Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

16 dic 2016

Qué pena..............................................uan José Millás

Entre el suelo electoral del PSOE y el techo electoral de Podemos se extiende un desierto.

Entrevista a Miguel Urban, eurodiputado de Podemos, en Madrid.
Entre el suelo electoral del PSOE y el techo electoral de Podemos se extiende un desierto por el que deambulan contribuyentes abandonados por todos los partidos del espectro político, otorgándole a espectro el sentido de fantasma, sombra, aparición, ánima, espantajo.
 Como ni el suelo de aquellos ni el techo de estos permanece inmóvil, el desierto crece y crece de jornada en jornada, de telediario en telediario, de declaración en declaración, de twitter en twitter y de carta de amor en carta de amor. 
Crece por lo tanto también el número de quienes, perdidos en ese laberinto borgiano, soportan los largos días de calor y las eternas noches de frío sin hallar un oasis en el que depositar el voto y regresar a lo suyo, sea el trabajo, el paro, los estudios, la familia o el arte.
 ¡Qué mala pinta tienen los llamados debates entre Errejón e Iglesias!
 Motivos sobran: aún no han resuelto, por ejemplo, si el voto de las clases medias les da asco y deben rechazarlo o podrían sacarle algún partido.
 No advierten que mientras ellos hacen esgrima o lo que quiera que sea lo que hacen con las palabras, la realidad se desertiza y el PP aparece como la única ciudad propiamente dicha en miles de quilómetros a la redonda. 
Y es que no hay nada como instalarse para empezar a disfrutar de juegos retóricos que hasta ayer mismo nos parecían ejercicios pequeñoburgueses
Hay viajeros que logran atravesar el desierto sin caer en el abatimiento abstencionista, pero que al alcanzar exhaustos la orilla del PSOE se quedan perplejos también al contemplar su ruina moral, así como los moralistas escogidos para salir de ella. ¡Qué pena! Pero llega Urban, el tercero en discordia, y asegura que le saben a poco y que deberían discutir más, todavía más

 

Ni ‘Julieta’, ni ‘El ciudadano ilustre’ ni ‘Neruda’ competirán por el Oscar

No habrá filme de habla hispana en la próxima edición de los premios de la Academia de Hollywood, de los que también ha caído 'Elle'.

 


Trailer de la película 'Julieta'.
La 89 edición de los Oscar se ha olvidado del cine iberoamericano. Ni las supuestas favoritas como la española Julieta, de Pedro Almodóvar, o la chilena Neruda, de Pablo Larraín, consiguieron hacerse un hueco en la famosa preselección de películas en lengua no inglesa de la que posteriormente salen los títulos candidatos.
 Y eso que ambos estaban entre los títulos más comentados a juzgar por sus incesantes campañas publicitarias y las alabanzas con las que la prensa de Hollywood recibió sendos trabajos en español.
 La coproducción uruguaya-española Migas de pan tampoco logró pasar la prueba en esta preselección que prefirió una cinematografía más del norte.
 Entre las nueve preseleccionadas en esta edición figura la alemana Toni Erdmann 
. Dirigida por Maren Ade, la tragicomedia es considerada la favorita del año, candidata también al Globo de Oro y gran ganadora en los Premios del Cine Europeo no solo como mejor película sino consiguiendo también el galardón para su director, por su guión y para sus actores, Peter Simonischek y Sandra Huller.
 La danesa Land of Mine, de Martin Zandvliet; la noruega The King's Choice, de Erik Poppe; la sueca A Man Called Ove, de Hannes Holm, y la rusa Paradise de Andrei Konchalovsky, se sumaron al grupo.

