Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

16 nov 2016

Ricky Martin se casa con Jwan Yosef

El cantante ha anunciado en el programa de Ellen DeGeneres que contraerá matrimonio con su novio, el artista Jwan Yosef.

Ricky Martin y Jwan Yosef en la gala amfAR celebrado el pasado abril en Sao Paulo.

 

Ricky Martin ha anunciado este martes que se casará con su novio, el artista de origen sirio Jwan Yosef.
 La noticia llega medio año más tarde de que se hiciera pública su relación. 
Un anuncio que el cantante, de 44 años, ha realizado en el programa de televisión de Ellen DeGeneres.

Ricky Martin ha anunciado este martes que se casará con su novio, el artista de origen sirio Jwan Yosef.
 La noticia llega medio año más tarde de que se hiciera pública su relación.
 Un anuncio que el cantante, de 44 años, ha realizado en el programa de televisión de Ellen DeGeneres.
"Acabamos de comprometernos, sí. ¡Estoy sudando! Nos conocemos desde hace más de un año, pero oficialmente desde enero.
 Fui yo quién le pidió matrimonio.
 Estaba muy nervioso, pero me arrodillé y saqué una bolsa de terciopelo, y en lugar de preguntarle si quería casarse conmigo, le dije: '¡Tengo algo para ti!'.
 Él me preguntó qué era, y entonces ya le dije: 'Quiero pasar el resto de mi vida contigo'.
 '¿Pero cuál es la pregunta?', me dijo, y entonces ya le pregunté: '¿Te quieres casar conmigo?'.
 Fue muy bonito, y treinta minutos después le tuve que preguntar de nuevo si me había respondido que sí", contó en uno de los programas más vistos de la televisión estadounidense. 
El pasado mes de abril, el cantante puertorriqueño hizo oficial su relación con el artista cuando ambos aparecieron en una alfombra roja cogidos de la mano.
 El evento escogido para hacer oficial su noviazgo fue una gala para recaudar fondos contra el sida en São Paulo.
 No se las ha visto en más eventos públicos desde entonces, pero sí que Ricky Martin ha compartido numerosas imágenes de la pareja en su cuenta de Instagram, en la que tiene 6,5 millones de seguidores. 
En mayo, se les vio juntos en la boda de Eva Longoria y José Bastón.
 Fue a través de esta red social que compartió su estancia a principios del mes de septiembre en Ibiza.
Convertido en un sex symbol latino desde que empezó con su carrera, Ricky Martin habló abiertamente de su homosexualidad por primera vez en su página web en 2010.
 Hoy padre de dos hijos gemelos, Mateo y Valentino (de 8 años), Ricky Martin mantuvo antes una larga relación con el economista Carlos González. 

Durante la entrevista, Martin relató cómo conoció a su pareja. "Me gusta coleccionar arte, así que empecé a buscar obras para comprarlas. Su trabajo me volvió loco porque me encanta lo que hace. 
Y me puse en contacto con él", ha explicado el puertorriqueño.

Bob Dylan no acudirá a recibir el Nobel de Literatura


Bob Dylan durante una actuación en Los Ángeles, el 12 de enero de 2012. AP

Bob Dylan no acudirá a recibir el Nobel de Literatura

Después de mucho misterio, Bob Dylan no acudirá a recibir el premio Nobel de Literatura a Suecia, según informa la agencia France Presse. 
El músico ha alegado que tiene "otros compromisos previos". 
La Academia Sueca ha informado que Dylan ha mandado "una carta personal" para comunicar su decisión.
Para sorpresa de muchos, el músico, ganador también del Pulitzer y Premio Príncipe de Asturias de las Artes, recibió el mayor galardón de las letras mundiales el pasado 13 de octubre “por haber creado una nueva expresión poética dentro de la gran tradición americana de la canción”. 
La Academia también señala que el músico “deseaba” acudir a recoger el premio personalmente, pero los compromisos previos se lo impedían. 
De hecho, se sentía “honrado” por el premio.
 La Academia ha asegurado que “respeta la decisión de Bob Dylan aunque es poco corriente”. 
El músico se suma a otros ilustres nombres que no acudieron a recibir el galardón en el pasado como Doris Lessing (por cuestiones de edad), Harold Pinter (por estar hospitalizado) o Elfriede Jelinek (por sufrir fobia a los actos públicos).
Mientras crecía la expectación sobre su posible asistencia a la ceremonia que se celebrará en Estocolmo el próximo 10 de diciembre, el cantautor aseveró en una entrevista en el diario The Telegraph  que la noticia sobre el Premio Nobel le dejó "sin palabras”.
 Y añadió que iría a recoger el premio, si podía.
 Antes de conocerse esta decisión y mientras se esparaba algún comunicado del músico, el miembro de la Academia y escritor Per Wästberg reprochó al cantautor no responder a las llamadas ni darse por aludido y dijo en la televisión pública sueca SVT:
 “Creo que es justo decir que su reacción hasta el momento ha sido descortés y arrogante”.

