Dos diseños de la colección primavera-verano 2017.
“Desde que llegué, he querido introducir más moda, más glamur en las colecciones”, explica Schott. Vestida con un cómodo traje de chaqueta y unas zapatillas de deporte, la directiva llama la atención por su aspecto juvenil.
A sus 43 años, relata con un musical acento francés cómo su día a día consiste en moverse de acá para allá, siempre con una maleta en la mano.
“En China tenemos muchas instalaciones, por lo que visito constantemente las fábricas.
También hago viajes de inspiración a sitios como Nueva York. Y, sobre todo, invierto mucho tiempo en las tiendas, escuchando a trabajadores y clientes para conocer qué es lo que realmente necesitan”.
Toda esa atención prestada le ha servido para saber cosas como que hoy día “un sujetador no es lo mismo que hace 10 o 15 años. Ya no es solo funcional o sexy.
“Desde que llegué, he querido introducir más moda, más glamur en las colecciones”, explica Schott. Vestida con un cómodo traje de chaqueta y unas zapatillas de deporte, la directiva llama la atención por su aspecto juvenil.
A sus 43 años, relata con un musical acento francés cómo su día a día consiste en moverse de acá para allá, siempre con una maleta en la mano.
“En China tenemos muchas instalaciones, por lo que visito constantemente las fábricas.
También hago viajes de inspiración a sitios como Nueva York. Y, sobre todo, invierto mucho tiempo en las tiendas, escuchando a trabajadores y clientes para conocer qué es lo que realmente necesitan”.
Toda esa atención prestada le ha servido para saber cosas como que hoy día “un sujetador no es lo mismo que hace 10 o 15 años. Ya no es solo funcional o sexy.
Es parte de la ropa, una tendencia”. Schott
también ha comprendido que la innovación no radica solo en los
materiales o el diseño, sino que además resulta crucial primar “la
experiencia en la tienda o en Internet”.
De ahí proyectos como los
nuevos espacios en Madrid y Granada (España es uno de sus mercados
clave) y propuestas “innovadoras” como la que desarrollaron para su
desfile, durante el que se podían comprar online y en directo los productos que se veían en la pasarela.
comprar online y en directo los productos que se veían en la pasarela.
Tras una temporada de zozobra para la empresa, que en 2004 tuvo que
desprenderse de su brazo británico para poder seguir a flote, Etam vive
ahora una etapa de reinvención.
Creadora de las copas sin costuras o los
sujetadores con memoria para la forma, la firma es pura arquitectura de
interiores, aunque también tiene una parte de su negocio dedicada al prêt-à-porter.
“Mi trabajo es asegurar que somos modernos sin perder de vista a
nuestras clientas de toda la vida”, apunta la directiva, subordinada a
la gerencia de la familia que posee la mayoría de las acciones de la
empresa, los Milchior.
“Ellos confían en que el secreto del éxito es un
buen equipo”.Con más de 40 piezas, los sujetadores que fabrica Etam necesitan tiempo
para ensamblarse. Pero las imposiciones de un mundo global les obligan a
adaptarse. “Queremos presentar productos nuevos todos los meses para
ser capaces de reaccionar a las tendencias del mercado”, explica Schott,
cuya compañía fluctúa entre dos personalidades: “China y el resto del
mundo”. “China es diferente”, subraya. “Entramos allí hace 25 años y
desarrollamos marcas de ropa propias, así que esa parte del negocio no
es igual. Sin embargo, la lencería es la misma en todo el mundo. Hace un
cuarto de siglo no se viajaba tanto, así que lo normal era encontrar
artículos distintos. Pero ahora las cosas ya no son así”.