Completan la lista de las nueve preseleccionadas la australiana Tanna, de Bentley Bentley Dean y Martin Butler, la canadiense It's Only the End of the World, de Xavier Dolan, la iraní The Salesman, de Asghar Farhadi, y la suiza My Life as a Zucchini, de Claude Barras.
 Esta última producción animada descrita como una versión de Los cuatrocientos golpes en stop-motion aspira al Globo de Oro como mejor película de animación, categoría en la que se espera que también participe en los Oscar.
Sin embargo, cuando la categoría de mejor película en lengua no inglesa de los premios Oscar cumple cuarenta años ninguna de su contendientes será hispana. 
De las 85 películas aceptadas este años a competición, catorce representaban a algún país de la cinematografía iberoamericana.
 Además de las citadas estaba la argentina El ciudadano ilustre, la boliviana Carga sellada, la colombiana Alias María y la costarricense Entonces nosotros. El acompañante, por Cuba; Flor de azúcar por República Dominicana; Sin muertos no hay carnaval por Ecuador, la venezolana Desde allá, la peruana Videofília, o la panameña Salsipuedes también se quedaron fuera.
  Ni tan siquiera Desierto, dirigida por Jonás Cuarón y protagonizada por Gael García Bernal, película que competía en representación de México, superó la criba.

Como en ediciones anteriores, la Academia distribuyó la lista de postulantes en tres grupos de miembros que procedieron al visionado de las cintas en programas dobles para su selección.
 De la votación de estos tres paneles fueron escogidas seis preseleccionadas a las que un consejo de miembros del comité ejecutivo de la rama de películas en lengua no inglesa sumó otros tres títulos.
De entre estos nueve preseleccionados los miembros de la Academia escogerán los cinco nominados en un programa de proyecciones triples que tendrá lugar el próximo 13 al 15 de enero. En el tomarán parte los miembros que deseen participar tanto en las sedes de la Academia de Londres como en las de Nueva York o Los Angeles.
Aunque la preselección elimina las posibilidades del resto de los títulos a la hora de competir como mejor película en lengua no inglesa, las cintas pueden probar suerte en otras categorías.
 De hecho Larraín es uno de los nombres más comentados este año gracias a su otra película, Jackie, su debut en inglés que podría otorgarle la candidatura e incluso un nuevo Oscar a su protagonista, Natalie Portman
. Otro de los grandes olvidados en esta preselección de filmes en lengua no inglesa, la francesa Elle, se espera que compita al menos en la categoría de mejor actriz con una candidatura para su protagonista, Isabelle Huppert.
 El anuncio de las candidaturas en todas las categorías tendrá lugar el próximo 24 de enero, algo más de un mes antes de la entrega de los Oscar, prevista para el próximo 26 de febrero en el teatro Dolby, en Los Ángeles.


 

El 'look' de la reina Letizia en los premios ABC: ¿acierto total o error catastrófico?

El 'look' de la reina Letizia en los premios ABC: ¿acierto total o error catastrófico?.

El martes por la noche se entregaron en Madrid los premios del diario ABC, que año tras año rinden homenaje a destacadas figuras del periodismo. 
En ella, los reyes de España volvieron a ser los encargados de entregar los galardones. 
Don Felipe, acompañado por doña Letizia, presidió en la biblioteca de la Casa de ABC la entrega de los tres premios anuales de este diario a los galardonados: el Mariano de Cavia al catedrático de Derecho Constitucional Francesc de Carreras, el Luca de Tena a la periodista Victoria Prego y el Mingote al fotógrafo Juan Manuel Serrano Becerra.
Sin embargo, los premiados no fueron los principales protagonistas. Quien deslumbró en esta entrega fue la reina Letizia, que se convirtió en la absoluta protagonista de la velada gracias a/por culpa de su impactante look.
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La esposa de Felipe VI logró epatar gracias a un vestido de la firma francesa Nina Ricci de la colección Resort 2017
 A media pierna, con huecos en los codos, tiras verticales de distintos colores y una buena cantidad de lentejuelas, la reina complementó el modelo con unos sencillos zapatos negros de tacón.
 Además, se decantó por un peinado y un maquillaje muy distintos a los que acostumbra: echó hacia atrás su media melena y apostó por darle forma cardada.
 En el rostro marcó especialmente los ojos, en un tono mucho más oscuro de lo que suele.
El conjunto y el estilo escogido por la reina Letizia ha despertado pasiones y odios a partes iguales. 
Mientras que algunos medios y expertos en moda aseguran que es su mejor look (el más personal y sofisticado), otros apuntan a que resulta excesivo y con un toque entre los 80 y los 90 que va más allá del papel de una reina. Y tú, ¿qué opinas?
Que fuerte!!! tia La Leti va vestida mal mal, tia yo flipo, tenemos esa Reina como una Barby tia, solo para enseñar modelitos, tia, que fuerte y va como una de Instagram muy rica, flipo tia, nuestra reina no puede ser una "choni"....que mal!! y al marido le da igual? no sé tia ni idea tia, los reyes son sobrios tia no deben llamar la atención como si fuera una modelo tia que España no se lo puede permitir, tia, tia que hay gente sin comida, y ella como lo que es Una Reina de colorin, que Fuerte tia. Flipo.



