Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

1 feb 2017

Hallados restos de un continente perdido bajo el océano Índico

Científicos encuentran bajo la isla Mauricio la huella del supercontinente Gondwana y su ruptura.

Bajo las aguas cristalinas de la isla Mauricio duermen desde hace millones de años los restos de un continente perdido, que nada tiene que ver con los ensueños de la Atlántida.
 Un grupo de científicos ha confirmado el hallazgo bajo el océano Índico de rastros de la desintegración del supercontinente Gondwana, hace 200 millones de años, para dibujar la actual faz de la Tierra. 
El descubrimiento se produjo a partir de que sobre la superficie de Mauricio, una isla volcánica joven -de apenas nueve millones de años de edad-, había rocas (zircono) que databan de hace 3.000 millones de años. 
 Y eso no era normal.
Localización del 'continente perdido'
Los restos hallados ahora bajo el océano Índico (y sobre Mauricio) son un pedazo de corteza que fue posteriormente cubierto por lava joven durante las erupciones volcánicas en la isla.
 Los investigadores están convencidos de que se trata de una pequeña pieza del continente antiguo, que se rompió desde la isla de Madagascar, cuando África, la India, Australia y la Antártida se separaron y formaron el océano Índico, según una investigación que se ha publicado en Nature Communications.
El geólogo Lewis Ashwal, de la Universidad de Wits, autor principal de la investigación, y sus colegas Michael Wiedenbeck, del Centro Alemán de Investigación para las Geociencias (GFZ), y Trond Torsvik de la Universidad de Oslo, han descubierto que un mineral, el zircono, se encuentra en rocas arrojadas por lava durante las erupciones volcánicas.
 Los restos de este mineral eran demasiado antiguos para pertenecer a la isla de Mauricio.
"La Tierra está formada por dos partes: los continentes, que son viejos y los océanos, que son jóvenes". 
En los continentes se encuentran rocas de más de 4.000 millones de años, pero no hay nada parecido en los océanos, Es donde se forman nuevas rocas ", explica Ashwal. 
 "Mauricio es una isla, y no hay roca de más de nueve millones de años en la isla, sin embargo, al estudiar las rocas de la isla, hemos encontrado zircones que son tan viejos como 3.000 millones de años".
Los zircones son minerales que se producen principalmente en granitos de los continentes
. Contienen trazas de uranio, torio y plomo, y debido al hecho de que sobreviven muy bien al proceso geológico, contienen un rico registro de procesos geológicos y pueden fecharse con gran precisión.


"El hecho de que hayamos encontrado zircones de esta edad demuestra que en Mauricio existen materiales de la corteza terrestre mucho más antiguos, que solo pudieron originarse en un continente", dice Ashwal.
Esta no es la primera vez que zircones de miles de millones de años se han encontrado en la isla.
 Un estudio hecho en 2013 ha encontrado rastros del mineral en la arena de la playa. 
Sin embargo, este estudio recibió algunas críticas, incluyendo que el mineral podría haber sido soplado por el viento, o llevado en los neumáticos del vehículo o los zapatos de los científicos.
"El hecho de que encontramos los zircones antiguos en la roca (traquita de 6 millones de años), corrobora el estudio anterior y refuta cualquier sugerencia de zircones aerotransportados o transportados por las olas para explicar los resultados anteriores", agregó Ashwal. 
Este sugiere que hay muchas piezas de varios tamaños del "continente desconocido", colectivamente llamado Mauritia, extendido bajo el océano Índico, restos de la desintegración de Gondwana.
"De acuerdo con los nuevos resultados, esta ruptura no implicó una simple división del antiguo supercontinente de Gondwana, sino más bien una fragmentación compleja que tuvo lugar con fragmentos de corteza continental de tamaños variables dejados a la deriva dentro de la cuenca del océano Índico en evolución".
Gondwana era un súper continente que existía hace más de 200 millones de años y que contenía rocas de 3.600 millones de años, antes de dividirse en lo que hoy son los continentes de África, América del Sur, Antártida, India y Australia.
 La división se produjo debido al proceso geológico de la tectónica de placas.
 Este es el proceso donde la cuenca del océano está en movimiento continuo, y se mueve entre 2 cm y 11 cm por año.
 Los continentes montan sobre las placas que componen el fondo oceánico, lo que provoca el movimiento de los continentes.


