Compenetración total entre Letizia y la primera dama costarricense, la española Mercedes Peñas 

Los monarcas ofrecieron un almuerzo en el Palacio Real de Madrid con motivo de la visita Oficial a España del presidente costarricense y la primera dama

Los Reyes Felipe y Letizia han iniciado la semana recibiendo al presidente de Costa Rica, Guillermo Solís Rivera, y su esposa, Mercedes Peñas Domingo, con motivo de su visita oficial a España. En un almuerzo en su honor realizado en el Palacio Real de Madrid, los monarcas, el presidente y la primera dama han presidido un besamanos en el que han estado presentes personalidades como Esther Koplowitz o el futbolista costarricense del Real Madrid Keylor Navas.

Letizia ha lucido para la ocasión un vestido verde de manga corta con estampado floral degradado en negro en la parte central y corte ‘midi,’ firmado por la diseñadora Carolina Herrera, que ha combinado con salones de piel de serpiente en color ‘nude’ de la firma Magrit.

 Su melena suelta dejaba ver unos pendientes de piedras amatista y jade de Bounkit. La Reina ya había lucido este vestido durante su viaje oficial a Japón, realizado hace escasamente un mes.

La primera dama costarricense, de origen español y nacida en Madrid, ha optado por un vestido azul Klein y encaje negro en la zona lateral que ha combinado con chaqueta negra tres cuartos y zapatos del mismo tono.

 Mercedes Peñas Domingo, de 48 años, realizó en 1991 un máster en Relaciones Internacionales en la Universidad de la Paz de Naciones Unidas, ubicada en Costa Rica. Fue en ese tiempo cuando conoció a Guillermo Solís, que entonces era su profesor y estaba casado con Nancy Worsfold. 

Ambos, tienen una hija en común, aunque no están casados. Antes de cruzar el charco, la madrileña se licenció en Ciencias Políticas y Sociología en la Universidad Complutense, la misma que Doña Letizia.

 Este hecho podría haber ayudado a que, como hemos visto, se mostrasen muy compenetradas y sonrientes.

Dato curioso ha sido la coincidencia cromática que Felipe y Letizia han tenido. 

El monarca, que ha lucido traje negro y camisa de finas rayas azules, combinaba su corbata verde con el vestido de Doña Letizia. Algo en lo que también han coincidido Guillermo Solís y su mujer Mercedes Peñas, en este caso, con tonalidades azules.

- Diario de viaje: tradición y futurismo en el primer día de los Reyes en Japón

Durante el discurso, el Rey Felipe ha abogado por fortalecer aún más si cabe las relaciones bilaterales de ambos países. Antes del almuerzo, Solís fue recibido en Moncloa por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, con el que trató cuestiones de la agenda iberoamericana e internacional, según ha informado el Gobierno en un comunicado.

Precioso vestido el de Letizia.

 

Quilates de fantasía...................................Xevi Muntané.

Anillos de ensueño, vestidos de cuento, bordados artesanales. 
Los diseños de alta costura y la alta joyería para esta primavera-verano proponen un viaje al universo de las piezas únicas donde solo la imaginación es el límite.

 

 

 

 

 

 

La nueva cara de Gwyneth Paltrow

Una reciente foto de la actriz permite comprobar que su rostro se ha redondeado y luce menos arrugas.

Gwyneth Paltrow hace tres meses y, a la derecha, el pasado domingo. GTRES

Gwyneth Paltrow se ha erigido en toda una gurú del estilo de vida. Pero a sus 43 años ha decidido sumarse a la carrera por detener el paso del tiempo.
 La actriz apareció el pasado domingo en una gala en Los Ángeles con lo que parece ser su nuevo rostro, mucho más redondeado y sin rastro de arrugas.
 Podría deberse a que Paltrow ha ganado unos kilos, pero si se observa su silueta se comprueba que sigue estando en buena forma. Por tanto, todo parece indicar que la actriz ha entrado en club de las famosas que acuden a especialistas en tratamientos estéticos.
 En su caso, aparenta haberse sometido a un relleno facial.
 

Paltrow, el pasado domingo. GTRES

Paltrow está siendo noticia estos días por su reciente sociedad con Anna Wintour, con quien acaba de firmar un convenio de colaboración para lanzar una revista sobre estilo de vida.

 Y es que la actriz se ha convertido en toda una autoridad en la materia.

 Wintour ha alabado la visión de futuro de la ganadora de un Oscar en 1999 por Shakespeare enamorado: "Con Goop [la compañía de la actriz] ha construido algo sorprendente, una visión moderna sobre cómo vivimos hoy.

 Goop y Condé Nast son socios naturales y estoy ansiosa de que aporte su punto de vista a la compañía. 

