Existe una tradición entre las clases altas y la aristocracia de vestir a los niños con 'shorts'.
Hay un elemento que se repite siempre en las fotografías del príncipe Jorge
y son los pantalones cortos.
El joven príncipe, de 3 años, usa esta
prenda en todas y cada una de las ocasiones en las que hace una
aparición pública. Aunque sea invierno.
Pero tiene una explicación: los shorts son una tradición entre los infantes de clase alta y la aristocracia británica.
"Es algo muy inglés vestir a los niños con pantalones cortos",
explica William Hanson, un experto en protocolo, a la edición británica
de Harpers Bazaar. "Los largos son para los chicos mayores y
los hombres, mientras que los cortos son uno de esos silenciosos
marcadores de clase social que tenemos en Inglaterra. A pesar de que los
tiempos están cambiando, los pantalones largos siguen considerándose de
clase media bastante suburbana. Y nadie quiere que se le considere
suburbano. La duquesa de Cambridge tampoco", continúa el experto. Guillermo de Inglaterra, el padre de Jorge, y su tío, Enrique, también han sido víctimas
de esta tradición durante su más tierna infancia. Hasta que los
consideraron suficientemente mayores como para poder ponerse ya
pantalones largos. "La edad normal para el cambio de pantalón es a los 8
años", dice Hanson.
Según el experto en protocolo, la tradición se remonta al siglo XVI
cuando a los niños recién nacidos se les vestía con un vestido —como que
se utiliza ahora para bautizar a los bebés— durante su primer y segundo
año, y después se le ponía un pantalón bombacho, parecido a los cortos. En el caso del príncipe Jorge, parece que el uso de la prenda responde
más a la tradición que a una cuestión de clases. "La costumbre moderna de las familias que eligen pantalones cortos
para vestir a sus hijos se remonta a una época pasada. La aristocracia
británica siempre está dispuesta a adoptar cualquier tradición, y esta
también marca la diferencia con el resto de clases", señala el experto.
Los terremotos en el sur de California no deberían ser noticia. Esta zona del mundo registra alrededor de 10.000 temblores al año, la
mayoría imperceptibles. Pero si se producen todos en una semana y en el
mismo sitio, los expertos se ponen alerta. Eso sucedió la semana pasada
cuando se registraron más de 200 sismos en el Salton Sea, un lago en el
extremo sur de California, en el valle de Coachella, cerca de la
frontera con México . Se trata de la mayor actividad registrada en el
lugar desde que hay sensores y ha provocado una alerta inquietante que
ha durado una semana.
La zona del Salton Sea está justo al final de la falla de San Andrés.
Los movimientos en esa zona hacen cosquillas a la gran falla, por así
decirlo . Entre los temblores que comenzaron el lunes pasado hubo tres
que superaron el grado 4 en la escala Richter. El pasado día 27, la oficina de Emergencias
del gobernador emitía un comunicado pidiendo a todas las instituciones y
californianos que estuvieran alerta ante la posibilidad de un gran
terremoto, algo que no ha pasado en esa zona de la falla en 300 años. El
Ayuntamiento de San Bernardino, por ejemplo, decidió cerrar sus
instalaciones.
Con el paso de las horas y los días, han ido decreciendo las
posibilidades de que esa actividad provoque un movimiento en la falla
que desate un gran terremoto en Los Ángeles. La alerta fue levantada
este martes por la mañana. Pero los datos han puesto una vez más de
relieve la fragilidad de la zona y, sobre todo, la evidencia de que ese
gran terremoto tiene que pasar en algún momento. Una de las primeras cosas que se aprenden al mudarse al sur de California es que, según la sabiduría popular, Los Ángeles sufre un gran terremoto
con víctimas cada 20 años. Y el último fue hace 22. La posibilidad de
un gran terremoto, el llamado ‘Big one’, con origen en la falla de San
Andrés y consecuencias devastadoras para los valles que forman Los
Ángeles, es una constante en la vida de los angelinos y una estupenda
fuente de entretenimiento para Hollywood. Tener un equipo de
supervivencia y un plan para terremotos (por ejemplo, tener ya hablado
con tu familia dónde te vas a encontrar) es habitual en casas y en
colegios.
“No es una cuestión de si pasará,sino de cuándo pasará”. Esta frase la dice hasta el alcalde de la ciudad. No hay nada que se
pueda hacer. Cada uno de esos pequeños sismos tiene un impacto en la
falla de San Andrés, hasta que un día se mueva. El año pasado, el Ayuntamiento publicó un informe aterrador sobre las
consecuencias que el terremoto tendría para la ciudad y urgió a los
ciudadanos a revisar las casas más antiguas e invertir en arreglos para
hacerlas más resistentes. El inicio de esta campaña municipal de concienciación coincidía con el 20 aniversario del terremoto de Northridge, en enero de 1994. Murieron alrededor de 60 personas en el Valle de San Fernando al caerse
estructuras débiles de edificios de apartamentos. Dos de las autopistas
que cruzan la ciudad fueron cerradas por daños y Los Ángeles vivió días
de caos. La experta sismóloga Lucy Jones, que lideró el equipo que
redactó el informe, advertía en conferencias por toda la ciudad de que
aquello fue en una época sin móviles y sin Internet. No sabemos las
consecuencias de un terremoto como aquel para una economía dependiente
de las telecomunicaciones. No ha pasado aún. El terremoto de Northridge
fue de 6,7 y duró 10 segundos. El ‘Big one’ más plausible podría ser de
7,8 y durar alrededor de un minuto.
