Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

12 dic 2016

Valencia, bakalao y mescalina: hablan los que de verdad estuvieron en la Ruta

Killing Joke o Play Dead tocando para mil personas hasta las cejas, Bez de Happy Mondays viajando desde Ibiza solo para abastecerse de pastillas... Hablamos con Luis Costa, autor del libro.

 

Españoles, Valencia ha vuelto. Al menos, durante la segunda mitad de este agónico 2016
. La publicación de la novela de Chimo Bayo y Emma Zafón, No iba a salir y me líe (Roca), ha despertado un titán que llevaba casi treinta años aletargado: la mal llamada Ruta del Bakalao.

A rebufo de este curioso experimento literario, se ha practicado en los medios una autopsia colectiva del cadáver valenciano; una etapa musical que todavía hoy se nos revela como una anomalía de la España de los 80 y que para muchos entusiastas merecía ser explicada por sus propios hacedores, sin recurrir a anécdotas de farmacopea extrema distorsionadas por el paso del tiempo, viejas leyendas o rumores sobre rumores.
  • (De izquierda a derecha) Remi Carreres, José 'Nano' Payá, Luis Badenes, José Luis Macías y Adolfo Barberá.

    Bacalao

Y aquí es donde entra ¡Bacalao! Historia oral de la música de baile en Valencia, 1980-1995 (Editorial Contra). Luis Costa –DJ, periodista y jefe de prensa de la sala barcelonesa Razzmatazz- vio claro que había que acudir a las fuentes originales para escribir la historia definitiva del fenómeno valenciano. “Había poca información sobre el tema. 
Toda me había llegado sesgada. Era una historia apenas documentada. Hay un ensayo de Joan Oleaque que se titula En Éxtasi y algunos documentales, poco más. 
Así que hice unas primera entrevistas y enseguida vi que tenía algo muy gordo y desconocido”, explica Luis Costa.

Españoles, Valencia ha vuelto. Al menos, durante la segunda mitad de este agónico 2016. La publicación de la novela de Chimo Bayo y Emma Zafón, No iba a salir y me líe (Roca), ha despertado un titán que llevaba casi treinta años aletargado: la mal llamada Ruta del Bakalao.
A rebufo de este curioso experimento literario, se ha practicado en los medios una autopsia colectiva del cadáver valenciano; una etapa musical que todavía hoy se nos revela como una anomalía de la España de los 80 y que para muchos entusiastas merecía ser explicada por sus propios hacedores, sin recurrir a anécdotas de farmacopea extrema distorsionadas por el paso del tiempo, viejas leyendas o rumores sobre rumores.
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Foto extraída del Facebook 'Ruta del Bakalao Valencia'
Y aquí es donde entra ¡Bacalao! Historia oral de la música de baile en Valencia, 1980-1995 (Editorial Contra). Luis Costa –DJ, periodista y jefe de prensa de la sala barcelonesa Razzmatazz- vio claro que había que acudir a las fuentes originales para escribir la historia definitiva del fenómeno valenciano. 
“Había poca información sobre el tema. Toda me había llegado sesgada. Era una historia apenas documentada. 
Hay un ensayo de Joan Oleaque que se titula En Éxtasi y algunos documentales, poco más. Así que hice unas primera entrevistas y enseguida vi que tenía algo muy gordo y desconocido”, explica Luis Costa.
En un esfuerzo admirable de coordinación, el autor ha encontrado y entrevistado a prácticamente todos los implicados en aquel boom –empresarios, DJs, músicos, periodistas-, para que sean ellos quienes nos muestren, más allá de la nebulosa, las vísceras del monstruo que crearon. 
Aquí los que hablan son los tipos que oficiaban misas multitudinarias en Barraca, Chocolate, Spook y otros santuarios de la fiesta.
 Los que ponían el dinero.
 Los que trajeron a Stone Roses por primera vez a España. Los maestros del sonido Valencia. 
Más de 20 entrevistados. Nunca se ha hecho un ejercicio periodístico sobre el asunto de esta envergadura.
Quizás, nombres como Juan Santamaría, Toni “El Gitano”, Kike Jaén, Fran Lenaers o Juanito “Torpedo” os suenan a personajes secundarios de una película de Eloy de la Iglesia. 
Un par de ellos, de hecho, habrían tumbado al Torete saliendo de fiesta. 
Sin embargo, se trata de visionarios que, a golpe de chaladura, tozudez y amor por la música de vanguardia, cambiaron por completo el concepto de ocio nocturno en España y alumbraron algo parecido a una cultura de clubs… cuando la cultura de clubs todavía ni se había inventado.
En ¡Bacalao! hablan ellos y solo ellos construyen el relato más fidedigno y cualificado que hasta ahora se ha volcado en papel sobre la edad dorada de este fenómeno.
 “En su momento no les hicieron caso, pero piensa que ellos sabían que tenían algo muy especial entre manos y lo protegieron celosamente. 
Tampoco se dieron mucha bola. Un DJ tan importante como Fran Lenaers no pinchaba fuera de Valencia ni falta que le hacía: no necesitaba salir de allí, tenía la mejor sala, el mejor equipo, el mejor público”, explica el autor.
¡Bacalao! se recrea en la etapa más efervescente de la ruta, más o menos desde principios de los 80 hasta los primeros compases de los 90.
 “Es una etapa de una variedad musical sin parangón. Se abarca un abanico de estilos amplísimo en muy poco tiempo”, comenta el autor. 
 Efectivamente, es un periodo apasionante e injustamente maltratado por la historia, que solo parece interesada en el apocalipsis final de la movida: el de la coca, el speed y el pitch al máximo.
 En los últimos capítulos, el libro también intenta arrojar una luz sobre las causas de la debacle, pero donde reside su auténtico valor es en la radiografía de los años en los que Valencia le pintó la cara a Madrid y Barcelona.

