Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

9 oct 2016

Ni loco ni anormal................................................................................Lola Morón

No existe el gen de la maldad. La mayoría de la población actúa entre el bien y el mal.
 No cometen actos criminales, pero sí realizan hechos reprobables que se aceptan socialmente en nombre de la competitividad, el deseo o la ambición.

MALO. Así es: el malo ni está loco ni es anormal, tanto si concebimos la normalidad en términos de frecuencia como si la consideramos en clave de salud mental.
 Se cree que alrededor de un 20% de la población actúa por sistema de un modo compasivo y respetuoso con las reglas, mientras que un pequeño porcentaje se instala en el desorden cívico y la conducta antisocial. 
Se califica de “individuos dañinos” a alrededor del 1% de la población, y lo que tienen en común es su peligrosidad, no su cociente intelectual, su contexto social o una enfermedad mental.Plantearnos si existe o no el gen de la maldad humana es un absurdo: la malicia es un constructo social y, como tal, no puede definirse en términos absolutos.
 Pensar que el hombre nace o se hace malo –o bueno– es un fraude cultural, una ilusión social, el resultado del pensamiento analítico y no del pensamiento holístico, natural.

Por supuesto que pueden existir factores genéticos que establezcan una predisposición a la perversidad y a la conducta delictiva, y los factores ambientales son, sin duda, de una importancia extrema, pero no existe una determinación absoluta que libere al personaje de responsabilidad. 
Negar el libre albedrío nos convierte en robots, marionetas de nuestra genética y nuestro cerebro, pero la mente hace libre al individuo.
Desde un punto de vista neurocientífico, podremos hablar de predisposición o de tendencia, pero no de determinismo. En el funcionamiento cerebral de los individuos peligrosos se advertirán modos de reacción diferentes a los observados en personas hipersensibles al sufrimiento ajeno, pero esto no le priva de libertad para decidir sobre su conducta en términos absolutos.
 Para saltarse las normas tan predispuesto está aquel a quien no se ha educado en valores como el sujeto cuyo cerebro refleja una disminución en la función en las áreas que hemos detectado como “de respuesta social”, léase la empatía o la compasión.
Podemos pisar o no a una cucaracha; si no lo hacemos, no es porque no se haya activado en nuestro cerebro el área de la empatía, sino porque decidimos –tras evaluar las alternativas– no hacerlo y es más probable que no la pisemos por asco que por pena. 
Efectivamente, hay personas que toman este tipo de decisiones no referidas a una cucaracha, sino a un semejante, y elegirán hacer daño o no pero no por lástima sino, por ejemplo, por evitar el castigo.
Se habla de un funcionamiento cerebral “alterado” en sujetos sociópatas, pero del mismo modo que el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento, no sentir empatía o compasión ante la desgracia ajena no exime de la obligación de respetar el dolor, la libertad y la vida de otros seres vivos, ni de hacer lo mismo con las normas y las leyes compartamos o no su razón de ser.
El odio a los semejantes ha llevado a cometer crímenes ¿Dónde reside la maldad? ¿En el odio? ¿En el crimen? ¿En ambos? ¿Está justificado el crimen en según qué casos? Se trata de un conflicto de valores.
 Se entiende como natural odiar pero no matar, pero ambas cosas se sienten y todos somos capaces de matar según en qué circunstancias.
 Existen pocos valores absolutos y hasta el de la vida es variable cuando entra en conflicto “mi” vida o la vida de “los míos” con la del otro.
No obstante, lo realmente interesante son esas dos terceras partes de la población que diferentes teorías sitúan “entre el bien y el mal”. 
 Sin llegar a cometer actos criminales, no es extraño observar comportamientos éticamente reprobables –y sin embargo socialmente aceptados– en nombre de la competitividad, el deseo o la ambición bien entendida. Mediante la seducción y el engaño es más sencillo conseguir un objetivo, y en un orden más sutil, el uso cautivador del lenguaje o el galanteo nos pueden ayudar y están aceptados.
 Sin embargo, estas estrategias pueden ser puestas en cuestión desde un punto de vista moral. Desconocemos cómo nos comportaríamos cada uno de nosotros en determinadas situaciones, qué seríamos capaces de llegar a hacer cuando está en juego nuestro propio beneficio, dónde está la línea que separa lo correcto y lo justo de lo desproporcionado.
 Probablemente cada uno de nosotros coloquemos esa línea en un lugar distinto y según quién esté valorando nuestra conducta lo considerará justificado o no, nos juzgará buenos o malos.
El ser humano tiene la necesidad de sentirse “buena persona” cuando piensa en sí mismo. 
Cuesta reconocer debilidades y mucho menos tendencia a la maldad.
 Contextualizaremos nuestra conducta hasta convencernos de que en nuestro caso ha sido “necesaria”.
 La silenciosa mayoría de las personas se mueven influenciadas por el comportamiento de los demás. Habitualmente somos colaboradores, cooperativos; moderamos nuestra tendencia a la mentira u otras formas de manipulación.
 Sin embargo, inmersos en una revuelta, podemos llegar a hacer cosas de las que después nos sentiremos avergonzados. 
Definitivamente, si no nos limitamos a observar los actos delictivos, sino la vida cotidiana, los malos y los buenos no existen.



