Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

6 feb 2017

Guillermo, Kate y Enrique, tres príncipes a la carrera

Los duques de Cambridge y el hjo menor de Diana de Gales participaron en una prueba de atletismo


Los duques de Cambridge y el príncipe Enrique han demostrado que están en plena forma.
 Los tres han participado el pasado fin de semana en una carrera para la campaña Heads Together por la salud mental.
 La prueba se celebró en el Parque Olímpico Reina Isabel y en ella participaron junto a otros 150 corredores que se preparan para el maratón de Londres. 
No es la primera vez que los tres acuden a eventos en favor de campaña Heads Together, que busca eliminar el estigma en relación con las enfermedades mentales.
 En el vídeo se ve que es inicialmente Enrique quien toma la delantera en la prueba seguido de Guillermo y Kate. 
Pero al final de la prueba, el hermano mayor superó al menor, mientras que Kate obtuvo una meritoria tercera plaza.
Los miembros más jóvenes de la familia real británica cada vez tienen un papel más activo en la agenda oficial de palacio
. De hecho, los duques de Cambridge han dejado de vivir en el campo para instalarse en Londres para que así Guillermo asuma más tareas de representación.

 

La última fuga de Bob Dylan............................... Diego A. Manrique

Cuando se esperaba un mensaje del Maestro, responde con canciones de Sinatra.

Montaje con imágenes de Frank Sinatra y Bob Dylan.
Desde hace una semana, arden los foros y los blogs y las páginas especializadas: la dylanosfera está zumbando como una colmena enfurecida
. Se anunció que, a finales de marzo, Bob Dylan publicará un triple disco, Triplicate. 
Hay más: Triplicate incluirá treinta piezas pertenecientes a lo que llaman el Gran Cancionero Estadounidense: casi todos los temas fueron previamente grabados por Frank Sinatra.
Bueno Dylan sabe que se lo puede permitir, de joven él y nosotros era "pecado" oirle cantar, lo hacíamos en la clandestinidad. 

¿Una provocación de artista conceptual? A principios de 2015, cuando Dylan editó Shadows in the night, el esfuerzo lucía encomiable.
 Había registrado diez baladas identificadas con Sinatra en uno de los lugares sagrados del desaparecido vocalista: el Estudio B de Capitol Records, en Hollywood. 
Lo hizo además al estilo clásico: músicos y cantante funcionando juntos, directo de los micros al máster, sin apenas cirugía sonora. Se trataba de una apropiación en toda regla: versiones desnudas, casi fantasmales, con la steel guitar como principal instrumento. 
En aquellas sesiones de 2014, contó el ingeniero Al Schmitt, se facturaron 23 temas.
 Así que hubo recelos cuando salió Fallen angels, en mayo de 2016. ¿Eran 12 de las canciones que no habían pasado el corte del disco anterior? 
El sentimiento general se podría resumir como "vale, ya hemos pillado el chiste, pero ¿no es hora de volver a las canciones propias?"; Tempest, el último álbum con material original, data de 2012.  
Pues va a resultar que no. Triplicate insiste en la cantera de los standards interpretados por Sinatra
. Ostenta, por lo que se ha filtrado, una portada francamente fea.
 El máximo esfuerzo extramusical parece consistir en agrupar ese venerable cancionero en tres discos, titulados Hasta que caiga el sol, Muñecas diabólicas y Volviendo a casa tarde. Como si fueran nuevas entregas de su memorable programa radiofónico, Theme Time Radio Hour.
Obviamente, nadie pretende negar a un Dylan ya septuagenario la libertad para editar lo que quiera.
 Su amigo Willie Nelson lleva décadas confeccionando discos vertebrados a partir de un concepto; de hecho, su exquisito Stardust (1977) posiblemente fue el modelo de partida para estos, eh, "homenajes a Sinatra".
 Nelson y su productor, Booker T. Jones, demostraron la flexibilidad de aquellas joyas del llamado Great American Songbook: unas músicas urbanas que podían caminar con botas y pantalones vaqueros.
 No, ese no es el problema.
 La decepción, siempre implícita, rara vez verbalizada, reside en que los dylanitas esperaban ansiosamente un mensaje del Maestro; puestos a desear, un ramillete de canciones para tiempos procelosos.
 Algún seguidor impertinente ha recordado que Dylan sacó en 1983 canciones que Donald Trump podría aplaudir: la denuncia de la deslocalización que es Union sundown o la defensa de Israel titulada Neighborhood bully. 
 En realidad, con un repertorio tan profundo y heterogéneo como el de Dylan, se pueden localizar argumentos para cualquier ideología o religión.
Pero resulta inútil buscar motivaciones en el Dylan público.
 A falta de declaraciones específicas, podía estar reaccionando burlonamente ante los superlativos que se derramaron sobre su faceta de poeta a partir del Nobel de Literatura. 
Urge volver a la primera ley del Mundo Dylan: “nunca hace lo que se espera de él”. 