 Porque mientras que en España, la Movida copaba los focos de la modernidad, en Valencia se pirraban por el post punk, la new wave y los sonidos más alternativos anglosajones. 
Como se cuenta en la obra, hasta en en el bar más cochambroso de cualquier pueblecito podías escuchar a Cabaret Voltaire o Suicide. Parece que en los 80, los auténticos modernos no estaban ni en Madrid ni en Barcelona, sino en Valencia.
 “Escribiendo este libro me he dado cuenta de que Valencia es un enclave muy musical. Es cierto, en cualquier bar de pueblo tenían dos platos y compraban vinilos en las tiendas especializadas, que colocaban miles de copias.
 Siempre hubo una cultura musical muy avanzada”, explica Luis Costa.
 Y la primera etapa de la ruta valenciana adquiere en el libro tintes épicos en lo que se refiere a vanguardia y osadez. Grupos como Killing Joke o Play Dead, adscritos al underground en sus país de origen, tocaban en salas con mil personas hasta las cejas de mescalina, que cantaban sus canciones como si fueran himnos.
 Las bandas anglosajonas alucinaban, especialmente cuando comprobaban que tenían que tocar en dos sesiones imposibles: un concierto a las 2 de la madrugada y otro a las 7 de la mañana. Parece una broma, pero esto ocurría en Chocolate. “Andy Jarman cuenta que cuando leyeron el contrato pensaban que se habían equivocado con los horarios, pero se quedaron a cuadros cuando les dijeron que no”, asegura el autor.
 “Por eso, muchos grupos acababan como acaban. Había grupos que decían que no sabían quién estaba peor: si ellos o el público.”

Evidentemente, ¡Bacalao! aborda también el asunto de la química. El capítulo de la mescalina, la cápsula verde que marcó los años dorados de la Ruta y desapareció sin previo aviso en los 90, tiene hasta tintes de Breaking Bad, pues se habla de un misterioso químico de Barcelona que la fabricaba, y se puede deducir también que el cambio de la mescalina a la zarpa fue cosa las mafias.
 De todos modos, el libro evita acertadamente el empacho de anécdotas lisérgicas (Nando Dixkontrol escalando las cañerías de A.C.T.V. en busca de la Virgen, Bez de Happy Mondays viajando de Ibiza a Valencia solo para abastecerse de mescalinas) e intenta darle a esta sustancia legendaria la importancia relativa que tuvo. “La mescalina se ha mitificado un poco. No fue tan decisiva. Coincide en un momento en que la juventud empieza a disfrutar de unas libertades inexistentes hasta entonces en España.
 Y todo era intenso. Se divertían de verdad. Muchísimo. 
Dicen que era de una calidad superior, que no daba bajón, bueno, todo se mitifica mucho, pero lo atribuyo más al momento que a esa droga en concreto”, comenta Luis Costa.
 En este sentido, ¡Bacalao! es la historia de un subidón cósmico y un bajón letal. Es una historia oral trepidante que sería perfecta si Chimo Bayo hubiera accedido a participar en ella. “Contacté con él en marzo. Y durante el tiempo que lo intenté, me dijo no podía, porque estaba liado. 
También me explicó que estaba escribiendo su novela. Todo parecía ir bien hasta el momento en que le dije que necesitaba hacer la entrevista ya, porque había que entregar el texto, y entonces me dijo que no.
 Es una pena, me hubiera encantado tenerle”, asegura Luis Costa. Lo cierto es que en el libro, no hay buenas palabras de los entrevistados hacia Chimo Bayo.
 Muchos le identifican como el comienzo de la gangrena, el showman que dio sentido a la odiada 'K' de Bakalao. Definitivamente, después de esta lectura, es la hora de ponerle la C que le correspo

