Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

14 jun 2017

Muere Anita Pallenberg, la ‘rolling stone’ femenina............ Diego A. Manrique

Con 73 años, fallece la mujer libre que fue compañera de Brian Jones y Keith Richards

Anita Pallenberg con Keith Richards en una imagen de diciembre de 1969.
Anita Pallenberg con Keith Richards en una imagen de diciembre de 1969. Getty Images
Anita Pallenberg, encarnación del espíritu iconoclasta de los sesenta y supernumeraria de los Rolling Stones, falleció ayer martes en Londres. 
Tenía 73 años y una salud frágil, con secuelas de la hepatitis C y serios problemas de cadera. 
Se desconocen las causas exactas de su muerte, anunciada por su amiga Stella Schnabel.
Permítanme un recuerdo generacional. 
En 1969, se estrenó en España El rebelde, una película del cineasta alemán Volker Schlöndorff sobre Michael Kholhaas, legendario insurrecto medieval.
 Se corrió la voz de que salía Keith Richards como extra y allí acudimos en tropel (háganse cargo: en pleno franquismo, resultaba inconcebible que los Rolling Stones actuaran en nuestro país). Así que fuimos a verla una y otra vez.
 Y salimos enamorados de Anita Pallenberg.
Décadas después, en Vida, por la autobiografía de Richards, supimos que los Stones pasaban por España con cierta regularidad. De hecho, fue en tierras valencianas, camino de Tánger, cuando Keith y Anita intimaron sexualmente.
 Al poco, ella dejaba a su novio oficial, el también rolling stone Brian Jones, que había degenerado en un maltratador. 
Ese cambio de pareja nos hizo ver que el universo de aquella banda se movía por leyes propias.
 No existía el concepto de infidelidad: en el mismo libro Richards se quejaba de que Anita tonteó con Mick Jagger durante el rodaje de Performance, algo que siempre negó la implicada.
Anita fue una de aquellas criaturas hedonistas que tomaron al asalto los años sesenta.
 Exhibía su marchamo internacional: nacida en Roma de padres alemanes, hablaba cuatro idiomas y pasó por diferentes instituciones de enseñanza.
 Pero se independizó tras conocer la dolce vita y el círculo neoyorquino de Andy Warhol. 
¿Qué hacía Anita exactamente? Trabajaba como modelo, tuvo pequeños papeles en películas de Roger Vadim o Marco Ferreri, aparte de un breve paso por el Living Theater. 
 Esencialmente, se bebía la vida a tragos.
Cuando ella llegó, los Rolling Stones eran un proyecto en construcción, que seguía afanosamente la pista de los Beatles e intentaba asimilar las enseñanzas de Bob Dylan. 
Anita contribuyó a proporcionarles sofisticación, audacia, aura de peligro: que ella practicaba la magia negra era solo uno de los rumores que circulaban por entonces. 
Probablemente, Anita fue la más salvaje de todos, en los apartados de drogas y sexo.
 Según la consideración de la parte más empresarial del grupo, resultaba un peligro.
 Tras la famosa detención de 1977 en Toronto, cuando Richards fue acusado de traficar con drogas, se incrementaron las presiones para que la pareja se separara.

No ayudó un extraño suceso de 1979: en la casa estadounidense de Richards apareció muerto de un disparo un joven de 17 años con el que Anita mantenía una relación. 
Entraron en acción los famosos “abogados de los Rolling Stones”, que consiguieron que aquello se considerara un accidente o un estúpido juego de ruleta rusa.
Richards y Pallenberg tenían dos hijos, Marlon y Angela (un tercero, Tara, murió en su cuna en 1976, pocos días antes de que los Stones debutaran en España, con el concierto que Gay Mercader montó en Barcelona). 
Se tomaron medidas para que los niños fueran criados por personas responsables y, a partir de 1980, la pareja se fue distanciando.
Richards se ocupó de la manutención de Anita, que hasta el final tuvo acceso a la residencia del guitarrista en Jamaica. Allí llamó la atención de la infame policía local, que decidió darle un escarmiento: fue encerrada en una celda con algunos de los peores elementos de la zona.
Pero, como Richards, ella era una superviviente.
 Se sometió a rehabilitación y dejó las drogas, aunque sufrió alguna recaída. 
Evitó la tentación de escribir sus memorias y se convirtió en símbolo de resiliencia, al igual que la otra musa de los Stones, Marianne Faithfull, con la que coincidió en un capítulo de Absolutely fabulous, la serie de la BBC.
En sus últimos años, convertida al vegetarianismo, se dedicó a cultivar su huerto en el barrio londinense de Chiswick.
 Intervino en películas de directores de culto como Abel Ferrara o Harmony Korine. 
 Reconocida como inspiración por mujeres que podían ser sus hijas (¡o sus nietas!), incluso volvió a la pasarela, desfilando orgullosa con su bastón; también disfrutaba pinchando música en fiestas privadas.