La falla de San Andrés no es una línea continua, sino un sistema de
fallas que se extiende a lo largo de 1.200 kilómetros. Empieza en el
Salton Sea, en la frontera con México, donde han sido los sismos de esta
semana. Después abraza Los Ángeles por el este y el norte de la ciudad y
continúa paralelo a la costa. Atraviesa la bahía de San Francisco y
llega hasta Eureka, en el norte del California. Todo el Estado está en
riesgo si se activa la falla. Justo la semana pasada, el gobernador de California, Jerry Brown,
aprobó una ley que establece la estructura administrativa para que haya
un sistema de alertas de terremotos en el Estado. El sistema lo
formarán unos sensores que detectarán las primeras ondas de un terremoto
y lo enviarán a un centro de emergencias que a su vez enviará una
alerta a móviles. El terremoto llega de todas maneras. Pero, por
ejemplo, si el terremoto empieza en la frontera con México, los
habitantes de Los Ángeles tendrían unos pocos segundos de aviso antes de
que llegara, que son determinantes para salvar vidas.
La actriz ha impuesto esta práctica para afrontar lo que califica como "un episodio traumático".
Pues Angelina está un poco pesadita tantas medidas para divorciarse, no creo que ella sea tampoco un ejemplo a seguir, caprichosa, consentida, celosa y si no quiere estar más con Brad Pitt que lo deje ya en paz, ninguno de los dos son buenos ejemplares de familia.
La familia Jolie-Pitt en Nueva Orleans en 2011.
Brad Pitt, Angelina Jolie
y sus seis hijos se han reunido de nuevo y lo han hecho para ir juntos a
terapia. Ha sido la actriz quien ha solicitado que la familia acuda
ante un experto para “permanecer fuertes, como una familia que lucha
para hacer frente a la vida después de una separación”, ha dicho una
fuente cercana a la pareja a la revista People, que se ha
convertido en la portavoz oficial de la pareja. Los actores presentaron
hace dos semanas los papeles para su divorcio en un tribunal de Los
Ángeles. “Ha sido una situación traumática”, ha añadido este portavoz.
En los últimos días, la lucha de la pareja se centra en duras negociaciones sobre la custodia de los seis hijos
de la pareja y en cómo deben de ser educados estos. Todo ello sin
olvidar que el Departamento de Niños y Familias de Los Ángeles investiga al actor después de que se recibiera una denuncia anónima
sobre su comportamiento con su hijo Maddox, de 15 años, en un avión. Esta situación, en la que supuestamente Pitt habría sido violento con el
adolescente, desencadenó el divorcio y dio paso a duras acusaciones. Jolie acusó a Pitt de beber demasiado y de estar enganchado a la
marihuana.y ella ¿A qué está enganchada, además de ponerse morros inmensos y hacerse cirujias preventivas para no tener cancer? eso es un ejemplo a seguir?. Durante las dos primeras semanas, Jolie ha estado viviendo con sus hijos en una mansión de alquiler de Malibú, pero hace dos días se han mudado a otra más tranquila y que preserva mejor la intimidad de la familia.
Mientras tanto, la noticias que llegan de Brad Pitt hablan de él como
un hombre "devastado y con el corazón absolutamente roto por los
acontecimientos de las últimas semanas”. El actor está dolido por cómo
se le ha retratado y por poner en cuestión su capacidad para ejercer
como padre. Pitt está colaborando con los servicios sociales para esclarecer lo sucedido en el avión. El testimonio de Maddox será clave para la resolución del caso. Tanto Jolie y Pitt quieren la custodia física exclusiva de sus hijos, algo de lo que hasta el momento solo disfruta la actriz. Ambos
están negociando su acuerdo de divorcio de manera privada, al margen
del tribunal de Los Ángeles en el que la actriz presentó su demanda el
pasado 15 de septiembre. Los abogados de las dos partes están trabajando
después de que Jolie contratara a Judy Smith, una experta en situaciones de crisis que inspiró la famosa serie de televisión Scandal. Olivia Pope, su personaje en la pantalla, está interpretada por Kerry Washington.
La esposa de Felipe VI participa en la tradicional cuestación en Madrid, en la que también tomó parte doña Sofía.
La Reina recibe los donativos de un grupo de niños.
Doña Letizia se hace una foto con una mujer y su hijo.
La reina Letizia, que presidió la mesa de
cuestación del Día de la Banderita instalada en la sede central de Cruz
Roja, en Madrid.
La reina Sofía, junto a la presidenta de la
Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, en la mesa de cuestación de
Cruz Roja que preside hoy en la Puerta del Sol con motivo del Día de la
Banderita.
La Reina se vistió de rojo y blanco para el día de la Cruz Roja,
La reina se ha acercado a los periodistas para
recoger su contribución que este año se dedica a la lucha contra la
pobreza infantil.