 

Los pueblos más bonitos de Suiza

Morcote, pequeña localidad del cantón Tesino, a tiro de piedra de la bella Lugano, ha sido elegida en 2016 por votación popular como el pueblo más bello de Suiza. Situado a orillas del lago, ofrece sabor italiano en sus numerosos 'grottos' (restaurantes tradicionales) y una eterna primavera. Se puede llegar en barco desde Lugano y entre sus atractivos destacan el castillo o la iglesia de Santa María del Sasso (en la foto). Morcote 

Morcote, pequeña localidad del cantón Tesino, a tiro de piedra de la bella Lugano, ha sido elegida en 2016 por votación popular como el pueblo más bello de Suiza. Situado a orillas del lago, ofrece sabor italiano en sus numerosos 'grottos' (restaurantes tradicionales) y una eterna primavera.
 Se puede llegar en barco desde Lugano y entre sus atractivos destacan el castillo o la iglesia de Santa María del Sasso (en la foto).
Zermatt, un clásico entre los clásicos. La pequeña (y exclusiva) estación de esquí a los pies del monte Cervino es una visita inolvidable. Incluso para quienes no son buenos esquiadores. Zermatt es conocida por la prohibición de coches en sus calles, donde impera la calma, y la impecable preservación de su patrimonio histórico. Pero se puede también disfrutar del 'shopping', del tradicional Jägertee (té de los cazadores) o de restaurantes gastronómicos de alto nivel. Zermatt 

Zermatt, un clásico entre los clásicos.
 La pequeña (y exclusiva) estación de esquí a los pies del monte Cervino es una visita inolvidable. Incluso para quienes no son buenos esquiadores. Zermatt es conocida por la prohibición de coches en sus calles, donde impera la calma, y la impecable preservación de su patrimonio histórico.
 Pero se puede también disfrutar del 'shopping', del tradicional Jägertee (té de los cazadores) o de restaurantes gastronómicos de alto nivel.
 
Saint-Ursanne se encuentra en la región del Jura y es especialmente reconocido por la excelente preservación de su patrimonio histórico (la mayoría de sus viviendas datan del periodo entre los siglos XIV y XVI) y sus famosas fiestas medievales, que se celebran cada dos años y reúnen a amantes del medioevo y hasta 600 participantes, como cocineros y artesanos, que recrean con lujo de detalles el periodo. El evento tiene lugar en julio, todos los años impares. Otra atracción de este auténtico pueblo medieval es su festival Piano a Saint-Ursanne, que reúne a reconocidos pianistas clásicos. Saint-Ursanne 

Saint-Ursanne se encuentra en la región del Jura y es especialmente reconocido por la excelente preservación de su patrimonio histórico (la mayoría de sus viviendas datan del periodo entre los siglos XIV y XVI) y sus famosas fiestas medievales, que se celebran cada dos años y reúnen a amantes del medioevo y hasta 600 participantes, como cocineros y artesanos, que recrean con lujo de detalles el periodo
. El evento tiene lugar en julio, todos los años impares.
 Otra atracción de este auténtico pueblo medieval es su festival Piano a Saint-Ursanne, que reúne a reconocidos pianistas clásicos.

Lavertezzo está situado en el valle de la Verzasca, en el cantón Tesino, y es conocido como Vertezz entre la gente de la zona. Entre sus atractivos destacan el puente de piedra de Salti y la iglesia de Santa María de los Ángeles (ambos en la foto). 
 Lavertezzo está situado en el valle de la Verzasca, en el cantón Tesino, y es conocido como Vertezz entre la gente de la zona
. Entre sus atractivos destacan el puente de piedra de Salti y la iglesia de Santa María de los Ángeles (ambos en la foto). 