 

or qué la creencia de que la ropa negra da calor no es cierta

 

Las leyes de la física están del lado del oscuro para paliar el calor. Además, estiliza el cuerpo

David Beckham, con camisa negra, durante uno de los partidos de semifinales de Wimbledon en julio de 2016.
Todos lo hemos escuchado y más cuando el sol azota: si te pones ropa oscura vas a tener mucho más calor.
 Pero esto no es del todo cierto. Vamos a analizarlo...

Llega el calorazo. ¿Tengo que guardar las prendas negras con la ropa de invierno, por aquello de que dan más calor? A ver, vayamos por partes. 
Los colores influyen en la sensación de calor por la forma en que absorben o reflejan la luz. 
“Si ves un objeto rojo es porque la luz incidente ha sido absorbida por todos los colores excepto el rojo (por eso lo ves)”, dice Arturo Quirantes,
, profesor titular de Física de la Universidad de Granada y autor del blog de divulgación científica El profe de Física
 “Según eso, [para una menor absorción del calor] en principio es mejor el blanco que el negro, ya que el blanco indica que la luz ha sido reflejada por todos los colores, y el negro significa que toda la luz ha sido absorbida (y convertida en calor).
 Por eso mismo, sería preferible un color claro a uno oscuro”.

Pero hay más variantes. Un momento, el profesor no ha terminado: “Ahora bien, resulta que hay otra fuente de calor aparte del sol: el propio cuerpo humano.
 La ropa blanca tenderá a reflejar el calor corporal de vuelta al cuerpo, en tanto que el negro la absorberá. 
 Si hay algo de aire, se llevará el calor por convección”. Y es cuando llegamos al punto clave.
 Entonces, ¿puedo ponerme mi camiseta negra de los Ramones para ir a la playa, sí o no? Dependerá de la holgura de la prenda y de las condiciones meteorológicas. 
“Si estás al sol, no sopla el viento y tienes ropa algo ajustada, escoge el blanco”, continúa Quirantes.
 “Pero si sopla algo de viento y tu ropa es no ajustada (digamos un vestido, una camiseta, etc.), lo mejor es ropa oscura”.
 La convección: esta es la palabra clave. 
Se trata de la transferencia de calor por movimiento de masa: el viento, al ondear la camiseta negra holgada, le quitará ese calor que ha absorbido procedente de tu cuerpo.
"El negro absorbe el calor, entonces para no llevar ese calor encima pegado a la piel, lo mejor es que la prenda sea holgada y sople viento, porque el viento se llevará el calor por convección.
 La convección no funciona con el blanco porque la camiseta blanca no ha absorbido tu calor, sino que te lo ha devuelto", explica el físico Arturo Quirantes.
Ya decía yo que si los beduinos van de negro en pleno desierto sería por algo… Bueno, en realidad la elección cromática de los beduinos ha sido estudiada por la ciencia.
Lo sabía: ¡tenía que haber un estudio científico también sobre eso! No es broma. 
En 1980, la prestigiosa revista Nature publicó un estudio titulado Why do Bedouins wear black robes in hot deserts? (“¿Por qué los beduinos llevan ropa negra en desiertos calurosos?”) que sostenía que “las túnicas negras ayudan a los beduinos a minimizar las cargas de calor solar”.
 El estudio halló que los portadores de túnicas negras no pasaban más calor que si vistieran de blanco, y eso que las negras absorben 2,5 veces más radiación solar que las blancas.
 Lo atribuyeron a una mejor ventilación, “una acción de fuelle”, “efecto de chimenea” o lo que vagamente describían como “algún proceso desconocido que compensa la mayor absorción de negro” y que hacía que ese calor adicional no llegara a la piel.
La actriz Chloë Grace Moretz paseando por las calurosas calles de Los Ángeles con una camiseta negra de Metallica.
La actriz Chloë Grace Moretz paseando por las calurosas calles de Los Ángeles con una camiseta negra de Metallica. Cordon
Vale, pero para resaltar el bronceado es mejor la ropa blanca. El blanco destaca el tono moreno de la piel por contraste, pero tampoco hay que descartar el negro para este propósito. 
“El color oscuro resalta más el bronceado que el blanco”, zanja la diseñadora María Baraza, profesora de Diseño de Moda en la Universidad Nebrija (Madrid).
 “El blanco, cuando se refleja en la piel, la hace parecer más clara, mientras que por la misma razón, el negro acentúa las sombras y la hace parecer aún más oscura”, añade.
Y ya puestos, el negro te hace más delgado, ¿no? Sí, aquí no caben matices. El negro estiliza.
  Según María Baraza se debe a que “la sensación perimetral de la persona que viste de oscuro está más distorsionada.
 En cambio, cuando ves una masa más grande de luz, como con la ropa clara, la percibes más grande que si la ves negra.
 Los colores claros hacen mucho más compacta la silueta”.
¿Y es verdad que el negro pega con todo? "Así es", confirma la experta de moda, María Baraza.
Creo que este verano me van a ver más de negro que a Robert Smith de The Cure… Tampoco hay que irse a los extremos. 
El verano es luz, alegría… Vamos, que todo vale menos la camiseta de “Mariscos Recio” cuyo uso debería estar tipificado en el Código Penal.