 

Carolina Herrera: “No hay nada que envejezca más a una mujer que vestirse de joven”....................... Mábel Galaz.

Carolina Herrera presenta el libro sobre sus 35 años de una carrera profesional en busca de la belleza.

La diseñadora Carolina Herrera, el martes en Madrid.
A pesar de que Carolina Herrera (Caracas, 1939) lleva muchos años en la industria de la moda y sometida a la exposición mediática no le gusta hablar en público
. Por eso llegó ayer a la presentación de su libro en Madrid, Carolina Herrera 35 Years of Fashion, nerviosa
. Lo contaba su marido Reinaldo sentado en un discreto lugar de la sala mientras la hija de ambos, Carolina, observaba a su madre y jefa.
Pregunta. Sorprende que todavía se ponga nerviosa en público, usted que ha conocido a tanta gente importante.
Respuesta. Es que yo no he nacido para esto.
 Lo mío es otra cosa.
“Un icono de moda es Isabel II que lleva 50 años siendo fiel a un estilo”
Para la entrevista pide un rincón y cierta cercanía.
 Se nota que le gustan las distancias cortas.
P. En este momento de balance de 35 años de carrera, ¿de qué colección se siente más satisfecha?
R. Sin duda de la primera, de la de 1981.
 Ahora que ha vuelto a ser fotografiada para este libro he comprobado que sigue vigente.
P. Usted reivindica que la moda no debe ser algo pasajero.
“Hay quien cree que las alfombras rojas son un desfile, pero son otra cosa”
R. Creo que el éxito de un diseñador es que su trabajo tenga una continuidad en el tiempo. Es lo que yo busco.
P. Pero eso va en contra de las tendencias.


R. Estoy en contra de ellas. Parece que la gente quiere ir uniformada. Todas con el mismo bolso o con el mismo zapato.

P. ¿Para qué sirve entonces la moda?
La diseñadora venezolana, en Madrid.
R. Sirve para ayudar a tu ojo a la hora de vestirse. Si quieres disfrazarte, vete al circo.
“La elegancia no es solo belleza, es también la forma de pensar”
P. Sin embargo, en los últimos tiempos parece que hay un culto por lo feo.
R. Sí, hay gente que da la sensación de que por la mañana cuando abre el armario mira qué es lo más feo que tiene para vestirse.
 No entiendo la moda sin la belleza.
 Yo trabajo para que las mujeres que se vistan de Carolina Herrera se sientan bellas.
P. Hay quien piensa que según se vaya vestida una puede sentirse segura y poderosa.

R. Sin duda, un vestido da poder.
Carolina Herrera llega a la cita luciendo una camisa blanca y una falda de lana de vuelo. 
Se cubre con una capa negra cuando nota frío. Posa para las fotos como una modelo.
 Sabe mirar a la cámara.
P. Es usted famosa por sus camisas blancas.
R. Hay gente que piensa que siempre voy vestida con una camisa blanca y que me he pasado media vida en Studio 54, todo porque fui alguna vez.
 A veces llevo camisas blancas, como hoy, ya que me dan seguridad. Hoy tenía poco tiempo para arreglarme.

P. Usted busca siempre la belleza, es una constante en su vida. Pero, ¿qué es la elegancia?
R. La elegancia no es solo belleza, es también la forma de pensar, la forma de moverte.
P. ¿Está a favor de la cirugía estética?
R. Sí, pero si no te convierte en la persona que no eres.
 Pero no hay nada que envejezca más a una mujer que vestirse de más joven.
P. Uno de los trajes que la hizo famosa fue el de novia que diseñó para Carolina Kennedy.
R. Recuerdo una cosa que no he contado nunca. 
Me llamó Jackie para decirme que quería que le hiciera el vestido a su hija.
 Carolina vino a verme sola. Ella lo decidió todo. Jackie vio lo que habíamos hecho solo dos días antes de la boda. Siempre recomiendo a las novias que vayan solas a elegir su modelo. 
Eso de ir con la madre, la abuela, la amiga... resulta un gran error.
P. ¿Quiénes para usted una mujer elegante?

