Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

15 jun 2017

Cuando aprendimos a votar...............Nuestros mundos en un sueño corto


Ana Belén, Rosa León, Juan Antonio Bardem, la secretaria de Santiago Carrillo, Santiago Carrillo y Juan Diego (i-d) cantan puño en alto "La Internacional" bajo la lluvia en la fiesta del PCE en Torrelodones (Madrid), mitin final de la campaña de las elecciones legislativas.
EL PAÍS estrena hoy en su web el documental Cuando aprendimos a votar.
 Personalidades de la cultura y la política como Cristina Almeida, Alberto Ruiz-Gallardón, Celia Villalobos y Peridis recuerdan lo que significó acercarse a las urnas por primera vez en democracia
 El documental, con guion de Rubén Amón y Belén Fernández, es también un viaje en imágenes a aquella jornada electoral del 15 de junio de 1977, de la que se cumplen 40 años.
Vaya que los que lo cuentan ahora son del PP o unos fachas, Ruiz Gallardón no hace mucho cantó el Cara al Sol en el Valle de los Caídos...

“Me puso el cuchillo en el hombro y me dijo: ‘¿Cómo quieres morir?”

Mis ‘milenials’.................................... Luz Sánchez-Mellado

En el fondo siempre se siente uno un principiante. No es así, claro. Lo sé porque estoy rodeada de ellos.

Jóvenes en una clase de la universidad.
Jóvenes en una clase de la universidad.
De un tiempo a esta parte, me invitan a todos sitios. Openings, meetings, afterworks, brunches, eventos de todo pelaje, te lo juro, o sea.
 Bueno, de todo menos bodorrios. Igual que te pasas los 30 y los 40 yendo a bodas, bautizos y comuniones, en cuanto rondas los 50 solo te salen divorcios, prejubilaciones y, lagarto, lagarto, funerales. Pero hablaba de curro, que estoy proyectando.
 Últimamente me llaman superinteresados de sitios donde antes ni me miraban.
 Debe de ser que está una en el cenit de su carrera, si es que a llevar trabajando toda la vida en lo mismo se le puede llamar carrera y no maldición bíblica.
 El caso es que una ni se había enterado.

De lo del cenit, digo. Mientras un día pasas de junior a senior a ojos de todo pichichi, tú te sigues viendo como una niñata a la que le va a pedir el carné el segurata en cualquier momento antes de invitarla a dejar la sala por intrusa.

 En el curro, cobrando la tercera parte sabiendo el doble.
 En casa, dejándose las pestañas para arañar una décima en Selectividad y poder estudiar lo que quieren.
 En todas partes, abduciditos por sus pantallas, ora adorables, ora insufribles, esperando su momento, que es ahora, y que no acaba de llegar nunca.
 Son los milenials, así, sin tanta ele y tanta ene y tanta tontería, como acepta Fundeu que se escriba el palabro. 
Y, a veces, les cae la bronca padre por parte de quienes no los han visto ni en pintura. 
Decía Capote que, al principio, no conoces a nadie en los cócteles porque todos son más viejos; luego conoces a todos porque son tus coetáneos, y, al final, vuelves a no conocer a nadie porque son más jóvenes.
 Antes de que llegue ese día y me jubilen los milenials creo que lo mínimo exigible a un observador es tener las antenas alerta para detectar lo nuevo y después poder contarlo.
 Nos va en el sueldo. O debería.

 

14 jun 2017

“Ese periódico que les trata tan mal”.............Por JUAN CRUZ

El líder de Podemos utiliza su intervención en el Parlamento para resucitar modos de su maestro Anguita

Pablo Iglesias, durante el debate de la moción de censura
Pablo Iglesias, durante el debate de la moción de censura
Al tiempo que Pablo Iglesias le aconsejaba al portavoz del PSOE en el Congreso, José Manuel Ábalos, que desconfiara “de ese periódico que le trata tan mal”, periodistas de EL PAÍS (“ese periódico que les trata tan mal”) madrugaban en Washington para contar un tiroteo, se ponían en marcha en Londres para informar sobre el grave incendio de Latimer Road o se aprestaban en Moscú a poner en orden lo que en los próximos días se leerá aquí sobre Chechenia o Bielorrusia.(Es  lo que deben hacer....Y????)

Un periódico que trata de la realidad aquí y en cualquier parte y que ha sido señalado en el Parlamento como “ese periódico que les trata tan mal”, es un periódico como cualquier otro: trata de la realidad. Y para hacerlo, sus periodistas salen a la calle, miran, se reúnen, también con políticos (como Pedro Sánchez, como Pablo Iglesias, como Mariano Rajoy o como Julio Anguita, por ejemplo). 
Para Iglesias, desde que se fija en EL PAÍS para tomarse su propia temperatura, este es el periódico que trata bien o trata mal, según le va a él en la feria.
 Ya hace unos años hizo un programa (en La Tuerka) para avisar al mundo entero de la maldad que suponía EL PAÍS para América y para el mundo. 
Y luego se ha pasado parte de su vida avisando a la prensa de que se portara bien. No amedrenta: señala, y lleva esas señales al Parlamento.
Es habitual que Iglesias imite a Julio Anguita, el líder cuyo aliento marca su línea de ataque.  
Y de Anguita hay mucho en las hemerotecas que se parece a lo que hace Iglesias con los medios para llevarlos a su rincón de pensar. En la hemeroteca de EL PAÍS, por ejemplo, se cuenta lo que hizo Anguita para convertir un almuerzo en una “insoportable presión” del equipo de editorialistas de este periódico.
 
Esos periodistas, entre los que estaban el director de entonces (mayo de 1993), Joaquín Estefanía; el director que le siguió, Jesús Ceberio, y Javier Pradera (que había sido el primer responsable de Opinión de EL PAÍS), le preguntaron al líder comunista sobre los pactos poselectorales que se proponía su coalición, Izquierda Unida, tras los comicios inmediatos. 
La conversación fue propia de este tipo de conciliábulos entre políticos y periodistas: el político expone, los periodistas le preguntan. 
Pero Anguita salió de allí dándole la trascendencia de esa “insoportable” presión.
 Fue tal la pasión que puso en el supuesto acoso que este periódico publicó dos páginas para explicar, bajo el título La conspiración de La Ancha (16 de mayo de 1993) lo que de veras había pasado en el restaurante.
En esta ocasión, Iglesias le habla a Ábalos de una supuesta presión sufrida por Sánchez por parte de este periódico o del grupo que lo sustenta.
 A él no le importa comprobar si eso fue así o no. Está en su estrategia “comprar” la versión que mejor le vaya. Un político responsable, así como un periodista como aquellos que ayer trabajaban para EL PAÍS en Washington, en Londres o en Moscú, preguntan qué pasó de veras antes de contar cualquier cosa. Iglesias se conforma con cualquier cosa: es un narrador omnisciente, que en este caso tira para su casa.
 Su arte imita a Anguita. Su maestro. 
Juan, siempre te metes con la Izquierda....y da un tufo derechista a tu Periódico que resulta imposible leerlo. Nunca dices nada así contra el PP.