personas vivas y de los muertos, y también la otra solidaridad.
La solidaridad despiadada.
Seres humanos de sangre y huesos y ojos y respiración, provistos de elementos para retratar, grabaron la inutilidad terrible de la muerte, y se quedaron ahí, con el adminículo colgando, mientras delante se administraba cruel el medicamento terrible de la evidencia: están muertos, están malheridos, esta que ves es la sangre.
Descuidadamente, como si estuvieran haciendo fotos de primera comunión, los desalmados de la instantánea subían a la red el botín morboso de sus cámaras.
La solidaridad despiadada, gatos maullando oscuros documentos.
Y la soledad despiadada fue también, en seguida, la de los matones españoles que aprovechaban la ocasión para decir que ya lo habían dicho, que era por esto y por lo otro, y de pronto una horda de acusadores de todo se subió a la chepa del terror para aumentarlo con sus invectivas.
Hubo hasta quienes, desdichadamente, invocaron nuestra historia española de intolerancia y expulsiones para hablar del Islam como la fuerza del mal que habría que echar de España otra vez.
Solidaridad, qué demonios hemos hecho con tu nombre, puesto en manos de cualquiera que para expresarte añade dolor al ya sufrido, con la palabra, ese bello objeto que debería servir para curar, no para herir más, no para matar la esperanza de una vida distinta, más tolerable, hermosa como el canto de los pájaros que acompañaban a reír a Hortelano y a Gabriel García Márquez.
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