Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

18 nov 2016

La isla que cultiva telescopios....................................................................... Javier Salas

La Palma lucha por rentabilizar su ventaja como referente mundial de astronomía implicando a la población.

Santa Cruz de la Palma (Canarias)  

El mayor telescopio del mundo y a la izquierda, a 400 metros, la futurible ubicación del gigantesco TMT. IAC | EPV
Hace décadas, desde Puntagorda se exportaban almendras a Inglaterra para rellenar las tabletas de chocolate Cadbury.
 Dentro de unos años, desde el municipio palmero se podrían exportar hacia las universidades de todo el mundo las claves para resolver los mayores misterios del cosmos.
 Ese gigantesco salto ilustra lo que ha vivido La Palma (Canarias) en las últimas tres décadas, desde que se comenzara a mirar el cielo en el Observatorio del Roque de los Muchachos.
 Allí se ubica una docena de telescopios, algunos de los aparatos más potentes y sofisticados para entender el universo.

Y en unos meses sabremos si llega hasta Puntagorda el titánico TMT (siglas en inglés de telescopio de treinta metros), después del rechazo social y el varapalo judicial que sufrió el plan original de levantarlo en una montaña sagrada de Hawái. 
"Nos lo estamos creyendo muchísimo", reconoce Vicente Rodríguez, alcalde de la localidad del noroeste de la isla.
 Según explica, Puntagorda fue el último municipio de la isla al que llegó la carretera, por culpa de la misma cumbre que mañana puede convertirlos en La Meca de la investigación astronómica.
Puntagorda fue el último municipio de la isla al que llegó la carretera y puede convertirse en La Meca de la investigación astronómica
Los paralelismos entre las montañas de Hawái y las de Canarias son muchos: lejanía del continente, vulcanismo, archipiélagos de cumbres altas y unas magníficas condiciones para mirar al espacio. Y por eso han visto crecer sus observatorios con nuevos y mayores instrumentos científicos. 
Sin embargo, algunos polinesios alcanzaron la gota que colmó el vaso del recelo después de décadas de astronomía en sus montes.
En La Palma todos reconocen orgullo por la ciencia que se hace allí, pero no se esconde cierta sensación de ocasión perdida después de muchos años en los que la vida en la isla y en el observatorio caminaron en paralelo, casi sin cruzarse.
 Pero la posible llegada del TMT y la nueva dirección científica en el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) y el Gran Telescopio de Canarias (GTC) pretenden cambiar esa situación, haciendo que la tecnología puntera colocada en lo más alto eche raíces en la sociedad de la isla y filtre sus beneficios a toda la población.
"La gente no ha percibido de manera directa el beneficio, podemos tener un concepto mucho mejor del que se tiene ahora mismo", reconoce el alcalde de Puntagorda, municipio de dos millares de habitantes que ya ha puesto todas las facilidades legales y urbanísticas para que aterrice el TMT.
 "Los tiempos han cambiado, estamos expectantes porque sabemos que la repercusión no va a ser la misma que hasta ahora", asegura.
Con ese "hasta ahora" se refiere a los 30 años en los que todos los telescopios del observatorio estaban enclavados en el municipio vecino, Garafía. 
"Los americanos", como todo el mundo los llama, han elegido para su TMT una loma a 400 metros del GTC, justo al otro lado de un pequeño barranco que se eleva por encima de las nubes y que marca la frontera entre los dos pueblos.
 En Garafía está el GTC, el mayor telescopio óptico del mundo; se construyó Liverpool, el telescopio robótico más grande del momento; se instalarán los potentes Cherenkov; o se levantaron los espectaculares espejos de los MAGIC, que detectan rayos gamma de 7.000 millones de años.
Y a pesar de todo, Garafía es el pueblo más pobre de Canarias y su población no ha dejado de reducirse y envejecerse. 
Allí sí que han sentido "desapego hacia la importancia y el beneficio" de los telescopios, según cuenta su primer teniente de alcalde, Yeray Rodríguez.
 A pesar de eso, el pueblo se vende en su web como "Municipio de las estrellas" para tratar de sacar rendimiento a la palabra de moda: el astroturismo, que se quiere potenciar en toda la isla gracias a los titulares que reciben los cielos de La Palma.
 Al preguntarle si tiene la sensación de que les ha pasado como en Bienvenido, míster Marshall, Rodríguez va más allá: "Peor, hemos sido como el tonto del pueblo al que esconden para que los americanos no lo vean".