 

R. Todo el mundo habla de Jackie pero para mí un icono de elegancia de verdad es la reina Isabel de Inglaterra, que lleva más de 50 años siendo fiel a una determinada forma de vestir que se corresponde con el papel que le ha tocado desempeñar al frente de la corona.
P. Usted viste ahora en ocasiones a la Reina de España.
R. Sí, lleva algunas cosas nuestras. Es muy guapa.
P. ¿La conoce?
R. Sí.
A Carolina Herrera no le gusta llenar la conversación de nombres propios.
 “Es que para mí todas las mujeres son iguales. 
Yo no trabajo para una, diseño para todas, para que se sientan guapas.
 Cuando una firma habla tanto de nombres propios tengo la sensación de que algo pasa”.

P. Se ha mostrado muy crítica con la cultura de las alfombras rojas.
R. No son una pasarela como algunos creen.
 Son otra cosa. Todas las actrices tienen un estilista que les dice lo que tiene que ponerse.
 Ellas nunca eligen. Renée Zellweger es de las pocas que no tienen.
P. Y suele vestir ropa de Carolina Herrera.
R. Pues sí.
P. Esta semana Donatella Versace decía que las mujeres son mejores diseñadoras.
R. No estoy de acuerdo.
 No hay que ser mujer para conocer el cuerpo de una mujer. Además, hay muchos diseñadores que se ponen ropa femenina.
P. ¿Vestiría a Melania Trump?
R. Todas las primeras damas del mundo deben promocionar la moda de su país.

. Entrevista Milena Busquets: “Un escritor es alguien muy vampiro” emas de su generación. en España.

Su segundo libro se ha convertido en un fenómeno editorial traducido a más de 30 idiomas.
 Hija de la escritora y editora Esther Tusquets, ha convertido su propia vida en material narrativo de éxito. 
En esta conversación habla de las ausencias y los dilemas de su generación.
ES UN FENÓMENO editorial sin precedentes en España.
 Con su segunda novela, También esto pasará –traducida a 33 idiomas y con anticipos de 500.000 euros en Estados Unidos–, Milena Busquets (Barcelona, 1972) ha cosechado éxito de crítica y público. El título es un testamento. 
Su madre, la escritora y editora Esther Tusquets, se lo dijo cuando murió su padre, citando a un emperador chino que encargó a unos sabios dar con una frase que se pudiera usar siempre.
 Vive con sus dos hijos –de padres diferentes– en un ático sin ascensor mucho más luminoso que grande. 
Su casa es, en realidad, la buhardilla de una vivienda en la parte alta de Barcelona, donde hay más colegios y árboles que comercios. 