Situado en los Grisones, el pueblo de Ardez es reconocido como tesoro nacional. Su mayor centro de interés son las ruinas del castillo de Steinsberg. Se encuentra a distancia de marcha de Guarda. Ardez 


Situado en los Grisones, el pueblo de Ardez es reconocido como tesoro nacional. Su mayor centro de interés son las ruinas del castillo de Steinsberg. Se encuentra a distancia de marcha de Guarda.

 

La pequeña localidad de Gruyère, tierra natal del mundialmente famoso queso, se encuentra en el cantón de Friburgo, en los altos de una colina. Ofrece todo lo que el visitante espera de Suiza: paisajes verdes, casitas de postal, castillos y una excelente 'fondue'. Degustacion obligada de merengues con crema doble, una exquisitez local. Y para los amantes del cine y el terror, el Museo H.R.Giger, donde podrán ver a tamaño natural al monstruo de 'Alien' o beber unas copas en el pesadillesco Giger Bar. Gruyère
 
 Gruyère La pequeña localidad de Gruyère, tierra natal del mundialmente famoso queso, se encuentra en el cantón de Friburgo, en los altos de una colina. 
Ofrece todo lo que el visitante espera de Suiza: paisajes verdes, casitas de postal, castillos y una excelente 'fondue'. Degustacion obligada de merengues con crema doble, una exquisitez local. Y para los amantes del cine y el terror, el Museo H.R.Giger, donde podrán ver a tamaño natural al monstruo de 'Alien' o beber unas copas en el pesadillesco Giger Bar
 
 

Protegido como patrimonio mundial de la Unesco, el mayor atractivo del pueblito de Lavaux (a tiro de piedra de Lausana) reside en sus impresionantes viñedos en terraza que ofrecen una visión inigualable del lago Lemán. El turista puede dedicarse a la degustación de vinos locales y a comprar directamente de los productores. Un atractivo añadido es que desde Lavaux se puede llegar caminando a Vevey para visitar el Museo Chaplin (aquí vivió y murió el cómico británico) o el nuevo Museo de la Alimentación de Nestlé, el Alimentarium. Lavaux  
 

Protegido como patrimonio mundial de la Unesco, el mayor atractivo del pueblito de Lavaux (a tiro de piedra de Lausana) reside en sus impresionantes viñedos en terraza que ofrecen una visión inigualable del lago Lemán.
 El turista puede dedicarse a la degustación de vinos locales y a comprar directamente de los productores. Un atractivo añadido es que desde Lavaux se puede llegar caminando a Vevey para visitar el Museo Chaplin (aquí vivió y murió el cómico británico) o el nuevo Museo de la Alimentación de Nestlé, el Alimentarium.
 

Ascona, una ex aldea de pescadores con exquisito sabor italiano, propone un idílico paseo a orillas del lago Maggiore. En verano se añade el enorme atractivo del Festival de Cine de Locarno, a 15 minutos de Ascona. También alberga el Monte Verità, donde a fines del Siglo XIX se estableció una comuna naturista y feminista que fuera visitada por Hermann Hesse y Carl Gustav Jung, entre otros. Vale igualmente la pena una comida en el restaurante La Casetta del hotel Eden Roc, una especie de islita en medio de la belleza natural del lago Maggiore. Una nota curiosa es que en este restaurante tuvieron lugar durante la II Guerra Mundial importantes encuentros entre los aliados y el Alto Mando alemán para poner fin a la guerra en Italia. Ascona
 Ascona, una ex aldea de pescadores con exquisito sabor italiano, propone un idílico paseo a orillas del lago Maggiore. En verano se añade el enorme atractivo del Festival de Cine de Locarno, a 15 minutos de Ascona. 
También alberga el Monte Verità, donde a fines del Siglo XIX se estableció una comuna naturista y feminista que fuera visitada por Hermann Hesse y Carl Gustav Jung, entre otros. Vale igualmente la pena una comida en el restaurante La Casetta del hotel Eden Roc, una especie de islita en medio de la belleza natural del lago Maggiore.
 Una nota curiosa es que en este restaurante tuvieron lugar durante la II Guerra Mundial importantes encuentros entre los aliados y el Alto Mando alemán para poner fin a la guerra en Italia.
Cerca de la exclusiva estación de esquí de Saint Moritz, Sils Maria se ha hecho conocida gracias a la película 'Viaje a Sils Maria', protagonizada por Juliette Binoche y Chris Stewart, y a las visitas del filósofo Friedrich Nietzche. Pero si bien lo más probable es que el visitante no pueda ver la célebre Maloja Snake (un banco de nubes que se mueve entre dos picos camino de un valle como una serpiente) del filme de Olivier Assayas, sus pistas de esquí y posibilidades de senderismo ofrecen numerosas posibilidades tanto en invierno como en verano. Sin mencionar las posibilidades gastronómicas en la vecina Saint Moritz, donde en invierno se celebra la Copa Mundial de Polo sobre Hielo. Sils Maria 