 

Cuando el himno se vuelve elegía............................ J. A. González Iglesias

Luis Antonio de Villena demuestra con un poemario y un libro de memorias que todo puede ser alta cultura, ya se trate de la movida de los ochenta o del exhibicionismo actual.

Luiis Antonio de Villena visto por Sciammarella.
Luis Antonio de Villena es un escritor total bajo el signo de poeta. La idea de totalidad poética no indica solo el cultivo de distintos géneros literarios, sino una vida entregada a la escritura, desde su temprana entrada con 19 años hasta estos dos últimos libros, publicados al borde los 64.
Son dos libros para un momento vital único: memorias (El fin de los palacios de invierno) y poemas (Imágenes en fuga de esplendor y tristeza), que bien pueden leerse por separado, aunque invitan a que el lector sea también total.
 Además de intercambiar los rasgos de ambos (poético y narrativo, incluso novelesco), De Villena también evoca otros libros suyos.
Sus lectores más fieles constatarán que Imágenes en fuga… es el reverso lejano de entregas inaugurales como Hymnica o Huir del invierno. 
 Los himnos han dejado paso a las elegías, porque todo se prepara para ese invierno del que siempre quiso huir nuestro poeta.
 El joven que en Un arte de vida se propuso: “si al final todo es duro / saber ser como Verlaine, el rey de un palacio de invierno”, rotula ahora el balance de sus días con ese mismo final. Así, sin decirlo, nos dice que es un momento duro.
 A destiempo, en su juventud, publicó De Villena otro libro de memorias, Ante el espejo, convertido en apunte profético. 
El espejo mismo se ha vuelto alegoría moral, que en el retorno desvela sus paradojas: la fundamental es la gran importancia que ha tenido la familia para este solitario.
 La otra paradoja es la del amor, casi siempre ausente, que aquí (y en Imágenes en fuga…) recibe una atención singular.
 En la fusión de ambas, la figura materna, verdadera coprotagonista de esta vida. 

Hay páginas para explicar su negativa relación con el catolicismo desde los tiempos preconciliares hasta el papa Francisco.
 Hay espacio para una teoría cordial de España, tan necesaria desde nuestra izquierda, y también una teoría de Madrid, su ciudad. 
El fin de los palacios de invierno es un volumen amenísimo para conocer cómo vive un escritor de nuestro tiempo, incluyendo sus miserias y sus maravillas cotidianas.
Un cuadro muy rico lo construyen los amigos y los escritores, dos grupos que rápidamente se funden en uno, salvo figuras ligeramente descolocadas.
 Los coetáneos (novísimos, artistas de la movida) y los maestros reciben perfiles que todavía pueden resultar sorprendentes a muchos.
De Villena irrumpió en la literatura casi al mismo tiempo que en la vida gay. 
 Desde entonces, nadie como él ha encarnado la eclosión de la cultura gay en nuestras letras. 
Eso sí que merece una lectura paralela de los dos libros. 
Lo que en las memorias se enumera como una serie de episodios y reflexiones, en los poemas se vuelve una sucesión fulgurante de sentimientos.
 En las memorias la distancia del tiempo se suma a la del lenguaje. En Imágenes hay una inmediatez prodigiosa de ambos.
Parecía que nuestros novísimos, como alquimistas, habían transmutado en oro literario el auge pop de la imagen, pero ahora sabemos que aquello no fue sino un aperitivo de este apogeo vertiginoso que ha traído Internet. 
Una vez más, De Villena atestigua espléndidamente ambos extremos, especialmente el presente, en sus Imágenes en fuga
 Ha regresado la fotografía, de modo que este libro del siglo XXI, que reproduce instantáneas inolvidables, recuerda algunos del siglo XIX, porque la imagen fascina al salvaje posmoderno más aún de lo que fascinó al civilizado moderno: no son ilustraciones, sino puntos de partida para desplazamientos muy bellos.
 Como los primeros espectadores de cine, el poeta y sus lectores se asombran ante el movimiento en secuencias breves —gifs, vídeos de la Red, retransmisiones por webcam de la intimidad sexual.
Ese movimiento, recogido en el título y en la imagen de portada, es todo un lema.
 Gracias a él los retratos de Tennessee Williams o de Borges alternan con los de Justin Bieber o los de jovencitos gimnastas anónimos. 
El cibersexo, tan presente en estos poemas, lleva a su culminación tendencias literarias como el voyerismo o la melancolía.
 Para convertir en oro tanta cantidad y tanta fugacidad hace falta ser más que un alquimista. 
De Villena se reviste de auténtico rey Midas. Vuelve áureo todo lo que toca.
 Igual que ha sucedido con la imagen, la cultura pop parecía de masas, pero no era nada comparada con este paroxismo en el que todo se exhibe. 
Ahora sí que todo puede ser vulgar. 
De Villena, aristócrata del espíritu, sabe que todo, incluidos los despojos, puede ser alta cultura.
 Desde su primer libro está compartiendo lo sublime del mundo. Una prueba es la naturalidad —fruto del amor— con la que reiteradamente evoca el mundo grecorromano.
 Es un poeta. Tiene el secreto para volver inmortal lo efímero.