El piso está literalmente tomado por los libros: en las escaleras de acceso, en la encimera de la cocina o en la mesa del comedor.
 Pero está ordenado sin histerismos.
 Mientras hablamos suena una lavadora y explica que ha tenido que pactar con su hijo mayor que acepte ser invadido también por una estantería con libros heredados de su madre.
¿También esto pasará? ¿Cómo se cambia de vida de la noche a la mañana? Para un escritor el éxito es muy relativo. 
Por eso crees que no vas a cambiar, pero vuelves a tu casa y ya nada es lo mismo.
 Te pasas el día viajando. La gente se te acerca por la calle, a veces llorando, contándote su vida. 
Es un libro muy personal y eso da pie a reacciones de espejo.
 Yo encontraba ridículas a las modelos que hablaban de la soledad de los hoteles.
 Puede que sea absurdo, pero es lo que es. Pasas de estar rodeada de gente a estar sola en una habitación en la que sigue fallando todo lo que fallaba antes.
2094Entrevista3
¿Sobre qué escribirá ahora? Me ha costado un año saber que quiero seguir escribiendo.
 En ese libro lo dejé todo y me planteé si tenía algo más que decir. Pensé que podía seguir con la autoficción. 
Dicen que es un libro sobre mi madre, pero es un libro sobre mí. 
Mi madre es clave, pero ni digo que es escritora, ni hablo de su párkinson. Ya no digamos el nombre.
¿La propia vida es el mejor material literario? Hoy las novelas se están contando en la tele. En literatura, creo que en este momento la gente quiere verdad, realidad
. Quiere que lo que les cuentas hayas ido a buscarlo en tu interior. Que te arriesgues.
 No me lo he inventado yo. Veo que este noruego [K. O. Knausgård] va hacia allí.
 También Delphine de Vigan o Emmanuel Carrère…
¿Dónde está el límite ético al destripar la intimidad? Respecto a uno mismo, el límite es tu propio talento.
 Y también que jamás pondría otro nombre verdadero.
 En el libro anterior pensé en poner los de mis hijos porque les hacía ilusión. 
Pero los quité. No quería que tuvieran la sensación de estar con alguien que se nutre de ellos como un vampiro.
De la verdad y la verosimilitud tratan algunos de los últimos debates literarios. [Víctor] Erice protestó en EL PAÍS porque Elvira Navarro tituló su último libro Los últimos días de Adelaida García Morales para luego decir que no era sobre ella. No he leído la novela. Pero estoy con Erice.
 Si estás haciendo ficción, no puedes utilizar el nombre de alguien real. 
Yo ni siquiera me atreví a poner el de mi madre para que nadie creyese que me intentaba aprovechar del nombre de Esther Tusquets. 
En cuanto utilizas el nombre de alguien, tienes que ceñirte estrictamente a los hechos.
 Por mera decencia.
“me preocupa que piensen que soy tonta o inculta. creo que todos tenemos la sensación de que somos un fraude y nos van a descubrir”
Eva Blanch, la esposa de su tío Oscar Tusquets, escribió sobre los últimos días de su madre. No lo he leído.
Sin embargo, pidió a la editorial… Claro, pedí que no se promocionara a costa del mío.
 Sí. Yo fui con mucho cuidado para que no se pudiera pensar que me aprovechaba de mi madre y no iba a dejar que me asociaran con el relato de su decrepitud.

Blanch no utiliza el nombre de su madre. Pero en cada entrevista hablaba de ella.
No ha leído el libro, pero sí las entrevistas… Enfermizamente [carcajada]. Del libro me contó gente que sí lo había leído y no quise ir a más.
¿Nadie la ha acusado a usted de vampirizar su vida para plasmarla en su novela? ¿Sus exparejas? No.
 Se han reconocido perfectamente: los exmaridos, el amante casado…
 Pero, aunque mucho sea cierto, lo he montado en el tiempo. Funcionaba mejor que el amante estuviera casado aunque en ese momento estuviera separado.
 Barthes decía que una verdad de más de cinco líneas se convierte en ficción. 
Incluso cuando te quieres ceñir a la verdad, sin querer, al contar algo estás novelando. 
De lo inmediato no se puede escribir. 
Se necesita un tiempo, un filtro de maduración.
 Un escritor es alguien muy vampiro. Y la gente no es consciente de hasta qué punto muestra cosas. Yo la primera.
¿Es cierto que antes de publicar no llegaba a fin de mes? Sí. Soy muy derrochona.
Como su madre. Distinto.
 Mi madre no había puesto una lavadora en su vida. Venía de otra época.
 Yo soy de salir a cenar con mis hijos. 
En esto no soy nada catalana. Pero sí, me han cortado la luz varias veces. O he tenido que ­devolver cosas en el súper.
 Mis hijos se morían de vergüenza, pero yo no lo vivía como una tragedia.
 O estaba mi madre, o sabía que un amigo me echaría un cable y me prestaría 200 euros.
 Hoy tengo dos pisos en Barcelona, y eso no es exactamente estar con una mano delante y otra detrás.

Lo que le ha faltado entonces es liquidez, como a los ricos. Sí. Mis amigos me advierten que no lo cuente porque es una frivolidad frente a quienes realmente no llegan.

2094Entrevista6
Esther Tusquets, con pelo corto, con su marido y Pablo Neruda.  