Cerca de la exclusiva estación de esquí de Saint Moritz, Sils Maria se ha hecho conocida gracias a la película 'Viaje a Sils Maria', protagonizada por Juliette Binoche y Chris Stewart, y a las visitas del filósofo Friedrich Nietzche.
 Pero si bien lo más probable es que el visitante no pueda ver la célebre Maloja Snake (un banco de nubes que se mueve entre dos picos camino de un valle como una serpiente) del filme de Olivier Assayas, sus pistas de esquí y posibilidades de senderismo ofrecen numerosas posibilidades tanto en invierno como en verano.
 Sin mencionar las posibilidades gastronómicas en la vecina Saint Moritz, donde en invierno se celebra la Copa Mundial de Polo sobre Hielo.

 

Zuoz, situado en la región de Maloja, ha preservado de forma ejemplar su patrimonio histórico. Destacan la iglesia calvinista de San Luzi y el Café Badilatti. Zuoz 

Zuoz, situado en la región de Maloja, ha preservado de forma ejemplar su patrimonio histórico. Destacan la iglesia calvinista de San Luzi y el Café Badilatti.

Esta diminuta localidad en lo profundo de los Alpes ha ganado reconocimiento gracias a las apabullantes termas creadas por el arquitecto suizo Peter Zumthor, ganador en 2009 del Premio Pritzker. Vals ofrece calma absoluta y paisajes de película en el corazón de un valle. Un atractivo añadido para los amantes del senderismo y la arquitectura es subir hasta la aldea de Lens, donde Zumthor tiene construidas una viviendas unifamiliares que pueden ser alquiladas para cortas estancias. Otra opción es llegar hasta la impresionante represa de Zervreila. Esta diminuta localidad en lo profundo de los Alpes ha ganado reconocimiento gracias a las apabullantes termas creadas por el arquitecto suizo Peter Zumthor, ganador en 2009 del Premio Pritzker. Vals ofrece calma absoluta y paisajes de película en el corazón de un valle.
 Un atractivo añadido para los amantes del senderismo y la arquitectura es subir hasta la aldea de Lens, donde Zumthor tiene construidas una viviendas unifamiliares que pueden ser alquiladas para cortas estancias.
 Otra opción es llegar hasta la impresionante represa de Zervreila.

 

La encantadora Binn, pueblo situado en el cantón del Valais, a orillas del Ródano, destaca, entre otros, por su iglesia parroquial de San Miguel (de 1560) y el puente de piedra del Binna. Binn 

La encantadora Binn, pueblo situado en el cantón del Valais, a orillas del Ródano, destaca, entre otros, por su iglesia parroquial de San Miguel (de 1560) y el puente de piedra del Binna.


Situado a orillas del lago Lemán, en el cantón del Vaud, Grandvaux forma parte de la región vinícola asociada a Lavaux. Propone rutas de senderismo y degustaciones gastronómicas y de vinos de la zona. Grandvaux 

Situado a orillas del lago Lemán, en el cantón del Vaud, Grandvaux forma parte de la región vinícola asociada a Lavaux. Propone rutas de senderismo y degustaciones gastronómicas y de vinos de la zona.


Espejo ominoso...........................................Jordi Costa

El profesor de literatura Simon Roy firma 'Mi vida en rojo Kubrick', la apasionante crónica de un viaje personal para intentar explicarse su obsesión con 'El resplandor'.

