La fiscalía considera que Michelle Carter mató a su pareja. Pero la defensa recurre a un historial con tendencias suicidas para argumentar que fue un suicidio.
Ocurrió una noche de verano de 2014. Conrad Roy,
que desde años sufría depresión, dudaba si quitarse la vida.
Mientras
llenaba su coche de monóxido de carbono, su novia le contestó un mensaje
al respecto: “Vuelve a meterte en el coche. Hazlo y punto”.
Al día
siguiente, las autoridades encontraron el cuerpo sin vida del joven
dentro del vehículo.
Ella, que no alertó a las autoridades, fue acusada
por homicidio involuntario.
Tres años después, un juzgado de
Massachusetts decide si la joven recibirá un castigo penal.
La fiscalía, encabezada por Maryclare Flynn, argumentó que Michelle Carter jugó con la vida de su novio y la acusó de buscar protagonismo y atención con la muerte de éste
. Quería ser ‘la novia del chico que se suicidó’.
Pero la defensa de Carter alegó que el historial depresivo y
las ganas de Roy de quitarse la vida precedían la relación de ambos.
El
divorcio de sus padres y los abusos de sus familiares le habían llevado
a investigar métodos de suicidio en el pasado, explicó el abogado
Joseph Cataldo.
Carter, después de ayudarle a buscar salidas, se limitó a
apoyarle en su decisión para acabar su vida, sostuvo Cataldo.
Las pruebas son decenas de mensajes y llamadas telefónicas entre la pareja los días antes de la muerte de Roy.
“Estarás feliz al fin en el cielo. No más dolor”, escribió
Carter a Roy en un mensaje.
“Es normal que tengas miedo, estás a punto
de morir”, dijo en otro. Horas antes del suicidio, la novia increpó a
Roy por querer retrasarlo: “Así que supongo que no lo vas a hacer, todo
eso para nada...Estoy tan confundida, estabas listo y decidido”.
¿Puede una persona ser condenada por homicidio pese a no estar presente cuando la víctima falleció? ¿Bastan las palabras de una persona para condenarle por homicidio?
Estas son algunas de las preguntas que el polémico juicio, que comenzó este martes, alzará durante los próximos días.
En Massachusetts, asistir a alguien para suicidarse no es delito.
“Solo ve a algún lugar con tu coche.
No hay nadie afuera
ahora porque es una hora extraña”, le dijo la chica antes de que Roy
condujera a un aparcamiento cercano para quitarse la vida.
Ella le
siguió presionando. “Hazlo y punto. Es lo que querías hacer, es el
momento adecuado y estás listo”. Cuando Carter fue acusada, en 2015, la
justicia consideró
que los mensajes “presionaron” al Roy y el contacto constante simuló
una “presencia virtual” de la chica en la muerte de su novio.
Pese a
vivir cerca, los jóvenes solo se habían visto en persona en pocas
ocasiones.
Su relación estaba basada en llamadas y mensajes.
La madre y la hermana de Roy, que pasaron horas con él
horas antes de su fallecimiento, afirmaron que no había mostrado ninguna
señal de querer morir.
Tras la muerte de su novio, Carter mandó
mensajes a las dos familiares expresando sus condolencias, pero no
señaló haber conocido los planes de Roy.