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8 oct 2016

Y ahora qué, Brad Pitt: 10 asuntos pendientes que debes resolver ya.................................... Juan Sanguino

Tras separarse de Angelina Jolie los problemas le sobrepasan. Estas son las urgencias que tendrá que desatascar.


Brad Pitt en la presentación de 'El árbol de la vida' en el Festival de Cannes. Cordon
El fuego de la explosión va remitiendo y es momento de empezar a tomar decisiones, más en frío. 
Dos semanas han pasado ya desde que todo saltara por los aires: una de las parejas de Hollywood más idealizadas rompía después de 12 años juntos y seis hijos. 
 La que más ha hablado, hasta ahora, ha sido ella, Angelina Jolie (California, 41 años), vertiendo duras acusaciones sobre su ya exmarido. Brad Pitt (Oklahoma, 52 años) se enfrenta al segundo asalto de su vida con muchos asuntos pendientes y demasiadas preocupaciones en su cabeza. 
 Estos son los diez problemas que el actor debe resolver para enderezar su vida, tanto personal como profesional. 

1. ¿Debo dejar de fumar marihuana?

Gwyneth Paltrow aseguró que, por mucho que Brad Pitt sea un mito erótico, no resulta tan sexi cuando se pasa horas tirado en el sofá vaciando latas de cerveza. 
Y la actriz habla por experiencia, ya que fueron pareja durante una temporada.
 Cuentan que el actor tiene hasta su propia guarida en casa, donde retirarse a fumar marihuana.
 Brad nunca ha ocultado su hábito. Incluso llegó a insinuar que su adicción contribuyó a la infelicidad de su primer matrimonio (con Jennifer Aniston), aunque se disculpó inmediatamente por confesarlo.
En 2012 Pitt formó parte de una campaña por la legalización de la marihuana para consumo recreativo.
 El director Andrew Dominik describió la casa de los Pitt-Jolie como un lugar "donde te colocas según entras por la puerta". 
Su incapacidad para dejar la marihuana ha llevado supuestamente a Angelina Jolie a considerar que su influencia "no es sana" para los seis hijos que tienen en común

2. Tiene que promocionar una película con "la otra"

El 25 de noviembre se estrena Aliados, un drama bélico en el que dos espías se enamoran.
 Están interpretados por Brad Pitt y Marion Cotillard.
 A una supuesta infidelidad entre Pitt y la actriz francesa atribuyeron los medios la petición de divorció de Jolie.
 La actriz francesa negó estos rumores desde su Instagram. Por contrato, Pitt deberá pasarse varios días ofreciendo entrevistas para promocionar Aliados. 
 Es probable que vete cualquier pregunta relacionada con Marion Cotillard, pero la rumorología va a devorar la película: será imposible escribir sobre ella sin hacer referencia al supuesto romance entre sus dos estrellas protagonistas
. Los periodistas se las apañarán para preguntarle por Cotillard sin que se dé cuenta.
 
