Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

29 jun 2017

El inagotable encanto de Fitzgerald..................... Andrea Aguilar

Un libro de relatos inéditos, una nueva biografía y una serie televisiva alimentan el culto al autor de la generación perdida.

El escritor F. Scott Fitzgerald en la década de 1920.
El escritor F. Scott Fitzgerald en la década de 1920. Getty
Se agotó primera edición de su primera novela tres días después de salir a la venta.
 Al cuarto, se casó con la bella sureña que le había dejado por su falta de posibles el verano anterior.
 Era 1920, la vida de posguerra iba tan deprisa como los automóviles que comenzaban a llenar las carreteras, el dinero empezaba a correr y, desechados los corsés, la ambición de los jóvenes y su frenética ansia de diversión parecían no tener límite. Las ventas de A este lado del paraíso superaron los 49.000 ejemplares al año siguiente.
 Y con aquel sensacional éxito quedó inaugurada una década de excesos y desbarre que colocó al novelista Francis Scott Fitzgerald (1896-1940) en el ojo de un huracán cuyos destrozos sufrió en carne propia.
La distancia entre el descarado y apabullante ascenso de esta estrella literaria, y su amargo y alcoholizado final ofrece una medida del tamaño de su leyenda.
 El apetito por Fitzgerald y la fascinación por ese mundo que describió con brillante prosa, no cesa.
 Este verano la publicación de la antología I’d Die for You (moriría por ti) que recoge los últimos inéditos del novelista, se suma a la aparición de una nueva biografía, Paradise Lost (paraíso perdido) del historiador David S. Brown, y al estreno de la serie Z: The Beginning of Everything (Z: el principio de todo) sobre la bella y trágica pareja formada por Scott y Zelda —encarnada en esta ficción por la actriz Christina Ricci—.

Podría decirse que Fitzgerald está viviendo un gran momento, sino fuera porque el constante revival de este autor no ha decaído desde, ironías de la fama, poco después de su muerte. 
El bien merecido éxito, que se le escapaba a chorros en los últimos años de su vida, volvió con ímpetu y ya nunca le ha abandonado. En 2008 se colgaba día tras día el cartel de no hay billetes para la obra de teatro Gatz en la que se leía sobre el escenario íntegramente, durante siete horas, El Gran Gatsby —tercera novela de Fitzgerald, considerada su obra maestra aunque en su momento recibió una fría acogida—.
 Son también recurrentes los estrenos de nuevas adaptaciones cinematográficas de sus libros (la última de ellas protagonizada por Leonardo di Caprio), y la literatura sobre su tormentosa vida de pareja o su correspondencia con amigos-enemigos como Hemingway.
Cuesta creer que Fitzgerald, clásico absoluto de la literatura estadounidense del siglo XX, cayera en picado en la última década de su vida, convertido en un juguete roto, y que tuviera que ser rescatado póstumamente. 
La historia del crío católico de Minnesota, educado en un internado en la coste Este y en Princeton —cuyas aulas dejó para entrar en el ejército y escribir— tiene algo de moralizante: después del exceso y el éxito del joven prodigio, del gran desfase en Europa, vino la brutal caída, la hospitalización de Zelda desde 1932 en Baltimore, el bloqueo del novelista que acuciado por las facturas termina en Hollywood despreciado por la industria, y muere a los 44 años. Pero como corresponde a toda buena historia se esconde también un final feliz en la ascensión de Fitzgerald a la categoría de mito. Es un gran héroe a la americana, aunque ese título normalmente quede reservado a su personaje Jay Gatsby.