 

Los Reyes y sus hijas posan para felicitar la Navidad............ Mábel Galaz

Don Felipe y doña Letizia posan este año con la princesa de Asturias y la infanta Sofía en una imagen familiar.

 

Felicitación navideña de la familia real. Casa real
 
Los Reyes de España han elegido este año para felicitar la Navidad una foto en la que aparecen con sus hijas, Leonor, de 11 años, y Sofía, de 9.
 La imagen fue tomada a finales del mes de noviembre en el palacio de La Zarzuela por el equipo de fotografía.
Los cuatro aparecen vestidos de sport y muy sonrientes. Sofía está sentada en brazos de su madre, mientras Leonor da la mano a su padre. 
La felicitación va firmada por los Reyes, la princesa de Asturias y la infanta Sofía con un sencillo texto en castellano e inglés: "Feliz Navidad y próspero año 2017".






El palacio de La Zarzuela también ha difundido este lunes la felicitación de Navidad don Juan Carlos y doña Sofía que reproduce la Adoración de los Pastores, una obra de Juan Martínez Montañés, fechada en 1609, perteneciente al retablo mayor del Monasterio de San Isidoro del Campo de la localidad sevillana de Santiponce.
Por quinto año consecutivo, la página de la Casa del Rey no publica las postales navideñas de las infantas Elena y Cristina, que desde la proclamación de don Felipe, han dejado de formar parte de la familia real.

Es costumbre en todas las casas reales europeas que sus integrantes feliciten la Navidad con este tipo de tarjetas. Cada vez es más común que sean los miembros más jóvenes de las familias reales los que protagonicen estas instantáneas.
 

¿Nos quedaremos sin dinero (en metálico)?.....................J.avier Salvatierra

Aunque técnicamente es posible prescindir del efectivo, España aún mantiene bajos porcentajes de pago electrónico.

Un usuario se dispone a realizar un pago a través del móvil. ÁLVARO GARCÍA | EPV
Jesús Miguel Ramos es propietario del restaurante La Cabaña en Alcobendas. 
Según cuenta, más o menos el 55% de su facturación le llega en efectivo, en billetes y monedas contantes y sonantes.
 El resto de sus ingresos no pasa por sus manos, no se ve, es dinero electrónico, pagos con tarjetas o cheques-restaurante.
 Le va bien así, dice, porque con el efectivo que maneja diariamente suele hacer los pagos diarios a proveedores, mientras que paga las nóminas, el alquiler y otras facturas con lo que ingresa en el banco. Se puede decir que Jesús va por delante de la media.
 En España, según Ovidio Egido, director general de Mastercard, el 70% del consumo privado aún se paga en metálico.
 Solo el 30% se abona mediante alguno de los cada vez más variados medios de pago electrónico.
 En los países nórdicos estos porcentajes se invierten e incluso se quedan cortos: en Dinamarca o Suecia el uso de billetes y monedas es casi anecdótico.
 Los expertos consultados coinciden: el efectivo es sucio, engorroso y caro de gestionar -según Egido, el coste de manejarlo, imprimirlo, transportarlo y asegurarlo puede llegar al 1,5% del PIB mundial.
 En cambio, el dinero electrónico es seguro, cómodo, rápido y, sobre todo, trazable, es decir, deja huella y esa huella se puede seguir, por lo que dificulta enormemente el fraude y la economía sumergida, uno de los grandes problemas de la economía española. “El mayor coste del dinero en efectivo para la sociedad es que facilita el funcionamiento de la economía sumergida”, afirma Javier Alonso, recién nombrado número dos del banco de España.
Entonces, ¿por qué ese apego español al monedero? Jesús Fernández-Villaverde, profesor de la Universidad de Pennsylvania, lo tiene claro. “Fraude fiscal. Tenemos una economía sumergida más grande que otros países de nuestro entorno”, responde por correo electrónico, dejando en un segundo escalón cierta aversión o retraso tecnológico. Emilio Vizuete, profesor de la Universidad de Barcelona, también menciona cierta “picaresca”, pero apunta sobre todo a una cuestión ”cultural” y a una “incultura financiera” que aún se arrastra del pasado inmediato. 
Santiago Fernández de Lis, Economista jefe de sistemas financieros y regulación de BBVA, también relaciona la querencia española por el efectivo con la economía sumergida. 
El Informe sobre tendencias en medios de pago 2016 de Tecnocom y AFI menciona otras razones: los que se resisten al uso de tarjetas u otros medios electrónicos lo hacen por las “tasas y comisiones asociadas” y por la “dificultad para controlar el gasto”.