 

 

Auvers-sur-Oise, los últimos días de Van Gogh................... Use Lahoz

Mural de la película 'El loco del pelo rojo', de Vincente Minnelli, en un bar de Auvers-sur-Oise (Francia).
Mural de la película 'El loco del pelo rojo', de Vincente Minnelli, en un bar de Auvers-sur-Oise (Francia). / BARRY LEWIS (Getty)

Vincent van Gogh fue un pintor de excesos: muy expresivo, muy atormentado y muy inquieto.
 En los 37 años que vivió se le conocieron 38 direcciones en cuatro países
. Entre otros lugares, vivió en La Haya, Ámsterdam, Bruselas, Amberes, Londres, Ramsgate, París, Arlés, Saint-Rémy-de-Provence y Auvers-sur-Oise.
 A esta villa de unos 7.000 habitantes situada a 27 kilómetros de París, en el noroeste de la región de la Isla de Francia, llegó, animado por Pissarro, para tratarse con el doctor Gachet y pasó sus últimos 70 días, que fueron muy intensos y le dieron para crear 72 telas, 33 dibujos y un grabado.
Francia fue el último puerto. 
Su hermano Theo se instaló en Montmartre en la década de 1880 y convenció a Vincent de que probara suerte en la que entonces era la capital del arte en Occidente.
 Allí entabló amistades con compañeros de gremio.
 Luego se puso a prueba de la luz del sur, conoció manicomios y altibajos, hasta que halló reposo en el norte.

10.00 El Auberge Ravoux

Auvers está volcada con Van Gogh. 
Esparcidas por el pueblo hay 29 placas con imágenes de los cuadros que pintó y los motivos (ya sea edificio o panorámica) que los inspiraron, tal cual han resistido el paso del tiempo.
 Permiten identificar telas notables como Paisaje con carruajes y tren de fondo, sobre la que el 13 de junio de 1890 escribió en una carta a su hermana Willemine
: “Busco expresar el tránsito desesperadamente rápido de las cosas en la vida moderna”.
 O Campos de trigo bajo el cielo nublado, con la que quiso, según contó a Theo, explicar lo que no sabía decir con palabras.
javier belloso
En el Auberge Ravoux (1) pernoctó por 3,50 francos al día.
 Su habitación y la del entonces compañero de hostal, el holandés Anton Hirschig, permanecen intactas.
 Dadas las limitaciones, no cuesta imaginar a Van Gogh escribiendo su mítica nota: “Un día u otro creo que encontraré la manera de exponer mis cuadros, al menos en un café”.
La entrada (6 euros) incluye el visionado de un breve documental sobre la estancia de Van Gogh en Auvers, su relación con Gauguin y Theo, y su manera infatigable de trabajar, con su característico trazo grueso, las luminosas obras que los paisajes le insinuaron.
El restaurante es una postal antigua, mantiene mobiliario y atmósfera de un clásico café de artistas en el que los turistas se empapan de bohemia.