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Angelina Jolie y Brad Pitt en una de las fotografías que compartieron del día de su boda. Instagram
 

3. Empieza a desatender su carrera

Hace una semana Brad Pitt excusó su ausencia del estreno del documental existencialista sobre la naturaleza y la vida Voyage Of Time, dirigido por Terrence Malick.
 Pitt es productor y narrador, pero prefirió no asistir a la presentación por motivos obvios. "Estoy muy agradecido de formar parte de un proyecto educativo tan fascinante", aclaraba en un comunicado oficial. "Pero ahora mismo estoy centrado en mi situación familiar y no quiero distraer la atención de esta película extraordinaria, que animo a todo el mundo a ver", añadía.
Es comprensible que no le apeteciera promocional un documental y tener que responder a preguntas sobre si fuma mucha marihuana. Su siguiente proyecto, Guerra Mundial Z 2 (que podría ser dirigido por David Fincher), aún no ha empezado a rodarse. 
La vocación artística de Brad Pitt no debe verse afectada por sus conflictos personales, pero al mismo tiempo está claro que tiene demasiados frentes abiertos que atender. 
Necesita gestionar sus prioridades. En cualquier caso, este capítulo del divorcio cambiará su vida y su carrera tal y como las conocemos.

4. El FBI le pisa los talones

El 15 de septiembre Angelina Jolie interpuso una demanda de divorcio
. Fue lo primero que hizo tras aterrizar de un viaje en el que, según varios testigos, Brad Pitt agredió verbalmente e intimidó físicamente a su hijo mayor, Maddox, de 15 años. 
El altercado (que al parecer está grabado) tuvo lugar en el avión privado de la pareja, por lo que el FBI se hizo cargo de la investigación al tratarse de una jurisdicción especial aérea.
 Pitt prestó colaboración total con la investigación.

5. Angelina quiere la custodia total

La actriz se muestra feliz ante el acuerdo provisional, gestionado por el Departamento de Servicios Sociales de Los Ángeles.
 Vigente durante el mes de octubre, la resolución estipula que Jolie se queda con la custodia única de los seis menores.
 Brad Pitt deberá someterse a tests sorpresa de drogas y alcohol (en el primero ha dado negativo) y visitas supervisadas por un terapeuta.
 Por otra parte, tanto Brad como Angelina deberán asistir a terapia individual y familiar, acompañados de todos sus hijos.
 La actriz considera que su futuro exmarido supone una amenaza para el bienestar de sus hijos, pero quiere solucionarlo.

6. Los rumores de infidelidad no van a parar

En cuanto saltó la noticia del divorcio, varios medios sugirieron que Brad había sido infiel con Marion Cotillard.
 La actriz francesa lo negó anunciando además que estaba embarazada de su marido, Guillaume Canet.
 Inevitablemente, los rasgos de ese bebé pasarán por el escrutinio general al detalle durante toda su vida para vislumbrar semejanzas con Pitt.
 Esta jugosa historia se sostuvo gracias a los antecedentes de Brad, que protagonizó la infidelidad más rutilante de los últimos 20 años de Hollywood cuando abandonó a Jennifer Aniston por Angelina Jolie.

7. ¿Habla o no habla sobre el tema?

En estos momentos la casa de Brad Pitt está asediada por centenares de fotógrafos, que intentan capturar la cara del actor en el peor momento de su vida.
 La policía de Los Ángeles vigila la zona.
 Se comenta que Pitt está furioso por cómo Angelina Jolie ha alimentado el morbo de los medios al acusarle de violento y adicto. En 1994, Brad dijo que le aterrorizaba que la gente supiera detalles de su vida privada. 
 Veintidós años después, no hay nada que pueda hacer sin que el mundo entero le juzgue.
 Tampoco ha ayudado su evidente tendencia a liarse con otras estrellas, atrayendo el doble de fascinación por su intimidad: de Juliette Lewis a Gwyneth Paltrow, Jennifer Aniston y Angelina Jolie.
 Por eso lo de Cotillard le cuadra a todo el mundo. 
Pitt está en su derecho de mantener la boca cerrada, pero eso solo conseguirá que le sigan preguntando hasta la extenuación.

8. Su siguiente pareja debería ser una funcionaria, por ejemplo

Existe una broma recurrente que indica que Brad Pitt ha ido cambiando de peinado para ir a juego con sus novias. 
 Más allá de la anécdota, la trayectoria sentimental del actor sugiere que no tiene problema en adaptar su personalidad a sus sucesivas parejas: compartió una vida bohemia con Juliette Lewis, abrazó el lujo con Gwyneth Paltrow, no tuvo hijos con Jennifer Aniston y se hizo solidario con Angelina Jolie, con quien formó una familia numerosa.
 Aunque ahora mismo no debe de tener ninguna gana de embarcarse en otra relación con algo que no sea un six-pack de cervezas, la próxima vez que se eche novia Brad debería encontrarse a sí mismo antes. 
 Y tampoco le vendría mal que la señorita en cuestión fuese una persona anónima.

