Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

3 mar 2017

Gregory Peck: alto, moreno, guapo e inolvidable

El actor protagoniza una nueva entrega de 'Con su propia voz', programa que recupera las declaraciones que dejó en festivales.

 

En mayo del año 2000 Gregory Peck visitó el Festival de Cannes. Presentaba allí el documental A conversation with Gregory Peck, un film producido por su hija Cecilia, en el que el protagonista de Duelo al sol recordaba su vida y su trabajo: 
“¿Habéis oído la expresión alto, guapo y moreno? No digo que me mereciera esos apelativos, pero así es como se me conoció durante muchos años”, explicó ante los periodistas.
Se merece esos apelativos y mas.....En sus películas no me emocionaba como lo hizo Paul Newman o un joven Marlon Brando y por supuesto Alain Delón.
Era un actor guapo alto y moreno, de facciones correctas, pero no me transmitía lo que hacían los antes nombrados.
 
También se preguntó en voz alta: “¿Qué es lo que queda cuando echo la vista atrás? No es la fama sino el trabajo y, sobre todo, la familia.
 Cuando en el transcurso del tiempo todo lo demás va desapareciendo, lo único que permanece son las pocas veces que hice un buen trabajo y mi familia”.
Gregory Peck es el protagonista de una de las entregas de la serie Con mi propia voz, con la que TCM trata de recuperar las voces de las grandes estrellas del cine a su paso por festivales internacionales
Gregory Peck nació el 5 de abril de 1916 en La Jolla, en las inmediaciones de la ciudad californiana de San Diego. 
Sus padres se divorciaron cuando él solo tenía cinco años y el pequeño se crio al lado de su abuela, una mujer que le llevaba al cine todas las semanas.
 Así nació su vocación de actor. “Mi formación consistió en que me enviaron a una escuela militar católica. Marchábamos y rezábamos”, recordaba sonriendo.

En 1942 debutó en los escenarios de Broadway
 “Mi último director en el teatro se sentaba en el palco y quería escucharme pronunciar cada consonante y cada vocal.
 Supongo que, habiendo aprendido a actuar sobre las tablas, estaba un poco verde en el cine”, explicó.
Un año después, sin embargo, ya estaba en Hollywood rodando su primera película, Días de gloria”, dirigida por Jacques Tourneur, un film que cuenta la resistencia soviética frente a la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial.
 “Jacques Tourneur siempre me decía: ‘Greg ¿no puedes normalizar tu manera de hablar y que sea más asequible para el público?”.
A lo largo de toda su carrera, Gregory Peck trabajó a las órdenes de los mejores directores de Hollywood, como Alfred Hitchcock, Robert Mulligan, Vincente Minnelli, King Vidor, Elia Kazan, Henry King, William Wyler o Raoul Walsh.
 Casi siempre interpretó personajes que encarnaban virtudes sencillas y nobles, seres que tenían profundas convicciones morales y que a menudo eran héroes, como su personaje de Atticus Finch en Matar a un ruiseñor, por el que ganó su único Oscar.
En Cannes reconoció que rechazó papeles que luego se convertirían en grandes clásicos.
 “Yo había hecho una película titulada El pistolero. Pocos meses después se presentó Stanley Kramer con el guion de Solo ante el peligro.
 Lo leí y me dije: ‘Es lo mismo que El pistolero’. Así que dije que no y Gary Cooper dijo que sí, se llevó el Oscar y la película se convirtió en un clásico del western”.
Finalmente, el actor también tuvo palabras para algunas actrices con las que trabajó a lo largo de su carrera, como Audrey Hepburn, su compañera de reparto en Vacaciones en Roma, o Ava Gardner. “Estaba haciendo una película con Ava Gardner.
 Íbamos paseando por las calles del estudio y la gente se quedaba inmóvil -desde los operadores de cámara hasta los directores y los ejecutivos- cuando veían a Ava pasar.
 Me da la impresión de que todo entonces todo era más divertido”, recordó con cierta nostalgia este inolvidable actor.

La agencia de ‘casting’ acusada de maltrato responde a Balenciaga

Madia&Ramy niega que las modelos pasaron tres horas encerradas y sin luz durante un proceso selección.

