El prestigioso profesional, con el estudio de Carlos Rubio, rehablitará el Salón de Reinos para ganar 2.500 metros cuadrados de espacio expositivo.
Madrid
Rehabilitará y transformará el Salón de Reinos, un edificio del siglo XVII que fue sede del Museo del Ejército, ubicado junto al Casón del Buen Retiro de Madrid, con el objeto de ganar unos 2.500 metros cuadrados más de espacio expositivo para una de las principales pinacotecas del mundo.
Norman Foster ha salido victorioso de la constelación formada por ocho estrellas de la arquitectura internacional, incluidos tres premios Pritzker (el equivalente al Nobel en esta disciplina que tiene el propio Foster), según acaba de anunciar el ministro de Educación, Cultura y Deportes, Íñigo Méndez de Vigo, tras la reunión del patronato del museo.
Para este concurso de ideas, Foster ha diseñado un proyecto que recibe el nombre Traza oculta y para cuya elaboración el ministro anunció la consignación de dos millones de euros.
Se prevé que el presupuesto para la intervención arquitectónica rondará los 30 millones de euros.
La alcaldesa de Madrid, presente en el acto, ha declarado: "Es un proyecto de gran belleza respetuoso con el Salón de Reinos".
El proyecto potencia la peatonalización del eje parque del Retiro-Paseo del Prado por la calle de Felipe VI.
Se crearía así un gran espacio público que unificaría, además, el campus del Prado, formado por la sede central del edificio de Villanueva, el Casón del Buen Retiro, la ampliación de los Jerónimos y ahora el Salón de Reinos.
Foster no es un recién llegado al mundo de los museos.
Fue el encargado de reformar el vestíbulo del British Museum para el que diseñó una cubierta.
El Ayuntamiento de Londres también ha contado con su maestría así como la cúpula del Reichstag, el Parlamento de Alemania, en Berlín.
Además le ha sido adjudicada la ampliación del Camp Nou, que le convertirá en el estadio de fútbol más grande de Europa.
Los estudios de Norman Foster, Eduardo Souto de Moura, Rem Koolhaas, Cruz y Ortiz, Nieto Sobejano, Chipperfield, Gluckman y Garcés De Seta Bonet fueron los que llegaron a la selección final entre los 47 que se presentaron a un concurso que, si bien su presupuesto no será muy elevado para este tipo de proyectos (se prevé que rondará los 30 millones), sí comporta un gran prestigio al tratarse del museo referencial de maestros de la pintura como El Bosco, Velázquez o Goya.
El ministro ha sugerido que las obras de la nueva ampliación del llamado campus del Prado, que continuará la realizada en 2007 por Rafael Moneo (presidente del jurado del concurso actual) comenzarán en 2019.
Es entonces cuando se celebrará el bicentenario del nacimiento del museo.
De esta manera, Méndez de Vigo ha corregido las expectativas más halagüeñas que señalaban el 2019 como el año de la inauguración de las nuevas dependencias.
Desde el Prado, se prefería hablar del "horizonte del 2019", como ha reiterado esta mañana José Pedro Pérez Llorca, presidente del patronato.
La pretensión de los responsables del Prado y del Gobierno es que la iniciativa privada sufrague al menos un tercio de la financiación del proyecto y que el resto corra a cargo del Ministerio de Cultura a través de partidas plurianuales.