¿Teme que la tachen de frívola? Me lo dicen.
 Pero igual no me preocupa tanto porque no me planteo cambiarlo. La ligereza es parte de la buena educación.
 Y en esto sí que me educaron de forma muy burguesa. No hay que dar la lata. “No molestes, Milena”. Eso me ha quedado.
¿Esa ligereza es posible sin dinero? No. Yo me puedo permitir este tipo de vida porque hay muchas tías hablando en serio por mí.
¿Y eso no le da que pensar? Creo que se trata de dar lo mejor que puede cada uno.
¿La ligereza nace de una infancia libre de culpa? Pienso que es importante enseñarles a los hijos la capacidad de disfrutar y ser felices.
 De darse, despilfarrarse y entregarse. Y esto tiene que ver con la ligereza. 
La culpa es mejor no cargarla. 
Siempre hay cosas que desearías haber hecho mejor: reacciones, relaciones, mi ensimismamiento, no haber estado presente en el momento de la muerte de mi madre…

¿No estuvo? No. Llegué 15 minutos tarde. No me lo quito de la cabeza.
 El médico me dijo que me fuese a dormir y lo hice.
¿Es susceptible? No sé.
 Me preocupa que piensen que soy tonta o inculta [carcajada].
 Yo creo que todos tenemos la sensación de que somos un fraude y nos van a descubrir en cualquier momento.
 Solo con los padres de mis hijos y con algunas amigas no siento ese pánico.
¿A su generación le ha costado hacerse adulta? Sí.
 Ser joven se convirtió en virtud, cosa que antes no pasaba cuando la gente quería ser mayor y respetable.
¿Eso ha sucedido entre las familias burguesas o en todos los ámbitos? Creo que los hijos de familias más convencionales llevan mejor la edad adulta.
 Salvo excepciones, todos queremos alargar la juventud, aunque está claro que solo puedes hacerlo cuando eres un privilegiado.
¿Qué ha aportado su generación? No la están dejando aportar mucho.
 Los de la anterior todavía están muy activos.
 Habla Felipe González y se callan todos, cuando debería callarse él y dedicarse a dar vueltas al mundo en barco sin bajarse, como en la novela de García Márquez.
 La generación de nuestros padres no sabe ver que llega un momento en el que ya no eres pertinente.
 A veces pienso que me quedan 15 años de tener algo que decir. Luego haré otra cosa. Tener perros, leer…, y no pasará nada.

2094Entrevista4

Milena Busquets con Ana María Moix..


¿No ha sentido necesidad de salir de su zona de confort? Sí, pero puede que sea tarde.
 Hablando con mis amigas, que son muy diversas, tengo la sensación de salir.
El amor es su gran tema. Creo que hay que dedicarle el 80% de la vida. 
El otro 20%, al trabajo. Yo lo hago y, aun así, a veces me sale mal.
¿No se enfada nunca? Con los niños, no.
 Con las amigas, sí. Ellas, sobre todo, se enfadan conmigo.
¿Nunca ha gritado a sus hijos? No grito.
¿Su madre tampoco? Sííí. Mi madre me llevaba a bofetadas [carcajada].
¿Cree que hoy es posible educar con responsabilidad y libertad? Es nuestro único deber, que salgan seres humanos decentes. 
Mi madre era intensa y dramática.
 Pero sabía lo que era importante y lo que no. La ligereza cuesta mucho conseguirla.
 La dan el carácter y la educación.
“DE NIÑA, me gustaban las fiestas, pero también me daban vergüenza. recuerdo a Carlos barral preguntándome si me había venido la regla”
¿Se siente sola sin padres? Muy sola.
 Lo que sucede es que parece que no pueda decirlo. Como lo del dinero. Me siento sola de pánico.
 Con pareja y con padres también me he sentido sola. Delante del precipicio. 
A mí la frivolidad me sirve para que no cunda el pánico. Es como el humor. Para mí es una virtud que está al nivel de la inteligencia y de la belleza. 
Me parece la forma más sofisticada de inteligencia.
¿Qué ha hecho para gestionar el éxito? Nada
. Cuando tenía seis años, mi sueño era escribir. Pero luego di por sentado que jamás lo conseguiría.
 Lograrlo con un segundo libro me da un poco de vergüenza.
 Me hace una ilusión loca haber conseguido ser escritora. Pero siempre he deseado que me quieran por nada, incondicionalmente, no porque haya publicado una novela de éxito. 
 Los escritores son la gente más competitiva que he visto en mi vida.
Eso no siempre ha sido así. El grupo de amigas de su madre –Ana María Matute y Ana María Moix– no parecía competir. Incluso los otros amigos: Marsé, José Agustín Goytisolo, Gil de Biedma, Barral… Vale que yo era muy pequeña, pero parecían quererse mucho.
De toda esa gente que pasaba por su casa, ¿a quién recuerda más? A Ana María Matute. 
Me fascinaba su pelo blanco de bruja.
 Era muy borrachuza. Se tomaba casi todo a la ligera.
 Es sagrado tomarse en serio la escritura, pero en el resto, entrevistas, charlas, lo que has de hacer es entretener a la gente.
 La Matute lo tenía claro.
 En el fin de año de 2000 vino a cenar. 
Su hijo no la dejaba beber y ella me obligó a ponerme una copa de whisky en la mesa que iba cogiendo. Era graciosa, fascinante, malvada y muy intensa.
 Me gusta la gente intensa.
¿Umberto Eco era también amigo? Distinto.
 Venía para hacer las entrevistas cuando estaban de promoción.
 Lo recuerdo todo lo grande que era sentado en el sofá y haciéndome dibujitos. 
A mí me gustaban las fiestas con mucha gente, pero también me daban vergüenza.
 Recuerdo a Carlos Barral, con su bastón, preguntándome si me había venido la regla. Vale que era Barral, ¡pero se suponía que era una fiesta de intelectuales! Estábamos muy lejos de la burguesía catalana, que no lee nada o muy poco.
Otra vez fui al estudio de Oriol Maspons y me dijo que si le enseñaba los pechos me daba 500 pesetas.
¿Se los enseñó? Noooo. Pero hoy esto no se podría hacer. Lo consideraríamos acoso sexual.
 Yo tenía 13 años. Se lo conté a mi madre, y ella, que era feminista, se partió de risa.
¿Hoy sacamos las cosas de quicio? Aquí sí. 
Pero en Estados Unidos hay mujeres –como las comediantes Chelsea Handler y Amy Schumer– que defienden un feminismo más libre, no basado en la paridad, sino en el disfrute del poder y en reírse de todo.
 En un diálogo entre ambas, una comenta que su padre está viejo y que está pensando en buscarle una prostituta.
 Aquí, decir algo así haría rasgarse las vestiduras.
 Creo que esta actitud cambia el mundo. Las mujeres que nos sirven de ejemplo son estas.