Todo el que se ve en la tesitura de contar avances científicos sabe que siempre el primer comentario es negativo, criticando que los científicos despilfarren dinero mientras hay problemas mayores en el mundo.
 No ha calado del todo la idea de que, al margen del conocimiento y los Nobel que puedan llegar, la astronomía genera tecnologías que más tarde llegan a la medicina o a los móviles.
 En La Palma el reto es doble, porque algunos pueblos se vacían mientras unos cientos de metros más arriba se hacen inversiones extraordinarias en sistemas punteros. 
"Ellos tienen fibra óptica que les hace viajar en autopistas de 30 carriles mientras el resto vamos por caminos de tierra", pone como ejemplo Anselmo Pestana, presidente del Cabildo de La Palma, máxima administración insular.

 

Trabajos, Nobel y talento joven

Pero se atisban cambios. Este año se ha hecho con las riendas del GTC un milanés, Romano Corradi, que lleva en Canarias desde que llegara en 1994 en el primer programa de intercambio de jóvenes científicos europeos. 
"Mi hijo es palmero y quiero lo mejor para él", resume este astrofísico extraordinariamente entusiasta ante ese reto de que el telescopio deje huella en la isla —con forma de corazón— de la que está enamorado.
 Corradi quiere que todos, trabajadores y ciudadanos, comprendan que el GTC es "un organismo público, sin ánimo de lucro y que sirve para conocer dónde estamos en el universo". 
"Los que trabajamos aquí somos los embajadores de la curiosidad humana", propone.
Apartir de ahí, detalla todas las cosas que este telescopio ya ha hecho por los palmeros. 
De los 48 trabajadores que el GTC tiene en la isla, 27 son oriundos; dos de los cuatro jefes de grupo y dos de los ocho astrónomos. Pretende reforzar la comunicación con las empresas de la isla, aunque ya son 106 las que han trabajado con ellos, con un peso de 170.000 euros anuales.
 Pero Corradi quiere desatar un "efecto dominó" en la capacitación de los jóvenes: "Hay que darle una oportunidad al talento de aquí, cuidarlo".
 Alumnos de informática contratados, estudiantes en prácticas, divulgación en las escuelas, oportunidades para licenciados... Hasta ha negociado un acuerdo con la Escuela de Arte Manolo Blahnik, llamada así por el ilustre palmero creador de los manolos: los jóvenes diseñadores buscarán sinergias con el telescopio, para mejorar su imagen en todos los aspectos (web, iconografía, fotos, etc.).
Y si llega el TMT, una infraestructura de 1.300 millones, los provechos se multiplicarán: "Se habla de 200 millones de euros en obra civil. 
De un movimiento económico ligado al telescopio de entre 25 y 40 millones", asegura el presidente del Cabildo.
 Y el Gobierno de España ya ha garantizado un millón para mejorar la sinuosa carretera de acceso al Roque: los instrumentos tendrán que subir despiezados entre el famoso bosque de laurisilva palmero y montarse arriba, al contrario que en el plan para Hawái.
 "Y son 120 trabajadores con buenos sueldos que se instalarán aquí", recuerda el director del IAC, Rafael Rebolo, cuyo esfuerzo ha puesto a La Palma en el camino del TMT. 

Recelos, leyenda urbana y retrasos

El alcalde de Puntagorda tiene la percepción de que "los americanos" (también hay japoneses, chinos, canadienses e indios) quieren entrar con buen pie en la isla.
 Según Rodríguez, quieren invertir en servicios y desarrollos para los vecinos del municipio.
 Y ser transparentes: el gigantesco telescopio, como un edificio de 18 plantas, cuenta con un itinerario que permite a los visitantes recorrer la instalación sin interferir en la investigación.
 Esa es otra de las cosas que Corradi quiere mejorar en el GTC, que solo recibe 8.000 visitantes al año de los 100.000 turistas que suben al Roque. 
Ahora mismo se está construyendo, con una inversión de 3,5 millones, el Centro de Visitantes del Observatorio, una instalación para incentivar el turismo que llega tres décadas tarde.
En La Palma no hay dioses ni montañas sagradas, pero los prejuicios negativos también arraigan cuando no se siembran prejuicios positivos.
 El recelo surgió por culpa de los vertidos de aguas residuales, ya que al principio el saneamiento no llegaba hasta los 2.400 metros de altura del observatorio
. En aquel momento su administradora era Mary Barreto, ingeniera y palmera, que ahora es responsable del desarrollo de los sofisticados instrumentos del IAC: 
"En aquellos tiempos, no había depuradoras de aguas negras, eso generó leyenda urbana y rechazo".
 Más tarde, se instaló una red de depuradoras en las instalaciones.
"Cuando yo entré a trabajar allí, para mí, palmera, el Observatorio, era un misterio", bromea Barreto, que dormía allí con un rebaño de cabras bajo su ventana.
 Durante su gestión, entre 1986 y 1995, se comenzó con las jornadas de visitas y de confraternización con los garafianos, y de ahí surgieron algunas vocaciones científicas que ahora podrían multiplicarse. 
"Mi carrera profesional no existiría si no es por el Roque", asegura, como ejemplo del impacto que puede tener en los estudiantes. 
Y recalca: "Pongámonos las pilas como isla. 
Todos. Si hacemos las cosas bien, la llegada del TMT puede ser el gran impulso".

