Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

12 dic 2016

Moda para dos generaciones de princesas...................... María Contreras

La firma de costura Catherine Walker, que vistió a Diana de Gales en muchas ocasiones, se ha convertido también en una de las favoritas de Kate Middleton.

Kate Middleton, en 2014, y Diana de Gales, en 1985, con diseños de Catherine Walker.

Cuando el próximo febrero se inaugure en Kensington Palace la muestra Diana: her Fashion Story —en el 20º aniversario de su muerte—, algunas de las prendas más emblemáticas de las allí expuestas llevarán la etiqueta Catherine Walker, una de sus firmas de cabecera.
 La princesa la vistió en cientos de ocasiones desde su primer embarazo en 1981 hasta su muerte en 1997.
 Incluso fue enterrada con uno de sus vestidos.
 
Diana de Gales, con un vestido de Catherine Walker, en 1987.

La marca, una de las favoritas de la realeza y la aristocracia inglesas, fue el proyecto conjunto entre la diseñadora francesa afincada en Londres Catherine Walker y su segundo marido, Said Cyrus.

 Desde la muerte de la creadora en 2010, es Cyrus quien continúa su legado.

 Y aunque no es la primera vez que sus diseños son objeto de una exposición, la del próximo febrero evoca en él una emoción especial: “Es un honor estar en esa muestra, cada prenda está llena de recuerdos privados. 

Pero por encima de todo está la gratitud y el entusiasmo que siempre nos demostró la princesa”. 

Tras la muerte de Catherine Walker en 2010, Alexandra Shulman, la directora del Vogue británico, aseguró que la diseñadora había definido una era.
 A las puertas de celebrar el 40º aniversario de la marca en 2017, su socio y marido está decidido a seguir siendo relevante, y tal vez por ello se resiste a dejarse llevar por la nostalgia:
 “Ha habido tantos grandes momentos en estos 40 años que necesitaría un libro para describirlos todos”.
Entre sus vestidos más icónicos destaca el conocido como Elvis dress, que hoy pertenece a la colección del museo Victoria & Albert de Londres.
 Realizado en seda blanca con incrustaciones de perlas, Diana lo llevó en dos ocasiones en 1989, y acabó siendo subastado en 1997 con fines benéficos por más de 81.000 libras de la época.
“Fue un encargo especial para un viaje a Hong Kong”, recuerda el costurero. “Elegimos perlas como un guiño a Oriente, y nos inspiramos en las raíces del vestuario de la realeza británica desde la corte isabelina, ¡y no en Elvis Presley!”.
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Kate Middleton, vestida de Catherine Walker, en 2015.
Catherine Walker & Co., el nombre de la firma hoy, es una de las pocas casas inglesas de costura que ha vestido tanto a Diana como a su nuera, la duquesa de Cambridge. 
Kate Middleton la ha elegido en numerosos actos oficiales durante los últimos cinco años, entre ellos, uno de los eventos del 90 cumpleaños de la reina Isabel.
 “Siempre es un honor ver a clientas con nuestras prendas, tanto si son personajes públicos como si no”, afirma un discreto Cyrus al ser preguntado por el efecto Kate.
 “Como es lógico, cuando los medios se hacen eco siempre recibimos mucho interés”.
La firma, que no hace desfiles y mantiene un perfil bajo, produce todas sus prendas a medida.
 “Junto a nuestro showroom en Chelsea tenemos un taller donde trabaja un equipo de 30 artesanos: sastres, costureras, patronistas, bordadoras...
 Nada se hace en el extranjero, ¡ni siquiera fuera de Chelsea!”, explica Cyrus.
 La confección de una pieza suele requerir entre cuatro y seis semanas, y no hay atajos.
 “Es más, un vestido de noche con intrincados bordados a mano y adornos de cuentas puede llevar meses”, añade
. Recientemente han incorporado una estrategia de comercio electrónico que denominan e-couture
 “Nos escribía cada vez más gente desde el extranjero para comprar un diseño nuestro, pero necesitamos probárselo para alcanzar el nivel de excelencia sobre el que hemos construido nuestra reputación.
 La solución se apoya en que los clientes tengan un sastre local que trabaje con sus medidas exactas.
 Nosotros fabricamos la prenda en Chelsea, pero es su sastre quien lleva a cabo el último fitting”.



 
Vestido de Catherine Walker, que llevó la princesa Diana en 1992 y que salió a subasta en 2013.



Melanie Martínez, la muñeca diabólica que se vengó del pop

 
 
La cantante Melanie Martínez, el pasado mes de octubre en Austin (Estados Unidos).
 

Ídolo juvenil, a sus 21 años la cantante estadounidense es un referente de las víctimas del ‘bullying’.