9. Cómo repartir las casas

Brad Pitt y Angelina Jolie suman una fortuna conjunta de 360 millones de euros que incluye 12 propiedades.
 Siete son del actor, dos de ella y tres las compraron juntos.
 Su residencia principal es un castillo con viñedos situado en el sur de Francia.
 No, no van a tener problemas para mudarse. Paradójicamente, asignar este colosal patrimonio será el proceso menos aparatoso de todos: Brad y Angelina firmaron un acuerdo prenupcial que dejaba todos los cabos bien atados en caso de divorcio.
Tras 9 años de relación, se casaron en 2014: su matrimonio ha durado mucho menos que su noviazgo.
 Es habitual que una pareja, tras varios años de relación, se separe al poco tiempo de casarse.
 Lo que resulta extravagante es que se casasen ya negociando la hipotética separación.
 Este divorcio le ha sorprendido a todo el mundo menos a ellos: prácticamente ya lo habían legalizado antes de casarse.
 Será cosa de los tiempos que corren.
 Unos tiempos que, con Brad y Angelina, se han cobrado dos víctimas más.
 No son las primeras estrellas en implosionar, pero sí las que más han brillado.

10. Y, lo más importante: debe evitar convertirse en un chiste

En Hollywood, ningún divorcio pasa desapercibido, pero este además tiene todos los ingredientes de un buen telefilme de sobremesa.
 Todo el mundo tiene una opinión. 
El culebrón ha incluido estrellas invitadas como la cantante Adele, que le dedicó un concierto a la pareja el día de su separación. 
El exjugador de la NBA Magic Johnson ha grabado un vídeo prometiendo que "el amor no ha muerto, aún hay esperanza", y hasta Justin Theroux (la actual pareja de Jennifer Aniston) se ha solidarizado con ellos, al ser él hijo de padres separados, describiendo el proceso como algo "horrible para toda la familia".
La compañía aérea Norwegian Airlines ha lanzado la campaña "Brad está soltero" para promocionar vuelos baratos a Los Ángeles. Esta caricaturización no solo deshumaniza el desagradable episodio personal que Pitt está atravesando, sino que además desvía la atención hacia su carrera profesional.
 Brad Pitt es uno de los actores y productores (12 años de esclavitud, La gran apuesta) más audaces de Hollywood, y nadie está hablando de sus películas.




 

Kim Kardashian o el peligro de vivir sobreexpuesta................................................ Irene Crespo

El ostentoso estilo que algunos famosos exhiben en las redes les convierten en objetivos de robos, como el sufrido por la estrella televisiva.

Kim Kardashian, el pasado mayo en la gala del Met de Nueva York.

La madrugada del lunes, cinco hombres armados tardaron seis minutos en entrar en el apartamento de Kim Kardashian en París, atarla, encerrarla en el baño, robar sus joyas por un valor estimado de unos 16 millones de dólares (algo más de 14 millones de euros) y salir de allí ¿Cómo ocurrió? ¿Por qué Kim Kardashian, una de las estrellas del momento, estaba sola esa noche? ¿Dónde estaba su guardaespaldas Pascal Duvier? ¿Cómo sabían que había viajado a París con joyas de tanto valor?