 

Ivanka Trump, duramente criticada por subir esta foto a Twitter

La hija mayor de Donald Trump, Ivanka Trump, lleva varios días recibiendo duras críticas en las redes sociales por colgar una foto en Twitter en la que aparece vestida de gala junto a su marido y asesor presidencial, Jared Kushner.
El problema no es lo que sucede en la imagen ni los miles de dólares que costaba su vestido, sino el momento que Ivanka Trump eligió para subir la foto a Twitter. 
Lo hizo poco después de que Donald Trump firmara la Orden Presidencial para prohibir la entrada en EEUU de ciudadanos de siete países -Libia, Irán, Irak, Siria, Somalia, Sudán, y Yemen- durante 90 días y la cancelación de todos los visados de refugiado político.
Ivanka Trump

Risto Mejide saca el tema de la iglesia y el sexo en su entrevista con Sor Lucía

Chester in love, el nuevo programa de Risto Mejide en Cuatro, contó este domingo con Sor Lucía como una de sus invitadas.
 La religiosa se enfrentó a una intensa entrevista en la que tuvo que hablar abiertamente sobre sexo, con preguntas incómodas incluidas.
"¿Qué es el sexo?"
 fue lo que le planteó Risto Mejide, a lo que Sor Lucía respondió sin dudar: "Creo que es una dimensión de la persona. Es una forma de expresar también los sentimientos y el amor. 
Y es una parte constitutiva de todas las personas".
Esa no fue la pregunta incómoda de Risto, ya que el presentador quiso saber sobre la relación de la iglesia y el sexo y ahí fue donde Sor Lucía sorprendió al desvincularse de la postura de la organización.
 "¿Qué le pasa a la Iglesia con el sexo?". "Creo que la Iglesia durante mucho tiempo ha tenido muy mala relación y la tenía un poco bajo la alfombra. 
No era un tema tabú, sino que se consideraba sucio, oculto.
 Era la negación de lo que yo creo que es una bendición".
Pero la pregunta más complicada de la noche no llegó de Risto Mejide. 
Fue una persona del público quien le planteó la cuestión. "Si tiene alguna necesidad sexual, ¿qué hace? ¿Cómo se masturba?", le planteó.
 Y Sor Lucía respondió sin dudarlo: "Igual que te dije que no he tenido relaciones sexuales y que soy virgen. Te digo que tampoco me masturbo".