Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

9 may 2017

Miguel Bosé exige la paz en Venezuela



Miguel Bosé exige la paz en Venezuela

El cantante condena en las redes sociales la represión y la violencia que se vive en el país sudamericano

 

Miguel Bose, el 30 de abril en Puerto Rico.
Miguel Bose, el 30 de abril en Puerto Rico. WireImage
Miguel Bosé participó el pasado 26 de abril en la Conferencia Billboard de la Música Latina, en Miami (EE UU), y aunque habló de música dedicó una parte de su discurso a su labor como activista.
 El tema: Venezuela.
 Si en ese momento condenó la situación política del país sudamericano, ahora ha compartido una imagen en su cuenta de Twitter, con más de 2,26 millones de seguidores, e Instagram (177.000 seguidores) en la que se le ve con una camisa negra, el semblante serio y un cartel en la mano que dice: “#PazEnVenezuela”. 
 Junto a la imagen, el siguiente mensaje: “Esto tiene que para ya”.
El cantante, de 61 años, es consciente de la influencia que las estrellas tienen en la sociedad. 
“La actitud del artista es muy importante porque somos referencia para mucha gente, decía hace unas semanas en la Conferencia de Billboard, donde también añadió que para él “la desidia de los Estados y los gobiernos ante el dolor de Venezuela, ya es imperdonable.
Días antes de esa intervención, Bosé ya se había manifestado en Twitter. 
El 20 de abril, junto con unas imágenes de las protestas que se viven desde hace semanas en el país, escribió: “Mi apoyo total al pueblo de Venezuela y su derecho a la Democracia #20VzlaResisteEnLaCalle”. 
Ese mensaje logró más de 11.000 retuits y 10.000 me gusta.
El interés del intérprete de Amante bandido por Venezuela no es nada nuevo.
 En 2007, durante una entrevista a un canal chileno, el artista dijo que no pensaba cantar en Venezuela si ganaba las elecciones Hugo Chávez. 
 "Sabemos que sus fórmulas no son fórmulas muy democráticas.
 Nunca ha habido tan pocas posibilidades de expresión en los medios públicos.
 Nunca ha habido tantos periodistas arrestados en las cárceles", aseguraba Bosé en aquel entonces.
Como él, otros artistas se han solidarizado con la oposición venezolana.
 Alejandro Sanz utilizó todas sus redes sociales —Facebook, Twitter, Instagram— para denunciar al Gobierno de Nicolás Maduro.
 “La sangre de Carlos José Moreno (17 años) está en tus manos Maduro. Cobarde”, escribió el cantante madrileño en sus redes sociales en un mensaje que acompañaba la trágica imagen del cuerpo de un joven que yace sin vida en Caracas.
 Franco de Vita, Carlos Baute, Olga Tañón y Alicia Machado también han criticado públicamente al presidente venezolano.
Por su parte, el director venezolano de la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles Gustavo Dudamel le dedicó su actuación a un joven violinista de 17 años (Armando Cañizales) que durante las protestas en contra del Gobierno perdió la vida. 
Dudamel dijo que la violencia en Venezuela es inaceptable. “Tocamos por todos nuestros niños, para construir un futuro mejor para ellos con paz y amor”.
 La audiencia se levantó y le ovacionó.

 

Y va esta y se hace famosa, una ordinaria, grosera, que nunca supimos de su existencia, solo que fue pareja de deportistas famosos,

Eso ,solo fue pareja de deportistas, es grosera suelta una bronca de las que hacen época y sigue su vida de famosa....famosa de qué? ¿Que ha hecho o hace para estar en Televisión? Y ya Telecinco que va de aburrimiento en aburrimiento la mete en Suprvivientes y le da un trato de favor ¿Por qué?

Los cinco pasos que han convertido a la modelo en la estrella mediática de ‘Supervivientes’.