 

 

Demi Moore perdió dos dientes por el estrés. ¿Me puede pasar a mí?


"Me gustaría explicar que me lo hice cayendo de un monopatín, pero no es así
. Perdí los dos dientes frontales por el estrés. Y lo quiero compartir porque creo que es importante.
 Después de los problemas cardiovasculares, el estrés es una de las principales causas de mortalidad en América [el 25% de los estadounidenses ha sufrido ansiedad elevada, según una encuesta de 2015 publicada por la Harvard School of Public Health]". 
Así de clara ha sido la actriz Demi Moore en el programa del periodista Jimmy Fallon en la NBC (puede ver el vídeo encima de estas líneas).
Y Moore no se ha quedado aquí, sino que ha enseñado también una foto (mellada) y un vídeo de Snapchat que grabó en la consulta de su dentista. 
"Mis hijas se reían, y me decían que eso me hacía más vulnerable y humana", ha relatado la actriz. 
"Me pasó en un momento de mucha ansiedad", aunque no ha entrado en más detalles y ha zanjado sus explicaciones dando "gracias a Dios por la Odontología moderna".
Las situaciones de estrés se pueden manifestar de varias maneras, como cambios en el pH de la boca (que como mal menor, provocan alteraciones en el color de las piezas), o con bruxismo (apretar los dientes de manera involuntaria, síntoma que padecen el 17% de los pacientes con estrés).
 Con esta tensión, "los dientes se erosionan, desgastan la dentadura y hasta se llegan a romper piezas”, confirma Jaime Jiménez García, experto en implantes de la Clínica Ciro y director de máster de Implantología oral avanzada la Universidad Europea de Madrid. Cuánto puede afectarle ese desgaste dental depende de la estructura genética de su diente, del tipo de agresión y de su capacidad de defensa. 

Una solución temporal es utilizar una férula de descarga (molde de material flexible y blando que se erosiona en lugar de su esmalte mientras aprieta los dientes), aunque obviamente no es más que un parche.
 Identificar qué motivos causan el estrés servirá para atacar el problema de base (y no poner en riesgo su sonrisa).
 

13 jun 2017

La mirada guanche que une a Domínguez, Chirino y Millares

Los tres artistas canarios protagonizan la primera exposición temporal del Castillo de la Luz, comisariada por el director del Cervantes.

 