2094Entrevista2
Gregori Civera
¿Entre los mejores amigos de su madre también había hombres? Sí. José Agustín Goytisolo, pero echaba tales rollos y se acababa todo el whisky… Se reunían para jugar al póquer en serio y apostando. 
Mi madre se rodeó de mujeres, le gustaban mucho.
 A mí me gustan más los hombres.
¿Como amigos también? Siempre estaré del lado de las mujeres porque creo que es una actitud política que aún nos toca.
 Igual a nuestras hijas ya no. 
Pero a mí me han hecho más feliz los hombres. Es difícil separar amistad de amor…

¿No tiene algún amigo con el que no se haya acostado? Síííí, claro… Los homosexuales [carcajada].
¿Su relación con la literatura fue una ayuda o un inconveniente? Las dos cosas. 
Yo ganaba premios literarios del Liceo Francés.
 Se los dejaba a mi madre encima de la mesa para que los leyera y al día siguiente seguían allí. Me dijo que cuando hubiera escrito 1.000 páginas se las pasara.
 El listón estaba muy alto.
Lo contrario de la hiperpaternidad actual. Sí, hoy hacen un dibujote y los padres les dicen que son Picasso. 
Está bien estimular, pero mentir a destajo a nuestros hijos no es serio. Ese tipo de educación resulta en que los niños quieren ser famosos y quieren ganar dinero.
 En nuestra infancia nos aguantaban muy pocas tonterías. Nunca nos entretenían. Y nos empujaban a ser adultos.

¿Cómo educar con respeto y sin miedo? Yo le tenía miedo a mi madre…, le tenía pánico. 
A mi padre, no. Tuve un padre y un abuelo excepcionales. Quizá por eso estoy agradecida a los hombres. 
Mi abuelo vivía en el piso de arriba y yo iba mucho a comer a su casa.
 Tenían una chica gallega que hacía sopa de arroz y fideos. A mí no me gustaban los fideos, y mi abuelo los sacaba, fideo a fideo, hasta que me quedaba solo el arroz.
 Con ocho años supe que aquello era el amor. 
Eso te hace pensar que la vida es algo acogedor donde se puede estar bien.
¿Qué hubiera dicho su madre de También esto pasará? Pienso que le hubiera gustado.
 El blog que hice durante años, que creo que es donde aprendí a escribir, le gustaba.
 Un día me dijo que ya tenía una voz, que por qué no dejaba de hablar de tonterías y me dedicaba a algo más serio.
Es muy catalana y escribe en castellano. Como tanta gente.
 Con mis padres hablaba castellano. Con mis hijos, también. Con el padre de mi primer hijo, catalán.
¿Está a favor del referéndum [de independencia]? Sin duda. Dejarían de dar la lata.
 La verdad es que no me importa mucho lo que salga. Si mañana Madrid decidiera independizarse o hacerse noruega, yo seguiría yendo al Prado un par de veces al año a ver mis velázquez, que son míos.
 Y los demás, que hagan lo que quieran. Creo que en el referéndum ganaría el no.

