Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

1 feb 2017

Vanessa Seward, la última diseñadora en beneficiarse del ‘efecto Kate’

"Todos saben que a ella no se la puede comprar, eso es valioso", asegura la modista, una de las últimas escogidas para vestir a la duquesa de Cambridge.

 
Kate Middleton, con el vestido Cai de la marca Vanessa Seward, en un evento el pasado mes de diciembre.

 Con cada una de sus apariciones Kate Middleton despierta una gran expectación.

 Lo demuestra el hecho de que sus estilismos llegan a agotarse en las tiendas, tanto los originales como las copias

. Ella es alguien capaz de llevar un abrigo rojo de Zara y que las tiendas se queden sin existencias 48 horas después.

 La última en descubrir los beneficios del llamado “efecto Kate” ha sido la diseñadora Vanessa Seward. 

Bastó con que la duquesa de Cambridge luciera uno de sus vestidos floreados en un evento el pasado diciembre para que la popularidad de la marca parisina se haya disparado en las últimas semanas. 

Algo que le ha ido como anillo al dedo, pues la firma abre su primera tienda en Reino Unido, en el barrio londinense de Notting Hill, el próximo 15 de febrero.

“No tenía ni idea de que [Kate Middleton] era nuestra clienta. Recuerdo mirar en mi cuenta de Instagram y de repente no paraba de subir. 

Ella tuvo un gran impacto, vendimos muchos vestidos, y no solo ese en concreto sino otros con el mismo estampado. 

Y, por supuesto, mucha gente nueva se empezó a interesar por la marca”, ha declarado la diseñadora de origen argentino a The Telegraph. 

Aunque lo más probable es que la mujer de Guillermo de Inglaterra no lo seleccionara ella directamente, pues de su armario y de su éxito como icono de estilo en las listas de las más elegantes es responsable su ayudante personal Natasha Archer.

El vestido en cuestión se llama Cai, está hecho con seda con un estampado floral y es de su colección de otoño 2016.
 La propia marca se encargó de dar todos los detalles de la prenda en su cuenta de Instagram junto a la fotografía de la duquesa de Cambridge llevando el vestido, que cuesta 850 euros (y hoy está rebajado en su web a mitad de precio).
 Qué mejor publicidad que la esposa y la madre de futuros reyes británico escojan tu marca.
Seward, que lanzó su marca hace algo más de dos años, también ha vestido a famosas como las actrices Drew Barrymore e Inès de la Fressange, pero asegura que ninguna le ha dado tanto impulso como Kate Middleton, de 35 años
“Todo el mundo sabe que a ella no se la puede comprar.
 Hoy hay muchas marcas que pagan a las celebrities para que lleven su ropa, pero con ella siempre es su elección, y creo que eso es algo valioso.
Y el hecho de que sea preciosa y accesible y que sonría…ella es... voilà!”, asegura al medio británico la diseñadora que empezó su carrera en el departamento de accesorios de Chanel, luego junto a Tom Ford en Yves Saint Laurent y antes de tener su propia firma fue la directora creativa de Azzaro.

 

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Condé Nast prepara su transformación digital para hacer frente al nuevo mercado.

La exeditora de 'Vogue' UK Alexandra Shulman, en 2013.

 

Cuando la semana pasada se anunció que la editora jefa de la Vogue británica dejaba el cargo tras 25 años al frente de la revista, resultaba imposible no relacionarlo con la abrupta salida de Yolanda Sacristán como directora de Vogue España.
 Y es que aunque la marcha de Alexandra Shulman se ha comunicado como una baja voluntaria, bien podría tratarse de un despido maquillado, algo que según la rumorología ofrecieron también a Sacristán, aunque ella declinó.
 El cese de estas dos veteranas editoras de moda no son hechos aislados, sino que tienen que ver con los profundos cambios que experimenta Condé Nast, el grupo propietario de Vogue, y que desde Manhattan ejecuta Jim Norton, la persona elegida para la “consolidación del negocio”, léase entre líneas, hacer el trabajo sucio: despedir, simplificar y reestructurar.