Desfile de Balenciaga en París, en 2016. AFP

El pasado miércoles Balenciaga anunciaba que rompía su relación laboral con su agencia de casting por hacer esperar a oscuras durante tres horas a las modelos candidatas para su desfile.
 Tres días después, los acusados responden a los cargos incriminatorios. “Las modelos no esperaron tres horas en la oscuridad, ni siquiera esperaron una.
 Nosotros comimos allí. Tampoco las encerramos en las escaleras ni apagamos las luces.
 Eso sería completamente inhumano.
 Durante todo el proceso nosotros les intentamos proveer las condiciones más cómodas posibles”, defiende la directora de la agencia Maida Gregori Boina, en una entrevista con la web especializada The Business of Fashion.

Aunque negó rotundamente las polémicas acusaciones de maltrato, admitió que la zona de recepción no estaba disponible y que por ello se utilizaron las escaleras. 
Sí que admite que en un momento dado la electricidad del edificio se apagó y, asegura, movieron a las modelos. 
En la entrevista, también asegura sentirse triste tras ser despedida del casting de Balenciaga "sin que hubiera ninguna discusión de lo que realmente pasó" y añade "que el equipo sénior de Balenciaga estuvo presente y activamente involucrado todo el tiempo".
Las denuncias en contra de la agencia Madia & Ramy las ventiló James Scully, un conocido director de casting para desfiles, quien colgó el pasado martes un largo post en su cuenta de Instagram en el que denunciaba que los directivos de esa agencia dejaron a “más de 150 chicas” que habían sido convocadas para una prueba encerradas en una escalera sin luz “excepto por las pantallas de sus móviles” durante más de tres horas.
“No solo fue sádico y cruel, también fue peligroso y más de una modelo con las que hablé se quedó traumatizada”, añadía Scully, quien a la vez pedía a Balenciaga y Kering, el grupo al que pertenece la firma, que actuasen en consecuencia.
 Sus declaraciones fueron apoyadas en la red social por figuras de la moda como Joan Smalls, Kate Young o Helena Christensen.
La casa Balenciaga indicó en un comunicado que, tras haberse enterado de los "problemas que acontecieron durante los casting de modelos" el domingo pasado, reaccionaron rápidamente "rompiendo las relaciones con la agencia actual". 
La firma de origen español también condenó lo que califica de "incidente", y aseguró haberse disculpado con los agentes de las modelos afectadas, que fueron invitadas a compartir lo sucedido con la firma. 

 

Tom Hanks regala una cafetera con mensaje a los corresponsales de la Casa Blanca

"Sigan luchando por la verdad, la justicia y el estilo de vida estadounidense", dice la nota que acompaña el regalo.

El actor Tom Hanks. Cordon Press

 

Se ha convertido en una tradición que Tom Hanks obsequie a los corresponsales de la Casa Blanca un máquina de café expreso.
 La primera vez que lo hizo fue en 2004 durante la Administración de George W. Bush y más tarde repitió el gesto durante el mandato de Barack Obama.
 Este año el ganador de dos premios Oscar lo ha vuelto hacer, pero esta vez junto a la cafetera ha enviado un mensaje a los periodistas. “A los corresponsales de la Casa Blanca: sigan dando una buena pelea por la verdad, la justicia y por el estilo de vida estadounidense. Especialmente por la verdad”.
La misiva tiene un grabado realizado por el ganador del premio Pulitzer Bill Mauldin en el que se ve a unos soldados desaliñados y heridos en las calles de una ciudad con la frase:
 "Las tropas estadounidenses frescas, enérgicas y victoriosas, están trayendo a miles de prisioneros hambrientos, harapientos y cansados de la batalla”.
 El regalo del actor se da dentro de un contexto de tensión entre la prensa y Donald Trump, quien tilda a los medios de "publicar noticias falsas" y ser el enemigo número uno del pueblo.
 El obsequio también les recordaba que debían cuidar la cafetera: "Ustedes saben que deben limpiarlo después de usarlo".

Los desplantes del presidente Donald Trump a la prensa se han vuelto ya una costumbre. 
El sábado pasado el político republicano anunció que no asistiría a la cena de corresponsales de la Casa Blanca, uno de los eventos sociales más esperados del año en Washington y que se viene celebrando desde comienzos del siglo XX.
 Su decisión se conoció un día después de que su equipo provocara enérgicas protestas de esos mismos corresponsales por denegarle el acceso a un encuentro de prensa a varios medios nacionales e internacionales.
“No participaré en la cena de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca de este año.
 Por favor, manden mis mejores deseos a todos y pasen una estupenda velada”, tuiteó el magnate.
El rechazo del actor, de 60 años, al mandato de Trump no es nada nuevo.
 Durante las elecciones apoyó públicamente a la demócrata Hillary Clinton. 
Tras la victoria del empresario, Hanks tuiteó: "Vamos a estar bien porque constantemente le decimos al mundo quiénes somos, tenemos el país más grande del mundo, porque siempre estamos avanzando hacia una unión más perfecta".

