La familia real lleva desde el sábado en el Pirineo aragonés.
Felipe VI y la Reina Letizia han disfrutado este domingo junto a sus hijas, la Princesa Leonor
y la infanta Sofía, de una jornada de esquí en la estación invernal de
Astún, en el Pirineo de Huesca. A pesar de que las previsiones
climatológicas no eran optimistas y había una ligera nevisca, los cuatro
han podido ponerse los esquís y deslizarse por las laderas de la
estación.
A media mañana, los Reyes,
flanqueando a sus dos hijas, han descendido por una de las pistas hasta
donde se encontraban los medios de comunicación para saludar . Don
Felipe ha contado que la nieve se encontraba en buenas condiciones y que
era un buen día para esquiar en familia. La Princesa y la infanta han
posado con simpatía ante la multitud de cámaras que les enfocaban y
saludaban al despedirse. Tras
hacer cola y saludar a esquiadores y empleados de la estación, los
Reyes y sus hijas han tomado el telesilla para continuar con la jornada
de esquí. "Vamos a aprovechar el día", ha dicho el Rey al despedirse y
reanudar la jornada de esquí. Los Reyes y sus hijas llegaron ayer a la localidad de Jaca
para pasar el fin de semana en el Pirineo aragonés. En Jaca, pasearon
por las calles de la ciudad y visitaron la Ciudadela militar, en cuyo
foso habitan unos ciervos. La vinculación de la Familia Real con el valle del Aragón se
remite a la infancia de don Felipe, que dio sus primeros pasos en el
esquí en la estación de Candanchú. Don Felipe acudió hace cuatro años a Jaca, cuando era aún
Príncipe de Asturias, para asistir a la final del campeonato mundial sub
20 de hockey sobre hielo y entonces aprovechó para deslizarse por las
pistas de Formigal. !!!Pero que bien vive Letizia con esa Z del zorro que cambió por su "C" !!!!!
Hace mucho tiempo que me recomendaron llevar una dieta sana de
imágenes. Desde entonces procuro no acompañar mis cenas con escenas de
competiciones absurdas entre machos, exhibición de cuerpos femeninos y
humor casposo. Pero por más que intento evitarlas, las redes sociales se
encargan rápidamente de hacerse eco de las perlitas del programa. Esta
semana, la alarma ha saltado por la entrevista que le ha hecho a Mónica Carrillo,
presentadora de los informativos de Antena 3, que no escarmentada con
sus pasadas visitas al programa, volvió a ser humillada por Pablo Motos
con motivo de la presentación de su último libro. No
suelo tomarme las cosas de modo personal, pero tras ver la entrevista
en cuestión, he sentido demasiada vergüenza como mujer y como
profesional como para dejarlo pasar. Le entrevista, como era de esperar,
fue una retahíla de referencias babosas al aspecto físico de la
invitada sin posibilidad de escapatoria: "Guapa, bonita", "Tú eres un
mito erótico y lo sabes", "Yo incluso veo las noticias sin volumen". Motos deja claro desde el principio que el único valor que tiene su
invitada para él es el de ornamento. El premio a la pregunta más
machista del año viene pocos segundos después: ¿Crees que los hombres te
leen por lo que escribes o porque les atraes tú? Bravo Pablo, bravo .
¿Esto lo ensayas en casa delante del espejo o te sale así, de forma
natural? Dinos cuál es el secreto, porque cuesta creer que, con un
equipo de guionistas detrás, las únicas frases que logres pronunciar
delante de una mujer sean nivel neandertal en el pleistoceno medio. Acto
seguido hablan de un fan que le pide a la presentadora un autógrafo en
la playa, y antes de que ella pueda explicar nada, Pablo le pregunta:
¿tú llevas bikini o bañador?... Mónica intenta desviar la atención hacia
su sobrino, pero Pablo ya ha entrado en bucle porque sus dos únicas
neuronas (la de competir y la de babear) se están imaginando a la
invitada en topless "¿de qué color es el bikini?", "¿rojo?",
"¿negro?", "¿rojo?", "¿negro?", "¿rojo?", "¿negro?"... Mónica le espeta
"Pablo. Conoce", en un intento fallido de que recupere el conocimiento. nos explicamos cómo El Hormiguero
se llevó en 2009 El Rose d'Or al mejor programa de entretenimiento de
la tele. Hoy por hoy se lo podría llevar al programa más machista y que
peor trata a las mujeres de la parrilla mediática. Por
si las tres únicas preguntas que Pablo hace a su invitada no fuesen
suficientes para dejar claro quién es quién, pasan a leer varios
fragmentos del libro, por supuesto escogidos por él. "Desnúdame
despacio, desnuda me despierto", silbidos en el público y comentario de
Motos: "Ahora está media España imaginándote despertándote". El nivel de
baba ya llega por la rodilla, pero el presentador insiste y sigue
recitando en la misma dirección. "Imítame en sueño, méteme en tus
asuntos (riéndose y diciéndolo muy despacio), mútame sin dueño (más
despacio todavía), mátame de gusto". "Tengo que tomar el aire", dice
Pablo. Sí, hijo, sí, mejor respira un poco y ponte a achicar baba, que
vas a hundir el barco con todos dentro. "Siempre me pones nerviosa",
concluye Mónica, que no es la única que ha sentido vergüenza ajena
visitando el programa . Las actrices Kristen Stewart y Charlize Theron
declararon que no se habían sentido nada cómodas en El Hormiguero,
la tenista Ana Ivanovic también soportó lo suyo escuchando a Motos
decir que buscaba fotos sexys suyas en internet a la vez que mostraba
varias de ellas en pantalla. Alessandra Ambrosio tuvo que sufrir el dichoso juego de las pelotitas que suele hacer con muchas de las invitadas para darse un beso en los morros. Para que el nivel de machismo no decayera, después de esta
inmejorable entrevista, aparece Ernesto Sevilla haciendo de psicópata
que mata a gente y una novia tonta que no se entera de nada pero le pide
que ponga plásticos en el suelo y use posavasos. Muy en la línea del
programa: los hombres son violentos y las mujeres tontas y maniáticas .