Alba Carrillo
Alba Carrillo fotografiada en Madrid poco antes de su participación en 'Supervivientes'. GTres

 

 
La modelo y presentadora Alba Carrillo ya tenía un historial antes de llegar a Honduras para participar en Supervivientes, el reality de Telecinco, pero su intervención en el programa está superando todas las expectativas. 
Como es habitual en este tipo de concursos en los que intervienen famosos, la elección de Alba Carrillo es seguro que tenía muy presente el momento de polémica fama que vivía después de la separación del tenista Feliciano López. 
 Sus controvertidas declaraciones sobre la libido del jugador o las dudas sobre su condición sexual que hizo públicas en otro programa de la misma cadena de televisión la habían situado en el candelero de ‘elegibles’.
 La audiencia, y por ende la caja, mandan.
 Y Alba Carrillo está cumpliendo con ambas cosas aunque se salte todas las normas del programa y de la convivencia y la organización se lo esté consintiendo incluso a pesar de las quejas del resto de los concursantes.
 1. De estudiante a aprendiz de modelo. Alba Carrillo estudiaba Interpretación y Relaciones Públicas cuando tuvo su primer contacto con la televisión. 
Fue en la segunda edición de Supermodelo, el primer reality que afrontó el canal Cuatro y que enfrentaba a varias jóvenes aspirantes a modelo con el fin de posicionar a la representante española en el certamen de Elite Model Look, organizado por la famosa agencia internacional de maniquíes.
 Alba quedó en cuarta posición.
 Pero ya entonces se ganó el rechazo de la mayoría de sus compañeras de concurso. 
 Falsa, manipuladora, fría o prepotente fueron los adjetivos más frecuentes que oyó de sus colegas durante los tres meses que duró el concurso.
 Tampoco le faltó la reprimenda de Emmanuel Rouzic, el fotógrafo que asesoraba a las aspirantes.
 “Todo lo que haces es demasiado forzado. Si fueras actriz, serías malísima”, llegó a sentenciar Rouzic.
 2. Pareja de Fonsi Nieto. En 2010, después de algunos trabajos como modelo para firmas comerciales que no tuvieron mayor trascendencia mediática, Alba Carrillo comenzó a ser habitual de las revistas del corazón.
 ¿El motivo? Su relación sentimental con Fonsi Nieto, el motorista español que llegó a lo más alto de su carrera en 2002 cuando quedó subcampeón del mundo de la categoría de 250cc. 
Cuando se relacionó a la pareja, el deportista estaba a punto de retirarse y ya era más famoso por su matrimonio fracasado con la también modelo Ariadne Artiles, su presencia en las fiestas de Ibiza y sus pinitos como DJ de música electrónica en macrodiscotecas, que por sus logros con la moto en los circuitos.
 Después de algo más de dos años de relación, muchas portadas de revista y un hijo en común, Lucas, que nació el 17 de octubre de 2011, la pareja se separó en noviembre de 2012.
 De cara a la galería todo ha sido entendimiento y buena sintonía desde su separación, pero poco antes de la partida de ella a Honduras un pequeño incidente relacionado con las visitas del niño sacó a la luz la controversia real que existía entre ellos y que aparentemente se mantenía silenciada en beneficio de su hijo.

Alba Carrillo y Fonsi Nieto en un desfile.
Alba Carrillo y Fonsi Nieto en un desfile. Cordon Press
 