Todos esperamos trabajar con ella y su equipo", manifestó la editora de Vogue 
Goop, que comenzó como un boletín de estilo de vida en 2008, se ha convertido en un imperio del comercio electrónico, que en 2016 recaudó entre 15 y 20 millones de dólares en concepto de capital de riesgo.
 La web ha publicado post en los que la actriz se ha atrevido a aconsejar prácticas tan extravagantes como aplicarse vapor vaginal para “equilibrar las hormonas femeninas”, orinar en la ducha para “mejorar el suelo pélvico” y dejarse picar por abejas para atacar a las arrugas, ahora se adentra en el mercado de las vitaminas y los suplementos diarios.

Hace seis meses, la empresa de Paltrow compró una compañía de suplementos dietéticos.
 Con esa nueva inversión, la compañía de la intérprete amplió su oferta de artículos de bienestar. 
Solo el año pasado la industria de la venta de vitaminas y suplementos recaudó 36.700 millones de dólares en Estados Unidos.
A pesar de las críticas por parte de especialistas por sus consejos, Paltrow jamás se ha desviado de su proyecto.

 

Las confesiones de DiMaggio sobre su relación con Marilyn Monroe

Rocío Ayuso

Un amigo del exjugador de béisbol recoge en un libro las anécdotas de su matrimonio con la actriz, su enfado con Sinatra y su amor platónico por Elle Macpherson.

Marilyn Monroe y Joe DiMaggio, en Nueva York en 1952. cordon press

 

Para toda una generación de estadounidenses criados durante la Segunda Guerra Mundial, Joe DiMaggio fue uno de sus mejores deportistas, el héroe del béisbol que hizo soñar a una nación en guerra. 
Para el resto, el jugador de los Yankees será por siempre el segundo esposo de Marilyn Monroe, el hombre que estuvo junto a la actriz cuando la encontraron muerta y que la vistió para su última puesta en escena antes de ser enterrada. 
 Alguien que los conoció a todos: a Frank Sinatra y a su Rat Pack, a los Kennedy y a bellezas más modernas como Elle Macpherson. 
 Pero él siempre fue muy reservado. Ahora ven la luz algunas de sus confesiones.
El libro Dinner with DiMaggio: Memoirs of an American Hero recoge casi una década de continuas cenas, comidas y hasta desayunos que el deportista mantuvo con su podólogo, amigo y confesor, el doctor Rock Positano.
 “Joe me dijo que me contaba todas estas historias porque algún día podían servirme.
 Y hago honor a sus deseos escribiendo una biografía respetuosa”, ha argumentado el autor del libro a la prensa.
 

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DiMaggio y Monroe, en 1954 en San Francisco. cordon press

Por supuesto muchas de las páginas están dedicadas a la mujer de su vida, la musa de Hollywood con la que solo estuvo casado nueve meses. 
 Aunque hubo rumores de una posible segunda boda si él “no hubiera sido tan orgulloso” y ella no hubiese acabado con su vida. 
“Doctor, Marilyn me dijo que ningún hombre la hizo sentir como yo”, se confesó el deportista, fallecido en 1999 a los 84 años y que  siempre estaba preocupado por su virilidad. Según su propia versión, cuando el deportista y la intérprete se juntaban en el dormitorio “era como una lucha de dioses que desataba rayos y truenos”.
Su rápido divorcio se atribuyó a los celos del jugador, que no pudo soportar la imagen más icónica de la actriz, refrescándose con el aire del metro neoyorquino que le levantaba las faldas en La tentación vive arriba (1955). Aunque el doctor Positano ofrece otra versión que oyó de DiMaggio.
 “Fue cosa de mujeres.
 Marilyn estaba dolida por su imposibilidad para tener hijos”, le contó el jugador que ya tenía un hijo de su primer matrimonio. 
Aunque nunca se volvió a casar, él tuvo otros amores. 
En el caso de la top Elle Macpherson, platónico.
 La modelo australiana era también cliente del podólogo y el deportista, ya entrado en los 70, se quedó prendado de su belleza cuando la vio un día llegando a su casa.

Marylin Monroe y Joe DiMaggio, el dia de su boda en el Ayuntamiento de San Francisco, en enero de 1954. cordon press

Mucho menos respeto tuvo por Frank Sinatra y sus amigos, a quienes culpó de la amistad que se forjó entre el entonces presidente Kennedy y Marilyn Monroe.
 Pero fue Sinatra quien le dijo a DiMaggio que la actriz pensaba en él cuando hacía el amor con su siguiente (y tercer) marido, el autor Arthur Miller. 
También le contó que la actriz siempre guardó una foto suya en el armario, algo que provocó los celos del dramaturgo. 

El único problema era su falta de higiene”, le confesó DiMaggio a su podólogo.
 Según escribe en el libro, el deportista que era muy escrupuloso se quejaba de que la belleza hecha mujer tardaba varios días en bañarse, algo que justificaba por “sus ataques depresivos”.