Cuando la fiesta apenas acababa de apagarse, el novelista reflexionó en tercera persona sobre los locos años 20 en los que alcanzó la cima: 
“Le acabó aburriendo, le halagó, y le dio más dinero del que había soñado, simplemente por contarle a la gente que él se sentía como se sentían ellos, que algo tenía que hacerse con toda la energía nerviosa acumulada y no gastada durante la Guerra”.
 La cita está tomada de Ecos de la era del Jazz, uno de los textos que su compañero de Princeton, el respetado crítico Edmund Wilson recopiló en El Crack-Up en 1945, la primera antología de cuentos, cartas y notas que apareció tras su muerte.
 Aquel libro marcó el primer paso en el rescate de Fitzgerald. “Luego Wilson logró que El gran Gatsby fuese reeditado para las tropas estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial, bajo el sello Armed Service del ejército. 
Había algo en Gatsby con lo que los jóvenes soldados conectaban; esa novela es, al fin y al cabo, un libro de la Primera Guerra Mundial.
La ubicación de la historia en Manhattan y Long Island y los personajes del Medio Oeste que la protagonizan, resultan todavía hoy enormemente americanos tanto para los lectores estadounidenses como para los europeos”, explica por correo electrónico la profesora Ann Margaret Daniel, responsable de la nueva antología de inéditos. “Lo que mantiene a los lectores fascinados con Fitzgerald es su talento como escritor”.
Los 18 textos que Daniel reune y prologa en I’d die for you incluyen historias para llevar a la gran pantalla y cuentos que el escritor vendió a revistas, algunos de los cuales fueron rechazados y otros que finalmente nunca vieron la luz, aunque le pagaron por ellos. 
 Se incluyen relatos de los años 20 pero la mayor parte fueron escritos después de la gran fiesta y en plena Gran Depresión. 
El novelista puebla estas historias de jóvenes brillantes que no logran alcanzar su sueño, sea este un empleo o la entrada en la universidad, de divorcios y desesperación, de temores por enfermedades venéreas. 
Pero a Fitzgerald le seguían pidiendo romances ligeros y desenfado, más glamur. “Sería un milagrero o un pirata si pudiera seguir sacando un producto idéntico durante tres décadas”, escribió en una carta al editor de la revista Collier en 1939, citada en la introducción a la antología.

Con el paso de los años a Fitzgerald también se le hacía cada vez más duro aceptar los cambios editoriales que le pedían.
 El género del relato fue una bendición envenenada para el autor de Suave es la noche, sus cuentos (terminó 178 y dejó otros muchos inconclusos) se vendieron muy bien desde la aparición de su primera novela y cobró cifras astronómicas por ellos (el equivalente a 50.000 dólares de hoy).
 El jugoso mercado le devoraba, como le confesaba a su editor Maxwell Perkins: “Cuanto más gano con la basura menos logro ponerme a escribir”.
Su bloqueo, sus juergas, su ruina, su generosidad con los colegas (a Hemingway le corrigió Fiesta y le ayudó a publicarlo), su antisemitismo o su vulnerabilidad han generado un inagotable río de tinta.
 Otro tanto puede decirse de Zelda. 
 La nueva biografía Paraíso perdido reclama el papel de Fitzgerald en la historia no solo de la literatura, sino de EE UU, como cronista de los fallos, excesos y deslices en el paso a la modernidad y el anclaje en el pasado de la guerra de secesión.
 Los valores de Fitzgerald tienen algo de vieja época presentados en un paisaje moderno.
 Ahí está el consejo que recibe de su padre el narrador de El gran Gatsby, con el que arranca la novela:
 “Cuando pienses en criticar a alguien, solo recuerda que toda la gente en este mundo no ha tenido las ventajas de las que tú has gozado”.
En 1941, un año después de su muerte su colega John Dos Passos escribió en Nota sobre Fitzgerald: “La celebrity ha muerto.
 El novelista perdura”. Lo cierto es que sobrevivieron los dos.
 Si esto sirve para llegar a la piscina del gran Gatsby, valió la pena.
 


 

28 jun 2017

Toño Sanchís está defenestrado, hundido, finiquitado, amortizado

Nerviosismo

El miércoles por la noche les pregunté a Mila Ximénez y a María Patiño por el juicio de Belén.
 Estaba inquieto, tenía ganas de que se resolviera aunque me provocaba nerviosismo que Belén no ganara por goleada.
 Porque no le servía ganar, necesitaba machacar a Toño para que el exrepresentante no tuviera ni un leve asidero para seguir sacando a pasear su caradura.
 Porque lo que lleva haciendo Toño Sanchís en los últimos meses no tiene otro nombre.
Toño Sanchís. Elemento tóxico y nocivo 

Elemento tóxico y nocivo

Sin embargo, ahora que el juez ha dictado una sentencia muy desfavorable contra él se me ocurren un sinfín de calificativos para referirnos a una de las personas más nefastas que han circulado por la vida de Belén. 
Un elemento tóxico y nocivo que, a tenor de cómo se ha comportado con ella durante tantos años, vivió con alborozo el camino hacia la autodestrucción que emprendió su representada.