3. Boda y separación relámpago de Feliciano López. Alba encadena apariciones esporádicas en distintos programas televisivos: en 2012 para presentar en Nova el programa de moda y tendencias Glamour TV.
  En 2014 como colaboradora en el programa de TVE Amigas y conocidas y en 2016 en Hable con ellas de Telecinco.
 Paralelamente siguió apareciendo en las revistas del corazón y mantenía un blog sobre madres cool en la revista Telva.
 Su popularidad se disparó nuevamente en 2015 y el motivo volvió a ser su amor, boda y separación, cuando aún no habían cumplido un año de casados, con el tenista Feliciano López.
 Todo ello tan apasionadamente publicitado como declaraba que era su amor.
 El cénit lo marcó precisamente la ruptura de la pareja. Acusaciones de infidelidad y falta de deseo sexual, lágrimas en directo en programas propios y ajenos, litigios económicos, rencillas familiares y una entrevista en el programa Sálvame en el que el profesional de la raqueta salía de todo menos bien parado y por la que diferentes medios han asegurado que Alba Carrillo cobró 60.000 euros. 
Alba Carrillo junto al tenista Feliciano López.
Alba Carrillo junto al tenista Feliciano López. Cordon Press
4. Una historia familiar plagada de conflictos. Lucía Pariente y Carlos Carrillo son los padres de Alba.
 La familia vivía en el madrileño barrio del Pilar y el padre regentaba una tienda de deportes en la misma zona.
 La participación de Lucía, primero interviniendo en varias ediciones de Sálvame y después en el concurso de supervivencia ha desvelado intimidades familiares como su confesión de que nunca ha estado enamorada de su marido y una relación que se podría calificar de tóxica entre madre e hija.
 El padre mientras tanto se mantiene al margen y cuando se ve asaltado por las cámaras afirma que él no sigue las andanzas de su hija porque solo ve “canales temáticos, series y documentales de La 2". 
Las salidas de tono de Alba Carrillo en cuanto se habla de su hijo Lucas da que pensar en el amor que siente por él pero quizá también en la preocupación sobre la repercusión que su controvertida popularidad pueda generar en el niño. Por otro lado, mantiene abiertas las tensiones con Fonsi Nieto por temas relacionados con el régimen de visitas y manutención del hijo de ambos, y su enfrentamiento con Feliciano López hasta que queden solucionadas las reclamaciones económicas pendientes de la división de su sociedad de gananciales.
 Además de estar en boca de todos los desequilibrios emocionales que han llevado a la modelo a recibir medicación y tratamiento psicológico y a ser presentada en el programa en el que concursa como “mi desequilibrada favorita".
5. Desembarco en Supervivientes. Intencionado o no, el camino hacia uno de los realities de la cadena dirigida por Paolo Vasile estaba preparado.
 Y Alba y su progenitora, Lucía Pariente (presentada como reservista voluntaria del Ejército del Aire y nueva madre coraje frente a los que atacan a su hija), saltaron desde un helicóptero para empezar una aventura que se suponía de supervivencia y derivó desde el primer momento en batalla campal, primero entre madre e hija y después de ellas frente a cualquier concursante que se les pusiera por medio
. Las rencillas previas de unos y otros han sido el caldo en el que se han cocinado los enfrentamientos. Han salido a la luz aireados rifirrafes familiares de los concursantes más conocidos, intereses televisivos y gruesos insultos. Todo ello animado por histriónicas sobreactuaciones y dos amagos de abandono que, hasta ahora, han acabado con el regreso al concurso, primero de madre e hija, y después solo de Alba, tras la partida definitiva de su madre, expulsada por el público del programa.
 La versión oficial que la modelo esgrime para volver –después de tres días apartada de sus compañeros para reflexionar– es que no quiere rendirse. 
Pero seguro que la cuantiosa sanción (diversas fuentes hablan de 10.000 euros) que establece el contrato del programa, según el caché de cada concursante, también habrá influido.
 En mitad de este panorama, muchos de los participantes de Supervivientes acusan a Telecinco de trato de favor a Alba Carrillo porque mientras ellos pasaban por algunos de los días más duros de su estancia, la modelo dormía bajo techo aunque sus condiciones de comida y aseo fueran las mismas que para el resto. (Eso dicen)
Sea cual sea el final de esta aventura personal hay algunos hechos seguros: a más tiempo en la isla de Honduras más audiencia para la cadena y más posibilidades para un futuro fichaje televisivo y para que suba el caché de las apariciones de Alba Carrillo.
 Otra cosa es si logrará sobrevivir a la presión que la espera a la vuelta. 
 
Llegar a ser la movilizadora estrella del concurso y de todos los programas satélites que giran en torno a él ha llevado un proceso. Esta es la historia de la popularidad de Alba Carrillo sintetizada en cinco apartados.

El misterioso asesinato de dos doctores degollados en su ático de lujo sacude Boston

Por qué ‘All you need is love... o no’ es un no................ Natalia Marcos

El programa arrancó con protagonistas que no conectaban con el espectador y con un Risto Mejide que llegó a insultar a una invitada.(Esa Invitada estaba para eso, la verdad.)