Rechazo social en Hawái

Estos días se celebran en Hawái las audiencias que en su día no se realizaron para conocer la conveniencia de construir el TMT en Mauna Kea, y que se extenderán hasta diciembre.
 El bloqueo legal obligó al consorcio internacional que paga este telescopio a buscar un plan B, La Palma, para dejar de perder dinero y ventaja científica si las pegas medioambientales y religiosas se mantienen. 
Sí o sí, los responsables del proyecto quieren estar construyendo el instrumento en abril de 2018, ya sea en la isla del Pacífico o en la del Atlántico.
A pesar de los esfuerzos renovados por ganar la batalla de la opinión pública, una encuesta del propio consorcio muestra que el 31% de los hawaianos se opone a la construcción de una infraestructura tan poco polémica como un telescopio. 
Para convencer al consejo del TMT, el director del IAC, Rafael Rebolo, consiguió que Canarias declarara este proyecto "de interés estratégico" para dar todas las facilidades legales.
 De hecho, cuenta Rebolo que se va a iniciar el papeleo desde ya, para no perder ni un minuto en caso de que Hawái no sea viable. "El apoyo del Gobierno, de todas las administraciones, ha sido fundamental", asegura. 
"Esto lo hacemos en nombre de la comunidad científica española, que se va a beneficiar del uso de este telescopio", resalta Rebolo, que todavía está negociando qué porcentaje del tiempo de observación del TMT sería para España.
Pocas veces se ha visto un despliegue de apoyos tan importante como el del TMT.
 Esta semana, precisamente, se puso la guinda con una declaración institucional del Congreso, impulsado por la diputada palmera Melisa Rodríguez.
 "Ha habido una desconexión, no se ha visto lo que había en el Roque. Y en España no se sabe que tenemos allí el mayor telescopio óptico del mundo", lamenta la representante de Ciudadanos. 
Y añade: "Por eso queremos que Canarias sea un hub de investigación, hay que impulsarlo con iniciativas como esta".


Leonard Cohen murió durmiendo tras sufrir una caída nocturna en su casa de Los Ángeles

Fue enterrado en Montreal, en una caja de pino sin adornos, junto a sus padres.

Leonard Cohen, en enero de 2012, en París. JOEL SAGET AFP / EL PAÍS
El cantautor y poeta canadiense Leonard Cohen falleció mientras dormía, tras sufrir una caída nocturna en su casa de Los Ángeles (EE UU), el pasado 7 de noviembre. Robert B. Kory, managerdel artista, reveló ayer en un comunicado detalles del fallecimiento. “Leonard Cohen murió mientras dormía, justo después de una caída en mitad de la noche. 
La muerte fue repentina, inesperada y tranquila”, dice. No hay más detalles sobre los momentos posteriores.

El fallecimiento del cantante se comunicó a través de las redes sociales el 10 de noviembre, tres días después, y apenas se habían conocido detalles de qué había ocurrido realmente.
 “Quedan sus hijos, Adam y Lorca, y sus tres nietos, Cassius [hijo de Adam], Viva y Lyon”, agrega Kory.
El fallecimiento del cantante se comunicó a través de las redes sociales el 10 de noviembre, tres días después, y apenas se habían conocido detalles de qué había ocurrido realmente. 
“Quedan sus hijos, Adam y Lorca, y sus tres nietos, Cassius [hijo de Adam], Viva y Lyon”, agrega Kory.

El breve comunicado del agente se suma a una publicación en Facebook de Adam Cohen, hijo del cantante, en la que revela otros aspectos de la muerte de los que su entorno no había informado. “Mi hermana y yo acabamos de enterrar a mi padre en Montreal. Solo con la familia más cercana y algunos amigos de toda la vida. Fue enterrado con un ataúd de pino sin adornos, al lado de su madre y su padre.
 Exactamente como pidió”, dice en su página. 
 En breve está previsto un funeral en Los Ángeles en memoria del canadiense, que tenía 82 años.