Defenestrado, hundido, finiquitado, amortizado.

Toño Sanchís está defenestrado, hundido, finiquitado, amortizado. Pero, por favor, que siga hablando, porque nos dará la posibilidad de asistir en vivo y en directo a un clamoroso suicidio mediático.
 Mientras eso ocurre… ¡disfrútalo, Belén! Te lo mereces. 
Porque eres buena tía, porque te queremos y porque siempre has tenido más razón que un santo.
 El miércoles por la noche les pregunté a Mila Ximénez y a María Patiño por el juicio de Belén. 
 Estaba inquieto, tenía ganas de que se resolviera aunque me provocaba nerviosismo que Belén no ganara por goleada. 
Porque no le servía ganar, necesitaba machacar a Toño para que el exrepresentante no tuviera ni un leve asidero para seguir sacando a pasear su caradura.
 Porque lo que lleva haciendo Toño Sanchís en los últimos meses no tiene otro nombre.
Sin embargo, ahora que el juez ha dictado una sentencia muy desfavorable contra él se me ocurren un sinfín de calificativos para referirnos a una de las personas más nefastas que han circulado por la vida de Belén. 
 Un elemento tóxico y nocivo que, a tenor de cómo se ha comportado con ella durante tantos años, vivió con alborozo el camino hacia la autodestrucción que emprendió su representada.
Pero a veces la vida tiene finales felices: gracias a su tesón Belén logró salir del hoyo en el que estaba metida mientras Toño se revuelca amargado en el subsuelo, escupiendo una rabia que rebota en su propio organismo y lo convierte en un ser pretenciosamente ridículo. 
Un absurdo telepredicador que confunde las más elementales reglas gramaticales, provocando que los cimientos de la Real Academia de la Lengua Española tiemblen cada vez que abre la boca.
 Toño Sanchís está defenestrado, hundido, finiquitado, amortizado
 Pero, por favor, que siga hablando, porque nos dará la posibilidad de asistir en vivo y en directo a un clamoroso suicidio mediático. 
Mientras eso ocurre… ¡disfrútalo, Belén! 
Te lo mereces.
Porque eres buena tía, porque te queremos y porque siempre has tenido más razón que un santo.
 


Sofía Loren sale del armario..........................Pilar Eyre

No es por maldad

Sofía Loren sale del armario

Pilar Eyre










Es la semana grande de los gais y se hace un repaso de los más conocidos, pero no veo en ningún inventario a la superfamosa que sale del armario en la biografía de Lucio escrita por el querido Lorenzo Díaz, ‘Memorias de un tabernero’. 
Una explosiva actriz italiana, que estaba rodando ‘El Cid’ con Charlton Heston a las órdenes de Anthony Mann en 1960, y vivía en la Torre de Madrid “se enamoró de la periodista Encarnita Molina.
 ¡Fue la primera vez que supimos que a esta impresionante señora le gustaban las mujeres!”. Encarnita Molina, que a pesar de ser “humilde y poco agraciada enamoró a la superestrella italiana”, le dio calabazas. 
 Más tarde Encarnita se convirtió en secretaria de Paquita Rico. ¿Que quién era la famosísima artista a la que le gustaban las mujeres? ¿No lo he dicho? Acérquense… bajito. Sofía…¡Loren! ¿Cómo se han quedado? ¡Yo, muerta!Sofía Loren

Anda.....mírala ella que sabionda.....nunca da una opinión sin hilo.

Isabel Preysler, sobre el Orgullo Gay: “Tienen derecho y la necesidad de manifestarse”

La 'reina de las revistas del corazón' apoya la celebración del colectivo LGTBI tras las críticas de su hija, Tamara Falcó, que aseguró que no le gusta la cabalgata "por su estética".