 
Fotograma de 'El resplandor', de Stanley Kubrick.
Hay obras cuyo misterio se proyecta a través del tiempo, poniendo en evidencia a quienes, aposentados en la atalaya de su arrogancia crítica, las condenaron de forma expeditiva, sin atrapar siquiera los niveles más superficiales de su enigma.
 Es oportuno recordar el caso de Vértigo (1958), de Alfred Hitchcock, juzgada con muy escasa perspicacia por las voces dominantes de la crítica anglosajona del momento: “Habilidad técnica explotada para embellecer pura escoria” (Saturday Review), “exagerado sinsentido” (The New Yorker), “(Hitchcock) se está repitiendo en cámara lenta” ­(Sight and Sound), tal y como recordaba Peter Matthews —crítico que vivió su personal camino de la desafección a la epifanía— cuando Vértigo desbancó a Ciudadano Kane (1941) en el canon elaborado por el British Film Institute en 2012.
 La crítica francesa y Guillermo Cabrera Infante, cuyo análisis de la película —En busca del amor perdido, publicado el 15 de noviembre de 1959— sigue asombrando por su minuciosidad, tuvieron mejores reflejos.
En Mi vida en rojo Kubrick, el profesor de literatura Simon Roy propone una ampliación del concepto de crítica biográfica de Charles Augustin Sainte-Beuve —crítico al que, por cierto, se le pasaron por alto no pocas supernovas de la modernidad— para intentar explicarse a sí mismo su obsesión con El resplandor (1980), adaptación cinematográfica de la novela homónima de Stephen King reiteradamente condenada por el escritor y, también, muy subestimada en su estreno por buena parte de la crítica: “¿Puede suceder algo similar con la enseñanza? ¿Una suerte de pedagogía biográfica, una sutilísima forma de egocentrismo que hace al profesor hablar de sí mismo a través de los textos o las películas que estudia y analiza?”. 
Roy no escribe con el propósito de hacer ningún tipo de justicia crítica: el suyo no es un libro de análisis fílmico, sino una indagación personal que levanta su muy seductor e inquietante laberinto colocando el poder de irradiación de la película de Stanley Kubrick en su centro.
 Nada más lejos, por otra parte, de un libro de autoayuda, pero el tema principal de Mi vida en rojo Kubrick no es el desentrañamiento de la película —y sus posibles sentidos ocultos—, sino el proceso de autopsicoanálisis que el autor emprende utilizando El resplandor como guía de inmersión en las aguas oscuras de la identidad propia y del pasado familiar.
 Junto a la película de Kubrick, hay otro punto de referencia central en el texto: la cama de hospital donde agoniza la madre del autor tras un intento de suicidio. 

Publicado en 2014, el libro de Simon Roy conecta en muchos puntos con Room 237 (2012), el documental de Rodney Ascher que agrupaba diversas interpretaciones de la película, armonizando la mirada obsesiva de diversos críticos con la proverbial minuciosidad de un cineasta que, mimetizando el impenetrable silencio del icónico monolito de 2001, una odisea del espacio (1968), nunca fue amante de facilitar claves que ayudaran a descifrar sus códigos creativos.
 Cuando en la obra de un acreditado perfeccionista como Kubrick una mirada detecta, por ejemplo, pequeños errores de continuidad, el crítico altivo y perezoso puede conformarse con señalarlos: el auténtico aventurero de la interpretación, por el contrario, se verá impelido a recoger el guante, bajo la convicción de que en el supuesto error se camufla una clave secreta.
Quizá el poder de fascinación de una película como El resplandor se asiente sobre una paradoja: fue la obra de un racionalista que se empeñó en atrapar y doblegar lo irracional, una película de terror que funcionaba al mismo tiempo como gélida disección de los mecánicos del género y como suma de toda aproximación cultural a lo ominoso —del mito del Minotauro a la teoría freudiana, pasando por los cuentos de hadas—.
 Un trabajo, en suma, que sólo podía alcanzar su objetivo a través del desajuste y el (supuesto) error. 
Y, también, una obra que supo encajar perfectamente con el grueso del discurso kubrickiano, siempre concernido con la violencia como constante histórica.
A sus 11 años, cuando se topó por primera vez con la película en televisión, Simon Roy sintió que El resplandor le hablaba: literalmente, a través del desdoblamiento de voz de un personaje en una de las primeras escenas.
 Por entonces, el autor lo desconocía por completo, pero esa voz funcionaba como la punta de iceberg de un profundo trauma familiar, cuyos ecos afectaron a tres generaciones sucesivas.
 A través de breves capítulos y con sólo un traspié en una cierta cursilería —la escena en la que el autor hace escuchar un tema de Sigur Rós a su madre comatosa—, Mi vida en rojo Kubrick es la apasionante crónica de un viaje personal al corazón de las tinieblas (propias) y un buen testimonio del poder del arte no tanto para salvar al receptor, sino para ayudarle a entenderse, a explicarse incluso lo que había negado o reprimido.
Mi vida en rojo Kubrick. Simon Roy. Traducción de Regina López Muñoz. Alpha Decay, 2017. 176 páginas. 19,90 euros