La última vez en público

Leonard Norman Cohen, nacido en Quebec en 1934, vivió su vejez en Los Ángeles. Allí, el pasado 13 de octubre, presentó su último disco, You Want It Darker
. Fue su última aparición en público, agradeció su asistencia a todos los que allí estaban y dijo: “Me propongo vivir para siempre”, respondiendo a una de las primeras preguntas que le formularon sobre una entrevista que había dado unos días antes a la revista The New Yorker. 
 “Dije que estaba dispuesto a morir. Creo que estaba exagerando”.
En este acto Cohen ya no se parecía al hombre que emocionó a miles de personas con un gira mundial en 2012.
 Caminaba muy despacio y hablaba con poca energía, aunque su voz de oro aún llenaba la habitación y sobrecogía por su profundidad.
Se despidió, después de hablar de la familia, de la vejez y de su religión y de regalar un poema recitado a los asistentes. “Espero que podamos hacer esto otra vez.
 Me propongo vivir hasta los 120 años”.

 

Tamara Falcó: “Estoy gorda porque tengo un problema de tiroides”

La hija de Isabel Presyler ha contado en los premios 'Marie Claire' que su madre le ha pedido que le diseñe el vestido de boda.

Tamara Falcó en la fiesta Marie Claire 2016 y, a la derecha, en el mismo evento en 2014.

 


"Estoy gorda porque tengo un problema de tiroides", contó anoche Tamara Falcó a la prensa durante la entrega de los premios Marie Claire.
 La hija de Isabel Preysler, que está a punto de cumplir 35 años, ha ganado algunos kilos y ella misma ha querido dar explicaciones a los medios de comunicación, que siempre que va a una alfombra roja se le acercan: 
"Estoy tratando de solucionarlo, pero se necesita tiempo", contó. 
Falcó, sin perder un ápice del buen humor que le caracteriza, dijo que también tenía un poco de culpa Ramona, su cocinera: "Mi madre y Ana están siempre viajando, así que soy la única que come en casa", afirmó.
WireImage
La reciente diseñadora de moda acudió a la fiesta vestida con un modelo hecho por ella misma: un vestido de terciopelo rosa, pasamanería y lentejuelas con unas tirantes caídos que le cubrían los brazos. 
 Aprovechando la ocasión, confesó que su madre le ha pedido que le diseñe el traje de novia que llevará el día de su boda con Mario Vargas Llosa:
 "Me dijo que sí, que quiere que se lo haga yo, pero no me ha comentado nada más". 
Tamara Falcó recogió el premio Marie Claire al Icono Internacional.
 Según la revista, sus méritos son que "es divertida, espontánea, polifacética.
 Ha convertido su vida en una ventana abierta en la que se divisa un paisaje en el que el lujo, las fiestas y la moda se trufan con la familia y las reflexiones espirituales.
 La joven vive a caballo entre la exposición mediática del show business y la tradición de la empresa vinícola de su familia".

 

Un brazalete de 10.000 euros pone en apuros a Ivanka Trump

La hija de presidente electo lució la joya que vende su empresa y esta difundió una nota de moda para publicitarla.


Ivanka Trump, con el brazalete de su marca. E. Vucci (AP) / EL PAÍS (Imagen: '60 minutes' - CBS)
Ivanka Trump, empresaria y diseñadora de moda y de joyas, es la hija que más influencia tiene sobre su padre. 
Ha estado junto a él durante toda la campaña electoral a la presidencia de EE UU y lo sigue estando días después.
 En la reciente entrevista que Trump y su familia concedieron al programa 60 minutes de la cadena CBS, Ivanka aparecía sentada en primera fila junto a su padre y su esposa, Melania Trump.
 Detrás de ellos, estaban sus dos hermanos, Donald Jr. y Eric, y su hermanastra Tiffany. Faltaba Barron, de 10 años.
 La diseñadora de moda lucía en su muñeca izquierda un espectacular brazalete de oro y brillantes de su firma. Por si alguien no se fijó en la pieza, que cuesta 10.800 dólares (unos 10.000 euros), la empresa de la que es propietaria la hija del presidente electo envió una alerta de moda dando todos los detalles.
 "Ya está sucediendo: la familia de Trump ve la Presidencia de Estados Unidos como una oportunidad de marketing", escribió en Twitter Eric Lipton, periodista del diario The New York Times que sigue al presidente electo.

Ivanka forma ahora parte del equipo de transición de la Casa Blanca, junto a sus hermanos Donald Jr. y Eric y su marido Jared Kushner. No es la primera vez que Ivanka vincula su nueva vida en la política con sus negocios. 
En julio, durante la Convención Nacional Republicana se vistió con ropa de su marca y luego promocionó las piezas en Twitter. 
El vestido de Ivanka, que costaba 138 dólares, se agotó en unas horas.
 Esta práctica es habitual entre los famosos y las firmas, que promocionan la ropa y los complementos que visten en sus apariciones con notas de prensa enviadas a los medios de comunicación.
Después de lo sucedido con el brazalete, la firma de Ivanka Trump se ha disculpado y un portavoz ha asegurado que se tomarán medidas para que no vuelva a ocurrir.