Todas esas preguntas se lanzaron enseguida. 
Hasta sus amigos se las formularon. “No entiendo por qué estaba en un hotel sin seguridad”, dijo Karl Lagerfeld, el primero que habló claramente de la sucesión de errores de aquella noche.
 “Si eres tan famoso y pones todas esas joyas en la Red, vas a hoteles en los que nadie puede acercarse a ti.
 No puedes enseñar tu riqueza y sorprenderte de que alguna gente quiera compartirla contigo”, espetó el diseñador.
La sobreexposición en redes sociales con la que juega Kim Kardashian y todo el clan familiar por un lado les genera más y más seguidores, atraídos por ese estilo de vida y cuantos más seguidores más dinero ganan por publicación. 
Pero, por otro, les expone a peligros que quizá hasta ahora no veían. “Un caso como el de Kardashian tiene doble riesgo: a ella le encanta enseñar todo lo que tiene y, además, está siempre rodeada de mucha gente que puede decir dónde lo tiene y cuándo puede hacerse el robo, estilista, maquilladora…”, explica Carlos Martínez, dueño de Master Security, la empresa que trabaja en España en la protección de vips internacionales privados o públicos, como Kardashian, y actores de Hollywood que vienen a premieres o al Festival de San Sebastián.
Las consecuencias de la sobreexposición de las famosas la sufrió Paris Hilton hace unos años.
 Cuando su ostentoso estilo de vida aparecía constantemente en los medios, unos adolescentes no tuvieron más que encontrar su casa por Google Maps, coger la llave de debajo del felpudo y entrar a divertirse con sus joyas y vestidos mientras ella estaba de fiesta.
 Y sabían que estaba de fiesta gracias a la necesidad de la socialité de compartir con el mundo dónde estaba en cada momento.
Sofia Coppola lo contó en su película The Bling Ring, pero muchos no parecen haber aprendido la lección más básica de seguridad personal.
 Las Kardashian, en concreto, han hecho de compartir su vida un negocio lucrativo.
 El reality show familiar, en el que muestran sus casas, es el primer escaparate. 
Y el pasado jueves la cadena E! anunció que por el momento se ha parado la grabación de la temporada número 13. Después están las redes sociales en las que comparten cada lugar al que van.
 Solo Kim tiene más de 150 millones de seguidores entre todas sus redes, que siguen atentos sus pasos y sus últimas compras.




Unos días antes del robo, la mujer de Kanye West publicó en Instagram uno de sus famosos selfies con un gran diamante y otras joyas.
 Los ladrones ya tenían la primera pista. Según Carlos Martínez, “es normal que viajen con tantas joyas o cosas de valor”. 
Aunque está cada vez más extendido el préstamo de joyas en el lugar de destino, de forma que el escolta se encarga no solo de proteger a la famosa en cuestión, sino también lo que lleva puesto contratado por la marca.
Como Lagerfeld, Carlos Martínez, primer escolta a menudo de estos clientes vips, se pregunta por qué Kardashian estaba sola en un edificio que, además, no tiene seguridad. 
“Si lleva cosas de tanto valor encima, lo normal habría sido poner en el hotel una persona armada las 24 horas”, explica.
 Y así lo hacen cuando vienen actores o grandes fortunas internacionales a España.
La explicación fue que ella se sentía segura en el interior de la que es su segunda (o tercera) residencia y Pascal Duvier, su conocido guardaespaldas, al que solo unos días antes había alabado públicamente por salvarla del ataque del bromista Vitalii Sediuk, se había ido a proteger a sus hermanas, Kendall y Kourtney, en una discoteca. 
“Ese es un primer error”, dice Martínez, “un escolta es un escolta y solo puede proteger a una persona”.
Quizá por eso todas las miradas se hayan girado ahora hacia Duvier, el jefe de seguridad contratado por Kanye West, cuyo trabajo está ahora en duda.
 Especialmente desde que se ha descubierto que se declaró en bancarrota hace un mes; y las sospechas de que el robo fuera un trabajo desde dentro, crecen.
La primera regla de los profesionales de la protección personal es “no dejar nada al azar” y en este caso todo se dejó al azar.
 Ahora, Kim y Kanye llevan días sin pronunciarse en las redes, encerrados en casa con sus dos hijos.
 Según la prensa americana, están reexaminando el tipo de seguridad que necesitan, quizá incluso gente armada y escoltas encubiertos, a lo que la estrella de la televisión y empresaria se negaba hasta ahora. 
Y, probablemente, estén reevaluando su presencia en Internet. O eso da a entender el silencio en las redes de la mujer capaz de hacerse 6.000 selfies al día y publicar un libro con ellos.

 

Huracanados.......................................................... Boris Izaguirre

El ‘caso Gürtel’ es de perfil más popular y el de las ‘black’, más aristocrático

Siempre es mejor un salón erótico que un tribunal o una gestora.

 
Francisco Correa y María del Carmen Rodríguez, en la boda de la hija de José María Aznar Botella.

