Will Smith, Cate Blanchett o Naomi Campbell son algunas de las 'celebrities' que apenas han cambiado en la útima década.
La actriz Cate Blanchett asiste a una gala en honor del Instituto de cine británico a principios de este mes de octubre. A la derecha, la oscarizada intérprete en una entrega de premios en 2006.
Eva Longoria, en un evento promocional en Moscú
a mitades del mes de septiembre. A la derecha, la actriz en los grandes
almacenes británicos Harrods, en diciembre de 2006.
Ewan McGregor , el pasado mes de septiembre
durante su estancia en el Festival de Cine de San Sebastián. A la
derecha, el actor en el festival de Venecia.
Jennifer Lopez, en un estreno en California en
pasado mes de julio. A la derecha, la actriz y cantante acude a un
evento en honor a Ricky Martin en noviembre de 2006, en Nueva York.
A la izquierda, Leonardo DiCaprio a comienzos
de septiembre en la presentación de su documental a favor del medio
ambiente 'Before The Flood', en el Festival de cine de Toronto. A la
derecha, el actor en el estreno de 'Infiltrados', en París, en 2006.
En los años noventa fue una de las modelos por
las que se acuñó el término ‘top model’. Hoy, a sus 46 años sigue en
activo. A la izquierda, en el desfile de Versace en la Semana de la Moda
de Milán de principios de septiembre y, a la derecha, en un desfile en
2006.
Ricky Martin el pasado 10 de septiembre en un
festival en Los Ángeles. A la derecha, el cantante en 2006 recogiendo el
premio a la personalidad del año, otorgado por la Academia Latina de
Artes.
Penélope Cruz en una rueda de prensa de la
película 'Ma ma', en abril, en Nueva York. Y, a la derecha, la actriz en
la alfombra roja de los Oscar del año 2006, cuando fue nominada a Mejor
Actriz por 'Volver'.
Robert Downey Jr, en el estreno europeo de
‘Captain America Civil War' el pasado mes de abril y, a la derecha, a su
llegada a un programa de televisión en junio de 2006.
Sandra Bullock, en un estreno en Los Ángeles en 2015 y, a la derecha, la actriz en una alfombra roja en 2006
Will Smith: A la izquierda, Will Smith en el
estreno de 'Escuadrón suicida', a comienzos de agosto. A la derecha, el
intérprete en una fiesta en Nueva York en 2006.
Gwyneth Paltrow fue una de las invitadas al
desfile de alta costura de Chanel en París a principios de este año. A
la derecha, la actriz y hoy empresaria (de la compañía de estilo de vida
Goop) en una imagen de septiembre de 2006.
El módulo 'Schiaparelli' se prepara para su descenso mañana sobre el planeta rojo.
En estos momentos, una nave de 600 kilos se dirige hacia
Marte a miles de kilómetros por hora y en una trayectoria de colisión.
Su objetivo es aterrizar con éxito en un planeta donde, en medio siglo
largo de exploración espacial, más de la mitad de las misiones han
fracasado.
El aterrizaje del módulo Schiaparelli forma parte de ExoMars, un proyecto de la Agencia Espacial Europea (ESA) con la participación de Rusia cuyo objetivo final es buscar vida en Marte.
La primera fase del proyecto, ExoMars 2016, afronta ahora sus momentos
más decisivos con la llegada del módulo, que debe poner a prueba las nuevas tecnologías de aterrizaje.
Esas tecnologías se usarán para enviar a Marte el primer vehículo de exploración europeo en 2020.
Está previsto que Schiaparelli entre en
la fina atmósfera de Marte mañana a las 16:43, hora peninsular española,
a una velocidad de 21.000 kilómetros por hora.
Lo que pase en los seis
minutos siguientes decidirá el éxito de la misión.
“Por ahora todo va como esperábamos”, explicaba
ayer Leo Metcalfe, responsable de Operaciones Científicas de ExoMars
2016.
El pasado domingo, el módulo de aterrizaje se separó del orbitador
Orbitador de Gases Traza (TGO, en sus siglas inglesas). Mañana,
prácticamente a la vez, este vehículo encenderá sus cohetes para
esquivar el planeta rojo, frenar, y quedar en su órbita, mientras el Schiaparelli desciende a la superficie.
Este sería el primer aterrizaje exitoso de una nave europea en el planeta
“Más que un aspecto crítico, afrontamos una
secuencia de eventos críticos”, comenta Metcalfe.
Primero, la sonda
usará un escudo térmico que llegará a alcanzar unos 1.600 grados por el
rozamiento con el aire marciano y le ayudará a frenar en un primer
tramo.
A 11 kilómetros de la superficie se desplegarán los paracaídas,
que reducirán la velocidad hasta los 250 kilómetros por hora.
Después se
encenderán los propulsores hasta que la nave esté a unos dos metros de
la superficie, cuando el Schiaparelli caerá por sí solo, a unos 10 kilómetros por hora, protegido por una estructura deformable que lo parará en seco e impedirá que vuelque.
A la vista de 'Opportunity'
Puede que Schiaparelli aterrice en medio
de una tormenta. “Estamos justo en un periodo de alta probabilidad de
tormentas de polvo en Marte y la semana pasada nos informaron de que
parece haber actividad de este tipo en la zona de aterrizaje”, explica
Metcalfe.
Esta posibilidad ha sido prevista por los ingenieros de la
misión y se espera que no afecte a la nave, aunque sí es posible que
emborrone las primeras imágenes desde el Meridiani Planum, la llanura
cercana al ecuador de Marte a la que se dirige la nave.