12.00 El estudio de Daubigny

Amigo de Corot y Cézanne, influenciado por Courbet y considerado precursor del impresionismo, Charles-François Daubigny (1817-1878) pintó muchas escenas del valle del Oise. Tuvo casa en el pueblo y su jardín fue pintado por Van Gogh en uno de sus cuadros memorables de esta etapa: El jardín de Daubigny.
  Una manera de celebrar a este pintor de paisajes, referente y mentor de las siguientes generaciones, es visitar su casa-taller (2), donde se exponen algunas de sus obras, retratos de familiares y de amigos como Corot u Oudinot. 
No muy lejos está el Museo Daubigny (3), situado en la magnífica villa des Colombières, donde conviven obras suyas con exposiciones temporales que dan cuenta de la vocación artística de este pueblo.
Para comer no hay muchas opciones: o entregarse a las recetas tradicionales del Auberge Ravoux cueste lo que cueste, o decantarse por los abundantes platos del Café de la Paix (4), más económico.
Campos de Auvers-sur-Oise, que Van Gogh pintó en julio de 1890 en su cuadro ‘Trigal con cuervos’, una de las últimas obras del pintor. / PIERRE VAUTHEY (Getty)

15.00 La casa del doctor Gachet

El doctor Gachet fue el culpable de que Van Gogh llegara hasta aquí para tratar sus brotes.
 Era un personaje extraordinario: médico, coleccionista y artista. Compró su residencia (5) en 1872 y, en compañía de Pissarro, Cézanne, Guillaumin y Van Gogh, pintó y grabó numerosas obras. La visita, gratuita, permite descubrir en su estado original la presse à bras (plancha manual de grabado) y varios elementos que aparecen en las telas de Van Gogh, como la célebre mesa roja del famoso Retrato del doctor Gachet.
El paisaje que rodea la villa tiene el aura de la intimista película que realizó Maurice Pialat en 1991, Van Gogh, que profundizaba en la posible relación entre el pintor y la hija del doctor, Marguerite, cuyo piano también sigue ahí, idéntico al del cuadro Marguerite Gachet al piano.

17.00 El castillo de Auvers

A 20 minutos a pie aguarda otra inmersión impresionista.
 No solo por el castillo de Auvers (6), sobrio edificio del XVII, sino también por el jardín que lo rodea, invitación a panorámicas flotantes, setos de boj y laberintos vegetales.
En el interior del château llama la atención el centro de arte, con exposiciones temporales como Viaje al tiempo de los impresionistas, testimonio del fin del Segundo Imperio, cuando el barón Haussmann emprendió una reconstrucción urbanística de París que propiciaría grandes cambios en las formas de vida.
 Cafés, bailes, bulevares o pasajes se hicieron imprescindibles y los pintores fueron cronistas en sus cuadros de una realidad burbujeante.
 Además de la legalidad de la absenta (perniciosa bebida que también aquí tiene su museo (7): musee-absinthe.com), coincidió ese momento con el desarrollo del ferrocarril, lo que favoreció que muchos pintores buscasen ambientes campestres, como haría Van Gogh en Paisaje con el castillo de Auvers y en tantos otros cuadros.
La iglesia de Auvers-sur-Oise (Francia) que pintó Van Gogh. / Cyrille Gibot (agefotostock)

19.00 Cementerio e iglesia

No se puede decir adiós al pueblo sin visitar su iglesia (8). ¿Cómo no recordar la tela Iglesia de Auvers? 
 Aquí sigue, con el campanario cuadrangular propio de la región, similar a como se la describió a Willemine: “Tengo un cuadro más grande de la iglesia —un efecto en el que la construcción parece ser violeta contra un cielo de simple azul oscuro, cobalto puro; las ventanas parecen como manchas de azul ultramar, el tejado es violeta y en parte anaranjado—”.
Avanzada la tarde del 27 de julio de 1890, Vincent sufrió una recaída y su estado de ánimo empezó a dar bandazos por estos campos que había pintado sin desmayo durante 69 días.
 De pronto sacó una pistola y se disparó en el pecho.
 Consiguió llegar a la habitación número 5 del Auberge Ravoux. Hirschig avisó a Theo, que llegó de París al día siguiente para verlo agonizar. 
Fue enterrado en el cementerio de Auvers-sur-Oise (9), un kilómetro más arriba de la iglesia. Seis meses después, completamente rendido, falleció Theo.
 En 1914, su esposa, Johanna, consiguió que lo enterraran junto a su hermano.
Use Lahoz es autor de la novela Los buenos amigos (Destino)