Las Palmas de Gran Canaria
Una espiral de Martín Chirino.
Una espiral de Martín Chirino.
Eran adolescentes cuando se conocieron Martín Chirino (Las Palmas de Gran Canaria, 1925) y Manolo Millares, que nació en su misma ciudad un año después que él y murió en Madrid en 1972). Estaban en la hermosa playa de Las Canteras y pasaban horas jugando al clavo.
 De la exhibición de pericia para insertar el hierro en la arena, pasaron poco a poco a hablar los monumentales enfados habituales de Pérez Galdós con los canarios, del peso de la cultura guanche, del opresivo y deslumbrante paisaje de las islas canarias.
De la exhibición de pericia para insertar el hierro en la arena, pasaron poco a poco a hablar los monumentales enfados habituales de Pérez Galdós con los canarios, del peso de la cultura guanche, del opresivo y deslumbrante paisaje de las islas canarias. 
Todos ellos son temas que armaron la obra de Chirino y Millares con el surrealismo parisino del tinerfeño Óscar Domínguez como referente.
 La obra de los tres creadores canarios, los más importantes del siglo XX, conforma la exposición Una mirada insular que se puede ver hasta el 1 de octubre en el Castillo de La Luz, sede de la Fundación de Arte y Pensamiento Martín Chirino inaugurada hace dos años.
Distribuida en tres plantas de la vieja fortaleza, la exposición muestra cincuenta obras procedentes de colecciones privadas y públicas, entre ellas la emblemática Cueva de guanches, (1935) prestada por el Reina Sofía y en la que el artista evoca su tierra natal.
 Juan Manuel Bonet, historiador crítico y actual director del Instituto Cervantes explica que esta exposición entronca con la celebrada en el Centro Atlántico de Arte Moderno en 1989 con Martín Chirino como director. 
“En aquella ocasión narramos el viaje realizado por los surrealistas, con Bretón a la cabeza, hacia América.
 En esta ocasión nos hemos centrado en las islas canarias.
 Puede decirse que este proyecto nació ya entonces y de manera más firme hace dos años, al inaugurarse la fundación”.



Bonet ha querido desentrañar los elementos comunes que vinculan la obra de los tres artistas canarios: los guanches, las islas y la literatura.
 “Millares y Chirino saben de Domínguez y conocen su obra, pero no se llegan a conocer personalmente.
 Comparten su interés por las raíces prehispánicas, opinan que el sustrato primitivo de las islas sigue vivo hasta el punto de ser una parte esencial del arte moderno canario”, explica Bonet en la sala que da paso al recorrido expositivo y en la que se muestran tres obras representativas de cada uno de los artistas elegidos.
 De Domínguez se expone la famosa Drago, una representación onírica del árbol que es uno de los símbolos de Canarias.
 Sobre la copa hay un león y a los pies una mujer desnuda que se contorsiona sobre un piano.
 A la vista de esta obra, Bretón bautizó a Domínguez como Le dragonnier en su Diccionario Surrealista. 
 “Ese mismo árbol fascinó a Humboldt y de paso a toda la modernidad del siglo XX”, explica el comisario.
 La pieza elegida de Millares es también un homenaje al naturalista y explorador alemán, como navegante por el Orinoco.
 De Martín Chirino se exhibe una escultura que representa la celebración del viento apoyado en las espirales del arte prehispánico de las Islas.

La primera sala está ocupada con obras de Domínguez. 
Bonet recuerda que el artista se instaló en París a principios del siglo XX para trabajar en el negocio familiar de la exportación de plátanos. 
Después desvió su actividad hacia la publicidad y finalmente se sumó a los surrealistas y, sobre todo, a Dalí. 
“Al volver a las islas se centra en la naturaleza y en la historia primitiva, al igual que otros muchos creadores que deciden mirar desde Europa hacia África o América. 
Ese interés por el pasado y por la lejanía también se comparte en la España de la posguerra con La Escuela de Altamira, cuyos integrantes consideraban la cueva como ejemplo del arte absoluto”, añade Bonet. 
La sala incluye ejemplares de Gaceta de Arte con textos escritos por Agustín Espinoza, un retrato de César Manrique y varias fotografías realizadas por el pintor y crítico Eduardo Westerdahl.
Millares y Chirino, los niños de la playa de Las Canteras, como también les llama Bonet, ocupan los dos últimos espacios del recorrido.
 Martín Chirino, con sus 92 años recién cumplidos considera que con esta primera exposición temporal, los objetivos de la fundación que lleva su nombre están perfectamente cumplidos.
 Ahora, opina que lo importante es que se produzcan debates y reflexiones que mantengan viva la obra y que la enriquezcan.
Cuando se le pregunta sobre si seguirá esculpiendo sus archifamosas espirales, el artista responde que él no las esculpe. Ni ahora ni nunca. 
 “No las hago. Pienso y escribo en espiral. 
Yo soy un fabulador que escribe y ellas brotan desde dentro de mí. Son formas que cuentan la historia de mi pueblo canario y que me acompañan en mi viaje a Ítaca. 
 Recuerdo que cuando fui a visitar las cuevas de los guanches estaban llenas de espirales que tenían que ver con las constelaciones y con el drama de la vida.
 Los guanches no querían relaciones con los españoles, preferían girar hacia dentro de ellos mismos.
 Yo casi estoy en esa actitud, vivo como un ermitaño y a mi edad me permito el lujo de decir lo que quiero”.