Una de las prioridades es la de transformar la compañía en una empresa digital capaz de hacer frente a los grandes desafíos del mercado actual, mucho más polarizado y en el que la prensa impresa tiene cada vez menos peso.
 Como muestra, el cargo editor dejará de ser utilizado con el fin de desligar a la compañía del mundo impreso. 
“Nuestra nueva estructura, como un equipo a la una, nos permitirá ser más reactivos y dinámicos en nuestra estrategia mientras llevamos nuestras marcas con contenido a nuevas plataformas y audiencias”, explicaba Norton en un documento interno que citaba WWD.
Probablemente la publicación que mejor explique estos cambios sea Teen Vogue
 La cabecera más joven del grupo, con la mirada ya puesta a la generación Z, hacía un anuncio sin precedentes en mayo.
 La editora en jefe Amy Astley era sustituida por un equipo de tres personas: Elaine Welteroth como editora, Phillip Picardi como director editorial digital y Marie Suter como directora creativa. Además, la publicación dejaba de ser mensual para convertirse en trimestral. 

Unión de fuerzas

Y es que gran parte de los movimientos de Norton han tenido que ver con la puesta en común de departamentos que hasta la fecha funcionaban por separado: los creativos, los copies y los equipos de foto. 
Esta actualización se ha llevado por el camino a las revistas Details y Lucky, que cerraron en 2015, y ha afectado también a Self, Allure y Glamour
Parece que el grupo se reservó la joya de la corona para el final. Eugenia de la Torriente en Vogue España, Emanuele Farneti en la edición italiana, Karla Martínez, como editora jefe de Vogue México y Latinoamérica, y Deena Aljuhani Abdulaziz como responsable de Vogue Arabia, han sido nombrados para dar nuevos aires a la mítica cabecera.
Para algunos medios toda esta operativa huele a venta.
 Y aunque hace unos días desde arriba se negaba que la compañía pudiera pasar a manos de Hearst Magazines, Apple, Google e incluso Vice Media, The Times seguía alimentando esta semana los rumores.


 

Johnny Depp está casi arruinado por su costoso ritmo de vida, según sus exabogados

The Management Group, despacho que ha llevado las finanzas del actor, le reclama el pago de una deuda millonaria.

Johnny Depp, en mayo de 2016, en Los Ángeles. AP

 


El elevado tren de vida de Johnny Depp le ha llevado al borde de la ruina financiera, según The Management Group (TMG), un despacho de abogados que ha demandando a la estrella de Los Ángeles por un préstamo no pagado.
 Durante las últimas dos décadas, el actor, de 53 años, ha estado gastando a un ritmo de 1,8 millones de euros al mes.
 Entre esos gastos se incluyen, según la reclamación judicial, la compra de un yate por 16,6 millones de euros, 45 coches de lujo y un gasto de casi 640.000 euros al mes entre vinos, aviones privados y el mantenimiento de una plantilla de 40 personas.
El actor Piratas del Caribe, según aseguran sus exabogados, ha ingresado 69 millones de euros con la venta de 14 casas, incluyendo un castillo francés de 45 hectáreas (18 hectáreas), un grupo de islas en las Bahamas, varias casas de Hollywood o una granja de caballos en Kentucky.
 El despacho TMG, de Beverly Hills, asegura que Depp ha acumulado más de 200 obras de Warhol, Klimt y otros maestros, 70 guitarras de colección y una colección de recuerdos de Hollywood tan extensa que se almacena en 12 lugares.

Depp demandó al bufete este enero por manejar mal sus finanzas, pedir préstamos sin su aprobación y esconder sus deudas. 
El actor, por su parte, les reclama 23 millones de euros. 
"Durante más de 17 años, The Management Group ha hecho todo lo posible para proteger al actor de sí mismo", ha asegurado el abogado de TMG Michael Kump en un comunicado. 
"De hecho, cuando el banco exigió a Depp el reembolso de un préstamo multimillonario y el actor no podía pagarlo, la compañía le prestó dinero para evitar una humillante crisis financiera", añade el comunicado.
Johnny Depp y Amber Heard.

El bufete alega que ha advertido repetidamente a Depp sobre su "excesivo" gasto, pero la respuesta que han obtenido por parte del actor ha sido una reprimenda a sus asesores, un aumento de gasto y la exigencia de encontrar una fórmula para pagar las facturas.
 La firma, con la que el actor rompió el año pasado, asegura que la estrella le debe 3,8 millones de dólares y que se ha visto obligada a iniciar procedimientos de ejecución hipotecaria en la propiedad de Depp. 
Depp y la actriz Amber Heard, de 30 años, llegaron a un acuerdo extrajudicial este agosto para poner fin a su matrimonio de 18 meses, acordando una compensación para ella de 6,4 millones de euros.