Reconocible Farhadi, pero.......... Carlos Boyero

Me cuesta bastante entrar, pero después el tono opresivo, la angustia, el misterio, la sensación de que todo va mal y que acabará mucho peor logran engancharme.

EL VIAJANTE
Dirección: Asghar Farhadi.
Intérpretes: Shahab Hosseini, Taraneh Alidoosti, Babak Karimi.
Género: drama. Irán, 2016.
Duración: 125 minutos.
Desgraciadamente, el nombre del director iraní Asghar Farhadi le puede sonar al gran público no en función de las historias que ha contado su cine, sino por el salvaje veto de Trump, interrumpido en nombre de la sensatez por los jueces, a que los ciudadanos de siete países musulmanes pisen Estados Unidos.
 El viajante, la última entrega de Farhadi, estaba nominada para el Oscar a la mejor película de habla extranjera, pero paradójica, artera y enloquecidamente, no le permitirían recoger el premio a su creador en el caso de que lo lograra.
 El viajante ganó, pero el consecuente mosqueo de su director le aconsejó no estar presente en el lugar donde antes le prohibían estar.
 Imagino que a la bestia parda que pretende desgobernar el mundo no le haría ni puñetera gracia que los snobs de Hollywood hayan galardonado la obra de un sucio musulmán, aunque dudo que la cinefilia con un mínimo de paladar forme parte de las aficiones de Trump, de persona tan cultivada.
Admitiendo mis razonados prejuicios con el infinito e hiperpromocionado cine iraní que sufrí durante años en los festivales, me quedé asombrado hace tiempo en la Berlinale ante el arte y la complejidad que desprendía la obra maestra de Asghar Farhadi Nader y Simin.
 Una separación, una película asfixiante y dura en la que todos sus desdichados personajes poseen razones para sus actos.
 Nada es lo que inicialmente parece en la tortuosa historia de un matrimonio que se está separando, su hija adolescente, el padre de él, enfermo de alzhéimer, la asistenta embarazada que debe cuidarle y su implacable marido.
 Farhadi hablaba con lenguaje poderoso de las luces y las tinieblas de algo llamado humanidad, contagiando al espectador el desasosiego, la ira, la confusión y los anhelos de los acorralados personajes.
 A continuación, Farhadi se traslada a París para rodar El pasado, pero las señas de identidad de su mundo permanecen inequívocas. Los asuntos del corazón, el reencuentro de las antiguas parejas, siguen sangrando, les rodea la oscuridad, los enigmas acabarán en derrumbe emocional.

Vi El viajante en el último festival de Cannes

. No son los festivales el lugar idóneo para disfrutar del cine. La saturación y las prisas pueden nublar tu juicio.

 Yo, al menos, necesito revisar esas películas (solo algunas, el masoquismo pertenece a mis vicios) cuando se estrenan en mi ciudad.

 Y en ocasiones, constato que mi entusiasmo inicial no era para tanto o que la primera vez no me enteré de sus virtudes. 

En Cannes, me costó bastante entrar en lo que me estaba contando Farhadi.

 Pero después el tono opresivo, la angustia, el misterio, la sensación de que todo va mal y que acabará mucho peor lograron engancharme.

 Cuenta las grietas con las que comienza el final de una pareja. Interpretan en su tiempo libre Muerte de un viajante, se instalan provisionalmente en una casa en la que se desatará su crisis definitiva al tener que huir de la suya por peligro de derrumbe, recibirán la visita pegajosa del miedo por medio de un extraño que se ha colado por equivocación en su intimidad, el caos sentimental se acelerará.

 Lo que antes me atrapó progresivamente ahora me afecta poco, noto cierta fatiga en la nueva cita con la historia de un fracaso.

 Será que he dormido fatal. Después de los años tengo muy viva la triste historia de Nader y Simin. 

 Dudo que guarde memoria de esta dolorida pareja. Cosas raras que me pasan con el cine.

 Pero sigo esperando con notable interés la nueva película de este director tan personal. Que se rodará en España.