He sido evacuado de Miami ante la llegada del huracán Matthew. El nivel de histeria en la ciudad ante esta visita es comparable a la devastación que ese huracán genera en países menos preparados como Haití y Cuba. 
Como si la tormenta tuviera clara la frontera entre el subdesarrollo y el desarrollo.
 Mientras en la televisión americana mostraban imágenes del destrozo en Cuba, en los supermercados de Miami centenares de personas hacían compras nerviosas, se peleaban por generadores y linternas y hasta en un momento dado una pareja gay discutió porque uno pidió que compraran sacos de arena, para proteger las rendijas de las puertas ante los vientos, y la pareja se equivocó y compró bolsas de té.
Hasta los huracanes hacen diferencias.
 En España también vivimos una temporada huracanada y que se lleva por delante partidos históricos.
 Siempre se acusó a nuestra justicia de ser lenta pero jamás imaginamos que fuera a ser también programadora de televisión y juntara en una misma semana el juicio del caso Gürtel ccon el de las tarjetas black.
 Es como cuando coincidieron en Galicia los conciertos de Madonna y Prince o como cuando en un mismo día tienes un cóctel del Instituto Shah con una cena con Penélope Cruz.
 Un meme muy gracioso aseguraba que Rafael Spottorno, de quien se ha sabido que muchos de sus gastos en su tarjeta black fueron para adquirir piezas de porcelana, se habría equivocado de juicio y se sentó junto a los acusados de Gürtel.
 Podría ocurrir.
En esa ventolera de divertida equivocación, el Partido Popular ejerce su bipolaridad y asegura que el juicio a Gürtel no les afecta porque es “sobre otro Partido Popular, el de antes, no el de ahora”.
Tampoco el PSOE de ahora es el de antes.
 Ahora es una gestora.
 En cualquier caso, ese pasado siempre nos devuelve a esa fotografía de Rafael Correa entrando a la boda de la hija de José María Aznar, en calidad de testigo y con un chaqué de muchos euros.
 Ojo, puede pasar que un juicio te guste más que otro.
 Gürtel tiene un perfil más popular mientras que el black es más aristocrático, más selecto.
 De gente bien de toda la vida, como Rato y hasta Blesa que va superbien vestido.
 Donde El Bigotes es todo exageración, Blesa es esa discreción de fina estampa.
 Además, en el juicio por las black hay momentos impagables, como cuando los acusados pidieron que no quieren que a las tarjetas les llamen black. 
 Solo faltaría. O sea: no es no y black is black.
Black, que es negro en inglés, es un término que en EE UU no se puede usar ni siquiera para decir que la situación del huracán se pone oscura.
 O que el reciente robo sufrido por Kim Kardashian en París ha vuelto a poner a la ciudad de la luz en jaque. ¿Qué más puede pasarle a París? ¿Y a Kim? Kardashian es la estrella con el culo más grande de Instagram y precisamente por el narcisismo 24 horas sobre 7 de esa red, se insiste en que este robo fue provocado por esa constante exhibición. 
Puede ser, pero quizás lo más duro para Kim y los Kardashian sea darse cuenta de que pese a los millones de likes diarios nadie estaba allí para defenderla ni en el momento violento del robo (la maniataron y le taparon la boca mientras la colocaban dentro de la bañera) ni después, cuando miles de seguidores criticaron y frivolizaron el robo.
Es una discusión muy interesante la que ha generado este robo, de si la exhibición constante de un estilo de vida a través de las redes sociales pudiera volverse peligrosa.
 O responsable de un robo como el sucedido.
 Mi marido exclama que Instagram no puede señalarse como responsable. 
Yo prefiero pensar que nunca somos capaces de gestionar bien nuestro narcisismo.
 Imagino que Instagram también sufre, su mundo de likes y buen rollo perpetuo acaba de ser víctima de un huracán.
Amarna Miller, una conocida actriz porno, terminó de generar otro huracán al ser la protagonista del vídeo promocional del Salón Erótico de Barcelona.
 Siempre es mejor un salón erótico que un tribunal o una gestora. En una época donde la mayoría de sus contemporáneos parecieran disfrutar de ser convencionales, Amarna trata de ser totalmente libre.
 “No es que España sea un país reprimido, es que el mundo es un país reprimido”, ha declarado.

Estoy de acuerdo, pero abogo porque en algún momento el viento cambiará.