No sabemos si el director del programa también hace pruebas de machismo a
la hora de elegir a sus colaboradores. Si no recuerdo mal, fue otro
humorista, Luis Piedrahita, quien llamó "carrefurcias" a las cajeras de los supermercados, levantando las críticas de la Sección Sindical Estatal de CC.OO. de Hipermercados Carrefour. Pero las entrevistas y los humoristas no son lo único sexista del programa. El Hormiguero
deja claro día tras día que la ciencia es un territorio exclusivo de
los hombres. Primero fue Flipi, ahora Marron y El Hombre de Negro,
quienes hacen los experimentos y los trucos impresionantes. Mientras
ellos se dedican a lo importante, ellas son las encargadas de hacer
pruebas chorra en las que hay un requisito imprescindible: que les boten
mucho las tetas. En el programa de las hormigas, está claro que las mujeres no hacen experimentos, sino que son "el experimento". Algunas de las pruebas que les ponen a los invitados (hombres)
consisten en exhibir a mujeres objeto para que Motos no babee solo. A
Sardá, por ejemplo, le llevaron a 4 mujeres sexys con escote y tacones que
no podían "hablar en ningún momento" y tenían que bailar y cocinar para
que él averiguase cuál de ellas era catalana. Pablo las llamaba "la
número uno", "la número dos"... Muy ejemplar todo. Pablo Motos es una muy buena Maricona Mala. No voy a decir Gay malo porque los gays son como todos nosotros buenos malos y regulares. Pero las mariconas malas son eso ,malas y odian a las mujeres que puedan hacerles competencia. Como Jorge Javier el de Sálvame y miles de programas más que dice que él trabaja.???¿¿¿¿ bueno, pues menudo rebote se cojió cuando Isabel Pantoja elije a Motos y no a él para su primera entrevista desde su salida de la cárcel. Dice JJ como Mila Ximenez que está envejeciendo cada vez que se da un estirón y se nota que lo que ganó por....¿Supervivientes? se lo está gastando sobre todo en tinte, ella tb dice que trabaja mucho en Sálvame un lugar para anafalbetos que juega con los espectadores. Pues eso Jorge Javier enseñes sms como amante despechado no quita para que tu Maribel del alma mia elija a ese idiota del Hormiguero, para hacer su entrevista y es que a ti te encontré en la calle y no quiero saber nada. Pues vaya empache se cojió ese Gran Hombre que dice que trabaja y salva la vida a los Galgos, por no ser el único amigo de Isabel Pantoja y creer que eran amigos. La Puso a parir y creo que ya se está arrepintiendo de eso....Usted viene de la cárcl, del truyo, del Talego y a mi me dejó tirado.....Ay!!! estas mariconiles malos!!! Mejor ponte tu mejor disfraz y vente al Carnaval de las Drags, pero creo que eres muy bajito y feo......eso creo yo.....pero verte así.....eso no tiene precio !!!!
Cuando el
corazón ya se ha hecho insensible a los golpes y a la amenaza de cada
amanecer, el maltratador utiliza a los hijos e hijas para conseguir su
objetivo.
Los hombres que maltratan saben dónde golpear para hacer
daño, lo aprenden pronto, por eso usan la palabra como arma y dirigen
sus golpes al tórax, al abdomen y a la cabeza, de modo que la ropa y el
cabello cubran las lesiones y nadie vea las heridas que ocasionan. Y
esto sólo es con relación a los golpes. El verdadero dolor lo producen en el mediastino, en ese
espacio donde antes estaba el corazón que, poco a poco, el maltratador
va secando a base de desprecio, advertencias y culpas sobre la propia
mujer.
Y cuando ese corazón ya se ha hecho insensible a los golpes y
a la amenaza de cada amanecer, el maltratador utiliza a los hijos e
hijas para conseguir su objetivo de controlar y dominar a la mujer sin
necesidad de agredirla físicamente. Los agresores saben que es lo que
más les duele y lo usan de manera egoísta para sus intereses. Por eso, a
pesar del intento de muchos de separar el ejercicio de la paternidad de
la violencia, un maltratador siempre es un mal padre, porque utiliza la
violencia en contra de la mujer y contra sus hijos e hijas para causar
dolor y daño más allá de los golpes. El pasado 3 de febrero, Vladimir V.