No sabe quién es y no pasa nada. Eso significa que tiene más de 18 años y eso, todavía, no es nada malo.
 Pero sí pasa que se puede estar perdiendo algo muy interesante si no ha escuchado todavía a Melanie Martínez y su disco Cry Baby.
Con un aspecto de Baby Jane precoz y una voz a lo Lana del Rey, la que fuera concursante de The Voice (era del equipo de Adam Levine y fue expulsada en la sexta ronda) tramó una sólida venganza y volvió no como tradicional juguete roto de concurso musical sino como una muñeca diabólica que juega con cuchillos y susurra nanas inquietantes.
 Una especie de lado oscuro de la Mai Meneses y su reconversión en Nena Daconte.
Melanie Adele Martínez, la hija hipersensible de una familia mitad puertorriqueña mitad dominicana, nació en 1995 el barrio neoyorquino de Astoria y tomó para su alter ego el nombre que le pusieron en la guardería por llorona (Cry Baby). 
Ahora, en vez de berrear, canta canciones sobre cirugías estéticas que salen mal o infancias truncadas por violaciones en parkings. Sigue teniendo los dientes separados y llevando babies, aunque con un twist frenopático.
 “Mi manera de superar mis inseguridades fue llevar esa vulnerabilidad totalmente fuera de control”, aseguró en las páginas de Vogue.
Así, todas sus melodías tienen el sello de los productores hip hop Kinetics & One Love y sale al escenario para rentabilizar los acosos y las depresiones que sufrió en la adolescencia, lo que la ha convertido en una heroína musical de las víctimas del bullying mucho más convincente que Lady Gaga y sus guiños a los little monsters.
Primero encontró un inesperado nicho en esos adolescentes que quizá estén mucho más atentos a la calidad de lo que normalmente se les atribuye, pero luego se llevó el favor de los críticos del New York Times, que acudieron a su concierto y dijeron nada menos que la joven de 21 años “podría enseñar a los políticos de carrera cómo lanzar un mensaje”.
 El suyo era, según el periódico neoyorquino, “qué pasa cuando la ilusión de la infancia se abre paso en la amargura de la realidad adulta”.
“Es mi fiesta y lloro si quiero”, gritaba en Pity Party, el primer sencillo con el que llamó la atención y que seguro que si lo escuchan se darán cuenta de que Melanie Martínez no era tan desconocida como pensaban.
 Y, aunque todavía no entra en las listas de popularidad de Billboard, cuenta con hasta 3,3 millones de seguidores en su Instagram (en Twitter mantiene un perfil más bajo que certifica la defunción de la red social para toda una generación) y en YouTube consiguió dos millones de visionados en solo una hora de su último sencillo Pacify Her (algo así como “ponle el chupete”).
 Y entonces, ¿maneja con madurez o con infantilismo este éxito que parece que crece de manera exponencial? 
Tal como confesó a Vogue, también en eso mezcla las edades. “Sufro mucha ansiedad antes y después de salir al escenario. 
Solo necesito relajarme fumando algo de hierba o viendo dibujos animados”.

 

El juez investiga ahora si los padres de Nadia lo son realmente........J.esús García .....


El magistrado cita a dos profesoras del colegio donde estudia la niña enferma.


Marga Garau a su llegada a los juzgados, el viernes. ALBERT GARCÍA / ATLAS
El juez del caso Nadia investigará la paternidad de Nadia Nerea, la niña afectada por una enfermedad genética rara.
 El magistrado tiene duda de que sus padres, Fernando Blanco y Marga Garau, sean realmente sus padres biológicos.
 Y ha ordenado dos diligencias para averiguarlo: ha pedido al registro civil de Palma de Mallorca "el certificado original donde consta el nacimiento de la pequeña" y, también, los informes del médico que asistió al nacimiento de Nadia.
Las dudas sobre la paternidad de Nadia surgieron, presuntamente, el pasado viernes, durante el interrogatorio de los padres como investigados por un delito de estafa.
 En un momento de la declaración, Blanco insinuó que Nadian era "como una hija" para él, según fuentes de la investigación.
 El hombre, con antecedentes por el mismo delito, permanece en prisión provisional desde entonces. 
Marga Garau, la madre, está en libertad, pero el juez les ha suspendido a ambos la patria potestad.
 La niña permanece ahora en Palma de Mallorca junto a su tía.
La instrucción judicial sobre la supuesta estafa de los padres de Nadia a costa de la enfermedad de la pequeña avanza. 
Los Mossos han acreditado ya que la familia gastó más de 600.000 euros destinados a ayudar a la niña en bienes para su uso y disfrute personal.
 Las dudas ahora van más allá: además del asunto de la paternidad, los investigadores quieren saber hasta qué punto la dolencia que sufre la pequeña (tricotiodistrofia) y que ha sido diagnosticada por profesionales sanitarios, es de la gravedad que Blanco y Garau han manifestado públicamente.
El juez ha ordenado al médico forense del juzgado que, tras recibir la información médica de la niña, "informe sobre su estado de salud" de manera inmediata. 
El titular del juzgado de instrucción número 1 de La Seu d'Urgell, Ignacio Risueño, también ha pedido al centro escolar donde estudia la pequeña, en Organyà (Lleida) un informe sobre sus faltas de asistencia a clase y ha citado a declarar, como testigos, a dos profesores del centro.
 Nadia disponía de una profesora de refuerzo contratada expresamente para atenderla. 


 

 

La policía advierte: cuidado si encuentras esto en tu puerta


La policía advierte: cuidado si encuentras esto en tu puerta








A través de su cuenta de Twitter, avisa de qué debemos de hacer si vemos uno de estos objetos en nuestra casa.

 

La fuerza de las redes sociales también sirve para intentar evitar situaciones tan dramáticas como el robo en nuestros domicilios. Ese es el aviso que ha querido hacer la Policía, a través de su cuenta de Twitter, dirigido a la población.
En un mensaje en dicha red social, han querido alertar sobre el peligro que puede suponer encontrarse con cartones o plásticos doblados en las puertas de nuestra casa. Y es que estos objetos doblados son en realidad "marcas" de los ladrones para saber si pueden entrar a robar.

El método de los ladrones

La Policía explica que el 'modus operandi' de los ladrones es dejar esos testigos enganchados entre la puerta y su moldura, a una altura imperceptible para sus habitantes de modo que ni se dan cuenta.
A los pocos días regresan y miran si el testigo sigue en su sitio (lo que significaría que la puerta no se ha abierto y que la casa está vacía) o si ha desaparecido (lo que supondría que hay habitantes).

Un ladrón abre una puerta de una casa