¿De qué ha vivido hasta ahora? Trabajé en editoriales hasta que ese mundo me dejó de lado y me dieron empleo en Loewe.
¿De dependienta? No, en la Fundación Loewe.
 Me llamó el señor Loewe, Enrique, un hombre que lo ha leído todo, y me dijo que tenían mucha presencia en Madrid, pero querían tenerla en el mundo cultural barcelonés sin que fuera todo tan Marichalar.
 Son burguesías tan distintas… También trabajé un año en Lecturas cuando lo compró RBA y lo quiso convertir en Vanity Fair.

¿Cuál es el secreto de su novela? Marsé dijo, y casi me muero, que transmitía verdad.
 Es un libro sobre cómo una mujer sola se enfrenta a la muerte, al amor y a la amistad.
¿Por qué estudió arqueología? Me pasé un año haciendo teatro y cursos de inglés en Londres y mi madre me dijo que o estudiaba o trabajaba.
 Acababa de ver Indiana Jones decidí que estudiaría arqueología. Esto es la frivolidad.
 Le pareció buena idea y siguió enviándome dinero. Luego me gustó.

2094Entrevista5
La abuela de Milena Busquets.

Su madre la mantuvo muchos años. Pero luego me puso una regla: que nunca te mantenga un hombre.
Llama la atención que con las ofertas que tuvo tomara la decisión de publicar en la editorial Anagrama, evidentemente no motivada por el dinero. Nooo. Fue por lealtad.
 Es mi editorial favorita. Jorge Herralde era amigo de mi madre y considero que es el mejor editor de este país.
 Y luego hice lo mismo con Gallimard. 
Varias editoriales francesas pidieron la novela, pero… cuando Gallimard se interesó… ¡Era la editorial de Camus! No podía ni imaginármelo.
Parece escrito todo seguido, como en estado de gracia. Mi agente [Anna Soler-Pont] me dijo que leía el blog y les parecía que tenía una novela o más dentro de mí. 
Le envié el primer capítulo y me llamó llorando.
 Pero luego tardé un año. Había momentos en que me ponía a llorar y no podía escribir más.
Definió a su madre como su gran amor. ¿Su hermano también? No. Seguro que para él fue difícil estar en una casa con dos mujeres así.
¿Qué tipo de relación tiene con él? Desde que escribí el libro no nos hablamos.

 Me dijo que no pensaba ni leerlo.
 Lo lamento mucho y me gustaría recuperar la relación con él.
En una novela, ¿es más difícil hablar de amor o de sexo? De sexo.
 Toni Morrison dice que eso sucede porque el sexo no es nada sexy. Philip Roth, al que amo, borda el sexo. 
Es muy fácil caer en lo pornográfico o lo cursi.
 Hablar de amor es más fácil. 
Describes al abuelo sacándote los fideos y hablas de amor. 
Pero el sexo… Y eso que es un gran campo porque hay mucho por desmitificar.
 Para mí el sexo es una forma de amor.
 Entre las cosas que se buscan con el sexo, una de ellas es el amor. Para mí el sexo nunca ha sido como comerse un bistec.
Se han empezado a buscar localizaciones en Cadaqués para rodar una película sobre su novela. ¿Dudó? Mucho.
 Teníamos tres ofertas: un español, un francés y Daniel Burman, que es argentino, y es el que la hará. Por afinidades
. Creo que fue el que entendió mejor el libro.
¿Usted hará algo? Nada. Yo ya he hecho el libro.
 Me imagino el día del estreno. A oscuras y que ponga en la pantalla: “Basado en una novela de Milena Busquets”. ¿Sabes lo que es eso? Aunque salga un churro…