La caravana del amor ha vuelto a ponerse en marcha. 
En Lo que necesitas es amor, el exitoso programa que Antena 3 emitió entre 1993 y 1999, la caravana recorría la geografía española buscando parejas sufrientes para tratar de poner fin a su dolor. Habría historias de todo tipo, pero el éxito vino por la conexión que se establecía entre los espectadores y los protagonistas de esas historias. 
Culebrones de la vida real.
 

Telecinco ha recuperado ahora aquel formato gracias a la tendencia contemporánea a mirar al pasado constantemente para tratar de recuperar éxitos pasados (si hasta Operación triunfo va a volver). Como ya no estamos en los noventa, han introducido algunos cambios para darle un aire actual.
 Desde el título en inglés (All you need is love... o no) hasta un presentador atípico, Risto Mejide, el terror de los triunfitos reconvertido en entrevistador y, ahora, conductor de formatos de larga duración.
 Junto a él, un equipo de colaboradores que comentan los casos alrededor de una mesa redonda al estilo Zapeando. Todo muy frío en una puesta en escena que parece apostar más por el espectáculo que por las emociones cuando, precisamente, deberían ser estas las que dominaran en un programa así. 
Por qué ‘All you need is love... o no’ es un no

Pero si hay algo que impedía que las emociones llegasen al otro lado de la pantalla fueron los protagonistas de las historias que se contaban, algunos de los cuales parecían sacados del casting para Mujeres y hombres y viceversa.
 Como esa primera pareja, Paula y Rubén.
 Ella quiere poner a prueba a su novio, quien dice tener o no novia en función del físico de la mujer que tenga delante.
 Tras la emisión de la supuesta cámara oculta, los dos protagonistas entran por separado en plató encantadísimos de estar en la televisión y de poder disfrutar de su minuto de gloria.
 Su supuesta espontaneidad es tan prefabricada, tan televisiva, que al otro lado de la pantalla todo parece impostado, un teatrillo.
 Quizá sea real, pero no lo parece.
 Mal asunto. All you need is love falla donde acertó First Dates, que logró conectar con el público con un casting que, aunque da cabida a las rarezas y peculiaridades, tiene una base con la que es fácilmente conectar.
 El futuro de All you need is love... o no es complicado.
 Ahora mismo se enfrenta los lunes a una muy consolidada Allí abajo y, en breve, parece que tendrá más competencia en La 1. El arranque en datos de audiencia ha sido aceptable (14,1%, 1.783.000).
 Pero la nula conexión con el espectador y la falta de tacto a la hora de contar las historias pueden lastrar un formato que no ha conseguido reinventarse como debería.
Bueno, a mi hace tiempo me aburre todo lo de Telecinco, no es novedad, y me fastidia esa estupidez de otro programa Supervivientes, donde uno casi no sobrevive en una estúpida prueba de aguantar sin respirar debajo del agua y eso no se ahogó de milagro. La vida no es un juego. Pero hay que tener audiencia y digo yo, ¿Hay que tenerla con la insoportable Alba Carrillo? qién es esa tia que solo grita , grosera, y encima ni guapa, es famosa con su madre, señora más grosera y siempre pegada a la hija o viceversa.
 Los demás pasan una noche de histeria y miedo con una tormenta y ella en un Hotel pensando si se va o se queda, ¿Esos dias los cuentan de permanencia? es horrible oir a ese tronco de presentador Jorge Javier Vázquez haciendo lo posible por divertir, menos mal que su amiga Mila está de estética, como si esa cara de avinagrada se le pudiera quitar, podía haberlo hecho antes porque mal ha estado siempre. Un corrillo de acomplejadas y resentidas.
Más adelante, el programa no mejoró. Incluso llegó un momento en el que Risto Mejide, en un alarde de machismo, llamó a una de las protagonistas de las historias del programa "calientapollas" porque da la mano a un amigo y compañero de piso. "Cuando vemos películas nos cogemos las manos", explica ella. "Lo que estoy pensando no lo puedo decir... Pero esto en mi pueblo tiene un nombre. Qué coño, lo voy a decir: esto es ser una calientapollas". Esa es la conclusión que sacó Risto Mejide de esta historia. Risas entre los colaboradores y en el plató e indignación generalizada en Twitter, evidentemente. Risto es un provocador, sí, pero para todo hay límites, y más en un presentador.