I., de 27 años, se arrojó al vacío con su hija de un año desde la segunda planta del Hospital Infantil La Paz,
en Madrid, situada a una altura de 12 metros. El padre discutió con la
madre en la habitación, y, antes de saltar por la ventana, le dijo: "Te
voy a dar donde más te duele".
Y no es algo que ocurra de manera ocasional. Según la Macroencuesta de 2011,
cada año 840.000 niños y niñas, aproximadamente el 10% de nuestra
infancia, viven en hogares donde los padres maltratan a sus madres como
parte de la violencia y como advertencia de lo que les puede ocurrir si
deciden dejarlos. No es casualidad que la propia cultura que justifica y
minimiza la violencia de género haya creado como argumento trampa la
idea que repiten muchas mujeres maltratadas para permanecer en ella: “No
me separo por mis hijos”. Es su amenaza más eficaz y el calvario al que se ven
sometidas cuando se separan y comienzan a utilizarlos para intentar
continuar con el control a través de cuestiones relacionadas con la
custodia, las visitas, la pensión por alimentos… Saben que es lo que más
les duele, hasta el punto de ser conscientes de que asesinar al hijo o a
la hija y dejarlas vivir a ellas con el drama de la experiencia, es
golpearlas cada día en lo más profundo del alma para que su dolor no
tenga fin.
Y del mismo modo que es un error no pensar que un
maltratador puede llegar a asesinar a su mujer porque “sólo unos pocos
lo hacen”, también es un error creer que un agresor no es capaz de
instrumentalizar y asesinar a sus hijos e hijas tomando como referencia
el número de casos en que esto ocurre. La prevención pasa por
adelantarse al problema, no por esperar a que este llegue a las
instituciones por medio de la denuncia, sobre todo si comprobamos cómo
el machismo sigue lanzando mensajes desde la impunidad contra la
respuesta frente a la violencia de género y contra las mujeres. Ese odio
es el que mueve a la violencia y el que lleva a que la conducta del
violento busque “golpear” allí donde más duele.
Colores suaves, faldas sirena, escotes palabras de honor. Cualquiera
diría que las alfombras rojas —no solo la de los Goya— viven de espaldas
a las tendencias. Año tras año, las actrices, o sus estilistas, se
empeñan en repetir una fórmula que creen segura, pero que va perdiendo
eficacia con el paso del tiempo. Cada vez resultan menos memorables.
Ana Belén demostró
que, en la elección de vestuario, la experiencia también es un grado. A
sus 65 años consiguió eclipsar a un ejército de jóvenes y lozanas
actrices con su diseño de Delpozo. No era solo que la escultórica pieza
equilibraba su fragilidad, sino que contaba una historia, la de su
amistad con el fundador de esta marca, fallecido en 2011. Durante
décadas, la actriz fue su musa y nada tenía más sentido que volver a
vestir su firma para recibir el Goya a toda una carrera. “Hay un diálogo
con este vestido. El hilo que me une con Jesús del Pozo es fuerte”. A
diferencia de la bella Miriam Giovanelli, Ana Belén no olvidó que la
peluquería puede destruir o salvar un estilismo. Quizá Penélope Cruz
no aportó la emoción que se le supone a estos eventos, pero sí actitud. Con su ceñido vestido negro de Versace y un moño que emulaba una media
melena, demostró que juega en otra liga. Pero si algo caracterizó la alfombra roja de este año ha sido el
diseño español, en mayor número de habitual, y por el predominio del
color blanco. En la combinación de ambos elementos estuvo la clave de la
noche: María León y Antonia San Juan, de Juanjo Oliva; Leticia Dolera,
de Alicia Rueda Costura; Cayetana Guillén Cuervo, de Santos Costura; y
Belén Cuesta, de Pedro del Hierro. Solo Paz Vega, gótica e inquietante
(en el mejor sentido de la palabra), apostó por un diseño negro de Jorge
Acuña. Cristina Rodríguez también fue a contracorriente. Pero cuando a una la nominan por duplicado al Goya al mejor vestuario —Tarde para la ira, No culpes al karma— ya no hay nada que demostrar. Solo queda disfrutar. Por eso, se calzó un diseño bipolar
de Atelier Emilio Salinas, que le permitía, literalmente, ponérselo
todo: falda corta, falda larga, rasos, hombros rococó; y uniendo las dos
mitades de su vestido, un lujurioso escote. Siendo como es una
profesional de la moda, no hay duda de que eligió esta prenda a
sabiendas de que desencadenaría una catarata de críticas. Como poco,
consiguió romper la monotonía de la alfombra roja. Compitiendo con ella en escote, Cuca Escribano. Baste decir que,
afortunadamente, cubrió su diseño con un chal bordado con un texto
reivindicativo: “Más papeles femeninos”.
Bueno Ana Belén está muy bisturizada y practicamente parece la hermana gemela de la Preysler que este año no fue porque el pasado debió aburrirse mucho y ver a lla competencia femenina se nota que no es de su agrado, ella siempre :La Reina soy yo.