Crecen los pagos electrónicos

Pese a todo esto, incluso en España el uso de dinero electrónico va aumentando y se acerca a los niveles del metálico.
 Por ejemplo, en el primer trimestre de este año, por vez primera los españoles pagaron con tarjetas más dinero (27.816 millones de euros) del que sacaron de los cajeros (26.603 millones), según el Banco de España
 Este será el primer año en que se dé ese fenómeno. 
“Se está produciendo un doble movimiento: por un lado, más aceptación —más TPVs en tiendas— y mayor acceso a tarjetas”, explica Antonio Macías, director de Negocio de Tarjetas de BBVA.
¿Nos dirigimos a un país sin billetes y monedas? Javier Alonso tiene claro que no, por la función del dinero “como depósito de valor, algo que se aprecia en momentos de crisis” y “porque es la solución de emergencia cuando no hay luz”.
 No obstante, sí admite que las nuevas tecnologías “contribuirán a una reducción del uso de efectivo”, opinión que comparte Macías. Carmen Alonso, directora general de Visa España, opina que el efectivo “tendrá cada vez menos peso, aunque yo no veré su desaparición”.
 Para Fernández de Lis, “incluso en las propuestas más ambiciosas, los billetes de baja denominación tendrían que seguir existiendo”. Vizuete está convencido de que a medio plazo desaparecerá, igual que Antonio Argandoña, profesor de IESE, que lo supedita a que exista un sistema “absolutamente seguro, rápido, cómodo y al alcance de todo el mundo”
Pero sí admiten todos que técnicamente sería posible prescindir del cash.
 “En los próximos cinco años viviremos más innovaciones que en los últimos 50”, afirma Egido. “El porcentaje de población bancarizada es altísimo”, señala Macías.
 El parque de tarjetas bancarias en España alcanza casi 70 millones, según el Banco de España cada vez más con tecnología contact less -sin contacto- que permiten pagar con un simple gesto, los servicios de pago por móvil -Bizum, Apple Pay, Samsung Pay y otros- empiezan a ponerse en marcha… 
En cuanto a la seguridad, Macías asegura que, aunque no se puede eliminar el riesgo al 100%, “las áreas de seguridad de los bancos son de lo más potente”.
Si acaso, hacen falta pequeños empujones, algunos en el ámbito legislativo. 
Como la rebaja a 1.000 euros del pago máximo en efectivo, anunciada por el Gobierno el pasado 2 de diciembre. Carmen Alonso cita medidas legislativas o administrativas para que el transporte público o los pequeños trámites burocráticos puedan pagarse electrónicamente.
 Egido aboga por “inculcar a los comercios y a los consumidores los beneficios asociados a estos métodos de pago y los costes del efectivo”. 
 Vizuete, por su parte, apunta a los bancos, al apostar por una rebaja de las comisiones que las entidades cobran a los comerciantes por cada compra con tarjeta.
 Ramos, el dueño del restaurante, le toma la palabra: “Si lo hicieran, ninguna empresa se complicaría en manejar cambio”.




 

Musas eternas

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Desde el toque masculino de Patti Smith hasta la reivindicación del folclore de Frida Kahlo y la sofisticación de Lisa Fonssagrives. Recreamos, con modelos actuales, la estética de iconos que inspiraron a grandes artistas y definieron el estilo de varias generaciones.
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Foto: Outumuro. Estilismo: Renée López de Haro