Bautizado en honor a al astrónomo italiano
Giovanni Schiaparelli (1835-1910), el aterrizador europeo lleva una
pequeña carga de instrumentos científicos que, por primera vez,
permitirán analizar los campos eléctricos que generan las partículas de
polvo al moverse, explica Tanya Lim, científica de ExoMars 2016.
Desde el momento del aterrizaje el centro de control de la ESA, en
Darmstadt, Alemania, esperará una señal de confirmación de que la nave
“está viva y en buenas condiciones”, resume Metcalfe. El TGO plegará su
antena mientras enciende sus cohetes durante más de dos horas para
frenar y quedar anclado en órbita de Marte, con lo que no podrá
transmitir las señales de Schiaparelli. Un radiotelescopio en
Pune, India, espera captar la primera señal del aterrizador, “aunque no
está garantizado que pueda hacerlo”.
Serán dos orbitadores, el Mars
Express de ESA y el MRO de la Nasa, los que puedan rebotar la señal a la
Tierra y confirmar el estado del módulo a lo largo de la tarde.
También
existe la posibilidad de que el roverOpportunity
de la NASA, que lleva explorando esta zona de Marte desde 2004, pueda
ver la sonda europea en su descenso y fotografiarla.
"Solo vería una
pequeña mancha en el cielo marciano, pero sería un momento fascinante",
reconoce Metcalfe.
Las primeras imágenes de Schiaparelli desde
el Meridiani Planum, una llanura cercana al ecuador de Marte, no
llegarían hasta el jueves, según el responsable científico.
En 2014, el rover Curiosity de la NASA detectó la presencia en la zona ecuatorial de Marte de extrañas concentraciones de metano. La presencia del gas parecía aumentar de repente y luego desaparecer. En la Tierra, este gas es casi siempre signo de presencia de seres
vivos. Uno de los principales objetivos científicos de ExoMars 2016 será
analizar en detalle cuál es la fuente del metano en Marte y determinar
si lo producen seres vivos. En 2020, el rover europeo podrá acudir hasta
la fuente del gas y perforar el suelo con un taladro en busca de vida. “Vamos a poder medir el metano con una sensibilidad 100
veces superior a la de cualquier otro instrumento”, resalta Miguel Ángel
López, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía y miembro
del equipo que ha desarrollado el instrumento Nomad, uno de los cuatro a
bordo del TGO, que se ocupará de analizar los gases traza presentes en
la atmósfera marciana. El orbitador tiene previsto hacer unas mediciones
iniciales en noviembre, pero su misión científica no comenzará hasta
finales de 2017.
Grandes Hermanos y Grandes Hermanas en la Rae, y a gritos, aunque sea escrito se nota ese enfado envidioso y competitivo llamando a Pérez Reverte "Autor de bets Sellers"" y eso es malo? porque los escribe muy bien.....y es posible que haya escrito muy buenas novelas, porque yo lo conocí con La Tabla de Flandes y va por la mar en su embarcación, y juega al ajedrez y asiste a premios de blogueros y me gusta como escribe y mucho esperando estoy que salga su último libro.
Con un título de soterrada elegancia irónica, Los académicos y las académicas
(EL PAÍS, 12 de octubre), Jesús Ruiz Mantilla da cuenta del enésimo
episodio en “la más que civil batalla” (diría Juan de Mena) de quienes
rechazan por sexista el uso natural y espontáneo del castellano y se
empecinan en introducir especificaciones tan artificiales, tan
insensatas como “nosotros y nosotras”. La cosa arranca ahora de una pieza publicada en la prensa y en la
Red, en la que Arturo Pérez-Reverte embiste contra los miembros de la
Academia que se negaron a hacer suya la petición que unos supuestos
profesores le habían enderezado a él a título personal: se trataría de
pedir amparo (?) frente a la sugerencia surgida en la Junta de Andalucía
de imponer en las aulas los “todos y todas”, “los madrileños y las
madrileñas” y demás prevaricaciones por el estilo.
Aunque con obvia base lingüística, una cuestión política, en la que
la Real Academia Española (RAE) no tiene por qué entremeterse, por más
que nunca sobre recordar por quien sea cuál es la realidad del idioma
que la institución se limita a registrar en su Gramática. Ahora bien, es
el caso que el alatristemente célebre productor de best sellers
no deja de incurrir a su modo en “el ridículo desdoblamiento de género”
que con razón denuncia. Cito a la letra: “En la RAE —escribe— hay de
todo. Gente noble y valiente y gente que no lo es. Académicos hombres y
mujeres de altísimo nivel, y también, como en todas partes, algún tonto
del ciruelo y alguna talibancita tonta de la pepitilla”. (Gloso en latín
el último sustantivo: pudienda muliebris.) (Gloso en latín el último sustantivo: pudienda muliebris.)
En ese contexto, advertimos que el primer “gente” es un rodeo del mismo
tipo que “la ciudadanía” para evitar “los ciudadanos” y que en seguida
viene el palmario desdoblamiento “hombres y mujeres”.
Con todo, le sigue otro aun más pintoresca y penosamente sexista.
Podía haber hablado de académicos tontos y talibanes, pero le parece
preferible discriminar soezmente: “tonto del ciruelo” y “talibancita
tonta de la pepitilla”. Pero nótese que “alguno” tiene ahí un valor
genérico, inespecífico, funcionando de hecho como un ambiguo plural:
“alguno” no quita que haya más de uno, casi lo postula. A falta de
cualquier precisión de nombres, no sé cómo habrán recibido el maltrato
los miembros de la docta casa, y en especial todas las dignísimas
señoras académicas, de la veterana Margarita Salas a la novel Clara
Janés. La conclusión, en palabras del propio Reverte: “Hay académicos que dan lustre a la RAE, y otros a los que la RAE da lustre”.