Isabel Preysler a su llegada a la fiesta de 20 aniversario del programa de TVE 'Corazón', este pasado martes en Madrid.
Isabel Preysler a su llegada a la fiesta de 20 aniversario del programa de TVE 'Corazón', este pasado martes en Madrid. GC Images

 "Ella" se arregla mucho su piel, se viste según gustos bien, no sabemos su grado de cultura aunque esté con hombres cultos, no todos pero los dos últimos si....Hoy va con una blusita muy cursi, que costará un potosí, pero no resuelve su pelo. No es guapa y va impecable. Es muy delgada por intervenciones estéticas y tratamientos igualmebte, cirujía a mansalva y por eso y sus amoríos ha conseguido ser famosa. Bueno allá ella!!

Allá donde va siempre es noticia. 

Además de copar las portadas de todas las revistas, Isabel Preysler a menudo capta la atención con sus titulares, no siempre a propósito porque, aunque suene raro, le gusta pasar desapercibida.

 Pero la reina del corazón no vive ajena al mundo que la rodea y, aunque suele ser comedida y medir mucho sus palabras con los temas más candentes de la actualidad, no ha tenido problemas en defender el Orgullo Gay este año que Madrid es sede de la cita internacional con el World Pride 2017

 “Pienso que ellos tienen derecho a manifestarse y, además, tienen necesidad de hacerlo”, ha asegurado tras las declaraciones que hizo horas antes su hija, Tamara Falcó, sobre que no le gusta la cabalgata por “su estética”.

 

Isabel Preysler ha mostrado su apoyo a este colectivo durante la fiesta del 20 aniversario del programa de TVE Corazón, celebrada este martes en Madrid, donde ha ejercido de madrina de honor y a la que ha acudido sin la compañía de su pareja, Mario Vargas Llosa.
Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa durante un festejo taurino con motivo del Domingo de Resurrección de Sevilla en abril.
Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa durante un festejo taurino con motivo del Domingo de Resurrección de Sevilla en abril.
Preysler ha hablado también de su familia y su situación personal con el escritor, con el que comenzó su relación a principios del año 2015 y con el que está pasando uno de sus mejores momentos tras varias escapadas juntos. 
La última fue en Sevilla en Semana Santa y previamente habían viajado a Filipinas, Argentina y Perú, país natal de Vargas Llosa, entre otros destinos.
Aunque el amor se nota en el ambiente la socialité ha vuelto a comentar que, de momento, no habrá boda.
 Aunque hace ya un año comentó que el escritor ya le había pedido matrimonio en más de una ocasión, siguen sin fecha y sin prisas.
Sobre sus hijos, Preysler ha insistido en lo orgullosa que se siente al ver lo bien que se llevan entre ellos –Chabeli, Julio y Enrique son fruto de su primer matrimonio con el cantante Julio Iglesias, con el que se casó en 1971;
 Tamara Falcó, de su matrimonio con el marqués de Griñón Carlos Falcó en 1980; y Ana Boyer, fruto de la boda con el que fuera ministro de Economía y Hacienda Miguel Boyer en 1988– y la buena relación que hay en las reuniones familiares. 
“Es un orgullo para mí tener los cinco hijos que he tenido”, ha dicho.
Preguntada sobre una posible rivalidad existente entre Enrique y su padre, Julio Iglesias, debido a que los dos cosechan grandes éxitos musicales, Preysler no ha dudado en garantizar el amor entre ambos. 
“Es una cosa normal que tienen entre cantantes, que no la pueden remediar pero eso no quita que se quieran y se quieren muchísimo”, ha asegurado.

Isabel Preysler con tres de sus cinco hijos Tamara Falcó, Julio Iglesias y Ana Boyer, en la inauguración de la tienda de Porcelanosa en Oviedo, en el año 2011.
Isabel Preysler con tres de sus cinco hijos Tamara Falcó, Julio Iglesias y Ana Boyer, en la inauguración de la tienda de Porcelanosa en Oviedo, en el año 2011.